Re: (((((( EL DILUVIO BIBLICO ))))))
Tan simple Melvitón, porque no se da, porque cada gen hace su papel específico. El color de la piel está en el SLC24A5 en conjunto con otros por ejemplo, así que no podemos tener toooodos los colores de piel a la vez.
Si eres blanco nunca engendrarás hijos negros o de piel oriental o idígena a menos que tu pareja lo sea o a menos que tu gen específico mute...pero no...olvidé que tu no crees en esas cosas....
Acabas de hechar gratuitamente por la borda las leyes de Mendel...
Eres un cínico. Tu te la pasas diciendo tonterías creacionistas y no aportas un pelo de evidencia y vienes a exigirlas.
Guau ! Tremendo "argumento" Melvitón, muy de tu línea....es una pena que tu profesor no fuera de biología...
Saludines....
Este tipo de descalificaciones te las paso. Creo que eres tú mismo quien se autocalifica con este lamentable adjetivo
ad hominen para todos los que aquí participamos, pero voy a dar la oportunidad de que los demás se asombren de la “profundidad” de tu pensamiento. El problema que le afecta a los materialistas es que son incapaces de ver con otros ojos que no sean los del tubo de ensayo. Lo primero que deberías aprender es acerca de "Qué es la Ciencia" y dejar para más adelante "Qué es la especulación" que resulta ser lo que ustedes confunden con Ciencia. Tanto es así que ya hace como 90 años Ortega y Gasset llegó a la afirmación de que el "bárbaro de nuestro tiempo es el especialista"... el especialista científico.
Y es que a los materialistas se les plantea otro problema: la ciencia, la verdadera ciencia es precisamente aquella que rechazan y con la que son incapaces de argumentar. Se llama METAFÍSICA, y es la parte de la Filosofía que es la madre de todo conocimiento cierto. Además, ¿No decías que aquí nadie es un experto como para opinar sobre temas que desconoce?
Conviene aclarar que Mendel, por ser pionero, carecía de los conocimientos actuales sobre la presencia de pares de alelos en los seres vivos y sobre el mecanismo de transmisión de los cromosomas, por lo que, al igual que las teorías de Darwin, y, siguiendo tu misma línea de tu “impresionante” razonamiento, las telarañas de tu “Mendel” son difíciles de quitar. Curiosamente, aquí, violas tu primera regla que estableciste desde un principio en tus impensadas e imprudentes intervenciones pseudocientíficas al criticarme las citas que te enumeré por considerarlas “anticuadas” y “obsoletas” por los años referidos. Pero, acepto que toda regla tiene sus excepciones y elegiste la tuya al aceptar como “Palabra de Dios” las famosas “reglas de Mendel ¿Muy conveniente no?
El color de la piel, ojos y cabello se debe a la presencia de un pigmento llamado melanina del cual existen dos variedades: la eumelanina de color café-negra y la feomelanina de coloramarilla-roja. Estos pigmentos son producidos por un tipo especial de células, los melanocitos, que producen y almacenan melanina en pequeños sacos llamados melanosomas. Estos saquitos son posteriormente distribuidos hacia otras células de la piel o a los folículos capilares, generando la pigmentación de la piel y el cabello. El nuevo gen que mencionas se ha llamado SLC24A5 y fue descrito por Keilth Cheng y su equipo de investigadores en genética, que pertenecen al Colegio de Medicina de la Universidad del Estado de Pennsylvania. Ellos estaban trabajando con el pez cebra como modelo para sus investigaciones en genes y cáncer. No veo qué tiene que ver tu cita de un “gen” que determina el color de la piel de la humanidad con la aceptación de un hecho científico real que niegas: la capacidad del genoma humano para producir toda la variedad de pigmentos característicos de la piel humana.
La Eva mitocondrial, según la genética, fue una mujer africana, que en la evolución humana correspondería al ancestro común más reciente femenino que poseía las mitocondrias de las cuales descienden todas las de la población humana actual. Evidentemente, la Eva mitocondrial recibe su nombre de la Eva que se relata en el libro del Génesis, curiosamente como punto de referencia.
