Re: Apreciado Dagoberto
Re: Apreciado Dagoberto
Respuestas a Mensajes # 1266/1267:
A menos que se quiera bromear un poco para distender el tono de la discusión (como solemos hacer Israel y yo), siempre conviene ir al punto sin caer en sensiblerías por alguna expresión que interpretemos como alevosa o mal intencionada.
Yo estoy convencido que si Manuel y tú pudieran pasar juntos una semana, tras la frialdad del saludo inicial seguiría un diálogo ameno que terminaría por hacerlos grandes amigos. Ambos acabarían por caer muertos de risa al piso recordando el momentáneo desencuentro aquí en el Foro. Al despedirse, no podrían evitar las lágrimas.
Correcto, creo de la misma manera, no me cabe duda que así sería.
Dios nos ha hecho a todos nosotros diferentes, al paso que ahora el Espíritu trabaja en todos para hacernos conformes a un mismo modelo: Jesucristo. Los que creamos que somos más maduros que otros no tenemos derecho a tratarlos como inferiores, sino como a más tiernos; entonces debemos extremar nuestros cuidados con un trato más delicado. Si por un momento Dios nos soltara de su mano para que nos refociláramos en todo cuanto hemos alcanzado, nos sucedería como a Nabucodonosor comiendo pasto en cuatro patas.
1 – Cada vez que quieres citar los vs. 13/15 de Gn 28 le haces una rebaja del 50% y das el capítulo 14. Estate atento para no despistar a tus lectores.
2 – Jacob era un hombre como nosotros, ni mejor ni peor. Pero lo más importante lo tenemos en común (que por supuesto no es el diezmo): “A Jacob amé” y “Él nos amó primero”.
3 – “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño” y entonces argumentaba con mis ocasionales contradictores desafiándolos: -Muéstreme dónde dice en la Biblia tal o cual cosa. “Pero cuando fui hombre, dejé lo que era de niño”, es decir, aprendí una forma de discutir más inteligente que no pretendía apabullar al contrario con que me citara cosas que yo bien sabía que la Biblia no decía. Y esto lo fui aprendiendo porque otros usaban conmigo de tal artilugio pensando que me iban a poner en aprietos. No les hacía el gusto, sino que les respondía con lo que la Biblia sí dice, y así eran ellos los que quedaban metidos en el brete. Aquí en el Foro ha sido todo un clásico el forista Deneto que en todos sus temas siempre decía: “Muéstreme por la Biblia esto y aquello”. Eso es una chiquilinada, sólo demuestra inmadurez. Pretende asumir cierto carácter de ser muy bíblico, muy escritural, cuando realmente no lo es.
Tú, por el contrario, siempre te has distinguido por una exposición conceptuosa y profunda, fruto de quien ya lleva mucho tiempo aprendiendo del Señor y su Palabra. No caigas ahora hacia la simpleza en que temías verme sumido.
El polvo que el viento llevó lejos ya no puede ser más refinadamente pulverizado.
Saludos cordiales.
Ricardo.
Si... y ..no.
No se trata de "creernos" más maduros, se trata de una realidad, hay creyentes más maduros que otros, hay algunos (no diría inferiores) más débiles o flacos que otros, ...se trata de realidades... Pero.. Dios también nos ha dado la capacidad y sabiduría para saber enfrentar estas realidades; y si nos consideramos maduros y juzgamos ya no como niños... entonces aquellas flaquezas, debilidades de algunos, se deben tratar para obtener los mejores resultados y acercarnos lo más posible al modelo perfecto: Jesucristo, pero no solo algunos, sino todos los creyentes.
Su Palabra reconoce nuestras cojeras, pero no las admite para toda la vida; y dice claramente, "
antes, lo cojo sea sanado":
"
Y haced derechos pasos á vuestros pies, porque lo que es cojo no salga fuera de camino, antes sea sanado" (Heb. 12:13
Alimentar las cojeras, las debilidades, las flaquezas, es lo peor que podemos hacer, en desmedro de nuestros hermanos (o de nosotros, si somos nosotros los flacos, cojos o débiles) ... porque eso significa que en nada hemos ayudado a salir de tan inconfortable condición, ...que si tan solo quedáramos con juicio de niño, no sería tanto, pero no quedamos como niños, sino como inválidos, como un lastre que tiene que soportar y llevar la iglesia.
Mucha razón y más amplio sentido cobra a nuestro escaso entendimiento la pregunta de Cristo al inválido: ¿
Quieres ser sano?... lo que parece una pregunta sosa, sin sentido, irrisoria tal vez;... cobra su real dimensión, cuando nos permitimos ver lo que está detrás de la "confortable" condición de enfermos para algunos (incluidos los débiles y flacos en la fe, como asimismo los cojos), a los cuales, si no les aplicamos el remedio que realmente y equilibradamente corresponde, deberémos soportarlos y sobrellevarlos toda la vida.
Cristo vió más allá que la "imposibilidad" del inválido, vio la comodidad de vivir allí por años, sin hacer nada y viviendo de la caridad y sin complicaciones... Si aquel hombre "no tenía ninguna posibilidad", ...¿que hacía allí entonces?... Cuando Dios, Cristo descubre las verdaderas intenciones que hay detras de nuestras excusas... nos avergonzamos...... Y no solo Cristo, sino muchos cristianos espectadores, se dan cuenta del doble standar de algunos flacos, cojos, débiles, enfermos... que si estos últimos pudieran ver que los demás se dan cuenta de su real condición, se ruborizarían... al quedar en el ridículo.
Estar enfermo, o ser débil, flaco o cojo;... genera dividendos muy rentables;... vivir de la caridad y la compasión de los demás sin hacer nada, nos permite vivir tranquilos, sin la presión de ganarnos nuestro propio sustento, y de asumir nuestras responsabilidades dentro de la sociedad... y dentro de la iglesia de Cristo.
Como verás, la mitad del resultado, del
buen resultado entre cojos, débiles, flacos y enfermos...corresponde también a los sanos, fuertes y sólidos... A los cojos no se les allana el camino, se les enseña que pueden y deben sanar de su cojera...
Permita Dios, que aunque en ocasiones debiendo meter las pinzas bien adentro, causemos tal dolor que parezcamos crueles, pero que se haga volver a la realidad al "paciente", y no alimentarles su "comodidad",... avivándoles la música para que bailen al son de ella.
Y en cuanto al polvo... una cosa es creer que... y otra cosa es que realmente se haya pulverizado. Te he presentado Biblia, amado hermano... no argumentos.
Dios te bendiga