Re: EL PAPA DE HITLER: Pio XII
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>Entra otro personaje a la historia: El comunismo</o
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El comunismo era el gran enemigo del pontificado de Pio XI, este sostenía –como ya vimos en el capitulo anterior– que «el comunismo es intrínsecamente perverso porque socava los fundamentos de la concepción humana, divina, racional y natural de la vida misma y porque para prevalecer necesita afirmarse en el despotismo, la brutalidad, el látigo y la cárcel».
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Volviendo a Pacelli:
Pacelli contaba con la ventaja que le proporcionaba su periodo como nuncio en Alemania y estaba sumamente familiarizado con su política.<o
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Necesitaba contar con los favores del Führer, condicionaría su apoyo a cambio de la firma de un concordato –otro– tan ventajoso como el establecido con Mussolini en su día.
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Pero con esto nunca hubiese podido presionar al partido de Hitler para negociar una alianza estratégica con Hitler, aquí entra su gran amigo Ludvig Kaas, un sacerdote que llego a ser presidente de un partido opositor a Hitler: el Zentrum.
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Cuando Hitler fue nombrado canciller alemán, su partido “nacional socialista” estaba en minoría, Hitler convoca a nuevas elecciones en solo 3 días. Para las siguientes elecciones la iglesia entrego todo su respaldo al Zentrum. Esto se ven reflejadas en las nuevas elecciones: 17 millones de votos para el partido nazi que representaba un 44%, una derrota.
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Hitler necesitaba los dos tercios necesarios para hacer su revolución y establecer la dictadura con el consentimiento del Parlamento. Decidió entonces recurrir a un procedimiento extraordinario recogido en la Constitución alemana, pidió la aprobación de una ley de plenos poderes. Esto le conferiría a su gabinete facultades legislativas durante los siguientes cuatro años.
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Sin embargo, se necesitaban dos tercios de la Cámara para aprobar una ley como esa. Para cumplir este trámite parlamentario, los nazis precisaban del apoyo del Zentrum, que se había mantenido fuerte con un 14% de los votos. Parcelli por fin obtiene la condicionante para presionar un nuevo concordato con el Vaticano.
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«El éxito más grande que se haya conseguido en cualquier país en los últimos diez años», así lo definían, gracias a esta ayuda, Hitler pudo reunir apoyo parlamentario. De esta forma subió al poder gracias a las gestiones secretas de la Santa Sede. Con una mayoría absoluta por escaso margen, los nazis aprobaron la ley de plenos poderes, que supuso que las relaciones entre los nazis y el Vaticano subieran a un nuevo nivel.
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A partir de ese momento, la Iglesia alemana se vio forzada a reconsiderar su actitud anterior hacia los nazis.
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De esta manera, el potencial de oposición al nazismo de veintitrés millones de católicos alemanes quedaba anulado.Como muestra del cambio de clima entre la Iglesia y el nazismo se permitió que los católicos se afiliaran al partido y se volvió a administrar los sacramentos a los nazis, incluso a aquellos uniformados.
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Hitler cumplió su trato y se termino de firmar el concordato, después de 8 días de negociación. Era claro que el beneficio era mutuo, así que la negociación no se extendería mucho.<o
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El banco de Dios: El Papa de Hitler
(continua)
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El comunismo era el gran enemigo del pontificado de Pio XI, este sostenía –como ya vimos en el capitulo anterior– que «el comunismo es intrínsecamente perverso porque socava los fundamentos de la concepción humana, divina, racional y natural de la vida misma y porque para prevalecer necesita afirmarse en el despotismo, la brutalidad, el látigo y la cárcel».
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Volviendo a Pacelli:
Pacelli contaba con la ventaja que le proporcionaba su periodo como nuncio en Alemania y estaba sumamente familiarizado con su política.<o
Necesitaba contar con los favores del Führer, condicionaría su apoyo a cambio de la firma de un concordato –otro– tan ventajoso como el establecido con Mussolini en su día.
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Pero con esto nunca hubiese podido presionar al partido de Hitler para negociar una alianza estratégica con Hitler, aquí entra su gran amigo Ludvig Kaas, un sacerdote que llego a ser presidente de un partido opositor a Hitler: el Zentrum.
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Cuando Hitler fue nombrado canciller alemán, su partido “nacional socialista” estaba en minoría, Hitler convoca a nuevas elecciones en solo 3 días. Para las siguientes elecciones la iglesia entrego todo su respaldo al Zentrum. Esto se ven reflejadas en las nuevas elecciones: 17 millones de votos para el partido nazi que representaba un 44%, una derrota.
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Hitler necesitaba los dos tercios necesarios para hacer su revolución y establecer la dictadura con el consentimiento del Parlamento. Decidió entonces recurrir a un procedimiento extraordinario recogido en la Constitución alemana, pidió la aprobación de una ley de plenos poderes. Esto le conferiría a su gabinete facultades legislativas durante los siguientes cuatro años.
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Sin embargo, se necesitaban dos tercios de la Cámara para aprobar una ley como esa. Para cumplir este trámite parlamentario, los nazis precisaban del apoyo del Zentrum, que se había mantenido fuerte con un 14% de los votos. Parcelli por fin obtiene la condicionante para presionar un nuevo concordato con el Vaticano.
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«El éxito más grande que se haya conseguido en cualquier país en los últimos diez años», así lo definían, gracias a esta ayuda, Hitler pudo reunir apoyo parlamentario. De esta forma subió al poder gracias a las gestiones secretas de la Santa Sede. Con una mayoría absoluta por escaso margen, los nazis aprobaron la ley de plenos poderes, que supuso que las relaciones entre los nazis y el Vaticano subieran a un nuevo nivel.
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A partir de ese momento, la Iglesia alemana se vio forzada a reconsiderar su actitud anterior hacia los nazis.
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De esta manera, el potencial de oposición al nazismo de veintitrés millones de católicos alemanes quedaba anulado.Como muestra del cambio de clima entre la Iglesia y el nazismo se permitió que los católicos se afiliaran al partido y se volvió a administrar los sacramentos a los nazis, incluso a aquellos uniformados.
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Hitler cumplió su trato y se termino de firmar el concordato, después de 8 días de negociación. Era claro que el beneficio era mutuo, así que la negociación no se extendería mucho.<o
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