¿Cuán santa o sagrada es la sangre?

Re: Apreciado Ricardo

Re: Apreciado Ricardo

En mi Mensaje # 121 procuré responderte lo mejor que pude a la linda historia de David y el agua derramada en tierra.

¿Todo lo que merezco por respuesta es el texto que ahora pegas?

Si es así, por lo menos podías haberte ahorrado el "cordialmente", pues de cordial no tiene nada.

No mi querido amigo, eso me parece que se lo dirige al servidor.
 
Apreciado Norberto

Apreciado Norberto

No mi querido amigo, eso me parece que se lo dirige al servidor.

No competiré contigo por ver quien se hace acreedor de los mensajes de Alfageme.

A veces se levanta con buen pie y anda todo el día de buen humor. Pero otras...

Es una lástima los foristas que no ponen en su post a quien se dirigen pues eso ocasiona confusiones y que se dé por aludido quien no debe.

Me temo que sea de los que responden cuándo quieren, cómo quieren, a quien quieren y lo que quieren, sin mantener un diálogo.

Pero si te respondió a tí con ese texto es de lo más injusto, nada menos que tú, que eres manso como cordero.

De los sabios siempre se aprende, sean cristianos, judíos, islámicos, confucionistas o brahmánicos.

El problema es que hay que leer muchas páginas de ellos para encontrar algo de igual peso a un solo proverbio de Salomón.

Namaste
 
Re: Apreciado Norberto

Re: Apreciado Norberto

Claro que me has satisfecho querido hermano David.

Es interesante además notar la influencia del Cristianismo y la filosofía en estos autores, tanto que el mismo G.Scholem sugiere que el concepto de la transmigración del alma en el Zohar fue asimilado de los Cátaros.

Si se entera mi devota hermana, je je

Como me decía el finado Arturo1111:

Quedo de ti


Me has hecho sonreir, estimado hermano...
Refiriéndote a los Cátaros, supongo que la "devota hermana" soy yo... Quedo enterada, y agradecida por los datos que aportas, que desconocía, pero que comparto...

Respecto a las "propiedades" de la SANGRE; solo añadir (para MEDITACIÓN) que, si EL SEÑOR PERMITIÓ que DERRAMARAN la SUYA para LA SALVACIÓN de TODOS, ¿cómo puede ser "mala" para SANAR a los que la NECESITAN?

Que ÉL te Bendiga con SU GRACIA, en todo momento, así como a TODOS. AMÉN.
 
Re: Apreciado Norberto

Re: Apreciado Norberto

Me has hecho sonreir, estimado hermano...
Refiriéndote a los Cátaros, supongo que la "devota hermana" soy yo... Quedo enterada, y agradecida por los datos que aportas, que desconocía, pero que comparto...

Respecto a las "propiedades" de la SANGRE; solo añadir (para MEDITACIÓN) que, si EL SEÑOR PERMITIÓ que DERRAMARAN la SUYA para LA SALVACIÓN de TODOS, ¿cómo puede ser "mala" para SANAR a los que la NECESITAN?

Que ÉL te Bendiga con SU GRACIA, en todo momento, así como a TODOS. AMÉN.

Solar para meditar (jajajaja)

Muy justa apresiacion!
 
Re: Apreciado Norberto

Re: Apreciado Norberto

Se me chispoteo: Qice decir "solo" y no "solar"
Y yo creyendo que tenías sun solar para meditar!!!. Porque yo lo que tengo es mi mesedora del corredor!!!.

Dios te bendice!

Greivin.
 
Re: Apreciado Norberto

Re: Apreciado Norberto

Y yo creyendo que tenías sun solar para meditar!!!. Porque yo lo que tengo es mi mesedora del corredor!!!.

Dios te bendice!

Greivin.

Ni modo, fijate que luego puse "Qice" en lugar de "Quice" y tu pones "sun" (que en ingles es "sol" y no esta nada lejos de "solar") en lugar de "un". Pos a ver quien se quema mas...jajajaja
 
Re: Apreciado Norberto

Re: Apreciado Norberto

Solar para meditar (jajajaja)

Muy justa apresiacion!