Al seguir la línea genealógica por vía materna de cada persona en el árbol genealógico de toda la humanidad, la Eva mitocondrial correspondería a un único antepasado femenino de la cual desciende toda la población actual de seres humanos (Homo sapiens). “Basándose en la técnica de reloj molecular (en inglés, molecular clock), investigaciones recientes (2009, ¡Muy recientes para que no me las objetes!) estiman que este ancestro vivió hace aproximadamente 200.000 años, lo que corrobora los primeros cálculos proyectados en 1987. La región más probable en que se originó es el África Oriental.”
Tantos años de coleccionar un huesito por aquí, otro más allá, algunos dientes acullá, para armar la "evidencia" de nuestro origen; tantos años de fabricar modelos en pasta (totalmente imaginarios) de nuestros "antepasados" (vestimenta, corte de cabello, color de piel y hábitos laborales y matrimoniales incluidos); tantos años de manipular los datos radiométricos, de hacer desaparecer los fósiles "heréticos", es decir que "no encajaban" en la hipótesis; tantos años de decirle a la gente, desde la cátedra eminente hasta el libro de divulgación, cómo y cuándo el mono se había transformado en hombre..., ahora resultaba ¡que había que cambiarlo todo! ¡No hay derecho!
El problema es que, para saber qué cosa es herejía, es imprescindible conocer primero qué cosa es la ortodoxia. Vale decir, debe, necesariamente, existir una teoría sólidamente estructurada y una autoridad que la proclame. Pero si cada antropólogo se fabrica su propio árbol genealógico, según su propia imaginación, ¿en base a qué diantres va a censurar la imaginación de algún “crédulo” cristiano? Si cualquier cosa es "ortodoxia", nada es herejía.
Pero al “dale y dale” a las moléculas, los más insólitos hallazgos comenzaron a florecer.
La hemoglobina (proteína de los glóbulos rojos de la sangre), por ejemplo, planteó, de entrada no más, un enigmático problema. Es cierto que está presente en el hombre y en los monos, lo cual provocó un júbilo rayano en el trance místico (parece que algunos llegaron a la "visión unitiva” con Darwin). El problema es que también está presente en todos los vertebrados. Aquí los aplausos comenzaron a ralear, y hasta hubo algunas voces que aconsejaron prudencia.
Pero no faltaron los imprudentes, ya sea por un exceso de fervor y falta de una adecuada dirección espiritual, o quizá por algún resto de espíritu científico que los impulsó a tratar de ser coherentes; no faltaron, digo, quienes prosiguieron las investigaciones y encontraron que la susodicha hemoglobina –exactamente la misma clase de molécula– aparecía en las lombrices de tierra, en las almejas, en algunos insectos e, incluso, ¡En algunas bacterias!
¡Qué horror! Y no era para menos: la hemoglobina no aparecía en forma gradual y progresiva, perfeccionándose cada vez más a medida que ascendía en la escala zoológica –como sería de esperar si la hipótesis evolucionista fuera cierta– sino que aparecía ya perfecta en algunas bacterias, luego desaparecía y volvía a aparecer en las almejas, luego en las lombrices, etc., sin experimentar ningún cambio evolutivo.
No había absolutamente la más remota posibilidad de encajar estos hallazgos en ningún árbol genealógico que se pudiera imaginar. Y eso que la imaginación es la facultad más desarrollada en los científicos evolucionistas.
Prácticamente los mismos resultados se obtuvieron en base a los estudios realizados con la proteína citocromo C. No existen diferencias “evolutivas”, es esto, aumento de su complejidad, entre el citocromo C de las bacterias y el del resto de los seres vivientes. Pero la cosa no terminó ahí. A un investigador se le ocurrió hacer lo mismo con otra molécula de proteína humana, fascinante, que se llama lisozima y que está presente en las lágrimas, para defender al ojo de las infecciones. ¡Pobre hombre!. Creo que sufrió una grave crisis de fe (darwinista), que sólo pudo superar gracias a prolongados ayunos, flagelaciones y cilicio. Y con justa razón; pues de acuerdo a sus brillantes trabajos con la lisozima, este científico (Richard Dickerson) demostró que el pariente más cercano al hombre es... ¡la gallina!
