Re: EL CATOLICISMO ROMANO: UN CAMINO HACIA EL INFIERNO.
Hitler con el obispo Muller del Reich y Abbot Schachleiter,
rodeados de los jefes del partido -septiembre de 1934.

Que tanto podemos estar seguros que El Catolicismo Romano es un camino hacia el infierno,si vemos a sus ministros mas ejemplares firmar acuerdos con ASESINOS...
ADOLFO HITLER DIJO:
“Personalmente estoy convencido del gran poder y profunda significación del cristianismo, y no permitiré que se promueva ninguna otra religión. Por esa razón me alejé de Ludendorff y rechazo el libro de Rosenberg. Lo escribió un protestante. No es un libro del Partido. El no lo escribió como un hombre del Partido. Que los Protestantes discutan con él... Como católico, nunca me siento cómodo en la iglesia evangélica o sus estructuras. Por eso tendría gran dificultad si tratara de reglamentar los asuntos de las iglesias protestantes. De todas maneras el pueblo evangélico o los protestantes me rechazarán. Pero ustedes pueden estar seguros: Protegeré los derechos y la libertad de las iglesias y no permitiré que las toquen, por tanto, no deben temer por el futuro de la Iglesia."
Hitler también estuvo dispuesto a dialogar con el obispo acerca de sus puntos de vista respecto a los judíos: “En cuanto a los judíos, sólo estoy siguiendo la misma política que durante 1,500 años ha adoptado la Iglesia Católica, al considerarlos peligrosos y confinarlos a guetos, etc., porque ella sabía cómo eran ellos. No pongo la raza por encima de la religión, pero en los representantes de esta raza veo el peligro para la iglesia y el estado, y tal vez yo esté prestando un gran servicio a la cristiandad.”
La foto anterior y las citas de arriba son del libro “The Nazi Persecution of the Churches,” (La Persecución Nazi Contra las Iglesias), por J.S. Conway, pp. 25, 26, 162.

Los Padrinos, por Publicaciones Chick, p. 20.
Para la firma del concordato estuvo el cardenal Pacelli, que mas tarde llegó a ser el papa Pío XII. En 1933 él era el secretario de estado del Vaticano. El segundo, de la izquierda es Franz von Papen, un nazi siniestro y católico romano devoto, quien fue un perito diplomático de Hitler y agente del Vaticano que ayudó para que Hitler llegara al poder. De pie, en el extremo derecho, se puede ver a Montini, prelado del Vaticano que para entonces era poco conocido, y que más tarde llegaría a ser el papa Paulo VI.
Así como Italia, Alemania firmó un concordato
A
A fin de conquistar el mundo para el catolicismo romano, el Vaticano formó y financió la maquinaria de guerra de Hitler y los jesuitas prepararon secretamente la Segunda Guerra Mundial. Hitler, Mussolini y Franco serían los defensores de la fe. Ellos fueron preparados para ganar y conquistar el mundo, y establecer un milenio para el Papa. Entre bastidores, los jesuitas controlaban la Gestapo. Todos estos datos están totalmente documentados en LA HISTORIA SECRETA DE LOS JESUITAS, libro publicado por Chick Publicaciones.
El 3 de mayo de 1945, el día en que murió Hitler, la prensa de Franco, el dictador español, publicó lo siguiente: “Adolfo Hitler, hijo de la Iglesia Católica, murió mientras defendía al cristianismo”. Más adelante decía: “Sobre sus restos mortales se yergue su victoriosa imagen moral. Con el triunfo del mártir, Dios le da a Hitler los laureles de la victoria”.
Hitler mismo declaró: “Aprendí mucho de la orden de los jesuitas. Hasta ahora, nunca ha existido en la tierra nada más grandioso que la organización jerárquica de la Iglesia Católica. Yo transferí a mi partido mucho de esta organización”.
Walter Schellenberg, ex jefe del contraespionaje nazi, declaró: “Himmler formó la organización de la Gestapo siguiendo los principios de la orden jesuita. Los reglamentos y Ejercicios Espirituales, prescritos por Ignacio de Loyola, fueron el modelo que Himmler trató de copiar exactamente. El título de Himmler como jefe supremo de la Gestapo se usó como equivalente del título de 'general' de los jesuitas, y toda la estructura fue una imitación casi exacta del orden jerárquico de la Iglesia Católica”.