Estimados hermanos, Armando y Greivin; aunque es una "cosa" SERIA; me habéis contagiado la risa, con "la MEDITACIÓN"...

GLORIA A DIOS, y que ÉL os Bendiga a los DOS, en todo momento, con SU PAZ y SU AMOR. AMÉN.
 
¡Que no panda el cúnico!

¡Que no panda el cúnico!

Si, a la verdad que últimamente los foristas andamos con una lucidez y discernimiento al considerar nuestros temas en profundidad ¡que si no asusta, espanta!
 
Re: ¡Que no panda el cúnico!

Re: ¡Que no panda el cúnico!

Si, a la verdad que últimamente los foristas andamos con una lucidez y discernimiento al considerar nuestros temas en profundidad ¡que si no asusta, espanta!

A mi ya me dio cosa! Es que he estado escribiendo al tiempo que almorzaba, con un ambra atroz, pues ni habia desayunado y escribia mirando la cuchra que no fuera a derramar comida en la notebook. Pero ya no temais porque termine mi almuerzo.

Siganme los buenos!
 
Re: ¡Que no panda el cúnico!

Re: ¡Que no panda el cúnico!

A mi ya me dio cosa! Es que he estado escribiendo al tiempo que almorzaba, con un ambra atroz, pues ni habia desayunado y escribia mirando la cuchra que no fuera a derramar comida en la notebook. Pero ya no temais porque termine mi almuerzo.

Siganme los buenos!

Oh! Y ahora, quien podra defenderme?
 
Re: Apreciado Alfageme

Re: Apreciado Alfageme

Yo no desmerezco la utilidad de estudios ajenos si se aportan como un complemento de información que aprovecharán todos cuantos estén de acuerdo con el punto en cuestión, pues entonces sabrán más y mejor.

Yo agregaría todavía un concepto de mayor utilidad al aporte de aquél que lo ha hecho con la intención, no solamente de ampliar el contenido informativo de quienes congenian con nuestro postulado, sino de aquellos que del todo no comparten nuestras ideas por diferentes razones, muchas veces, quizás en la mayoría de los casos, por no encontrarse ampliamente dispuestos a renunciar a lo que por mucho tiempo los han mantenido alejados del verdadero motivo por el que deben luchar. Creo que el ejemplo apostólico y el despliegue de fe más grande que jamás ha visto el mundo, en cuyo propósito estaba envuelto el “convencer” y “volver a la realidad” a los miles y miles de hombres y mujeres que escucharon el mensaje de los discípulos de Jesús, es el mejor paradigma con el que podemos contar quienes asumimos la enorme tarea y responsabilidad de predicar el mensaje de las Buenas Nuevas.

Creo que el discurso del apóstol Pablo en Atenas fue más para “convencer” que para simplemente “compartir” con los incrédulos griegos (de la verdadera fe salvavidas), cuando les dijo: “Varones de Atenas, contemplo que en todas las cosas ustedes parecen estar más entregados que otros al temor a las deidades. Por ejemplo, al ir pasando y observando cuidadosamente sus objetos de veneración, también hallé un altar sobre el cual se había inscrito: ‘A un Dios Desconocido’. Por lo tanto, aquello a lo que ustedes sin conocerlo dan devoción piadosa, esto les estoy publicando”.

De mi experiencia en el Foro deduzco que tales estudios son pasados por alto siempre que se introducen con la intención de probar algo o de convencer con tal erudición a los contradictores.

Creo que Pablo, anteriormente citado, no comparte tu apreciación. Sin embargo, ligado este criterio al anterior, creo que congenio contigo en esta curiosa situación que se presenta por todos esos que indicas que “pasan por alto” dichos estudios presentados, y se debe porque no logran “captar” el significado de quienes los ofrecen. El compartir conocimientos con otros, obedece a propósitos variados. El simple hecho de informar por informar sin ninguna finalidad como meta es uno de ellos. En la mayoría de los casos los dichos que proferimos en la vida lo hacemos con doble propósito, máxime cuando por firme convicción los compartimos con los que están “mentalmente dispuestos” como a los que se consideran “huesos duros de roer”. En la vida todos hemos aprendido lo que hoy exaltamos y compartimos con las personas.

