Re: El lugar Santísimo-Terrenal del templo israelita, representaba el Santuario Celes
Estimado ernesto gil. Saludos cordiales.
Tú dices:
Citas Hebreos 9 para, según tú, probar tu punto pero si leyeras detenidamente verías que Hebreos 9 refuta tu punto pues la sangre es el medio de purificación y no el medio de contaminación:
13 La sangre de machos cabríos y de toros, y las cenizas de una novilla rociadas sobre personas impuras, las santifican de modo que quedan limpias por fuera.14 Si esto es así, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien por medio del Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, a fin de que sirvamos al Dios viviente!
Lee Exodo 29 y nota como Aarón y sus hijos ponían las manos sobre la cabeza de las víctimas y luego rociaban la sangre. Según tú, esa sangre contaminaba el santuario pero... ¿qué dice Exodo 29:19-21? ¿Qué función tenía la sangre del sacrificio de las víctimas?
Pruebas Bíblicas de como se contaminaba el santuario:
1. Sacrificando hijos (Eze. 23:38,39).
2. Siguiendo las prácticas detestables de los países vecinos (2 Cro 36:14).
3. Invasiones extranjeras (Ezek. 7:22) Fíjate que estos pecados ni siquiera son del pueblo de Israel.
4. Dejando entrar a extranjeros en el santuario(Ezek. 44:7).
5. Cuando los sacerdotes "no hacen distinción entre lo sagrado y lo profano, ni enseñan a otros la diferencia entre lo puro y lo impuro. Tampoco le prestan atención a los sábados" (Ezek. 22:26).
6. Tocando un cadaver y no purificándose (Num. 19:13, 20)
Es obvio que la contaminación ocurre al momento de pecar y no cuando se ofrece un sacrificio.
Otra cosa: Antes de entrar en el Lugar Santísimo, el Sumo Sacerdote tenía que ofrecer un sacrificio expiatorio por sus pecados y los de su familia. Esto quiere decir que, según la doctrina ASD, la aspersión de la sangre de dicho sacrificio estaba contaminando el santuario:
Lev 16:11 »Aarón presentará el novillo para su propio sacrificio expiatorio, y hará propiciación por él y por su familia. Degollará el novillo para su propio sacrificio expiatorio;14 Después tomará un poco de la sangre del novillo y la rociará con su dedo al costado oriental del propiciatorio; la rociará delante del propiciatorio siete veces.
¿Crees que cuando rociaba la sangre estaba contaminando el santuario?
Respondo: ¿Me podrías dar la cita donde digo que la sangre de Cristo contamina el Santuario?
Yo estoy de acuerdo con la cita de Ellen White que dice: "Así como
los pecados del pueblo eran transferidos antiguamente,
en forma figurada, al santuario terrenal, por medio de la sangre de la ofrenda por el pecado,
así nuestros pecados son, de hecho, transferidos al santuario celestial por medio de la sangre de Cristo." (Historia de la Redención, p. 396)
No es la sangre de Cristo la que contamina el Santuario, son nuestros pecados, y éstos de ninguna manera podrían ser transferidos al Santuario, si no fuera por la preciosa sangre de Cristo.
"Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión."
La sangre de Cristo limpia al pecador arrepentido.
"Porque los cuerpos de aquellos animales
cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento." Hebreos 13: 11.
Acá vemos que la sangre es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, a causa del pecado.
Cristo llevó nuestros pecados como cordero: "quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados." 1 Pedro 2: 24.
"Por lo cual también
Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta." Hebreos 13: 12
Aunque la sangre de Cristo habría de librar al pecador arrepentido de la condenación de la ley, no habría de anular el pecado, éste queda registrado en el santuario hasta la expiación final, así en el símbolo, la sangre de la víctima quítaba el pecado del arrepentido, pero quedaba en el santuario hasta el día de la expiación.
"En el gran día del juicio final serán juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras" (Apocalipsis 20: 12). Entonces, en virtud de la sangre expiatorio de Cristo, los pecados de todos los que se hayan arrepentido sinceramente serán borrados de los libros celestiales. En esta forma el santuario será liberado, o limpiado, de los registros del pecado".
Leemos en el libro de Hechos 3:19: "
Así que, arrepentios y convertios para que sean borrados vuestros pecados... " ¿Con qué fin ? " ..
para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio". Sabemos que el ser humano nunca se sentirá completamente satisfecho, ni disfrutará de verdadera tranquilidad espiritual, hasta que no tenga la plena seguridad de que todo pecado conocido ha sido confesado, abandonado y perdonado. Sólo entonces podrá anhelar el día en que el registro de sus pecados haya sido permanentemente borrado por la mano de Dios. Los "
tiempos de refrigerio " han sido identificados por la pluma inspirada como una representación del juicio, el derramamiento de la lluvia tardía, y el sellamiento. El refrigerio proviene del Santuario Celestial.
