LA PREEMINENCIA DE CRISTO EN NUESTRAS ASAMBLEAS
Por don Samuel Ussher
1. Qué significa la palabra “iglesia” … sabemos que es una palabra griega y los eruditos nos dicen que en esta palabra está encerrada la idea de: “llamar fuera” y también “llamar a reunirse”.
Ahora, para ayudarnos debemos preguntarnos:
¿Qué pasó en Corinto?
El apóstol Pablo y sus compañeros entraron en la ciudad, predicaron el evangelio, muchos de los Corintios oían, creían, eran bautizados, lo que significa que “Dios los llamó fuera”: Dios salvó un buen número de personas en aquella ciudad, los había llamado, los había salvado y aquellas mismas personas que Dios había salvado por su gracia, Cristo les llamó a reunirse, Cristo les llamó a congregarse y aquella congregación, aquel conjunto de creyentes en Corinto, el Señor llamó: “mi iglesia”.
Así, pues, queridos hermanos, creo que es claro lo que significa la palabra “iglesia”.
Podemos preguntarnos:
¿Por qué les llamó a reunirse? ¿Con qué fin?
Para adorarle, para servirle y también para dar testimonio a su nombre, porque aquella compañía de personas reconocidos por Dios, tenían la responsabilidad de difundir, el verdadero conocimiento de Dios a la comunidad; el testimonio de Dios en aquella localidad.
Así, pues, espero que estamos entendiendo ya lo que significa la palabra “iglesia”, “llamados a reunirse”, algo muy sencillo.
Ahora, la segunda pregunta es:
¿Por qué en nuestro lenguaje hablamos de la “asamblea”?
No decimos. “hay 25 miembros en la iglesia” sino “hay 25 hermanos en la asamblea” y así sucesivamente.
Porque nosotros hablamos así regularmente; bueno, muy particularmente hermanos, la razón porque yo prefiero hablar de la asamblea es por el mal uso que se está dando en el mundo a esta palabra “iglesia”.
Hasta un católico responde cuando se le pregunta - ¿a dónde va el domingo? – el responde: - “Voy a la iglesia”- El católico está pensando en el edificio.
Hasta los sectarios dicen: - “tenemos unas reuniones en la iglesia”- ellos también están pensando en el edificio.
Nosotros sabemos que esto es un mal uso. La Iglesia es el conjunto de creyentes, sea un local, sea una habitación en una casa, sea donde sea.
Ese conjunto de creyentes no es un edificio.
Pero también la porción leída en los Hechos capítulo 19 nos ayuda bastante.
Había un alboroto allí en la ciudad de Éfeso, Demetrio y otros veían que su negocio venía para abajo, y estaban protestando. Pero el escribano los llama:
“Tengan cuidado, si tienen algún pleito, se puede convocar una legítima asamblea para tratar el asunto”.
Es interesante, hermanos, que los traductores han usado aquí como asamblea, es la misma palabra “iglesia”.
Así, pues, los traductores hubiesen podido escribir:
“A la asamblea de Dios que está en Corinto”.
De manera que el uso de asamblea como referencia a un grupo de congregados, es una fiel traducción de la palabra griega “iglesia” y también por el mal uso que se da entre las denominaciones.
Habiendo dicho esto, hermanos, sabiendo que nosotros formamos parte de una asamblea local, Dios nos ha salvado a nosotros y Dios nos ha llamado a nosotros para reunirnos en su Nombre y extender su testimonio en la localidad.
Pero quisiera pensar ahora, en algunas de las características de una asamblea local tomando en cuenta la asamblea allí en Corinto.
Primeramente, quiero pensar en su comienzo, su origen, “la asamblea de Dios”. Tenía su origen en Dios, una obra de Dios. Y querido hermano que bueno es entender que una asamblea local, plantada, establecida, tiene su origen, su comienzo en Dios.
No es una obra de los hombres, esta es la razón por la que en muchos lugares tienen ejercicio, van a un lugar nuevo, comienzan con una clase bíblica, luego predican el evangelio y con el tiempo ven que Dios está salvando almas.
Hay evidencia que Dios está haciendo su obra y luego notamos que en aquel grupo Dios levanta responsables para llegar a formar una asamblea.
Tiene su origen, su comienzo en Dios.
No es la idea que algunos hermanos piensen:
“Bueno, vamos a tal y tal lugar y vamos a comenzar una obra allá y vamos a formar una asamblea a ver qué pasa”.
No. Es una obra que tiene su comienzo en Dios.