Eso es característico de la vida en sociedad. Los educadores que nos inducen al conocimiento desde temprana edad hasta llegar a graduarnos en alguna carrera universitaria, trataron de comunicarnos e inculcarnos, todo ese caudal informativo que nos sirviera de base para establecer nuestros propios planteamientos, para que por dicha fusión de conocimientos se hiciera posible, el adelanto tecnológico que hoy disfrutamos en todos los niveles. Esto lo enfoco desde una perspectiva general de la forma en que hemos sido educados en sociedad desde que tenemos uso de razón.


La razón es obvia: nadie se va a poner a considerar lo que haya escrito un finado, o un extranjero que por dificultad de idioma o desinterés no va a entrar al Foro a responder los cuestionamientos que se hagan a su escrito.

Aquí discrepo, con todo respeto mi estimado Ricardo, con tu elocuente y firme convicción de algo que, en realidad, no aplica a todas esas fuentes de los cientos de “finados” a los que diariamente tratamos de interpretar de lo que legaron a las futuras generaciones. Creo que el caso que nos ocupa sobre la interpretación del tema de marras de tu epígrafe, “cuán sagrada es la sangre” es un vivo ejemplo de que estamos tratando de “interpretar”, precisamente, “qué tan sagrada” es una sustancia que desde hace miles de años fue específicamente señalada por la Deidad Suprema y sus partidarios terrestres como motivo de “muerte” si se “comía o bebía”, por quienes, desde nuestro punto de vista, murieron hace miles de años y aunque tengamos nuestras propias creencias particulares sobre si “viven o no” en otra, digamos, dimensión, el punto es que tampoco pueden “entrar al Foro a responder” de lo que en realidad quisieron transmitir a las futuras generaciones.

Amparo este planteamiento y me baso en tu mismo argumento, cuando dices que, como el “finado” no puede “aclarar” por sí mismo lo que quiso decir, entonces, salimos todos los que estamos “vivos” a “interpretar” todo aquello que ellos no pueden contradecir. ¡Este hecho por sí mismo es muy grave si no lo entendemos, en el caso específico de las Santas Escrituras, que es JEHOVA DIOS quién, en última instancia y por derecho propio, le compete transmitir la verdadera revelación para que podamos interpretar todo eso que su Divina Providencia permitió que se escribiera.


Por menos versado que sea nuestro ocasional interlocutor en el Foro, nos agrada conversar con él, pues hasta en la misma discusión se va forjando una amistad. Nunca podemos subestimar a ningún forista, ya que chispazos de luz e inteligencia pueden sorprendernos de un forista de bajo perfil, y de repente otro mucho más acreditado se descuelga con tremendo disparate.

Aquí congenio contigo en tu interesante y adecuado enfoque. Lo que sucede es que muy pocos emplearán ese discernimiento tuyo para conocer las intenciones secretas de las personas que intervienen en un foro, y todas, con raras excepciones a la regla, lo hacen para tratar de recoger agua “para sus molinos”, porque esa, mi estimado amigo, es la intención que a veces se trata de disimular para no pecar de “antipático” o, en el peor de los casos, de “prepotente sabelotodo”.

En cuanto a la hermosa escena de David, su sed y el agua que le es traída a riesgo de la propia vida, ilustra el hecho de que tan necesaria como es el agua para la preservación de la vida, así todo hombre sabe que la sangre es vital, ya que su pérdida implica la de la propia vida.

