Isaías 42:8 no dice, “Colocan a Jesús al lado de otras deidades. No son Iglesia de Cristo, sino católicos romanistas.” Lo cual demuestra tu desconocimiento total de lo que dice la Biblia, tan sólo repites lo que te dijeron tus maestros de congregación, y te lo creíste.
¿No tienes colirio?
Porque escrito está:
Apo 3:18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
Veamos el texto:
Isa 42:8 Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.
Las reuniones de la comunidad judía en el templo y en las sinagogas, giraban en torno a Jehová, y en cuanto a las esculturas, el mandamiento era este:
Deu 7:5 Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.
Deu 12:3 Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y sus imágenes de Asera consumiréis con fuego; y destruiréis las esculturas de sus dioses, y raeréis su nombre de aquel lugar.
LA ESCRITURA NO LO MANDA A DESTRUIR SU IDOLATRÍA, LA RAMERA SERÁ JUZGADA POR CRISTO EN SU SEGUNDA VENIDA, LEE:
"LA SANTA MADRE IGLESIA APOSTÓLICA Y ROMANA"
Apo 17:5 y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
Cuando un católico es redargüido por el Espíritu Santo, lo primero que hace cuando descubre el engaño al que ha sido sometido no solo él, sino su esposa y sus niños, lo primero que hace es salir de ese lugar donde se profesa un sacerdocio falso.
Apo 18:4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;
EL CATÓLICO QUE, A SABIENDAS DE QUE SU SISTEMA RELIGIOSO ES CONTRARIO A LA DOCTRINA DE LA IGLESIA DE CRISTO, PERMANECE EN ELLA, Y MUERE EN ELLA, DESCIENDE AL SEOL CON LOS OJOS ABIERTOS.
Deu 32:29 ¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto,
Y se dieran cuenta del fin que les espera!