Lo que muchos cristianos no comprenden es que esa Ley de Vida, la Ley que es perfecta, la que Dios realmente había dado a Moisés, es la Ley y los mandamientos que Jesucristo, Dios hecho Hombre, nos reveló en el Evangelio. Estos es lo que muchos no comprenden: que Jesucristo vino a enseñarnos la verdadera Ley de Dios dada a Moisés y que recibió el pueblo de Israel.
Con la Ley de Jesucristo, quedaron abolidos muchos mandamientos del viejo testamento porque aquellos mandamientos no eran mandamientos de Dios, pues la Ley de Dios había sido cambiada por los escribas judíos, como nos dicen los profetas, que así nos dicen:
"... mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).
"Ay de los que dan leyes inicuas y de los escribas que escriben prescripciones tiránicas para apartar del tribunal a los pobres y conculcar el derecho de los desvalidos de mi pueblo, para despojar a las viudas y robar a los huérfanos" (Isaías 10,1-2)
"Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, cambiaron los mandamientos, quebrantaron el pacto sempiterno"(Isaías 24:5-6)
"Sus profetas son livianos, hombres prevaricadores; sus sacerdotes contaminaron el santuario, falsearon la ley" (Sofonías 3:1-4).
"Mi pacto con él fue de vida y de paz....... Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Yavé de los ejércitos". (Malaquías 2,5-10).