Es vd. el que dice falsos testimonios, ademàs de no entender lo que lee, o aùn màs grave, se opone abiertamente a la Ley de Dios, que es contundente, y sobre todo en este caso, que tanto se repite en la Biblia.
A Dios no le molesta que lo represente un ser humano vivo, siervo suyo, pues estamos hecho a imàgen y semejanza de Dios; pero le desagrada mucho y le sienta muy mal ser representado por algo material, de piedra, madera, metal, escayola, yeso, etc..., fabricado por manos humanas, ya que, Dios es un ser vivo, el Ser màs grande del Universo, a quien ningùn ser humano puede ver porque es un Espìritu (Juan 4:23,24); por tanto, le ofende mucho que lo representen con algo material, que no tiene vida; todo èso lo deja bien explicado a travès de su Palabra, la Biblia, como por ej. los textos bìblicos de Exodo 20:3-6, 23; Deuteronomio 4:15-19, 23,24; Salmos 115(113):4-9; Isaias 40:18-26; 42:8; 44:9-20; etc...; mandamiento que muchos israelitas del pasado olvidaron y cayeron en la idolatrìa, muriendo muchos de èllos por esa causa (Jeremìas 7:18-20; 10:1-6; 25:4-7; Habacuc 2:18,19; etc...).
Por esa razòn tambièn Dios prohibe hacerse imàgenes o estatuas religiosas (ìdolos), para evitar caer en la trampa de la idolatrìa, de la cual hay que huir, pues conduce a la muerte, como tambièn indican las Escrituras Griegas cristianas (el Nuevo Testamento), cuando por ej., Jesucristo, citando de Exodo 20:3-6 y respondiendo al Diablo, dijo que sòlo a Jehovà (Yahveh) hay que adorar (venerar) y sòlo a Dios hay que rendir culto (servicio sagrado). (Mateo 4:10); y tambièn cuando el apòstol Pablo dijo que Dios no habita en templos construidos por manos humanas, ni es semejante a oro, plata, piedra, etc... Hechos 17:16, 24-31; 19:23-40; 1ªCorintios 10:14-22; Apocalipsis 9:20,21; 21:8, etc..).
Los primeros mandamientos que se dan en Exodo 20:3-6, son los mandamientos que màs se repiten en la Biblia, hasta el ùltimo libro, Apocalipsis, y por algo estàn en primer lugar. Asì que, querer anularlos y no cumplirlos es un grave pecado contra Dios; pues ademàs de cometer idolatrìa, se pone uno por encima de la Ley de Dios, lo que equivale a la soberbia, que unido a la blasfemia y a la avaricia, lleva a que uno se rebele contra Dios y desobedezca sus Leyes (Mateo 15:8,9,14,18,19); pues no hay que olvidar que, al igual que los antiguos paganos en Èfeso tenìan ya montado sus negocios sobre la imàgen o estatua de la diosa Artemisa (Diana), donde tambièn apareciò, en el siglo V, la veneraciòn a Marìa, la que fuè madre del Hijo de Dios en la Tierra (Hechos 19:23-40), hoy dìa, tambièn en muchos sitios del planeta hay un negocio muy lucrativo sobre las imàgenes o estatuas religiosas (ìdolos) de supuestos santos/santas, por lo que la avaricia, una vez màs, y como dijo tambièn el apòstol Pablo, es la raiz de todo mal (1ªTimoteo 6:10).
Todos contra la idolatria (Exodo 20:3-6; Mateo 4:10).