Varón, el cuerpo de ella está aquí en la tierra.
Lo que hay en el cielo es su alma.
Y para interceder se requiere resurrección.
Nuestro Gran Sumo Sacerdote, reúne las condiciones que exige Dios para ser intermediario entre Dios y los hombres.
1. Fue tentado en todo pero sin pecado.
2. Por lo que padeció siendo tentado, es fuerte y poderoso para socorrer al que es tentado.
3. Se requiere conocer lo que hay dentro del hombre.
MARÍA NO CALIFICA.
Entonces tendríamos que concluir, si seguimos tu lógica que no es bíblica, que hubo un tiempo en que Jesús en la tierra tampoco calificaba para interceder por nosotros
antes de su muerte y resurrección.
Sin embargo, la Biblia nos asegura que, debido a que
no sabemos orar como debiéramos, es el Espíritu Santo
intercede por nosotros con gemidos indecibles (Rm 8:26-27). Sobra decir que este Espíritu Santo no murió y resucitó, y sin embargo, intercede.
Y así como tenemos la intercesión del Espíritu Santo, también tenemos a Cristo Jesús, que murió y resucitó, y que además está sentado a la diestra de Dios, y que
también intercede por nosotros (Rm 8:34). Ojo que dice “también intercede” y no dice “el único que intercede.”
Y en otra parte de la Biblia, con respecto a los seres humanos, se nos dice que “
la oración eficaz del justo puede lograr mucho” y se nos da el ejemplo de Elías (Stg 5:16-17). Recordemos que el profeta Elías es uno de los personajes que fue asunto al cielo.
Y para finalizar, el apóstol Pablo
pide intercesión acá en la tierra para todos los santos y para él a los miembros de la iglesia en Éfeso, “
Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu,
y así,
velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y
orad por mí, para que me sea dada palabra al abrir mi boca” (Ef 6:18-19).