Lucas 18:11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque
NO SOY COMO LOS OTROS HOMBRES, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
18:12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
18:13 Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador.
18:14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Fariseo, vas camino al infierno.
Ven al propiciatorio de la Cruz del Calvario donde tus pecados fueron lavados con la sangre Cristo, María no te puede salvar, tampoco porque cargues un escapulario, te libras del infierno.
Fariseo ciego, ven al Cristo de las Escrituras y deja de hacer defensa de un sistema religioso que te conduce directamente al mismo infierno.
Ni los sacramentos, ni las indulgencias, ni el dinero, nada te puede salvar...
SOLO CRISTO SALVA.