EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Si claro..desde luego; debe ser..pues asi te lo contaron.

Y a Uds. le contaron que no.

Lo importante es que tenemos testimonios de judíos contemporáneos que lo avalan. Uds solo tienen ....... hmmmm.... cómo es que lo llama Ud. ..... ah ya! "basofia apologética" obenida de sus paginuchas anticatólicas.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Palabras de un judio:

Juan Manuel de Castells


"Cuando Hitler llegó al poder en Alemania, en 1933, nadie podía dudar de que uno de sus propósitos era la exterminación del pueblo judío, pues así lo había anunciado en su libro Mein Kampf (Mi Lucha). Para lograrlo debía primero adormecer la conciencia del pueblo alemán, representada por partidos socialdemócratas, socialistas o católicos. La supresión de los partidos de izquierda se logró por la fuerza. Para la supresión de la conciencia católica, representada por el partido Zentrum, no fue necesario usar la fuerza. Hitler contaba para ello con un aliado más poderoso: el propio papa, Pío XII.

Pío XII se ganó con creces el calificativo de “el papa de Hitler”. Antes de ser nombrado papa, en calidad de representante del papa Pío XI y secretario de estado pontificio, negoció en 1933 directamente con Hitler el tratado entre la Iglesia y el tercer reich, por el cual la iglesia obtenía la capacidad de aplicar el derecho canónico a los católicos alemanes, y el reich nada menos que el
compromiso de la Iglesia de no inmiscuirse en la actividad social y política. Esto supuso la disolución del partido católico Zentrum, que representaba la conciencia política católica alemana y un 35 % del electorado, consistente en 23 millones de católicos alemanes.

Una vez firmado el tratado, Hitler reunió a su gabinete el 14 de julio 1933 para informar a sus ministros que la garantía de no intervención obtenida en el tratado, dejaba las manos libres para resolver la “cuestión judía”, es decir para proceder al exterminio de once millones de judíos en toda Europa, que fue la meta oficialmente comunicada a los jerarcas nazis por Reinhard Heindrich en la reunión del 20 de enero de 1942 a orillas del lago Wansee, en donde se presentaron por primera vez los detalles de la llamada “Solución final”.

Puede decirse que tuvimos suerte, el final de la guerra impidió que el holocausto alcanzara la meta propuesta, “solo” seis millones de judíos fueron exterminados, con el silencio cómplice de la Iglesia Católica. Pese a numerosas solicitudes, incluso de las mismas autoridades alemanas de Roma, cuando se iniciaron las deportaciones de judíos en la ciudad santa en 1943, el santo padre, autodenominado pastor angélico, Pío XII, se negó a condenar en forma alguna el peor genocidio de la historia. Incluso cuando los judíos deportados de Roma pedían a gritos auxilio a su paso por la plaza de San Pedro, el santo padre hacía oídos sordos; para él, las ovejas descarriadas de Israel no formaban parte de su rebaño.

¿Silencio cómplice o apoyo tácito?. Cada año Hitler recibió en su cumpleaños, por iniciativa de Pío XII, el mismo telegrama de felicitación:

-
“las más cálidas felicitaciones al Fuhrer en nombre de los obispos y diócesis
de Alemania. Fervientes plegarias que los católicos alemanes envían al
cielo desde sus altares”

Quizá el temor ante el poder pueda explicar tan fervientes deseos, pero no explicaría el que el cardenal arzobispo de Berlin, Adolf Bertram, ordenara tras la muerte del Hitler a todos los párrocos de su archidiócesis que “celebraran un solemne réquiem en memoria del Fuhrer”, que solo podía resultar siniestro a los judíos sobrevivientes del holocausto, cuyos familiares no tuvieron este privilegio"

 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

¿Realmente te lo crees?

Si yo voy a Inglaterra, siendo extranjero y declaro que mi fé es mejor que la de ellos y predico la supremacía cristiana católica haciendo una alharaca no pequeña entre los pobladores ¿que puedo esperar? pues el veto de la comunidad anglicana, y por andar escandalizando a los residentes puedo ir hasta preso, si eso pasa creo que pocos dirían que fuí "un mártir".

Los judíos en Roma, declaraban ser la raza superior de los hijos de Adán lo mejor de lo mejor menospreciando a los locales, aunado a eso sus prácticas poco ortodoxas y ciertamente deplorables en contra de los cristianos, esto en las narices del Poder Eclesiástico esta fué una de las causas de la famosa Bula, "Cum nimis absurdum"

Hombre que no le grites al tigre ni lo fastidies con el palo dejalo dormir, ve a gritar más lejos, o has silencio.