Y así, todos los estudios efectuados sobre diversas moléculas (insulina, mioglobina, factor liberador de la hormona luteinizante, relaxina, etc.) produjeron árboles genealógicos totalmente diferentes y contradictorios. ¡No hay tan siquiera dos estudios efectuados en base a las moléculas que hayan producido árboles genealógicos semejantes! Esto representa el colapso total de la hipótesis evolucionista, dice valientemente el brillante biólogo molecular australiano -evolucionista él, aclaro- Michael Denton, en su estupendo libro “Evolution: A Theory in Crisis”.
Y la catástrofe sigue ampliándose. En base a los estudios efectuados sobre la composición química de la leche (un líquido tan complejo y fundamental como la sangre), el animal más cercano al hombre es el burro. Esto ya me está gustando más, pues viendo lo que escriben no pocos foristas sobre este tema, me da la impresión, no sólo que venimos del burro, sino que hace muy poquito que nos separamos de él. Aunque pensándolo bien, creo que soy injusto con el burro, pues, si pudiera hablar, estoy seguro que no diría disparates de este calibre. Una cosa es la ignorancia y otra la insensatez. Es más, iOh hermosas épocas en que se exhibían –según el orden evolutivo– el cráneo de un gorila, luego el del Hombre de Neanderthal (que por esa época era considerado poco más que un mono erguido), luego el de un negro, luego el de un irlandés y luego, de más está decirlo... el de un inglés. La evolución llegaba así a la perfección... Esta doble paradoja nos fuerza a una conclusión nada menos que milagrosa: a un "caldo primitivo" reducido le caen rayos encima hasta producir la vida; luego, instantáneamente, el amoníaco, el metano y los productos hasta entonces esenciales, desaparecen, y son reemplazados por el oxígeno, perjudicial hasta entonces pero beneficioso desde ahora en adelante. Noten por favor que el reemplazo tiene que ser instantáneo, ya que si los aminoácidos recién formados se quedaran por ahí, el oxígeno los destruiría antes de que tuvieran la posibilidad de formar algo “vivo”; a la inversa, si los mismos aminoácidos se quedaran en una atmósfera todavía reducida, cualquier forma "viva" que se formara perecería por falta de oxígeno. La llegada del oxígeno y la desaparición del amoníaco, metano, etc., tendrían que ser no solamente instantáneas, sino sincronizadas exactamente para la formación del primer ser vivo. Mayor milagro sería muy difícil de postular.”
En una sociedad globalizada como la actual, es el barbarismo lo que se ha acabado por imponer. Yo no tengo ninguna duda de que está condenada a su destrucción, que será progresivamente acelerada. También tengo conciencia de que, como cualquier otro periodo histórico, salvo catástrofe no prevista ni calculada, el desmoronamiento será prolongado y se extenderá más allá de la duración de una vida humana, por lo que yo no creo que llegue a ver su hundimiento. Pero todo ese dogmatismo ideológico de ciertos científicos e intelectuales, y de los que como tú, entusiastas y orgullosos feligreses de la “burguesía” científica “educada” y modernista, y todo ese cerrilismo de los analfabetos funcionales de las ciencias, no me desaniman en cuanto a buscar el modo de desenmascararlos como “desesperanzadamente ignorantes o bien, como dijo un famoso escritor del Siglo IXX, “estúpidamente perversos”.
POSDATA:
¡Ah! también tuve profesor de biología que me enseñó las maravillas de los impresionantes descubrimientos biológicos de la ciencia que confirman la sabiduría implícita en la naturaleza.
Saludos cordiales mi estimado Jolo, aunque creo que ya estás subiendo el tono de tus ironías.