Vamos a Hechos 16 donde Pablo, Silas, Lucas y luego Timoteo intentaron ir a Asia, pero el Espíritu de Dios no lo permitió, intentaron ir a Bitinia, tampoco les fue permitido. Había aquel varón Macedonio que decía: “pasa a Macedonia” y dice que ellos, teniendo por seguro que era la voluntad de Dios, fueron y hubo una asamblea allí.
Así pues, queridos hermanos, en Filipos hubo una asamblea, indicando que el origen es en Dios.
Así pues, es una obra de Dios y si comienza con Dios, va a seguir año tras año, Dios manteniendo el testimonio. Pero no solamente pensando en su comienzo sino también en sus componentes…
Quiénes son pues, las personas que componen una asamblea local?, leemos:
1Co 1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, A LOS SANTIFICADOS EN CRISTO JESÚS, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
Aquí vemos que los miembros de la asamblea de Corinto, habían sido santificados en Cristo, llamados a ser santos.
Ahora, esta fue su posición en Cristo. Dios les había salvado, los había apartado para él, los había santificado y él les llama, sus santos.
Aquí vemos que los componentes de una asamblea son santos. Salvados por la gracia de Dios.
Pablo en otro lugar escribe a dos asambleas: “a los santos y fieles”:
Efe_1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, A LOS SANTOS Y FIELES en Cristo Jesús que están en Efeso:
Col_1:2 A LOS SANTOS Y FIELES hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Así, pues, los componentes de una asamblea son personas salvadas por la gracia de Dios, son santos, es el nombre que Dios nos ha dado.
Debemos dar honor a este nombre, procurar la santificación, apartándonos del mal, del pecado, llevando una vida santa.
Los componentes santos, santificados por nuestro Dios.
Pero luego leemos:
“llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro”
Quiero hablar ahora de su confianza. Están dependiendo del Señor para mantener el testimonio para todas las actividades de la asamblea…
¿por qué digo esto?
Hay una norma de interpretación que siempre hemos oído desde el nuevo creyente:
La ley de la primera mención, y en este caso tiene referencia al libro de Génesis, leemos:
Gén_4:26 Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.
Vemos que Caín quiso independizarse de su dependencia de Dios y Caín salió de la presencia de Dios y su descendencia se alejaron de Dios, pero el linaje de Set comenzó a invocar el nombre de Jehová.
Ellos querían depender de Dios, buscando su ayuda, buscando su preservación, así pues, queridos hermanos, aquí vemos la confianza de la asamblea confiando en el Señor, mirándole a él, orando a él, para que el Señor nos ayude, no estamos confiando en nuestra capacidad, no estamos confiando en nuestro conocimiento. No. Estamos confiando en el Señor. Así pues, desde el profeta Zacarías el pueblo estaba reconstruyendo el templo en Jerusalén… qué les dice Zacarías:
“No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
Así, pues, una característica de una iglesia local es su confianza en el Señor, invocan el nombre del Señor, buscan su ayuda y su dirección desde sus comienzos.
Y su confesión: “invocan el nombre del Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro”
Confiesan el Señorío de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar, esto es lo que significa congregarse en el nombre del Señor Jesucristo, hacer todo como él lo haría estando el en Persona, reconocer su autoridad.
Oh queridos hermanos y hermanas, una de las características especiales de una asamblea local según el patrón del Nuevo Testamento, es reconocer la autoridad, el Señorío de nuestro Señor Jesucristo, para que en todo él tenga la Preeminencia. Su palabra es absoluta, su palabra es el principio y el fin, así pues, que el Señor nos ayude a mantener esta verdad de congregarnos en su nombre, quiere decir, reconocer su autoridad y hacer todo de acuerdo con su palabra.
Recordemos a Josué, van a entrar para conquistar a Jericó y se le apareció aquel varón con la espada desenvainada, y Josué le pregunta:
- ¿Eres de nosotros o de nuestros adversarios? –
Jos 5:14 El respondió: No; más como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?
Jos 5:15 Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.
Josué se postró, y el Señor le está diciendo “yo soy el comandante en jefe, tu estás sirviendo bajo mis órdenes”
Queridos hermanos, en nuestras asambleas no hay uno por encima del Señor, todos nosotros debemos sujetarnos a su autoridad y hacer todo de acuerdo con su palabra.
Su confesión es el nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
Confesando, reconociendo su Señorío, reconociendo su autoridad en la asamblea.
Pero hay otra verdad que podemos aprender en este versículo y es la comunión.
Si tenía su comienzo en nuestro Dios una obra de Dios, y si sus miembros son santos, constituidos santos por la obra de Cristo en la cruz, y están confiando en el Señor…
¿Qué de su comunión?