Los judíos podían practicamente vivir como vecinos del alto clero católico, con algunas restricciones:

Extracto de wikipedia:
La bula papal Cum nimis absurdum, promulgada por el papa Pablo IV en 1555 segregó a los judíos, quienes habían vivido libremente en Roma desde la Antigüedad, en un barrio amurallado con tres puertas que se cerraban por la noche, y los sometió a varias restricciones en sus libertades personales como límites en las profesiones que se les permitía desempeñar y sermones católicos obligatorios durante el shabat judío, aunque de una manera más suave que en otros países europeos.
Este gueto tenía dos objetivos: proteger a los cristianos de una asociación demasiado íntima con personas de diferente religión, y proteger a los judíos de las muchedumbres que los atacaban. el gueto fue bienvenido por algunos judíos porque protegía a la pequeña comunidad de la sangría que debía seguir de la asimilación a la mayoría y permitía que las especiales costumbres religiosas se cumplieran sin interferencias. Durante tres o cuatro décadas del siglo XIX esto no era un punto negro exclusivo del gobierno papal: en Viena, Praga, Venecia y más al este, en Rusia y Polonia, el trato que se los daba podía ser peor." <sup id="ref_HISTPOPE" class="plainlinksneverexpand">[2]</sup>
En 1798, durante la República Romana, el gueto quedó legalmente abolido, y el árbol de la Libertad se plantó en la plaza delle Scole, pero fue reinstaurado tan pronto como el Papado recuperó el control. En 1848, durante la breve revolución, el gueto fue abolido de nuevo temporalmente. Los judíos tenían que pedir anualmente permiso para vivir allí, y se les incapacitó para ser titulares de cualquier propiedad, incluso en el gueto. Pagaban un impuesto anual por el privilegio; la formalidad y el impuesto sobrevivieron hasta 1850.

Detalle del Arco de Tito mostrando los despojos del saqueo de Jerusalén.


Tenían que jurar cada año lealtad al Papa junto al Arco de Tito, que conmemora el saqueo de Jerusalén por los romanos.

Aqui la inquisición no mató judíos ni lo intentó.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Palabras de un judio:

Juan Manuel de Castells


"Cuando Hitler llegó al poder en Alemania, en 1933, nadie podía dudar de que uno de sus propósitos era la exterminación del pueblo judío, pues así lo había anunciado en su libro Mein Kampf (Mi Lucha). Para lograrlo debía primero adormecer la conciencia del pueblo alemán, representada por partidos socialdemócratas, socialistas o católicos. La supresión de los partidos de izquierda se logró por la fuerza. Para la supresión de la conciencia católica, representada por el partido Zentrum, no fue necesario usar la fuerza. Hitler contaba para ello con un aliado más poderoso: el propio papa, Pío XII.

Pío XII se ganó con creces el calificativo de “el papa de Hitler”. Antes de ser nombrado papa, en calidad de representante del papa Pío XI y secretario de estado pontificio, negoció en 1933 directamente con Hitler el tratado entre la Iglesia y el tercer reich, por el cual la iglesia obtenía la capacidad de aplicar el derecho canónico a los católicos alemanes, y el reich nada menos que el
compromiso de la Iglesia de no inmiscuirse en la actividad social y política. Esto supuso la disolución del partido católico Zentrum, que representaba la conciencia política católica alemana y un 35 % del electorado, consistente en 23 millones de católicos alemanes.

Una vez firmado el tratado, Hitler reunió a su gabinete el 14 de julio 1933 para informar a sus ministros que la garantía de no intervención obtenida en el tratado, dejaba las manos libres para resolver la “cuestión judía”, es decir para proceder al exterminio de once millones de judíos en toda Europa, que fue la meta oficialmente comunicada a los jerarcas nazis por Reinhard Heindrich en la reunión del 20 de enero de 1942 a orillas del lago Wansee, en donde se presentaron por primera vez los detalles de la llamada “Solución final”.

Puede decirse que tuvimos suerte, el final de la guerra impidió que el holocausto alcanzara la meta propuesta, “solo” seis millones de judíos fueron exterminados, con el silencio cómplice de la Iglesia Católica. Pese a numerosas solicitudes, incluso de las mismas autoridades alemanas de Roma, cuando se iniciaron las deportaciones de judíos en la ciudad santa en 1943, el santo padre, autodenominado pastor angélico, Pío XII, se negó a condenar en forma alguna el peor genocidio de la historia. Incluso cuando los judíos deportados de Roma pedían a gritos auxilio a su paso por la plaza de San Pedro, el santo padre hacía oídos sordos; para él, las ovejas descarriadas de Israel no formaban parte de su rebaño.