Leemos en Hebreos 9:6,7- "Así dispuestas estas cosas, en la primera parte del Tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto. Pero en la segunda parte, entra sólo el sumo sacerdote una vez al año, llevando la sangre que ofrece por sí mismos y por los pecados de ignorancia del pueblo".
¿Quién oficiaba en el primer departamento del santuario? El sacerdote,
¿ Con qué frecuencia ? -A diario.
¿ Quién podía entrar al lugar santísimo,? -Unicamente el sumo sacerdote. ¿Cuán a menudo? -Sólo una vez al año.
¿ Y qué llevaba consigo? -Llevaba la sangre, la sangre expiatoria. El camino que conduce al santuario es un camino ensangrentado,- y dentro del santuario encontramos más sangre sobre los cuernos del altar de bronce, sobre el altar de oro, y sobre el propiciatorio. La sangre es siempre una representación del sacrificio de Cristo. En un bello pasaje de El conflicto de los siglos, pág. 469, leemos: "Su intercesión es la de un cuerpo traspasado y quebrantado y de una vida inmaculada. Las manos heridas, el costado abierto, los pies desgarrados, abogan en favor del hombre caído, cuya redención fue comprada a tan infinito precio.
El santuario terrenal tenía que ser purificado o limpiado por medio de la sangre de animales. ¿Pero qué en cuanto al santuario celestial? La Epístola a los Hebreos dice que era necesario que las cosas celestiales fueran purificadas "con mejores sacrificios que estos" (Hebreos 9: 23). Aquí, por supuesto, se alude al sacrificio de Cristo y al derramamiento de su sangre. Volvamos a leer en El conflicto de los siglos, pág. 470: "En ambos servicios, el típico y el real, la purificación debe efectuarse con sangre,- en aquél con sangre de animales; en éste, con la sangre de Cristo. San Pablo dice que la razón por la cual esta purificación debe hacerse con sangre, es porque sin derramamiento de sangre no hay remisión". ¿ Y qué es remisión? Elena G. de Whíte concluye diciendo: "La remisión, o sea el acto de quitar los pecados, es la obra que debe realizarse " (ibíd.).
Leemos en Hebreos 9:23 y 24: "Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fueran purificadas así: pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos, porque no entró Cristo en el santuario hecho por los hombres, figura del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora por nosotros ante Dios".
Levítico 16:5 nos revela lo que antiguamente hacía el sumo sacerdote en el lugar santísimo en el Día de la Expiación.
"De la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para la expiación y un carnero para el holocausto". El sacerdote luego echaba suertes sobre los dos machos cabríos que habían sido traídos, para así determinar cuál sería el de Jehová destinado a la expiación del pecado del pueblo, y cuál el chivo expiatorio que sería soltado en el desierto. "Luego echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos, una suerte por Jehová y otra suerte por Azazel. Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual caiga la suerte por Jehová, y lo ofrecerá como expiación".
El macho cabrío de Jehová era sacrificado como ofrenda de pecado, y Levítico 16:15 nos revela lo que se hacía con la sangre del mismo: "Después degollará el macho cabrío como expiación por el pecado del pueblo, llevará la sangre detrás del velo adentro... ",- es decir, la llevaba al lugar santísimo.
¿Y qué hacía con ella?- "...la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio ". De modo que la sangre del macho cabrío de Jehová era llevada al lugar santísimo del santuario y rociada sobre el propiciatorio que allí estaba. Este acto obraba una expiación completa y final en favor del pueblo.
Pero eso no era todo lo que sucedía. Levítico 16: 20 y 21 dice: "Cuando haya acabado de expiar el santuario, el Tabernáculo de reunión y el altar, hará traer el macho cabrío vivo. Pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados. Así los pondrá sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por medio de un hombre destinado para esto".
"El día de la expiación, el sumo sacerdote, llevando una ofrenda por la congregación, entraba en el lugar santísimo con la sangre, y la rociaba sobre el propiciatorio, encima de las tablas de la ley. En esa forma los requerimientos de la ley, que exigían la vida del pecador, quedaban satisfechos. Entonces, en su carácter de mediador, el sacerdote tomaba los pecados sobre sí mismo, y salía del santuario llevando sobre sí la carga de las culpas de Israel. A la puerta del tabenáculo ponía las manos sobre la cabeza del macho cabrío símbolo de Azazel, y confesaba sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, y todas sus rebeliones, y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío. Y cuando el macho cabrío que llevaba estos pecados era conducido al desierto se consideraba que con él se alejaban para siempre del pueblo. Tal era el servicio verificado como figura y sombra de las cosas celestiales (Hebreos 8:5) ". El acto culminante del Día de la Expiación era el de llevar al desierto el chivo expiatorio, símbolo de Satanás, y soltarlo allí para que muriera.
Conclusión: Jesucristo en la cruz llevó nuestros pecados sobre su cuerpo y seguirá llevándolos hasta que la expiación final, que consiste en colocar los pecados sobre Satanás, sea terminada.
Cristo está ahora mismo en el Santuario Celestial con el propósito de quitar el pecado de nuestras vidas.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.