Re: El Concilio de Constanza y el Mito de la Sucesión Apostólica.
SIGAMOS
BALANCE DE LA TERCERA SESIÓN
En la anterior aportación vimos la opinión de los católicos, Rn esta veremos la de los protestantes invitados como observadores del concilio, especialmente con el Servicio de Prensa Evangélica de Italia, la cual hizo el siguiente resumen: "concluyendo, dable es preguntarse: ¿Qué reacciones provocará en el episcopado y en el mundo católico, la desconcertante actitud de Pablo VI en el tormentoso final de la tercera sesión del Concilio? Hay que desear que la reacción sea muy enérgica y valiente, de manera que el papa comprenda que no es lícito llamarse Servus servorum Dei(siervo de los siervos de Dios) y atender tan mal a los diervos de Dios" Por otra parte, sin embargo, hay que darse cuenta de que si sobre el plano moral la actitud del papa es altamente reprobable, sobre el plano jurídico-dogmático, Pablo VI en nada abuso de sus poderes, ni se excedió en sus funciones: Obró ex sese, nom autem e consensum Ecclesiae, como declara el Vaticano I; por lo tanto.su actitud es teologicamente irreprensible (desde el punto de vista católico-romano). El problema causado por los graves episodios que caracterizaron de manera tan negativa la conclusión de las tercera sesión, no atañe tanto a la persona de Pablo VI como a la concepción católica de la autoridad de la iglesia y en particular el dogma de la suprema potestad, independiente de toda autoridad humana y eclesiástica, asignada por el Concilio Vaticano I al pontifice romano.
Una vez más quedan claras las consecuencias del error cometido por el Vaticano I y de la fatuidad de Pio IX contra la opinión de las mejores mentes de los conciliares que ya remarqué al tratar del tal concilio. También se hace evidente la intención de Juan XXIII al convocar el Vaticano II, que era volver al de Constanza y dar al episcopado católico la autoridad suprema en la Iglesia católica. Cuando dicho episcopado perdió esta potestad se hizo necesaria la Reforma Protestante y la entidad romanista perdió la posibilidad de volver al cristianismo. Desde entonces es pagana con nomenclatura cristiana.
Una advertencia: Esto no es apto para los católicos mexicanos y del resto de los países latino.americanos, con la excepción de Argentina y Uruguay cuya cultura es excelente
SEGUIRA
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BALANCE DE LA TERCERA SESIÓN
En la anterior aportación vimos la opinión de los católicos, Rn esta veremos la de los protestantes invitados como observadores del concilio, especialmente con el Servicio de Prensa Evangélica de Italia, la cual hizo el siguiente resumen: "concluyendo, dable es preguntarse: ¿Qué reacciones provocará en el episcopado y en el mundo católico, la desconcertante actitud de Pablo VI en el tormentoso final de la tercera sesión del Concilio? Hay que desear que la reacción sea muy enérgica y valiente, de manera que el papa comprenda que no es lícito llamarse Servus servorum Dei(siervo de los siervos de Dios) y atender tan mal a los diervos de Dios" Por otra parte, sin embargo, hay que darse cuenta de que si sobre el plano moral la actitud del papa es altamente reprobable, sobre el plano jurídico-dogmático, Pablo VI en nada abuso de sus poderes, ni se excedió en sus funciones: Obró ex sese, nom autem e consensum Ecclesiae, como declara el Vaticano I; por lo tanto.su actitud es teologicamente irreprensible (desde el punto de vista católico-romano). El problema causado por los graves episodios que caracterizaron de manera tan negativa la conclusión de las tercera sesión, no atañe tanto a la persona de Pablo VI como a la concepción católica de la autoridad de la iglesia y en particular el dogma de la suprema potestad, independiente de toda autoridad humana y eclesiástica, asignada por el Concilio Vaticano I al pontifice romano.
Una vez más quedan claras las consecuencias del error cometido por el Vaticano I y de la fatuidad de Pio IX contra la opinión de las mejores mentes de los conciliares que ya remarqué al tratar del tal concilio. También se hace evidente la intención de Juan XXIII al convocar el Vaticano II, que era volver al de Constanza y dar al episcopado católico la autoridad suprema en la Iglesia católica. Cuando dicho episcopado perdió esta potestad se hizo necesaria la Reforma Protestante y la entidad romanista perdió la posibilidad de volver al cristianismo. Desde entonces es pagana con nomenclatura cristiana.
Una advertencia: Esto no es apto para los católicos mexicanos y del resto de los países latino.americanos, con la excepción de Argentina y Uruguay cuya cultura es excelente
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