¿Silencio cómplice o apoyo tácito?. Cada año Hitler recibió en su cumpleaños, por iniciativa de Pío XII, el mismo telegrama de felicitación:

-
“las más cálidas felicitaciones al Fuhrer en nombre de los obispos y diócesis
de Alemania. Fervientes plegarias que los católicos alemanes envían al
cielo desde sus altares”

Quizá el temor ante el poder pueda explicar tan fervientes deseos, pero no explicaría el que el cardenal arzobispo de Berlin, Adolf Bertram, ordenara tras la muerte del Hitler a todos los párrocos de su archidiócesis que “celebraran un solemne réquiem en memoria del Fuhrer”, que solo podía resultar siniestro a los judíos sobrevivientes del holocausto, cuyos familiares no tuvieron este privilegio"


"Palabras de un judío" tu lo has dicho, pero otros judíos más ilustres dicen precisamente lo opuesto.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Palabras de un judio:

Juan Manuel de Castells


"Cuando Hitler llegó al poder en Alemania, en 1933, nadie podía dudar de que uno de sus propósitos era la exterminación del pueblo judío, pues así lo había anunciado en su libro Mein Kampf (Mi Lucha). Para lograrlo debía primero adormecer la conciencia del pueblo alemán, representada por partidos socialdemócratas, socialistas o católicos. La supresión de los partidos de izquierda se logró por la fuerza. Para la supresión de la conciencia católica, representada por el partido Zentrum, no fue necesario usar la fuerza. Hitler contaba para ello con un aliado más poderoso: el propio papa, Pío XII.

Pío XII se ganó con creces el calificativo de “el papa de Hitler”. Antes de ser nombrado papa, en calidad de representante del papa Pío XI y secretario de estado pontificio, negoció en 1933 directamente con Hitler el tratado entre la Iglesia y el tercer reich, por el cual la iglesia obtenía la capacidad de aplicar el derecho canónico a los católicos alemanes, y el reich nada menos que el
compromiso de la Iglesia de no inmiscuirse en la actividad social y política. Esto supuso la disolución del partido católico Zentrum, que representaba la conciencia política católica alemana y un 35 % del electorado, consistente en 23 millones de católicos alemanes.

Una vez firmado el tratado, Hitler reunió a su gabinete el 14 de julio 1933 para informar a sus ministros que la garantía de no intervención obtenida en el tratado, dejaba las manos libres para resolver la “cuestión judía”, es decir para proceder al exterminio de once millones de judíos en toda Europa, que fue la meta oficialmente comunicada a los jerarcas nazis por Reinhard Heindrich en la reunión del 20 de enero de 1942 a orillas del lago Wansee, en donde se presentaron por primera vez los detalles de la llamada “Solución final”.

Puede decirse que tuvimos suerte, el final de la guerra impidió que el holocausto alcanzara la meta propuesta, “solo” seis millones de judíos fueron exterminados, con el silencio cómplice de la Iglesia Católica. Pese a numerosas solicitudes, incluso de las mismas autoridades alemanas de Roma, cuando se iniciaron las deportaciones de judíos en la ciudad santa en 1943, el santo padre, autodenominado pastor angélico, Pío XII, se negó a condenar en forma alguna el peor genocidio de la historia. Incluso cuando los judíos deportados de Roma pedían a gritos auxilio a su paso por la plaza de San Pedro, el santo padre hacía oídos sordos; para él, las ovejas descarriadas de Israel no formaban parte de su rebaño.

¿Silencio cómplice o apoyo tácito?. Cada año Hitler recibió en su cumpleaños, por iniciativa de Pío XII, el mismo telegrama de felicitación:

-
“las más cálidas felicitaciones al Fuhrer en nombre de los obispos y diócesis
de Alemania. Fervientes plegarias que los católicos alemanes envían al
cielo desde sus altares”

Quizá el temor ante el poder pueda explicar tan fervientes deseos, pero no explicaría el que el cardenal arzobispo de Berlin, Adolf Bertram, ordenara tras la muerte del Hitler a todos los párrocos de su archidiócesis que “celebraran un solemne réquiem en memoria del Fuhrer”, que solo podía resultar siniestro a los judíos sobrevivientes del holocausto, cuyos familiares no tuvieron este privilegio"


Juan Manuel de Castells judio liberal y autor de 'Los Siete Rostros de Jesús', sostiene que no hay evidencia diferente a los evangelios sobre la existencia de Jesús.

