Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.
SIGAMOS
EL PAPA, LA ONU Y LA LIBERTAD RELIGIOSA
El 21 de septiembre de 1965 fue una fecha histórica para el concilio. En dicho día , la mayoría de los miembros del concilio (un total de 1.997 de 2.222 votantes) contestó afirmativamente a la pregunta que le pedía si el texto sobre la libertad religiosa, sometida al examen de la asamblea, podía servir como base para la futura declaración conciliar sobre tan controvertida cuestión
Tal como había sido prometido por Pablo VI al término de la tercera sesión, los debates comenzaron por el esquema referente a la libertad religiosa. Del 15 al 21 de septiembre, el debate sobre esta cuestión ofreció pocas novedades respecto a la anterior sesión. volvieron a surgir los mismos puntos de vista divergentes y la categoría de los argumentos fue la misma en ambos grupos: unos, los defensores de la libertad religiosa si más, se proclamaron de nuevo partidarios del esquema propuesto, pero una minoría, que miró desde el principio con recelo cualquier pronunciamiento del concilio en favor de la libertad religiosa, se oponía con el vigor de siempre al esquema.
Cabe destacar, sin embargo, la intervención del cardenal Beran, el día 20 de septiembre, por lo que tuvo de patética y de sincera. El arzobispo de Praga podía asistir por primera vez -desde que fue inaugurado el concilio- a las deliberaciones conciliares, terminado su encarcelamiento e iniciado su exilio. Una gran salva de aplausos acogió su presencia, pero su intervención suscitó todavía mayor interés.
Pero para no hacerlo excesivamente largo lo dejaremos para la siguiente aportación
(Estoy copiando de la COOPC. DEL 21-9-65)
SEGUIRA
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EL PAPA, LA ONU Y LA LIBERTAD RELIGIOSA
El 21 de septiembre de 1965 fue una fecha histórica para el concilio. En dicho día , la mayoría de los miembros del concilio (un total de 1.997 de 2.222 votantes) contestó afirmativamente a la pregunta que le pedía si el texto sobre la libertad religiosa, sometida al examen de la asamblea, podía servir como base para la futura declaración conciliar sobre tan controvertida cuestión
Tal como había sido prometido por Pablo VI al término de la tercera sesión, los debates comenzaron por el esquema referente a la libertad religiosa. Del 15 al 21 de septiembre, el debate sobre esta cuestión ofreció pocas novedades respecto a la anterior sesión. volvieron a surgir los mismos puntos de vista divergentes y la categoría de los argumentos fue la misma en ambos grupos: unos, los defensores de la libertad religiosa si más, se proclamaron de nuevo partidarios del esquema propuesto, pero una minoría, que miró desde el principio con recelo cualquier pronunciamiento del concilio en favor de la libertad religiosa, se oponía con el vigor de siempre al esquema.
Cabe destacar, sin embargo, la intervención del cardenal Beran, el día 20 de septiembre, por lo que tuvo de patética y de sincera. El arzobispo de Praga podía asistir por primera vez -desde que fue inaugurado el concilio- a las deliberaciones conciliares, terminado su encarcelamiento e iniciado su exilio. Una gran salva de aplausos acogió su presencia, pero su intervención suscitó todavía mayor interés.
Pero para no hacerlo excesivamente largo lo dejaremos para la siguiente aportación
(Estoy copiando de la COOPC. DEL 21-9-65)
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