LEEN, PERO O NO QUIEREN, O NO TIENEN LA CAPACIDAD
DE ENTENDER LO QUE CON TODA CLARIDAD
ESTÁ REVELADO.
Romanos 11:1-6 (RVR1960)
11 Digo, pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo?
En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín.
2 No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo:
3 Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme?
4 Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal.
5 Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.
6 Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
No hay nada más incongruente y contradictorio, que alguien que al mismo tiempo que afirme creer en la total depravación y en la elección incondicional, afirme también de que Dios ha desechado a Israel por su desobediencia, y que los pactos Abrahámico y Davídico que tienen que ver con esa nación, los está cumpliendo actualmente la iglesia a través de un milenio espiritual.
El apóstol Pablo, comienza este gran capítulo de Romanos con la pregunta ¿Ha desechado Dios a su pueblo? ¿A qué pueblo? al pueblo de Israel ¿pero cómo, entonces Dios tiene dos pueblos, la iglesia e Israel? y la respuesta a esa pregunta constituye el núcleo de la verdad dispensacional
¿Y qué significa ser un dispensacionalista? Todo aquel que cree que Israel y la Iglesia son dos grupos diferentes con promesas diferentes dentro del eterno plan de Dios, es un dispensacionalista, creer eso, implica creer que Dios cumplirá los pactos incondicionales que hizo con Abraham y con David, implica creer en el futuro Reino Milenial, e implica creer que puesto que la iglesia está siendo formada en medio de un paréntesis entre la semana 69 y la semana 70 de Daniel, cuando termine ese paréntesis Dios se lleva a la Iglesia para comenzar la semana 70 de Daniel, período en el cual, la nación de Israel, será preparada para ser depositaria de las promesas del reino milenial. NEGAR TODAS ESTAS COSAS SON LA CONSECUENCIA DE NEGAR EL DISPENSACIONALISMO.
El versículo 6 de este capítulo escatológico, es lo que da el título a esta reflexión, pues dice que; Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
Esta poderosa declaración, deshace ese argumento de la escatología reformada, que alega que Dios ha desechado a Israel por por su rechazo del Mesías, ahora lo que estos teólogos reformados parecieran no entender, es que la elección de Israel, para que sea lo que Dios ha determinado en su eterno propósito, no depende de las obras sino de la elección por pura gracia. Gracia que se expresara en el cumplimiento de dos pactos incondicionales, como lo son el pacto Abrahámico, y el pacto Davídico Y SI POR GRACIA YA NO ES POR OBRAS, DE OTRA MANERA LA GRACIA YA NO ES GRACIA. ES DECIR, DIOS POR PURA GRACIA, REANUDA SU TRATO CON ISRAEL LUEGO DE HABERSE LLEVADO LA IGLESIA MEDIANTE EL ARREBATAMIENTO.
Como dice el encabezado. LEEN, PERO, O NO QUIEREN.O NO TIENEN LA CAPACIDAD DE ENTENDER LO QUE CON TODA CLARIDAD ESTA REVELADO.
Solo a Dios sea la Gloria
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