Todo esto Dios lo escribe para que tú te hagas un examenLa recepción es un tema que ha ocasionado mucha dificultad debido a que muchos no están dispuestos a regirse por lo que dice la Biblia. Hay hombres que sostienen sus propias opiniones y no están dispuestos, a causa de prejuicios, a conformarse al Libro de Dios.
Debe haber un examen de los que buscan la comunión.
1Jn 4:1 Amados, no creáis a todo espíritu, si no probad los espíritus, si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.
Según 1Jn_4:1, hay que probar los espíritus si son de Dios, y una prueba es si vienen con la sana doctrina acerca de la persona de Cristo, como está escrito aquí:
2Jn 1:9 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.
2Jn 1:10 Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido!
2Jn 1:11 Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.
Otra prueba es: “que tengan buen testimonio de los de afuera”.
En el caso de Pablo, la asamblea en Jerusalén no lo recibió bajo su propia profesión de ser creyente.
Pero cuando Bernabé dio testimonio de Él, Pablo fue recibido y “estaba con ellos en Jerusalén, y entraba y salía” (Hch_9:28.)
(Jesús dijo: “Si doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Otro es el que da testimonio de mi”.)
Observando estos principios, nos preservaremos de muchos dolores y lamentos después.
Como fue el caso de Diótrefes, un hombre no salvo, que fue recibido a la comunión de la asamblea y luego tenemos el registro del mal que hizo, al espantar a los genuinos creyentes, y expulsar al que no estuviese de acuerdo con su tiranía, leemos:
3Jn 1:9 Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe.
3Jn 1:10 Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia.
La palabra que mencionas está dirigida a ti, medítala