Re: Respuesta a Mensaje # 130
Re: Respuesta a Mensaje # 130
Estimado Ricardo
Compartir de la palabra de Dios es muy saludable, es hermoso, de eso no hay dudas, por lo menos para mí.
Sin embargo, compartir con altura, con respeto, con sabiduría (no tanto con ciencia ni conocimiento, sino con sabiduría) como conviene a hijos de Dios, lo es más, por el provecho y la preciosa oportunidad de que junto con compartir de su Palabra, podemos edificarnos, aprender uno del otro, ejercitarnos en el uso de su Palabra, y porque no, evidenciar cuanto es lo que Dios ha obrado realmente, genuinamente en nuestros corazones, y cuanto hemos podido manejar con mesura, cristianismo, lo que Dios nos ha dado; y cuanto de lo que Dios nos ha dado se eleva sobre nuestra compostura cristiana. Ya su Palabra lo dice: "
la ciencia hincha, más la caridad edifica" (1 Cor. 8:1)
Si pudiéramos regirnos en nuestra participación en los foros, de ésta manera:
Las coincidencias -como es nuestro caso-, nos alegra porque somos confirmados en nuestra forma de pensar, pero las discrepancias, cuando las hay, no tienen por qué tener sabor amargo si nos sirven para estudiar más y seguir aprendiendo. Estoy seguro que usted siente igual, pues obviamente que nadie pretende contender por gusto
Pero esto mismo, dicho con sabiduría, queda reducido solo a palabras, gracias a ésta otra respuesta que cito:
Estimado hermano Hernández: Tras nuestro mutuo regocijo y el placer de esta esfímera correspondencia que hemos mantenido, no creo que en este epígrafe haya más que decir; no porque no tengamos a qué responder, sino que nadie tiene ya qué preguntar.
Mi experiencia tras debatir este tema varias veces en once años de participar en los foros, es que los defensores del diezmo comienzan con muchos bríos, y luego van languideciendo hasta exhalar sus últimos suspiros. Luego, mutis.
Hoy mismo en una audición radial escuchaba a un elocuente pastor arengar desde el púlpito a su congregación con los ejemplos de Abraham y Jacob y terminando con las reconvenciones de Malaquías.
¡Tan elocuentes parapetados tras su púlpito para convencer a su gente con textos caprichosamente aplicados!
Pero cuando tienen que enfrentarse a quien conoce su Biblia, a los pocos rounds arrojan la toalla y desaparecen del ring.
Son muy guapos cuando Biblia en mano le hacen decir lo que ellos quieren.
Pero ante una Biblia abierta por otras manos tiemblan como el canarito Piolín ante las fauces del gato Silvestre.
Está bien entonces que metan violín en bolsa y se vayan con su música a otra parte.
Bueno, será hasta pronto si el Señor quiere.
Ricardo.
..Que está escrito con un espíritu contrario, absolutamente opuesto al primer comentario citado.
Realmente, ¿cual de los dos comentarios nos rigen a quienes compartimos?
Particípo de temas solo hasta cuando algunos pierden la compostura, (esto lo podrás ver en todo tema que he participado), y entran en la senda del irrespeto, de la ofensa gratuita, cuando no existe la delicadeza de no embolsar a todos los que no piensan igual que ellos, en la misma bolsa.
Me agrada participar no solo escudriñando la Palabra de Dios, sino procurando de sacar a flote la verdad implicita en su palabra; pero solo hasta cuando aparecen comentarios tan hirientes, inmisericordes, como por ejemplo los de Manuel; o como éste último comentario tuyo que cito.
Tal pareciera que participar de estos debates se trata del "ganar o perder", de una competencia, de un despliegue de conocimientos, de proyectar una imagen espiritual;... pero todo, carente de caridad, misericordia, respeto por quien está al otro lado, olvidandonos incluso de lo que nos debe caracterizar y evidenciar ante el mundo entero:
Amaos los unos a los otros, ... pues en ésto concerán que sois mis discípulos...
Toda verdad dicha con respeto, tendrá siempre la posibilidad de ser aceptada; pero la misma verdad, acompañada de ironía, ofensas, calificaciones o descalificaciones, insultos velados.... siempre tendrá más posibilidad de ser rechazada que aceptada.
Si amado hermano, ante esta realidad dura, triste, dolorosa; cuando nos sacamos la etiqueta de cristianos, para ponernos la de gladiadores, .. tienes razón... solo resta tomar el violín y llevar la música a otra parte.
Perdóname.
Dios te bendiga