Franz von Papen, otro nazi poderoso cuya participación fue fundamental para establecer el concordato entre Alemania y el Vaticano, dijo: “El Tercer Reich es la primera potencia mundial que no sólo reconoce, sino que pone en práctica los elevados principios del papado”. Y, ¿qué es un concordato? Es un acuerdo entre el Vaticano y un gobierno. En lo que respecta al Vaticano, el gobierno que firma el concordato llega a ser parte del gobierno de Dios, y el Vaticano tiene el propósito de estabilizar ese gobierno, y brindarle protección divina y protección internacional. fin de conquistar el mundo para el catolicismo romano, el Vaticano formó y financió la maquinaria de guerra de Hitler y los jesuitas prepararon secretamente la Segunda Guerra Mundial. Hitler, Mussolini y Franco serían los defensores de la fe. Ellos fueron preparados para ganar y conquistar el mundo, y establecer un milenio para el Papa. Entre bastidores, los jesuitas controlaban la Gestapo. Todos estos datos están totalmente documentados en LA HISTORIA SECRETA DE LOS JESUITAS, libro publicado por Chick Publicaciones.
El 3 de mayo de 1945, el día en que murió Hitler, la prensa de Franco, el dictador español, publicó lo siguiente: “Adolfo Hitler, hijo de la Iglesia Católica, murió mientras defendía al cristianismo”. Más adelante decía: “Sobre sus restos mortales se yergue su victoriosa imagen moral. Con el triunfo del mártir, Dios le da a Hitler los laureles de la victoria”.
Hitler mismo declaró: “Aprendí mucho de la orden de los jesuitas. Hasta ahora, nunca ha existido en la tierra nada más grandioso que la organización jerárquica de la Iglesia Católica. Yo transferí a mi partido mucho de esta organización”.
Walter Schellenberg, ex jefe del contraespionaje nazi, declaró: “Himmler formó la organización de la Gestapo siguiendo los principios de la orden jesuita. Los reglamentos y Ejercicios Espirituales, prescritos por Ignacio de Loyola, fueron el modelo que Himmler trató de copiar exactamente. El título de Himmler como jefe supremo de la Gestapo se usó como equivalente del título de 'general' de los jesuitas, y toda la estructura fue una imitación c
Ese el problema con los que afirman coherencia en la Escritura sin la Tradicion que le dio forma.
Pax.
Hitler con el obispo Muller del Reich y Abbot Schachleiter,
rodeados de los jefes del partido -septiembre de 1934.

Que tanto podemos estar seguros que El Catolicismo Romano es un camino hacia el infierno,si vemos a sus ministros mas ejemplares firmar acuerdos con ASESINOS...
ADOLFO HITLER DIJO:
“Personalmente estoy convencido del gran poder y profunda significación del cristianismo, y no permitiré que se promueva ninguna otra religión. Por esa razón me alejé de Ludendorff y rechazo el libro de Rosenberg. Lo escribió un protestante. No es un libro del Partido. El no lo escribió como un hombre del Partido. Que los Protestantes discutan con él... Como católico, nunca me siento cómodo en la iglesia evangélica o sus estructuras. Por eso tendría gran dificultad si tratara de reglamentar los asuntos de las iglesias protestantes. De todas maneras el pueblo evangélico o los protestantes me rechazarán. Pero ustedes pueden estar seguros: Protegeré los derechos y la libertad de las iglesias y no permitiré que las toquen, por tanto, no deben temer por el futuro de la Iglesia."
Hitler también estuvo dispuesto a dialogar con el obispo acerca de sus puntos de vista respecto a los judíos: “En cuanto a los judíos, sólo estoy siguiendo la misma política que durante 1,500 años ha adoptado la Iglesia Católica, al considerarlos peligrosos y confinarlos a guetos, etc., porque ella sabía cómo eran ellos. No pongo la raza por encima de la religión, pero en los representantes de esta raza veo el peligro para la iglesia y el estado, y tal vez yo esté prestando un gran servicio a la cristiandad.”
La foto anterior y las citas de arriba son del libro “The Nazi Persecution of the Churches,” (La Persecución Nazi Contra las Iglesias), por J.S. Conway, pp. 25, 26, 162.

Los Padrinos, por Publicaciones Chick, p. 20.