Increible que citen a semejante antiCristiano.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Hombre venerable el Juan Manuel Castel.

No solo puso en el banquillo a Pio XII, sino a Jesús y hasta a los evangelios mismos

http://www.europalaica.com/colaboraciones/Losevangeliosalbanquillo.pdf

Lo que sí pretende en cambio el presente trabajo es combatir la creencia de
que los hechos relatados en los evangélicos sucedieron realmente en la
Palestina de la época del prefecto Pilatos.

El enemigo de mi enemigo es mi amigo............ Bravo GLuis.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Asi es, es el orgullo del maquivielismo, con eso de que el fin justifica los medios.

yo creo que es más sencillo que eso Kal_El........... es puro fanatismo anticatólico el que los mueve a aliarse con cualquiera que adverse a nuestra Iglesia.

He visto en estos foros como validan los argumentos ateos que relacionan a la Virgen con Isis, el mismo GLuis apela a versículos del evangelio según Dan Brown para la formación de la Iglesia con Constantino.... No les importa que esos mismos sean enemigos no solo del cristianismo , sino de los evangelios y de Jesus mismo..... la idea es estar todos contra la Iglesia Católica............ eso es lo que los hace estar a todos en comunión.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

yo creo que es más sencillo que eso Kal_El........... es puro fanatismo anticatólico el que los mueve a aliarse con cualquiera que adverse a nuestra Iglesia.

He visto en estos foros como validan los argumentos ateos que relacionan a la Virgen con Isis, el mismo GLuis apela a versículos del evangelio según Dan Brown para la formación de la Iglesia con Constantino.... No les importa que esos mismos sean enemigos no solo del cristianismo , sino de los evangelios y de Jesus mismo..... la idea es estar todos contra la Iglesia Católica............ eso es lo que los hace estar a todos en comunión.

Asdí es...!! eso, es todo...

La única salvedad que yo haría, es que algunos lo hacen con el único propósito de destruir la Iglesia (y la fe del fiel) so pretexto de predicar la correcta doctrina bíblica (herejes; los menos) y la gran mayoría creen estar sinceramente predicando la verdadera palabra de Dios...
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Si yo voy a Inglaterra, siendo extranjero y declaro que mi fé es mejor que la de ellos y predico la supremacía cristiana católica haciendo una alharaca no pequeña entre los pobladores ¿que puedo esperar? pues el veto de la comunidad anglicana, y por andar escandalizando a los residentes puedo ir hasta preso, si eso pasa creo que pocos dirían que fuí "un mártir".

Los judíos en Roma, declaraban ser la raza superior de los hijos de Adán lo mejor de lo mejor menospreciando a los locales, aunado a eso sus prácticas poco ortodoxas y ciertamente deplorables en contra de los cristianos, esto en las narices del Poder Eclesiástico esta fué una de las causas de la famosa Bula, "Cum nimis absurdum"

Hombre que no le grites al tigre ni lo fastidies con el palo dejalo dormir, ve a gritar más lejos, o has silencio.

Los judíos podían practicamente vivir como vecinos del alto clero católico, con algunas restricciones:

Extracto de wikipedia:
La bula papal Cum nimis absurdum, promulgada por el papa Pablo IV en 1555 segregó a los judíos, quienes habían vivido libremente en Roma desde la Antigüedad, en un barrio amurallado con tres puertas que se cerraban por la noche, y los sometió a varias restricciones en sus libertades personales como límites en las profesiones que se les permitía desempeñar y sermones católicos obligatorios durante el shabat judío, aunque de una manera más suave que en otros países europeos.
Este gueto tenía dos objetivos: proteger a los cristianos de una asociación demasiado íntima con personas de diferente religión, y proteger a los judíos de las muchedumbres que los atacaban. el gueto fue bienvenido por algunos judíos porque protegía a la pequeña comunidad de la sangría que debía seguir de la asimilación a la mayoría y permitía que las especiales costumbres religiosas se cumplieran sin interferencias. Durante tres o cuatro décadas del siglo XIX esto no era un punto negro exclusivo del gobierno papal: en Viena, Praga, Venecia y más al este, en Rusia y Polonia, el trato que se los daba podía ser peor." <sup id="ref_HISTPOPE" class="plainlinksneverexpand">[2]</sup>
En 1798, durante la República Romana, el gueto quedó legalmente abolido, y el árbol de la Libertad se plantó en la plaza delle Scole, pero fue reinstaurado tan pronto como el Papado recuperó el control. En 1848, durante la breve revolución, el gueto fue abolido de nuevo temporalmente. Los judíos tenían que pedir anualmente permiso para vivir allí, y se les incapacitó para ser titulares de cualquier propiedad, incluso en el gueto. Pagaban un impuesto anual por el privilegio; la formalidad y el impuesto sobrevivieron hasta 1850.