Esta experiencia de David que nos la quiso transmitir Dios a nosotros, no fue para que la consideráramos únicamente de “bella” ni para enseñarnos que el “agua” es tan necesaria para la vida como la “sangre”. Creo que esta anécdota tan “dramática” tiene un trasfondo de mayor alcance que descansa sobre principios de convencimiento mucho más profundos, que el simple hecho de informarnos que, agua–sangre=vida. No mi estimable forista. Creo que la enseñanza va en otra dirección.

Si me lo permites, creo que indicaré de nuevo parte de lo que le respondí a Salmo51: “Al aceptar que David, ‘por respeto a la acción de sus chicos’ no bebió del agua que le trajeron, evidentemente lo hizo porque de alguna manera, relacionó la "vida" de ellos (representada por su
sangre) como si en realidad la hubiesen derramado al arriesgarse a perder su vida y, en ese momento, para David, esa "agua" era como "sangre" y por ello rehusó y la derramó a tierra. Creo que el respeto que demostró David a la Ley de Dios excedió los límites (para más de uno) de la "cordura", y el "celo" que demostró (que para muchos sería un derroche innecesario de fanatismo) se hizo patente en el entendimiento de los verdaderos valores y principios de la Ley de Jehová.”

Nadie en su sano juicio y a punto de zozobrar por la sed, trataría de dejar constancia de una “enseñanza de ciencia escolar” que el “agua es igual a sangre” y que, ambos términos equivalen a “vida”, a no ser que dicha actitud, digamos, “suicida” estuviera amparada, aún a riesgo de su propia vida, a principios de “obediencia” al interpretar, David, el verdadero sentido del respeto a la Ley de Dios sobre la sangre, llevando dicho criterio a lo que hoy, muchos de ustedes lo considerarían como de extremo fanatismo, si fuéramos los TJ quienes hubiésemos sido los protagonistas, en algún momento en el tiempo, de una experiencia similar.

Observa, además, que a David y a los suyos jamás les cruzó por el pensamiento que él metería agua en su cuerpo –como dices- sino que la bebería. Una lavativa no hubiera saciado la sed de David.

Creo que aquí está la confirmación de mis argumentos de lo que únicamente pudiste “ver” de la “bella” anécdota vivida por David. Sin ánimo de polemizar algo que en realidad no está en el tapete, aunque es parte integral si se quiere, al menos digno de señalar como aclaración, es otra verdad que niegas. Congenio contigo que a “David y a los suyos jamás les cruzó por el pensamiento meter agua en el cuerpo”, así, en esos términos. Pero esa no fue en verdad la intención del forista Alfageme que tú enfatizas para desviar el verdadero propósito de su aporte. Obviamente para saciar la sed de una persona “normal”, el agua tiene que ser ingerida por el único medio apropiado como la boca para calmar cualquier urgencia de sed y máxime cuando se está ante la posibilidad de fallecer por no hacerlo. Pero lo “cortés no quita lo valiente”. El punto era “no agua” por el motivo ya explicado. Y al “tomarla por la boca” es, sin lugar a dudas, “meterla en el cuerpo”. No puedes negar este principio indiscutible. Porque si lo niegas es igual como afirmar que todo lo que nos metemos por la boca y llega a nuestro estómago; esta “acción” no es “meterla en nuestro cuerpo”.

Pero nuestro punto en este epígrafe no es la vitalidad de la sangre sino la santidad o lo sagrado de la misma, conceptos muy diferentes.

Cordiales saludos.

Bueno, el tema de la “vitalidad de la sangre” lo tocaste tú, nadie más lo ha siquiera mencionado.

Con todo mi respeto.
 
Re: Apreciado Davidben

Re: Apreciado Davidben

Tienes toda la razón en atribuir santidad a todo el ámbito del Tabernáculo o del Templo; altar, utensilios, sacerdotes, animales a ser sacrificados.

Aceptas lo obvio por lo registrado en la Escritura.

Antes, durante y después del sacrificio, seguía siendo tan santo como siempre, el altar, el sacerdote y la víctima propiciatoria.

Sigues aceptando lo obvio aunque quizás no por los motivos que te impelen hacerlo.