“Señor de ellos y nuestro”
La enseñanza aquí no es solamente para Corinto, es para creyentes en cualquier lugar del mundo, que reconocen el Señorío de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.
¿Qué es la comunión?
La comunión con otras asambleas que practican la misma verdad.
En el antiguo testamento había una sola cosa en un solo lugar.
Cuando entraron a la tierra prometida, el Tabernáculo fue levantado en Gilgal y luego en Silo por muchos años, luego el arca fue llevada a Sión por David, y luego el templo en Jerusalén, una sola cosa en un solo lugar y tres veces en el año, los israelitas tenían que subir a Jerusalén, una sola cosa en un solo lugar.
Pero en el día de hoy tenemos un solo altar de adoración, en muchos lugares, como está escrito:
“Dónde están dos o tres congregados en mi nombre, ahí estoy yo en medio de vosotros”
Que maravilla hermanos, hace 51 años mi esposa y yo llegamos a Palo Negro, desde Irlanda, con dos niñitos, William y Samuel, tenían algunos meses, y llegamos a Palo Negro … ¿y qué encontramos?
Encontramos una asamblea con la misma práctica que tenía la asamblea de dónde veníamos, celebrando la Cena del Señor cada primer día de la semana con un solo Pan y una sola Copa; las hermanas con la cabeza cubierta y en silencio; ningún pastor ministrando, ancianos y diáconos, así sucesivamente, podemos tener plena comunión… ¿por qué?
Porque podemos tener comunión solo con asambleas que se congregan en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, con otras asambleas que tienen la misma práctica.
No podemos reunirnos con grupos que están negando, que no están practicando la verdad del Nuevo Testamento, están, así pues, en contra de estas enseñanzas.
Gracias al Señor que en el país hay muchas asambleas en las que podemos congregarnos… ¿Por qué? Porque tenemos una misma mente practicando una misma cosa, así pues, hermanos, espero que estas meditaciones nos ayuden a preservar lo que es una asamblea local.
Dios nos ha salvado y en los diferentes lugares en los cuales él Nos ha salvado, él Nos ha llamado a reunirnos en su nombre como su asamblea, como su iglesia.
Que el Señor nos ayude y que el bendiga su Palabra.
Por don Samuel Ussher
1. Qué significa la palabra “iglesia” … sabemos que es una palabra griega y los eruditos nos dicen que en esta palabra está encerrada la idea de: “llamar fuera” y también “llamar a reunirse”.
Ahora, para ayudarnos debemos preguntarnos:
¿Qué pasó en Corinto?
El apóstol Pablo y sus compañeros entraron en la ciudad, predicaron el evangelio, muchos de los Corintios oían, creían, eran bautizados, lo que significa que “Dios los llamó fuera”: Dios salvó un buen número de personas en aquella ciudad, los había llamado, los había salvado y aquellas mismas personas que Dios había salvado por su gracia, Cristo les llamó a reunirse, Cristo les llamó a congregarse y aquella congregación, aquel conjunto de creyentes en Corinto, el Señor llamó: “mi iglesia”.
Así, pues, queridos hermanos, creo que es claro lo que significa la palabra “iglesia”.
Podemos preguntarnos:
¿Por qué les llamó a reunirse? ¿Con qué fin?
Para adorarle, para servirle y también para dar testimonio a su nombre, porque aquella compañía de personas reconocidos por Dios, tenían la responsabilidad de difundir, el verdadero conocimiento de Dios a la comunidad; el testimonio de Dios en aquella localidad.
Así, pues, espero que estamos entendiendo ya lo que significa la palabra “iglesia”, “llamados a reunirse”, algo muy sencillo.
Ahora, la segunda pregunta es:
¿Por qué en nuestro lenguaje hablamos de la “asamblea”?
No decimos. “hay 25 miembros en la iglesia” sino “hay 25 hermanos en la asamblea” y así sucesivamente.
Porque nosotros hablamos así regularmente; bueno, muy particularmente hermanos, la razón porque yo prefiero hablar de la asamblea es por el mal uso que se está dando en el mundo a esta palabra “iglesia”.
Hasta un católico responde cuando se le pregunta - ¿a dónde va el domingo? – el responde: - “Voy a la iglesia”- El católico está pensando en el edificio.
Hasta los sectarios dicen: - “tenemos unas reuniones en la iglesia”- ellos también están pensando en el edificio.
Nosotros sabemos que esto es un mal uso. La Iglesia es el conjunto de creyentes, sea un local, sea una habitación en una casa, sea donde sea.