Detalle del Arco de Tito mostrando los despojos del saqueo de Jerusalén.


Tenían que jurar cada año lealtad al Papa junto al Arco de Tito, que conmemora el saqueo de Jerusalén por los romanos.

Aqui la inquisición no mató judíos ni lo intentó.
Caminante justifica la matanza de 6.000.000 de judíos. Habría sido un excelente asistente de Pio XII.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Palabras de un judio:

Juan Manuel de Castells


"Cuando Hitler llegó al poder en Alemania, en 1933, nadie podía dudar de que uno de sus propósitos era la exterminación del pueblo judío, pues así lo había anunciado en su libro Mein Kampf (Mi Lucha). Para lograrlo debía primero adormecer la conciencia del pueblo alemán, representada por partidos socialdemócratas, socialistas o católicos. La supresión de los partidos de izquierda se logró por la fuerza. Para la supresión de la conciencia católica, representada por el partido Zentrum, no fue necesario usar la fuerza. Hitler contaba para ello con un aliado más poderoso: el propio papa, Pío XII.

Pío XII se ganó con creces el calificativo de “el papa de Hitler”. Antes de ser nombrado papa, en calidad de representante del papa Pío XI y secretario de estado pontificio, negoció en 1933 directamente con Hitler el tratado entre la Iglesia y el tercer reich, por el cual la iglesia obtenía la capacidad de aplicar el derecho canónico a los católicos alemanes, y el reich nada menos que el
compromiso de la Iglesia de no inmiscuirse en la actividad social y política. Esto supuso la disolución del partido católico Zentrum, que representaba la conciencia política católica alemana y un 35 % del electorado, consistente en 23 millones de católicos alemanes.

Una vez firmado el tratado, Hitler reunió a su gabinete el 14 de julio 1933 para informar a sus ministros que la garantía de no intervención obtenida en el tratado, dejaba las manos libres para resolver la “cuestión judía”, es decir para proceder al exterminio de once millones de judíos en toda Europa, que fue la meta oficialmente comunicada a los jerarcas nazis por Reinhard Heindrich en la reunión del 20 de enero de 1942 a orillas del lago Wansee, en donde se presentaron por primera vez los detalles de la llamada “Solución final”.

Puede decirse que tuvimos suerte, el final de la guerra impidió que el holocausto alcanzara la meta propuesta, “solo” seis millones de judíos fueron exterminados, con el silencio cómplice de la Iglesia Católica. Pese a numerosas solicitudes, incluso de las mismas autoridades alemanas de Roma, cuando se iniciaron las deportaciones de judíos en la ciudad santa en 1943, el santo padre, autodenominado pastor angélico, Pío XII, se negó a condenar en forma alguna el peor genocidio de la historia. Incluso cuando los judíos deportados de Roma pedían a gritos auxilio a su paso por la plaza de San Pedro, el santo padre hacía oídos sordos; para él, las ovejas descarriadas de Israel no formaban parte de su rebaño.

¿Silencio cómplice o apoyo tácito?. Cada año Hitler recibió en su cumpleaños, por iniciativa de Pío XII, el mismo telegrama de felicitación:

-
“las más cálidas felicitaciones al Fuhrer en nombre de los obispos y diócesis
de Alemania. Fervientes plegarias que los católicos alemanes envían al
cielo desde sus altares”

Quizá el temor ante el poder pueda explicar tan fervientes deseos, pero no explicaría el que el cardenal arzobispo de Berlin, Adolf Bertram, ordenara tras la muerte del Hitler a todos los párrocos de su archidiócesis que “celebraran un solemne réquiem en memoria del Fuhrer”, que solo podía resultar siniestro a los judíos sobrevivientes del holocausto, cuyos familiares no tuvieron este privilegio"

 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Juan Manuel de Castells judio liberal y autor de 'Los Siete Rostros de Jesús', sostiene que no hay evidencia diferente a los evangelios sobre la existencia de Jesús.

