No hayan ni que inventar para decir que la maldición no es para lo que está escrito.
Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén. Deuteronomio 27:15.
9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. 10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Las maldiciones son para lo que está escrito, es más todas las maldiciones están escritas, ni las maldiciones son orales.
Pues no, no te da una nueva vida bajo la ley, la ley ya paso, las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas. Él vino a redimir de la ley a los que estaban bajo la ley: redimir significa dejarte en libertad del yugo de esclavitud de la ley, o si lo quieres ver de otra forma a comprarte del señorío de la ley para que vivas bajo su señorío.
Y no te dejo sin ley, Hubo un cambio de ley, la ley es un régimen y se cambió el régimen de la letra al régimen del Espíritu.
La ley fue añadida a causa de las transgresiones “hasta que viniese Cristo” a quien fue hecha la promesa. Gálatas 3:19.
La ley se termina con la llegada de Cristo. Mismo Cristo lo dijo:
La ley y los profetas “eran” hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él. Lucas 16:16.
La ley se termina con la llegada del reino de los cielos, porque en el reino de los cielos rige la ley de Cristo.
No es un pacto renovado es un nuevo pacto, Cristo fue puesto por pacto:
42:6 Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y "te pondré por pacto al pueblo", por luz de las naciones.
Cristo es un nuevo pacto, no es un complemento del antiguo pacto. Cristo es la vida y la ley es un ministerio de muerte.
Yo pienso que deberías de poner más atención a lo que está escrito.
La ley fue dada con el fin de llevarlos a la fe.
3:23 Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.
3:24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe.
3:25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo,
llegó la simiente quien es el autor y consumador de la fe.
Porque la promesa dada a Abrahán y a su descendencia en cuanto a que recibiría el mundo como herencia, no le fue dada por la ley sino por la justicia que se basa en la fe. Pues si los que van a recibir la herencia se basan en la ley, la fe resulta vana y la promesa queda anulada. Porque la ley produce castigo, pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. Por tanto, la promesa se recibe por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia, tanto para los que son de la ley como para los que son de la fe de Abrahán, el cual es padre de todos nosotros. Como está escrito: «Te he puesto por padre de muchas naciones.» Romanos 4.
Venida la justicia de Dios que es por la fe en Jesucristo, somos liberados de la ley, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.
Redención de la ley, de un encierro bajo esclavitud, la ley da hijos para esclavitud.
Nosotros estamos en otro pacto, ya no estamos bajo el señorío de la ley, Cristo nos compró del señorío de la ley, ahora pertenecemos a Cristo estamos bajo su señorío.
Todo lo hacemos en el Señor, y para el Señor, ya no vivo yo más vive Cristo en mí.
3:23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
3:24 sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
Y sobre la justicia.
hay dos tipos de justicia, la justicia propia y la justicia de Dios.
10:3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios.
la justicia de Dios es por medio de la fe en Jesucristo.
la justicia propia es por medio de las obras de la ley.
¿Cuál justicia te quieres sujetar, la tuya bajo la ley, o la de Dios por medio de la fe en Cristo?
Dios dio mandamientos por medio de Moisés, mandamientos que constituyen un pacto. Y esos mandamientos son rudimentos del mundo.
E hizo un nuevo pacto, poniendo a Cristo por pacto, y Dios dio mandamientos por medio de Cristo, y Cristo no es del mundo, vino al mundo, y los que hemos nacido en Cristo ya no somos del mundo, no podemos pertenecer a Cristo y andar en rudimentos del mundo.
Pues Moisés mismo está diciendo que oigamos a Cristo y no a él.
15 Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios: a él oiréis:
Pero tu insistes en oír a Moisés y no a Cristo.
Y Cristo dice que hagamos todo lo que nos dicen, pero que no lo hagamos conforme a ellos, sino que lo hagamos conforme a Él,
todo lo hacemos para el Señor.
En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios. 1Corintios 10:31.
La ley no es de fe porque es de justicia propia, es decir tienes tu propia justicia cuando pones por obra todos los mandamientos de la ley.
Aparte de la ley la justicia de Dios es por fe.
Son justicias aparte la una de la otra.
Y no se pueden mezclar como tú quieres hacerlo, eso es imposible.
¿cuáles mandamientos, los de Moisés o los de Cristo?
¿o Cristo no dio mandamientos?
Cristo dijo:
14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
No dijo, si me amáis, guardad los mandamientos de Moisés.
La voluntad de Dios es unirte a Cristo para que vivas haciendo los mandamientos de Cristo.
no te va a unir a Cristo para que hagas los mandamientos de Moisés.
Los que unió a Moisés tienen que hacer los mandamientos de Moisés.
Todos ellos fueron bautizados en la nube y en el mar para unirse a Moisés. 1Corintios 10:2.
Los que unió a Cristo es para que hagan los mandamientos de Cristo.
2:3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él;
2:5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él.
2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
Pablo no guardaba la ley, guardaba la fe.
4:7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 2Timoteo 4:7.
3:9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe. Filipenses 3:9.
Y enseñaba a guardar la fe, no la ley:
Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo. 1Corintios 11:1.
Tanto Cristo como Pablo guardaron la fe, no la ley. Y los dos mandaban a creer en el evangelio.
1:15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Predicaban la justicia de la fe, no predicaban la justicia de la ley.
Dice el apóstol, diezmáis y dejáis lo más importante de la ley que es
Dios quien les dio la ley, dando tres atributos de Dios, que no de la ley.
La justicia, la misericordia y la fe, son atributos de Dios no de la ley. Se deduce que lo que está diciendo el aposto Mateo es lo mismo que dice el apóstol Lucas:
11:42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello. Lucas 11:42.
La justicia no es por medio de la ley, es por medio de la gracia.
No desecho la gracia de Dios; porque si la justicia fuera por medio de la ley, entonces por demás murió Cristo. Gálatas 2:21.
La justicia de la ley es la muerte del pecador.
El alma que pecare esa morirá.
La ley no tiene misericordia, maldice al infractor y lo sentencia a ser apedrearlo sin misericordia.
3:12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.
Pero sin embargo a ustedes que saben lo que dice la palabra de Dios, y sabiendo que la palabra es la verdad, los fascinan con tergiversaciones de la verdad.
La ley fue dada para obtener la vida por medio de tu propia justicia:
18:5 Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos. Yo Jehová. Levíticos 18:5.
Porque no lees la ley, porque la ley si se pactó para vida por medio de la justificación. Solo que resulto para muerte:
Se me hizo evidente que el mismo mandamiento que debía haberme dado vida me llevó a la muerte. Romanos 7:10.
La ley fue dada para justificación:
Y si obedecemos fielmente todos estos mandamientos ante el Señor nuestro Dios, tal como nos lo ha ordenado, entonces seremos justos”. Deuteronomio 6:25.
Y Cristo no predicaba la ley, predicaba el evangelio:
Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Mateo 9:35.
Pero cuando vi que no andaban con rectitud en cuanto a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a vivir como judíos? Gálatas 2:14.
¿y cuantos han sido justificados por medio de las obras de la ley?
Dice la palabra de Dios que ninguno:
ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. Romanos 3:20.
No los justifica a todos los mata. Esa es la justicia de la ley, la muerte.
Si la gracia es un ministerio de justificación y la ley es un ministerio de muerte.
¿entonces la vida no es lo contrario a la muerte?