Para la firma del concordato estuvo el cardenal Pacelli, que mas tarde llegó a ser el papa Pío XII. En 1933 él era el secretario de estado del Vaticano. El segundo, de la izquierda es Franz von Papen, un nazi siniestro y católico romano devoto, quien fue un perito diplomático de Hitler y agente del Vaticano que ayudó para que Hitler llegara al poder. De pie, en el extremo derecho, se puede ver a Montini, prelado del Vaticano que para entonces era poco conocido, y que más tarde llegaría a ser el papa Paulo VI.
Así como Italia, Alemania firmó un concordato
A
A fin de conquistar el mundo para el catolicismo romano, el Vaticano formó y financió la maquinaria de guerra de Hitler y los jesuitas prepararon secretamente la Segunda Guerra Mundial. Hitler, Mussolini y Franco serían los defensores de la fe. Ellos fueron preparados para ganar y conquistar el mundo, y establecer un milenio para el Papa. Entre bastidores, los jesuitas controlaban la Gestapo. Todos estos datos están totalmente documentados en LA HISTORIA SECRETA DE LOS JESUITAS, libro publicado por Chick Publicaciones.
El 3 de mayo de 1945, el día en que murió Hitler, la prensa de Franco, el dictador español, publicó lo siguiente: “Adolfo Hitler, hijo de la Iglesia Católica, murió mientras defendía al cristianismo”. Más adelante decía: “Sobre sus restos mortales se yergue su victoriosa imagen moral. Con el triunfo del mártir, Dios le da a Hitler los laureles de la victoria”.
Hitler mismo declaró: “Aprendí mucho de la orden de los jesuitas. Hasta ahora, nunca ha existido en la tierra nada más grandioso que la organización jerárquica de la Iglesia Católica. Yo transferí a mi partido mucho de esta organización”.
Walter Schellenberg, ex jefe del contraespionaje nazi, declaró: “Himmler formó la organización de la Gestapo siguiendo los principios de la orden jesuita. Los reglamentos y Ejercicios Espirituales, prescritos por Ignacio de Loyola, fueron el modelo que Himmler trató de copiar exactamente. El título de Himmler como jefe supremo de la Gestapo se usó como equivalente del título de 'general' de los jesuitas, y toda la estructura fue una imitación casi exacta del orden jerárquico de la Iglesia Católica”.
Franz von Papen, otro nazi poderoso cuya participación fue fundamental para establecer el concordato entre Alemania y el Vaticano, dijo: “El Tercer Reich es la primera potencia mundial que no sólo reconoce, sino que pone en práctica los elevados principios del papado”. Y, ¿qué es un concordato? Es un acuerdo entre el Vaticano y un gobierno. En lo que respecta al Vaticano, el gobierno que firma el concordato llega a ser parte del gobierno de Dios, y el Vaticano tiene el propósito de estabilizar ese gobierno, y brindarle protección divina y protección internacional. fin de conquistar el mundo para el catolicismo romano, el Vaticano formó y financió la maquinaria de guerra de Hitler y los jesuitas prepararon secretamente la Segunda Guerra Mundial. Hitler, Mussolini y Franco serían los defensores de la fe. Ellos fueron preparados para ganar y conquistar el mundo, y establecer un milenio para el Papa. Entre bastidores, los jesuitas controlaban la Gestapo. Todos estos datos están totalmente documentados en LA HISTORIA SECRETA DE LOS JESUITAS, libro publicado por Chick Publicaciones.
El 3 de mayo de 1945, el día en que murió Hitler, la prensa de Franco, el dictador español, publicó lo siguiente: “Adolfo Hitler, hijo de la Iglesia Católica, murió mientras defendía al cristianismo”. Más adelante decía: “Sobre sus restos mortales se yergue su victoriosa imagen moral. Con el triunfo del mártir, Dios le da a Hitler los laureles de la victoria”.
Hitler mismo declaró: “Aprendí mucho de la orden de los jesuitas. Hasta ahora, nunca ha existido en la tierra nada más grandioso que la organización jerárquica de la Iglesia Católica. Yo transferí a mi partido mucho de esta organización”.
Walter Schellenberg, ex jefe del contraespionaje nazi, declaró: “Himmler formó la organización de la Gestapo siguiendo los principios de la orden jesuita. Los reglamentos y Ejercicios Espirituales, prescritos por Ignacio de Loyola, fueron el modelo que Himmler trató de copiar exactamente. El título de Himmler como jefe supremo de la Gestapo se usó como equivalente del título de 'general' de los jesuitas, y toda la estructura fue una imitación c