Ese conjunto de creyentes no es un edificio.
Pero también la porción leída en los Hechos capítulo 19 nos ayuda bastante.
Había un alboroto allí en la ciudad de Éfeso, Demetrio y otros veían que su negocio venía para abajo, y estaban protestando. Pero el escribano los llama:
“Tengan cuidado, si tienen algún pleito, se puede convocar una legítima asamblea para tratar el asunto”.
Es interesante, hermanos, que los traductores han usado aquí como asamblea, es la misma palabra “iglesia”.
Así, pues, los traductores hubiesen podido escribir:
“A la asamblea de Dios que está en Corinto”.
De manera que el uso de asamblea como referencia a un grupo de congregados, es una fiel traducción de la palabra griega “iglesia” y también por el mal uso que se da entre las denominaciones.
Habiendo dicho esto, hermanos, sabiendo que nosotros formamos parte de una asamblea local, Dios nos ha salvado a nosotros y Dios nos ha llamado a nosotros para reunirnos en su Nombre y extender su testimonio en la localidad.
Pero quisiera pensar ahora, en algunas de las características de una asamblea local tomando en cuenta la asamblea allí en Corinto.
Primeramente, quiero pensar en su comienzo, su origen, “la asamblea de Dios”. Tenía su origen en Dios, una obra de Dios. Y querido hermano que bueno es entender que una asamblea local, plantada, establecida, tiene su origen, su comienzo en Dios.
No es una obra de los hombres, esta es la razón por la que en muchos lugares tienen ejercicio, van a un lugar nuevo, comienzan con una clase bíblica, luego predican el evangelio y con el tiempo ven que Dios está salvando almas.
Hay evidencia que Dios está haciendo su obra y luego notamos que en aquel grupo Dios levanta responsables para llegar a formar una asamblea.
Tiene su origen, su comienzo en Dios.
No es la idea que algunos hermanos piensen:
“Bueno, vamos a tal y tal lugar y vamos a comenzar una obra allá y vamos a formar una asamblea a ver qué pasa”.
No. Es una obra que tiene su comienzo en Dios.
Vamos a Hechos 16 donde Pablo, Silas, Lucas y luego Timoteo intentaron ir a Asia, pero el Espíritu de Dios no lo permitió, intentaron ir a Bitinia, tampoco les fue permitido. Había aquel varón Macedonio que decía: “pasa a Macedonia” y dice que ellos, teniendo por seguro que era la voluntad de Dios, fueron y hubo una asamblea allí.
Así pues, queridos hermanos, en Filipos hubo una asamblea, indicando que el origen es en Dios.
Así pues, es una obra de Dios y si comienza con Dios, va a seguir año tras año, Dios manteniendo el testimonio. Pero no solamente pensando en su comienzo sino también en sus componentes…
Quiénes son pues, las personas que componen una asamblea local?, leemos:
1Co 1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, A LOS SANTIFICADOS EN CRISTO JESÚS, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
Aquí vemos que los miembros de la asamblea de Corinto, habían sido santificados en Cristo, llamados a ser santos.
Ahora, esta fue su posición en Cristo. Dios les había salvado, los había apartado para él, los había santificado y él les llama, sus santos.
Aquí vemos que los componentes de una asamblea son santos. Salvados por la gracia de Dios.
Pablo en otro lugar escribe a dos asambleas: “a los santos y fieles”:
Efe_1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, A LOS SANTOS Y FIELES en Cristo Jesús que están en Efeso:
Col_1:2 A LOS SANTOS Y FIELES hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Así, pues, los componentes de una asamblea son personas salvadas por la gracia de Dios, son santos, es el nombre que Dios nos ha dado.
Debemos dar honor a este nombre, procurar la santificación, apartándonos del mal, del pecado, llevando una vida santa.
Los componentes santos, santificados por nuestro Dios.
Pero luego leemos:
“llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro”
Quiero hablar ahora de su confianza. Están dependiendo del Señor para mantener el testimonio para todas las actividades de la asamblea…
¿por qué digo esto?
Hay una norma de interpretación que siempre hemos oído desde el nuevo creyente:
La ley de la primera mención, y en este caso tiene referencia al libro de Génesis, leemos:
Gén_4:26 Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová.
Vemos que Caín quiso independizarse de su dependencia de Dios y Caín salió de la presencia de Dios y su descendencia se alejaron de Dios, pero el linaje de Set comenzó a invocar el nombre de Jehová.
