
Como se puede apreciar, es una copia de una virgen ya existente que ante el poco alcance de la virgen de Sn. Juan de los Lagos, ésta vino a reforzar el rito idolatrico del que tanto dependen los católicos para recaudar fondos para su impía obra que es;
adorar las imágenes e inclinarse ante los ídolos.
Violentado así el Primer Mandamiento.