-Que la muerte no acabe con la existencia del individuo es verdad bíblica y no "error capital del catolicismo". Te es fácil escribirlo, pero totalmente desprovisto de realidad.
Ni siquiera te das cuenta que repites los conceptos paganos de Platón;
La Encyclopædia Britannica (edición de 1976) declara: “Desde mediados del siglo II (es decir, el siglo que empezó en el año 100) A.C., los cristianos que tenían algún entrenamiento en la filosofía griega empezaron a sentir la necesidad de expresar su fe en los términos de ésta, tanto para su propia satisfacción intelectual como para convertir a paganos cultos.
La filosofía que mejor les convenía era el platonismo.”
El filósofo griego Platón, por ejemplo, puso en boca de Sócrates las siguientes palabras:
“El alma, [...] que se separa pura, sin arrastrar nada del cuerpo, [...] se va hacia lo que es semejante a ella, lo invisible, lo divino, inmortal y sabio, y al llegar allí está a su alcance ser feliz, apartada de errores, insensateces, terrores, [...] y de todos los demás males humanos, [...] para pasar de verdad el resto del tiempo en compañía de los dioses”. (Fedón, 80 d, e; 81 a.)
“¿Creemos que haya tal cosa como la muerte? [...] ¿No es la separación del alma y el cuerpo? Y el estar muerto es la consumación de esto; cuando el alma existe en sí, y es liberada del cuerpo y el cuerpo es liberado del alma, ¿qué es esto sino la muerte? [...] ¿Y admite el alma la muerte? No. Entonces, ¿es inmortal el alma? Sí.” (“Phaedo” (Fedón) de Platón, secciones 64, 105, según se publicó en Great Books of the Western World [Libros importantes del mundo Occidental], 1952, edición preparada por R. M. Hutchins, tomo 7, págs. 223, 245, 246.)
“[En la muerte,] lo que constituye realmente nuestra esencia, eso que llamamos alma inmortal, va a rendir cuentas a otros dioses [...]. Esta creencia da ánimos a las personas buenas e infunde tremendo pavor a los malos” (Platón. Las leyes,Libro Duodécimo).
La traducción católica romana The New American Bible, en su “Glosario de términos de la teología bíblica” (págs. 27, 28), dice: “En el Nuevo Testamento, ‘salvar uno su alma’ (Mr 8:35) no significa salvar alguna parte ‘espiritual’ del hombre, como algo en oposición a su ‘cuerpo,’ -en el sentido platónico- sino a la persona completa, destacando el hecho de que la persona vive, desea, ama y ejerce su voluntad, etc., además de ser algo concreto y físico” (publicada por P. J. Kenedy & Sons, Nueva York, 1970).
“El concepto cristiano de un alma espiritual creada por Dios e infundida en el cuerpo al tiempo de la concepción para hacer al hombre un conjunto viviente es el fruto de un largo desarrollo en la filosofía cristiana. Solo con Orígenes en Oriente y San Agustín en Occidente quedó establecida el alma como sustancia espiritual y se formó un concepto filosófico sobre su naturaleza. [...] Su doctrina [la de Agustín] [...] debió mucho incluso algunos defectos al neoplatonismo.” (New Catholic Encyclopedia, 1967, tomo XIII, págs. 452, 454.)
Conceptos estos, que ustedes al separarse de la icar, llevaron consigo.