Ellos querían depender de Dios, buscando su ayuda, buscando su preservación, así pues, queridos hermanos, aquí vemos la confianza de la asamblea confiando en el Señor, mirándole a él, orando a él, para que el Señor nos ayude, no estamos confiando en nuestra capacidad, no estamos confiando en nuestro conocimiento. No. Estamos confiando en el Señor. Así pues, desde el profeta Zacarías el pueblo estaba reconstruyendo el templo en Jerusalén… qué les dice Zacarías:
“No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.”
Así, pues, una característica de una iglesia local es su confianza en el Señor, invocan el nombre del Señor, buscan su ayuda y su dirección desde sus comienzos.
Y su confesión: “invocan el nombre del Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro”
Confiesan el Señorío de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar, esto es lo que significa congregarse en el nombre del Señor Jesucristo, hacer todo como él lo haría estando el en Persona, reconocer su autoridad.
Oh queridos hermanos y hermanas, una de las características especiales de una asamblea local según el patrón del Nuevo Testamento, es reconocer la autoridad, el Señorío de nuestro Señor Jesucristo, para que en todo él tenga la Preeminencia. Su palabra es absoluta, su palabra es el principio y el fin, así pues, que el Señor nos ayude a mantener esta verdad de congregarnos en su nombre, quiere decir, reconocer su autoridad y hacer todo de acuerdo con su palabra.
Recordemos a Josué, van a entrar para conquistar a Jericó y se le apareció aquel varón con la espada desenvainada, y Josué le pregunta:
- ¿Eres de nosotros o de nuestros adversarios? –
Jos 5:14 El respondió: No; más como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?
Jos 5:15 Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.
Josué se postró, y el Señor le está diciendo “yo soy el comandante en jefe, tu estás sirviendo bajo mis órdenes”
Queridos hermanos, en nuestras asambleas no hay uno por encima del Señor, todos nosotros debemos sujetarnos a su autoridad y hacer todo de acuerdo con su palabra.
Su confesión es el nombre de Nuestro Señor Jesucristo.
Confesando, reconociendo su Señorío, reconociendo su autoridad en la asamblea.
Pero hay otra verdad que podemos aprender en este versículo y es la comunión.
Si tenía su comienzo en nuestro Dios una obra de Dios, y si sus miembros son santos, constituidos santos por la obra de Cristo en la cruz, y están confiando en el Señor…
¿Qué de su comunión?
“Señor de ellos y nuestro”
La enseñanza aquí no es solamente para Corinto, es para creyentes en cualquier lugar del mundo, que reconocen el Señorío de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.
¿Qué es la comunión?
La comunión con otras asambleas que practican la misma verdad.
En el antiguo testamento había una sola cosa en un solo lugar.
Cuando entraron a la tierra prometida, el Tabernáculo fue levantado en Gilgal y luego en Silo por muchos años, luego el arca fue llevada a Sión por David, y luego el templo en Jerusalén, una sola cosa en un solo lugar y tres veces en el año, los israelitas tenían que subir a Jerusalén, una sola cosa en un solo lugar.
Pero en el día de hoy tenemos un solo altar de adoración, en muchos lugares, como está escrito:
“Dónde están dos o tres congregados en mi nombre, ahí estoy yo en medio de vosotros”
Que maravilla hermanos, hace 51 años mi esposa y yo llegamos a Palo Negro, desde Irlanda, con dos niñitos, William y Samuel, tenían algunos meses, y llegamos a Palo Negro … ¿y qué encontramos?
Encontramos una asamblea con la misma práctica que tenía la asamblea de dónde veníamos, celebrando la Cena del Señor cada primer día de la semana con un solo Pan y una sola Copa; las hermanas con la cabeza cubierta y en silencio; ningún pastor ministrando, ancianos y diáconos, así sucesivamente, podemos tener plena comunión… ¿por qué?
Porque podemos tener comunión solo con asambleas que se congregan en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, con otras asambleas que tienen la misma práctica.
No podemos reunirnos con grupos que están negando, que no están practicando la verdad del Nuevo Testamento, están, así pues, en contra de estas enseñanzas.
Gracias al Señor que en el país hay muchas asambleas en las que podemos congregarnos… ¿Por qué? Porque tenemos una misma mente practicando una misma cosa, así pues, hermanos, espero que estas meditaciones nos ayuden a preservar lo que es una asamblea local.
Dios nos ha salvado y en los diferentes lugares en los cuales él Nos ha salvado, él Nos ha llamado a reunirnos en su nombre como su asamblea, como su iglesia.
Que el Señor nos ayude y que el bendiga su Palabra.