Increible que citen a semejante antiCristiano.

Es como citar a un "católico". Lo único importante que puede aportar es lo históticamente comprobado.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Un judio como Castells que dice que Cristo NO ES DIOS, que el Cristianismo debe ser eminentemente JUDIO, que el Cristianismo debe eliminar de los Evangelios los textos antiSemiticos, bueno, es de pensarse y mucho.
No, pos claro. Por lo menos ese es consecuente con lo que piensa y lo dice abiertamente. En cambio un "católico" dice seguir a JESUS y ya vez: virgencitas, santitos, escapularios, coronillas, cofradías, muñequitos, infalibilidad, papas... Todo para minimizar la importancia de JESUS.

Castells en este caso está citado por la importancia histórica de su escrito en cuanto al Papa de Hitler.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

No, pos claro. Por lo menos ese es consecuente con lo que piensa y lo dice abiertamente. En cambio un "católico" dice seguir a JESUS y ya vez: virgencitas, santitos, escapularios, coronillas, cofradías, muñequitos, infalibilidad, papas... Todo para minimizar la importancia de JESUS.

OFFTOPIC.

Castells en este caso está citado por la importancia histórica de su escrito en cuanto al Papa de Hitler.

Segun tu tiene validez porque Castells es judio pero sin embargo rechazas a otros judios como Pinchas Lapidé, que demuestra que el mito del Papa de Hitler es falso, y otros muchos mas de MAYOR PESO a Castells ¿Porque?
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

No, pos claro. Por lo menos Castells es consecuente con lo que piensa y lo dice abiertamente. En cambio un "católico" dice seguir a JESUS y ya vez: virgencitas, santitos, escapularios, coronillas, cofradías, muñequitos, infalibilidad, papas... Todo para minimizar la importancia de JESUS.



Segun tu tiene validez porque Castells es judio
¿Cuándo dije eso? Castells es judio y sufrió lo que hizo Pio XII. Su valor está en la evidencia histórica.


pero sin embargo rechazas a otros judios como Pinchas Lapidé, que demuestra que el mito del Papa de Hitler es falso, y otros muchos mas de MAYOR PESO a Castells ¿Porque?
No creo mentiras.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Palabras de un judio:

Juan Manuel de Castells


"Cuando Hitler llegó al poder en Alemania, en 1933, nadie podía dudar de que uno de sus propósitos era la exterminación del pueblo judío, pues así lo había anunciado en su libro Mein Kampf (Mi Lucha). Para lograrlo debía primero adormecer la conciencia del pueblo alemán, representada por partidos socialdemócratas, socialistas o católicos. La supresión de los partidos de izquierda se logró por la fuerza. Para la supresión de la conciencia católica, representada por el partido Zentrum, no fue necesario usar la fuerza. Hitler contaba para ello con un aliado más poderoso: el propio papa, Pío XII.

Pío XII se ganó con creces el calificativo de “el papa de Hitler”. Antes de ser nombrado papa, en calidad de representante del papa Pío XI y secretario de estado pontificio, negoció en 1933 directamente con Hitler el tratado entre la Iglesia y el tercer reich, por el cual la iglesia obtenía la capacidad de aplicar el derecho canónico a los católicos alemanes, y el reich nada menos que el
compromiso de la Iglesia de no inmiscuirse en la actividad social y política. Esto supuso la disolución del partido católico Zentrum, que representaba la conciencia política católica alemana y un 35 % del electorado, consistente en 23 millones de católicos alemanes.

Una vez firmado el tratado, Hitler reunió a su gabinete el 14 de julio 1933 para informar a sus ministros que la garantía de no intervención obtenida en el tratado, dejaba las manos libres para resolver la “cuestión judía”, es decir para proceder al exterminio de once millones de judíos en toda Europa, que fue la meta oficialmente comunicada a los jerarcas nazis por Reinhard Heindrich en la reunión del 20 de enero de 1942 a orillas del lago Wansee, en donde se presentaron por primera vez los detalles de la llamada “Solución final”.

Puede decirse que tuvimos suerte, el final de la guerra impidió que el holocausto alcanzara la meta propuesta, “solo” seis millones de judíos fueron exterminados, con el silencio cómplice de la Iglesia Católica. Pese a numerosas solicitudes, incluso de las mismas autoridades alemanas de Roma, cuando se iniciaron las deportaciones de judíos en la ciudad santa en 1943, el santo padre, autodenominado pastor angélico, Pío XII, se negó a condenar en forma alguna el peor genocidio de la historia. Incluso cuando los judíos deportados de Roma pedían a gritos auxilio a su paso por la plaza de San Pedro, el santo padre hacía oídos sordos; para él, las ovejas descarriadas de Israel no formaban parte de su rebaño.

