Nuestro conocimiento es finito, como finita es la TIERRA, su creación.
No puedo estar más de acuerdo. Además, está nuestra subjetividad comandada por el ego. Es por lo que la guía, la exhortación y la instrucción nunca dejarán de cesar...
Hay un SÓLO Mediador entre DIOS y los hombres, JESUCRISTO hombre. Venir como forma de esclavo, otra vez, no se encuentra en la Palabra de DIOS. Vendrá en Su Gloria.
Como ya comentamos y refleja la biblia, ha habido y habrá otros mediadores...
En mi parecer, quizás no venga como esclavo, pero sí humilde y discretamente para poder ser elegido y no impuesto. Para poder aceptarlo por sus frutos, su palabra y su excelencia suprema, como siempre ha sucedido en los advenimientos de la historia religiosa.
Evidentemente, como en la primera venida, vienen en su gran gloria por sus ascendentes, perfecciones y potestades espirituales, pero oculto a los sentidos humanos ordinarios. Obviamente, si apareciesen en su gloria manifiestan ¿quién, en su sano juicio, se negaría a aceptarlo? De esta manera, se violentaría el libre albedrío y varias menciones proféticas: Mateo 24:37, Lucas 17:24-27: "
Pero primero es necesario que padezca mucho, y sea desechado por esta generación", “ladrón en la noche”, “por sus frutos lo conoceréis”, “tesoro escondido”, "
a uno semejante al Hijo del Hombre", avisos continuos a
"vigilad",...
Por consiguiente, se desecha cualquier que diga: he aquí el Cristo! o he allá el Cristo! Muchos serán engañados.
Muy interesante apreciación que pone de manifiesto que no vendrá Jesús, el Cristo. Fíjese:
Jesucristo mismo afirmó que el retorno no vendrá en su propio nombre. “cuidad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en Mi nombre y dirán:
‘Yo soy el Mesías’, y engañarán a muchos… o “Entonces, si alguno os dijere: ‘Mirad, aquí esta el Cristo, o mirad, allá está, no lo creáis.” (Mat 24) También insistió que los falsos profetas vendrán
“en Mi nombre”. O sea, en el nombre de cristianismo. Los que insisten que literalmente “Cristo viene”, no han tomado en cuenta esta advertencia.
O sea, si llegan rumores que el mismo Jesucristo ha venido en persona y en nombre, la clara instrucción del Evangelio es de no aceptar tal reclamo. Esto es porque el Prometido vendría en un
“nombre nuevo”, como
“ladrón en la noche”, y quien vendrá en uno
“semejante al Hijo del Hombre”.
y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. (Apoc. 1:13)
Si es el propio Jesucristo que necesidad hay de hablar de semejante, está claro que no se refiere a Él sino otro, en el libro profético por antonomasia, el Apocalipsis
Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura (Apoc. 14:14-15)
Está hablando claramente de la segunda venida, la época de la cosecha, el fin de los tiempos; por tanto alguien semejante no es la misma persona.
Por eso las profecías hablan de la venida de Uno “semejante al Hijo del Hombre.” Semejanza no es la misma identidad del Enviado anterior. Daniel también habló así:
“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía Uno como un Hijo del Hombre, que vino hasta el Anciano de Días, e hicieron acercarse delante de Él. Y Le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas Le sirvieran; Su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y Su reino uno que no será destruido. Daniel 7:1
En definitiva, Bahá'u'lláh no es el Cristo, es la GLORIA DE DIOS. Es otra persona con otro nombre y semejante ya que su naturaleza espiritual se corresponde al verbo encarnado de Dios. El espíritu de Dios retorna nuevamente al mismo humano para transmitirnos enseñanzas, leyes y la voluntad de Dios en esta època....
"Ante Dios, afirmo solemnemente, que la Pluma de Santidad ha escrito sobre la nívea blancura de Mi frente, en letras de refulgente gloria, estas resplandecientes y santas palabras de almizclada fragancia: '¡Oh vosotros que habitáis en la tierra, mirad! ¡Oh vosotros, los moradores del cielo, sed testigos! Él es, en verdad, vuestro Bienamado. Él es Aquel Cuyo igual el mundo de la creación no ha visto, Aquel Cuya deslumbrante belleza ha deleitado los ojos de Dios, el Ordenador, el Todopoderoso, el Incomparable!'"
"Nada se ve en Mi templo, más que el Templo de Dios, y en mi Belleza, solo Su Belleza, y en Mi ser, solo Su Sed, y en Mi realidad, solo Su Realidad, y en Mi movimiento solo Su Movimiento, y en Mi aquiescencia, solo Su aquiescencia y en Mi Pluma, solo su Pluma, Poderosa, de todos Loada. En mi alma ha existido solamente la Verdad, y en Mi solo se pudo ver a Dios".