EL CATOLICISMO ROMANO: UN CAMINO HACIA EL INFIERNO.

Ese Lobo ya se quedó sin argumentos, lo único que puede hacer es recurrir a los absurdos y salirse por la tangente.
 
“La confirmación es un sacramento instituido por nuestro Señor, por el cual los fieles, que ya han sido hechos hijos de Dios por el bautismo, reciben el Espíritu Santo por la oración, y unción con aceite santo, llamado Crisma, y la imposición de las manos de un Obispo, sucesor de los Apóstoles."

¡PURAS MENTIRAS!

S. Lucas 22:32 RVR1960​

pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
RVR1960: Biblia Reina Valera 1960
 
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confirmación ser sacramento heredarse de bar mitzvá. Confirmar de Fe
 
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El Señor cuando oró por el apóstol Pedro no lo estaba autorizando a ser cabeza de una iglesia idolatra y llena de abominaciones, como es el catolicismo romano.

Así que mucho el catolicismo se equivoca.
 
El catolicismo quiere hacer suyas las palabras de la Biblia, no para obedecerlas.

¿Entonces para qué?

Para torcer su significado y engañar a los simples como Jorge Enrique, Sebas, y Valencia.

Para ellos estas seis cosas son legítimas....

6 COSAS SEMBRADAS POR SATANÁS EN EL CORAZÓN DEL CATÓLICO

1. La doctrina de la Transubstanciación, donde por medio de una hostia se tragan un hombre entero y luego lo expulsan, convertido en desecho orgánico.
2. La misa
3. El purgatorio, donde se activa el ministerio de correndentora de la "Reina del Cielo"
4. Las indulgencias
5. El confesionario
6. La Supremacía del Papa.
 
Cuan la oveja cae en un chiquero de marranos, su naturaleza, la impulsa a salir de allí, porque no está acostumbrada a la inmundicia del cerdo.

El cerdo, en cambio, se regodea con la porquería, de la idolatría, las misas, las doctrinas de demonios, y la abominable transubstanciación.

Porque es cerdo y obedece al cerdo mayor de su camada.

cerdo varon.jpg
 
El Señor cuando oró por el apóstol Pedro no lo estaba autorizando a ser cabeza de una iglesia idolatra y llena de abominaciones, como es el catolicismo romano.

Así que mucho el catolicismo se equivoca.

Pedro no se imaginaba que la Iglesia fundada con él, iría a reaparecer 1500 años después de la muerte de Jesús.
 

¿Qué dice la Biblia acerca de la confesión de pecados a un sacerdote?​


LA FALSA ENSEÑANZA DEL CATOLICISMO

En ninguna parte de la Escritura se enseña el concepto de la confesión de pecados a un sacerdote.

Comenzando porque el Nuevo Testamento no enseña que debe haber sacerdotes en el Nuevo Pacto.

En su lugar, el Nuevo Testamento enseña que todos los creyentes son sacerdotes.


1 Pedro 2:5-9 describe a los creyentes como “real sacerdocio” y “nación santa” .

Apocalipsis 1:6 y 5:10, ambos describen a los creyentes como “reyes y sacerdotes” .

En el Antiguo Pacto, los fieles tenían que aproximarse a Dios a través de los sacerdotes.

Los sacerdotes eran mediadores entre Dios y el pueblo. Los sacerdotes ofrecían sacrificios a Dios en nombre de la gente.

Eso ya no es necesario, porque por el sacrificio de Jesucristo, podemos aproximarnos al trono de Dios confiadamente (Hebreos 4:16).

Con la muerte de Jesús, el velo del templo se rasgó por la mitad, destruyendo así el símbolo de la pared divisoria que había entre Dios y la humanidad.

Podemos acercarnos a Dios directamente por nosotros mismos, sin el uso de un mediador humano.

¿Por qué?

Porque Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote (Hebreos 4:14-15; 10:21), y el único mediador entre Dios y nosotros (1 Timoteo 2:15).

El Nuevo Testamento enseña que debe haber ancianos (1 Timoteo 3), diáconos (1 Timoteo 3), obispos (Tito 1:6-9), y pastores (Efesios 4:11) – pero no sacerdotes.

Cuando se trata de la confesión de pecados, en 1 Juan 1:9 es dicho a los creyentes que confiesen sus pecados a Dios.

Dios es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, si se los confesamos a Él.

Santiago 5:16 habla de confesar nuestras transgresiones “unos a otros”.

