En el Antiguo Testamento, el Ángel de Jehová, o el Ángel de Dios, es Dios mismo (el Padre invisible), manifestado en forma visible.
Bien, pienso que esta expresión "ángel de Jehová" comienza aquí, en estas citas:
Gén 16:9 Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.
Gén 16:10 Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud.
En el versículo 9 contemplamos un emisario celestial.
Pero en el 10 una promesa es dada, como si la criatura fuese Jehová.
A esto se le llama en hermenéutica "Teofanía".
Nada tiene que ver con el Hijo de Dios, el no es criatura, como tampoco lo es el Espíritu Santo, pues antes del comienzo de los siglos estuvieron juntos, planeando no solo la creación, sino también la Obra de la Redención:
ANTES DEL COMIENZO DE LOS SIGLOS NO EXISTE CREACIÓN SOLO DIOS ESTÁ PRESENTE
2Ti 1:9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,
2Ti 1:10 pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio,
Espero haber ayudado.