¿Silencio cómplice o apoyo tácito?. Cada año Hitler recibió en su cumpleaños, por iniciativa de Pío XII, el mismo telegrama de felicitación:

-
“las más cálidas felicitaciones al Fuhrer en nombre de los obispos y diócesis
de Alemania. Fervientes plegarias que los católicos alemanes envían al
cielo desde sus altares”

Quizá el temor ante el poder pueda explicar tan fervientes deseos, pero no explicaría el que el cardenal arzobispo de Berlin, Adolf Bertram, ordenara tras la muerte del Hitler a todos los párrocos de su archidiócesis que “celebraran un solemne réquiem en memoria del Fuhrer”, que solo podía resultar siniestro a los judíos sobrevivientes del holocausto, cuyos familiares no tuvieron este privilegio"

.... si el Tratado entre el Vaticano y Alemania fue solo para favorecer a Hitler, entonces por que los gobiernos alemanes de post guerra no lo rescindieron?...
Los gobiernos alemanes de post guerra trataron de borrar todo recuerdo de Hitler, pero o maravilla dejaron este tratado sin modificaciones.
Castells y John Cornwell se equivocan al decir que este tratado maniato las fuerzas politicas catolicas alemanas pues para el tiempo de la firma del Concordato Hitler ya era canciller y el Parlamente Aleman habia sido disuelto. Ademas de ello si bien no habia ganado en las elecciones de 1932 ya contaba para esa fecha con 13.5 millones de votos. En ese momento no habia fuerza politica, ni instrumento politico que se opusiera a Hitler pues el ya era en la practica Jefe Supremo del Estado y con un Parlamento disuelto.
y el saludar a un gobernante en su cumplea#os no significa avalar su politica.
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Si yo voy a Inglaterra, siendo extranjero y declaro que mi fé es mejor que la de ellos y predico la supremacía cristiana católica haciendo una alharaca no pequeña entre los pobladores ¿que puedo esperar? pues el veto de la comunidad anglicana, y por andar escandalizando a los residentes puedo ir hasta preso, si eso pasa creo que pocos dirían que fuí "un mártir".

Los judíos en Roma, declaraban ser la raza superior de los hijos de Adán lo mejor de lo mejor menospreciando a los locales, aunado a eso sus prácticas poco ortodoxas y ciertamente deplorables en contra de los cristianos, esto en las narices del Poder Eclesiástico esta fué una de las causas de la famosa Bula, "Cum nimis absurdum"

Hombre que no le grites al tigre ni lo fastidies con el palo dejalo dormir, ve a gritar más lejos, o has silencio.

Los judíos podían practicamente vivir como vecinos del alto clero católico, con algunas restricciones:

Extracto de wikipedia:
La bula papal Cum nimis absurdum, promulgada por el papa Pablo IV en 1555 segregó a los judíos, quienes habían vivido libremente en Roma desde la Antigüedad, en un barrio amurallado con tres puertas que se cerraban por la noche, y los sometió a varias restricciones en sus libertades personales como límites en las profesiones que se les permitía desempeñar y sermones católicos obligatorios durante el shabat judío, aunque de una manera más suave que en otros países europeos.
Este gueto tenía dos objetivos: proteger a los cristianos de una asociación demasiado íntima con personas de diferente religión, y proteger a los judíos de las muchedumbres que los atacaban. el gueto fue bienvenido por algunos judíos porque protegía a la pequeña comunidad de la sangría que debía seguir de la asimilación a la mayoría y permitía que las especiales costumbres religiosas se cumplieran sin interferencias. Durante tres o cuatro décadas del siglo XIX esto no era un punto negro exclusivo del gobierno papal: en Viena, Praga, Venecia y más al este, en Rusia y Polonia, el trato que se los daba podía ser peor." <sup id="ref_HISTPOPE" class="plainlinksneverexpand">[2]</sup>
En 1798, durante la República Romana, el gueto quedó legalmente abolido, y el árbol de la Libertad se plantó en la plaza delle Scole, pero fue reinstaurado tan pronto como el Papado recuperó el control. En 1848, durante la breve revolución, el gueto fue abolido de nuevo temporalmente. Los judíos tenían que pedir anualmente permiso para vivir allí, y se les incapacitó para ser titulares de cualquier propiedad, incluso en el gueto. Pagaban un impuesto anual por el privilegio; la formalidad y el impuesto sobrevivieron hasta 1850.

