Ay, viejito, cálmese que le va a dar un ataque.
No seas ingenuo, el misterio de la piedad involucra la Verdad en la Casa de Dios, lee:
1Ti 3:15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente,
columna y baluarte de la verdad.
Cristo es el que trajo y es la verdad: “La gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo”; y esto en expreso contraste con “la ley” que “fue dada por medio de Moisés” aquí está el texto:
Jua 1:17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
Jua 1:18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
La nación de Israel fracasó bajo la ley, ninguno la cumplió e hicieron de la casa de Dios una cueva de ladrones, en lugar de casa de oración, todo el tiempo Dios estuvo extendiendo sus manos a un pueblo rebelde contradictor:
"Tendrán respeto por mi Hijo" (Mt.21:37).
El Hijo representa la Gracia de Dios y la Verdad de Dios Padre.
¿Cómo respondió Israel? = "Matemosle y apoderémonos de su viña"
Y así lo hicieron.
Pero hay un pueblo, que sí creyó en él, es su Iglesia aquí abajo, columna y baluarte de la verdad, ya no se trata de un Cetro, un Rey, y un reino, ahora es Cristo y este crucificado,
Israel tiene cortados los servicios, hasta nueva orden, ya no es un asunto exclusivamente judío, sino que ahora se trata de la asamblea, el cuerpo de hombres en el mundo que poseen la verdad de Dios en el Señor Jesús en Quien hemos creído, y testificamos, en cualquier lugar, prácticamente a través del Espíritu Santo que nos hizo morada de Dios, Su casa en la tierra.
SOMOS LA CASA DE DIOS
Heb 3:4 Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.
Heb 3:5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda
la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;
Heb 3:6
pero Cristo como hijo sobre su casa,
la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.
1Co 6:19
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
1Co 6:20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
SOMOS LA CASA DE DIOS
Indiscutiblemente grande es este misterio, Dios manifestado en cada uno de nosotros que hemos creído en Cristo como Dios Todopoderoso, hecho Jesús, de manera que este misterio me obliga a no asistir a cualquier sinagoga religiosa, sino a una asamblea que se congregue en el nombre del Señor Jesús, porque es allí donde Cristo garantiza su Presencia, leemos:
Mat 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre,
allí estoy yo en medio de ellos.
¿Cómo voy asistir a una reunión de religiosos engañados con un cristo criatura?
En estos lugares del infierno, Dios manifestado en Jesús, es rechazado como cosa pestilente y profana, allí desvían el significado del misterio de la Piedad, que no solamente es Cristo en nosotros, sino también quien dirige el culto en la asamblea, por medio del Espíritu Santo, a otros lugares distintos a la asamblea como columna y baluarte de la verdad.
El que lea, entienda.