No solamente eran santos enteramente, sino cualquiera de sus partes constituyentes.

Tan santo era el cuchillo limpio o ya ensangrentado como el calzoncillo de lino del sacerdote.

Tan santo era el estiércol retenido en el intestino del animal como en el del sacerdote.

Bueno, creo que estás exagerando al extremo tu apreciación. En el caso específico de las “sandalias”, creo que no eran requeridas. En las instrucciones para la manufactura de las prendas de vestir especiales de los sacerdotes no se mencionaban para nada las sandalias. De hecho, servían descalzos mientras desempeñaban sus funciones, pues el santuario era considerado como suelo sagrado. Ahora bien, creo que indicas mal cuando dices que “todas sus partes” eran consideradas “sagradas” (menos su sangre, intuyo por lo del tema del epígrafe). Más bien todo lo contrario si hacemos una inspección cabal de lo que realmente se solicitaba del sacerdote en el “Santísimo del Templo” de Jehová.

Llevaban calzoncillos de lino, es cierto, que cubrían desde las caderas hasta los muslos por decoro, ‘para cubrir la carne desnuda para que no incurrieran en error y ciertamente murieran’. (Éx 28:42, 43.) Encima llevaban un traje talar de lino fino ceñido con una banda de lino. Luego se ‘envolvían’ un tocado sobre la cabeza. (Le 8:13; Éx 28:40; 39:27-29.) Parece ser que este tocado era algo diferente del turbante del sumo sacerdote, que posiblemente estaba cosido en forma de envoltura y colocado sobre su cabeza. (Lev 8:9.) Al parecer en época posterior los sacerdotes llevaban de vez en cuando un efod de lino, aunque no con bordados lujosos como el del sumo sacerdote. (1Sa 2:18.)

Por otra parte tenían que mantenerse limpios y observar normas morales elevadas. Cuando entraban en la tienda de reunión y antes de presentar una ofrenda en el altar, tenían que lavarse las manos y los pies en la palangana que estaba en el patio, ‘para que no murieran’. (Éx 30:17-21; 40:30-32.) Con una advertencia similar se les mandó que no bebieran vino ni licor embriagante cuando sirvieran en el santuario. (Le 10:8-11.)

No podían contaminarse tocando un cadáver o lamentándose por los muertos; esto los dejaría temporalmente inmundos para el servicio. Sin embargo, todo sacerdote, excepto el sumo sacerdote, podía contaminarse por la muerte de alguien con quien tuviera un estrecho vínculo familiar: madre, padre, hijo, hija, hermano y hermana virgen que fuese próxima a él (al parecer que viviese con él o cerca de él); posiblemente, la esposa también estaba incluida entre las personas próximas a él (Le 21:1-4.)

El sacerdote que quedase inmundo debido a lepra, a un flujo, a un cadáver u otra cosa inmunda, no podía comer de las cosas santas o llevar a cabo un servicio en el santuario hasta ser limpio; de lo contrario, debía morir. (Le 22:1-9.)

¡Vaya santidad que tenían mi estimable amigo! Una persona que fuera considerada “santa” juntamente con todo su “atuendo” no estaría más expuesta a la muerte como las que servían en el “Santísimo del Templo”.

Entonces, ¿por qué habríamos de decir que la sangre a ser vertida o ya derramada no era santa? ¡Por cierto que lo era!

Aquí creo que careces del verdadero entendimiento del “espíritu de la Ley” mi estimado Ricardo. La sangre en sí misma, no ha sido ni es “santa” (al menos la animal y humana). En esto todos ustedes creo que no han comprendido nuestra posición cuando nos referimos a la “santidad” de la sangre extraído por deducción de las Escrituras desde que Jehová le puso serias restricciones. La sangre, por sí misma, no es “mágica”, ni tiene poderes “sobrenaturales”, ni es una “persona” que “clama” a Dios “venganza” de los siervos fieles que la derramaron por obedecerlo. En esto me referiré en otro aporte que estoy preparando para “mejor proveer” en el caso de los que realmente desean aprender la postura TJ amparada a las Escrituras.