Detalle del Arco de Tito mostrando los despojos del saqueo de Jerusalén.


Tenían que jurar cada año lealtad al Papa junto al Arco de Tito, que conmemora el saqueo de Jerusalén por los romanos.

Aqui la inquisición no mató judíos ni lo intentó.
El trato dado a los judios no fue el correcto y debido a ello es que Juan Pablo II pidio por todos los errores cometidos por la Iglesia Catolica con respecto a los judios
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

¿Cuándo dije eso? Castells es judio y sufrió lo que hizo Pio XII. Su valor está en la evidencia histórica.

Pinchas Lapidé tambien es judio y conocen a los sobrevivien del Shoah que Pio XII salvo. Su valor esta en la edivencia historica que el recabo por años para la defensa de Pio XII. Y con el hay muchos otros judios. ¿Porque si le das credibilidad a Castells y no a Lapidé y otros de mayor renombre?
 
Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII

Palabras de un judio:

Juan Manuel de Castells


"Cuando Hitler llegó al poder en Alemania, en 1933, nadie podía dudar de que uno de sus propósitos era la exterminación del pueblo judío, pues así lo había anunciado en su libro Mein Kampf (Mi Lucha). Para lograrlo debía primero adormecer la conciencia del pueblo alemán, representada por partidos socialdemócratas, socialistas o católicos. La supresión de los partidos de izquierda se logró por la fuerza. Para la supresión de la conciencia católica, representada por el partido Zentrum, no fue necesario usar la fuerza. Hitler contaba para ello con un aliado más poderoso: el propio papa, Pío XII.

Pío XII se ganó con creces el calificativo de “el papa de Hitler”. Antes de ser nombrado papa, en calidad de representante del papa Pío XI y secretario de estado pontificio, negoció en 1933 directamente con Hitler el tratado entre la Iglesia y el tercer reich, por el cual la iglesia obtenía la capacidad de aplicar el derecho canónico a los católicos alemanes, y el reich nada menos que el
compromiso de la Iglesia de no inmiscuirse en la actividad social y política. Esto supuso la disolución del partido católico Zentrum, que representaba la conciencia política católica alemana y un 35 % del electorado, consistente en 23 millones de católicos alemanes.

Una vez firmado el tratado, Hitler reunió a su gabinete el 14 de julio 1933 para informar a sus ministros que la garantía de no intervención obtenida en el tratado, dejaba las manos libres para resolver la “cuestión judía”, es decir para proceder al exterminio de once millones de judíos en toda Europa, que fue la meta oficialmente comunicada a los jerarcas nazis por Reinhard Heindrich en la reunión del 20 de enero de 1942 a orillas del lago Wansee, en donde se presentaron por primera vez los detalles de la llamada “Solución final”.

Puede decirse que tuvimos suerte, el final de la guerra impidió que el holocausto alcanzara la meta propuesta, “solo” seis millones de judíos fueron exterminados, con el silencio cómplice de la Iglesia Católica. Pese a numerosas solicitudes, incluso de las mismas autoridades alemanas de Roma, cuando se iniciaron las deportaciones de judíos en la ciudad santa en 1943, el santo padre, autodenominado pastor angélico, Pío XII, se negó a condenar en forma alguna el peor genocidio de la historia. Incluso cuando los judíos deportados de Roma pedían a gritos auxilio a su paso por la plaza de San Pedro, el santo padre hacía oídos sordos; para él, las ovejas descarriadas de Israel no formaban parte de su rebaño.

¿Silencio cómplice o apoyo tácito?. Cada año Hitler recibió en su cumpleaños, por iniciativa de Pío XII, el mismo telegrama de felicitación:

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“las más cálidas felicitaciones al Fuhrer en nombre de los obispos y diócesis
de Alemania. Fervientes plegarias que los católicos alemanes envían al
cielo desde sus altares”

Quizá el temor ante el poder pueda explicar tan fervientes deseos, pero no explicaría el que el cardenal arzobispo de Berlin, Adolf Bertram, ordenara tras la muerte del Hitler a todos los párrocos de su archidiócesis que “celebraran un solemne réquiem en memoria del Fuhrer”, que solo podía resultar siniestro a los judíos sobrevivientes del holocausto, cuyos familiares no tuvieron este privilegio"