Pero esto no es lo mismo que confesar los pecados a un sacerdote, como lo ensaña la Iglesia Católica Romana.

En ninguna parte son mencionados los sacerdotes / líderes eclesiásticos, dentro del contexto de Santiago 5:16. Es más, Santiago 5:16 no vincula el perdón de los pecados con la confesión de transgresiones de “unos a otros.”

La Iglesia Católica Romana basa sus prácticas de la confesión a sacerdotes principalmente en la tradición Católica.

Los católicos señalan a Juan 20:23:

“A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos”

Basándose en este verso, los católicos aseguran que Dios les dio a los apóstoles la autoridad de perdonar los pecados, y que esa autoridad fue legada a los sucesores de los apóstoles, entiéndase por ello, a los obispos y sacerdotes de la Iglesia Católica Romana.

Hay muchos problemas con esta interpretación.

1. Juan 20:23 en ninguna parte menciona la confesión de pecados.

2. Juan 20:23 en ninguna parte promete, o aún sugiere, que la autoridad de perdonar pecados pasaría a los sucesores de los apóstoles. La promesa de Jesús era específicamente dirigida a los apóstoles.

3. En ninguna parte del Nuevo Testamento se declara que los apóstoles tendrían herederos de su autoridad apostólica.

Similarmente los católicos señalan a Mateo 16:19 y 18:18 (reteniendo o remitiendo) como evidencia para que la Iglesia Católica tenga la autoridad de perdonar pecados.

Los mismo tres puntos anteriores se aplican de igual manera a estas Escrituras.

Nuevamente, en ninguna parte de la Escritura es enseñado el concepto de la confesión de pecados a un sacerdote.

Debemos confesar nuestros pecados a Dios Y NO A LOS HOMBRES, leemos:

(1Jn 1:9) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Como creyentes del Nuevo Pacto, no necesitamos mediadores entre Dios y nosotros.

Podemos ir directamente ante Dios por el sacrificio de Jesucristo por nosotros. 1 Timoteo 2:5 dice,

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.”

¿Y María, la co-rredentora?

Esa enseñanza es para los que escupen sobre el Sacrificio del Señor Jesucristo en el Altar de la Cruz.

El que no amare al Señor, sea anatema.

El Señor viene.
 

¿Qué dice la Biblia acerca de la confesión de pecados a un sacerdote?​


LA FALSA ENSEÑANZA DEL CATOLICISMO

En ninguna parte de la Escritura se enseña el concepto de la confesión de pecados a un sacerdote.

Comenzando porque el Nuevo Testamento no enseña que debe haber sacerdotes en el Nuevo Pacto.

En su lugar, el Nuevo Testamento enseña que todos los creyentes son sacerdotes.


1 Pedro 2:5-9 describe a los creyentes como “real sacerdocio” y “nación santa” .

Apocalipsis 1:6 y 5:10, ambos describen a los creyentes como “reyes y sacerdotes” .

En el Antiguo Pacto, los fieles tenían que aproximarse a Dios a través de los sacerdotes.

Los sacerdotes eran mediadores entre Dios y el pueblo. Los sacerdotes ofrecían sacrificios a Dios en nombre de la gente.

Eso ya no es necesario, porque por el sacrificio de Jesucristo, podemos aproximarnos al trono de Dios confiadamente (Hebreos 4:16).

Con la muerte de Jesús, el velo del templo se rasgó por la mitad, destruyendo así el símbolo de la pared divisoria que había entre Dios y la humanidad.

Podemos acercarnos a Dios directamente por nosotros mismos, sin el uso de un mediador humano.

¿Por qué?

Porque Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote (Hebreos 4:14-15; 10:21), y el único mediador entre Dios y nosotros (1 Timoteo 2:15).

El Nuevo Testamento enseña que debe haber ancianos (1 Timoteo 3), diáconos (1 Timoteo 3), obispos (Tito 1:6-9), y pastores (Efesios 4:11) – pero no sacerdotes.

Cuando se trata de la confesión de pecados, en 1 Juan 1:9 es dicho a los creyentes que confiesen sus pecados a Dios.

Dios es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, si se los confesamos a Él.

Santiago 5:16 habla de confesar nuestras transgresiones “unos a otros”.

Pero esto no es lo mismo que confesar los pecados a un sacerdote, como lo ensaña la Iglesia Católica Romana.

