Reconozcamos que valor podemos darle a un bautizo dado por un hombre y el bautizo de Dios por medio del Espíritu Santo y vemos que el bautizo de agua salva, pero mostrado nuestra disposición hacia Dios creyendo en la muerte y resurrección de Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados, pero no quita las inmundicias de la carne, si no nos arremetimos de verdad a no seguir pecando y cuando sacerdotes y pastores bautizan en su carne y su bautismo no sirve para nada y menos si no se enseña que significa y sin el poder de Dios para hacerlo.