¿QUÉ LEY FUE LA QUE JESUCRISTO NO VINO A ABOLIR? ¿La ley del viejo testamento..., o la Ley del Evangelio?
Muchos creen que la Ley que Jesucristo no vino a abolir (de la que nos habla Mateo 5:17-20) son todos los preceptos del viejo testamento, pero esa interpretación es totalmente errónea.
El Evangelio así nos dice:
"No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas......, ni una jota ni una tilde pasará de la ley....."(Mateo 5:17-20).
Y la Ley y los profetas no son todas las leyes del viejo testamento, pues Jesús abolió muchas de esas leyes. Jesucristo, con los mandamientos del Evangelio, dejó abolidos los preceptos del viejo testamento que mandaban: esclavitud, sacrificios, "ojo por ojo y diente por diente"; quemar a las hijas que no iban vírgenes al matrimonio; matar a pedradas a los hijos desobedientes, a las mujeres acusadas de adulterio, a los hombres que recogían leña en día de reposo, u otras penas de muerte; hacer guerras y matar a los hombres, mujeres y niños de los pueblos vencidos..., etc.
La Ley que Jesucristo no abolió es la verdadera Ley de Dios, que es la que Él mismo nos enseña en el Evangelio, porque Jesucristo mismo nos dice que "ésta es la ley y los profetas":
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12).
Por tanto, ésta es la Ley que Dios dio a Israel porque Jesucristo mismo dice que "ésta es la ley y los profetas". Ésta es la Ley que sigue vigente, que Jesucristo no vino a abolir ("No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas"). Y de esta Ley es de la que no ha pasado "ni una jota ni una tilde": de esta Ley que Jesucristo nos reveló en el Evangelio y que es la verdadera Ley que Dios había dado a Moisés.
Las leyes del viejo testamento que mandaban "ojo por ojo y diente por diente", apedrear a las mujeres acusadas de adulterio o a los hijos desobedientes o a los hombres que recogían leña en dia reposo, etc, etc, no fueron realmente dadas por Dios sino que eran preceptos de hombres que en las escrituras fueron atribuidas a Dios, por eso fueron abolidas por Jesucristo.
Para comprobar que Jesucristo abolió muchas leyes del viejo testamento, se pueden leer los siguientes versículos del Evangelio: Mateo 5:31-48, Mateo 12:1-8, Mateo 20:25-28, Juan 5:8-11, Juan 5:16-18, Juan 8:3-11 y todo el contexto del Evangelio.
Y es que la Ley de Dios había sido cambiada por los escribas, como avisaron los profetas desde antiguo:
"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).