En ninguna parte son mencionados los sacerdotes / líderes eclesiásticos, dentro del contexto de Santiago 5:16. Es más, Santiago 5:16 no vincula el perdón de los pecados con la confesión de transgresiones de “unos a otros.”

La Iglesia Católica Romana basa sus prácticas de la confesión a sacerdotes principalmente en la tradición Católica.

Los católicos señalan a Juan 20:23:

“A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos”

Basándose en este verso, los católicos aseguran que Dios les dio a los apóstoles la autoridad de perdonar los pecados, y que esa autoridad fue legada a los sucesores de los apóstoles, entiéndase por ello, a los obispos y sacerdotes de la Iglesia Católica Romana.

Hay muchos problemas con esta interpretación.

1. Juan 20:23 en ninguna parte menciona la confesión de pecados.

2. Juan 20:23 en ninguna parte promete, o aún sugiere, que la autoridad de perdonar pecados pasaría a los sucesores de los apóstoles. La promesa de Jesús era específicamente dirigida a los apóstoles.

3. En ninguna parte del Nuevo Testamento se declara que los apóstoles tendrían herederos de su autoridad apostólica.

Similarmente los católicos señalan a Mateo 16:19 y 18:18 (reteniendo o remitiendo) como evidencia para que la Iglesia Católica tenga la autoridad de perdonar pecados.

Los mismo tres puntos anteriores se aplican de igual manera a estas Escrituras.

Nuevamente, en ninguna parte de la Escritura es enseñado el concepto de la confesión de pecados a un sacerdote.

Debemos confesar nuestros pecados a Dios Y NO A LOS HOMBRES, leemos:

(1Jn 1:9) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Como creyentes del Nuevo Pacto, no necesitamos mediadores entre Dios y nosotros.

Podemos ir directamente ante Dios por el sacrificio de Jesucristo por nosotros. 1 Timoteo 2:5 dice,

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.”

¿Y María, la co-rredentora?

Esa enseñanza es para los que escupen sobre el Sacrificio del Señor Jesucristo en el Altar de la Cruz.

El que no amare al Señor, sea anatema.

El Señor viene.

2Ti 1:12 Por este motivo estoy soportando estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, porque yo sé bien en quién tengo puesta mi fe, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel Día.
2Ti 1:13 Ten por norma las palabras sanas que oíste de mí en la fe y en la caridad de Cristo Jesús.
2Ti 1:14 Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros.




1Ti 6:20 Timoteo, guarda el depósito. Evita las palabrerías profanas, y también las objeciones de la falsa ciencia;
1Ti 6:21 algunos que la profesaban se han apartado de la fe. La gracia sea con vosotros.


Aunque no gustarte, haber sucesores.
 
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En ninguna parte de la Escritura se enseña el concepto de la confesión de pecados a un sacerdote.

Santiago 5:16-20

16 Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.

 
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Santiago 5:16 habla de confesar nuestras transgresiones “unos a otros”.

Pero esto no es lo mismo que confesar los pecados a un sacerdote, como lo ensaña la Iglesia Católica Romana.

El católico como es bruto, no conoce que a veces ofendemos hasta con una mirada, un desprecio. Y piensa que Santiago está autorizando perdón de pecados por parte de los sacerdotes católicos.

Toda escritura que caiga en mano de un católico, la corrompe, la pervierte de tal modo, que al final sale presentado al Altísimo como patrocinando abominaciones como estas:

LA REINA DEL CIELO

Jer_7:18 Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.

¿Qué hace el magisterio del catolicismo romano?

Les habla suavemente de la virgencita, tan bella ella, quién como la madre de dios, ella necesita su trono al lado de su hijo, ella necesita vestiduras costosas, y una corona de oro... Y listo!

"YA TENEMOS LA REINA DEL CIELO"

Pero ahí dice "PARA PROVOCARME A IRA"

- Esa es otra reina, nosotros adoramos a la virgen María, ella no provoca a ira a su hijo. -

Lo mismo ocurre con este mandamiento sobre la idolatría:


Éxo 20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
Éxo 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,

El culto a María y la veneración de imágenes, fue autorizado en el Concilio de Trento.

El oficio del magisterio del catolicismo romano, es enseñar directamente en contra de lo establecido por Dios.

De manera que los católicos romanistas, son enseñados a ir en contra de la Palabra de Dios... como estamos viendo en este foro, una y otra vez, pero ellos siguen encadenados al Catolicismo Romano, como reos al infierno.