Pues nada menos que Dios.
Núm 21:7-9
El pueblo fue a decirle a Moisés: "Hemos pecado por haber hablado contra Yahvé y contra ti. Intercede ante Yahvé para que aparte de nosotros las serpientes." Moisés intercedió por el pueblo.
Y dijo Yahvé a Moisés: "Hazte una serpiente abrasadora y ponla sobre un mástil. Todo el que haya sido mordido y la mire, vivirá."
Hizo Moisés una serpiente de bronce y la puso en un mástil. Y si una serpiente mordía a un hombre y éste miraba la serpiente de bronce, quedaba con vida.
Vaya que mal precedente para un Dios que previamente habia prohibido "eso".
Éxo 25:18-21
Harás, además, dos querubines de oro macizo; los harás en los dos extremos del propiciatorio:
haz el primer querubín en un extremo y el segundo en el otro. Los querubines formarán un cuerpo con el propiciatorio, en sus dos extremos.
Estarán con las alas extendidas por encima, cubriendo con ellas el propiciatorio, uno frente al otro, con las caras vueltas hacia el propiciatorio.
Pondrás el propiciatorio encima del arca; y pondrás dentro del arca el Testimonio que yo te daré.
1Re 6:11-12
Llegó a Salomón la palabra de Yahvé que decía:
"Por este templo que estás construyendo, si caminas según mis preceptos, obras según mis sentencias y guardas todos mis mandamientos, caminando conforme a ellos, yo te cumpliré mi palabra, la que prometí a David tu padre.
....
1Re 6:23-29
Hizo en el santuario dos querubines de madera de acebuche de diez codos de altura.
Un ala de un querubín medía cinco codos y cinco codos también la otra ala: diez codos desde la punta de un ala hasta la punta de la otra.
El segundo querubín medía también diez codos. Los dos querubines tenían las mismas medidas y la misma forma.
La altura de un querubín era de diez codos; igualmente el segundo querubín.
Colocó los querubines en medio del recinto interior. Los querubines tenían las alas desplegadas. Cada uno tocaba un muro con un ala y en el centro del templo se tocaban uno al otro, ala con ala.
Revistió de oro los querubines.
(Esculpió todos los muros del templo, del santuario y de la nave, con bajorrelieves de querubines, palmeras, capullos abiertos.
Ustedes están equivocados sobre la idolatria, y en consecuencia, son más propensos a cometerla.