Es cierto también que aunque en la Biblia no leamos que la sangre fuese santa o sagrada, sin embargo es bien claro como dice Pablo que “casi todo es purificado con sangre” y que la sangre de los animales santifica para la purificación de la carne, siendo nuestra propia santificación resultado de la derramada por el Señor Jesucristo en la cruz. Esto lo tenemos bien claro.

Creo que le andas rondando “de cerca” al verdadero propósito que está detrás de lo “sagrado” de la sangre, sin necesidad de que exista algún texto escritural que lo afirme y lo respalde. Esto creo que lo tienes claro.

Si estamos claramente convencidos de la eficacia santificante o santificadora de la sangre de los animales derramada sobre el altar (como la de Jesucristo sobre la cruz), convendremos en concederle igual santidad aún antes de efectuado el sacrificio, todavía viva la víctima.

En realidad, comprendes muy bien la postura TJ en parte, claro.

No tenemos reparo alguno en admitir tal santidad en la sangre de aquellas víctimas así como en la del Cordero de Dios, “lo Santo” (Lc 1:35) por excelencia.

De acuerdo.

¿Pero podríamos igualmente decir que la sangre de los hombres es santa?

Aquí es donde la “mula botó a Jenaro”, como decimos por aquí.

Por eso el título de este epígrafe no declara “La sangre no es santa ni sagrada” sino que pregunta: “¿Cuán santa o sagrada es la sangre?”.

¡Claro! ¿Cuán santa o sagrada es como para afirmar, sin lugar a equivocarnos, que la “sangre” humana también sea considerada como “sagrada”?

Una cosa es que podamos deducir o inferir esa cualidad de santa o sacra a la sangre de las víctimas propiciatorias, partiendo de lo elemental: que el cuerpo entero era íntegramente santo, como separado para Dios, y otra cosa muy distinta que sea santa o sagrada la sangre de los hombres después de la caída en el pecado de nuestros primeros padres.

Mira Ricardo, una cosa es que Dios considerase el “cuerpo sano”, sin “alteraciones ni defectos” que no desacreditaran a la víctima animal para el sacrificio” y otra, muy diferente, es que al no contar con “defecto alguno” el animal era considerado “sagrado”. Lo “sagrado” aquí no era el animal en sí, sino lo que representaba ante Dios: el valor del verdadero “Sacrificio” futuro de nuestro Redentor, Jesús, el verdadero “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Esto es así. De hecho, no podía ser de otro modo porque sería una monstruosidad espantosa el que al hombre se le considerara inferior que los animales porque fue la “sangre animal” la que se usaba, de forma representativa, en sacrificios. No se usó la sangre humana por razones obvias que espero lo comprendas.

Porque si no lo comprendes estarías entonces en el enredo espantoso de explicar y justificar el sacrificio humano. De manera que no podríamos estar beneficiándonos de ningún sacrificio animal para alcanzar el perdón y santidad requeridas para volver a nuestro Creador. Esto por sí y ante sí, es una malformación ideológica de conceptos totalmente contrarios al propósito de Dios. De hecho, tanto el cuerpo como la sangre del animal fueron representativos para conducirnos al verdadero sacrificio que nos iba a redimir: el verdadero “derramamiento” de sangre de la única realidad “sagrada” ante Dios y que Él podía aceptar como “pago” por nuestros pecados: Jesús. Ningún sacrificio animal y ninguna “sangre” animal podía alcanzar jamás el valor de ningún hombre, criatura que fue hecha a “imagen y semejanza” de Dios, tal y como el mismo Cristo lo era.


Isaías pinta un fiel retrato de lo que ha venido a ser el hombre pecador cuando dice: “…Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga” (Is 1:5,6).

Una cosa es lo que dices y otra es relacionarlo a que entonces, la “sangre” humana, es de mucho menos valor que la “sangre” animal. Nada que ver Ricardo. Isaías lo que está expresando allí es el sentir de Jehová con respecto a la rebeldía de Israel durante los días de algunos de sus representantes. De hecho, en el verso 4 expresa lo siguiente: “¡Ay de la nación pecadora, el pueblo cargado de error, descendencia malhechora, hijos ruinosos! Han dejado a Jehová, han tratado con falta de respeto al Santo de Israel, se han vuelto hacia atrás”.

Aquí les recuerda su estado calamitoso; su verdadera naturaleza de lo que realmente son en el interior. Jehová se está refiriendo a la condición moribunda y total desapego de su pueblo a su Servicio. Para nada está describiendo ni enseñando que la “sangre” y el “cuerpo” de ellos están literalmente “podridos”. Creo que está hablando de otra cosa totalmente diferente a la que nos quieres transmitir.

La corrupción del hombre tal como la pinta Pablo en la segunda mitad del primer capítulo de su epístola a los romanos es escalofriante.

Corazón, mente y cuerpo constituyen ese hombre corruptible y culpable delante de Dios.

¡Exacto! Y eso ¿Qué prueba? ¿Qué la sangre del hombre mortal, corruptible, no debe ser considerada como “sagrada” ante Dios? ¿Y si es así, dime, ¿Por qué entonces envió a su Hijo para que se sacrificara por algo que del todo no valía la pena hacerlo porque carecía de valor alguno? Precisamente por ser nosotros creación de Él, por su misericordia y paciencia y por haber sido creados a su “imagen y semejanza” es que El estuvo dispuesto a darnos otra vida, la de su propio Hijo, perfecta, santa y sin defecto, porque para Él, el hombre, en sí mismo, tiene el valor apropiado, más que cualquier otra criatura de la Tierra, cuando estuvo dispuesto a sacrificar la vida de su propio Hijo por nosotros. ¡Por eso!

Creo que Pablo fue mucho más que explícito, cuando dijo: “Porque, de hecho, Cristo, mientras todavía éramos débiles, murió por impíos al tiempo señalado. Porque apenas muere alguien por un [hombre] justo; en realidad, por el [hombre] bueno, quizás, alguien hasta se atreva a morir. Pero Dios recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores, (con toda era “pudrición que mencionaste) Cristo murió por nosotros”. (Romanos 5:6-8).

Por lo tanto, si la “vida” del hombre es considerada como “sagrada” ante Dios hasta el límite de entregar la “vida” de su propio Hijo, ¿No va a considerar “sagrada” la “sangre” que representa esa “vida” (Y QUE PROHIBIÓ QUE SE DERRAMARA) de aquél por cuya causa Cristo murió?

¿Excluiremos acaso la sangre de toda esa corrupción? ¿Diremos que si los ojos y miembros merecen ser quitados y echados al Gehena, la sangre debe ser preservada porque es lo único que no quedó afectada por el pecado y conserva su santidad?

Error mi estimado Ricardo. Estás hablando como un humano con conceptos preconcebidos de alguna ideología sectaria o de alguna denominación que ha nublado la razón de tu elocuencia y sano juicio. Una cosa es que seamos pecadores (con nuestras facultades físicas, mentales y espirituales, como el hombre que somos) y otra, muy diferente, es que se desvalorice lo que Dios ya ha etiquetado como “sagrado”, no porque la sangre lo sea, por el hecho de poseer algún atributo “mágico” que le dé la connotación de “santa”, sino por el “valor representativo” de la vida y, como la vida “es sagrada” ante los ojos de Dios, (Y HABLO DE LA VIDA HUMANA, NO DE VIDA ANIMAL, POR CUANTO SE DIO PERMISO AL HOMBRE PARA DISPONER DE ESA VIDA “SAGRADA” PARA ALIMENTO DEL HOMBRE, ¿Contradictorio no?) razón de más para establecer el verdadero entendimiento de si la “sangre” animal es de mayor “valor que la sangre humana”; y no me refiero al cuerpo en sí, o a los órganos en sí, ni a la sangre en sí, sino a todo EL HOMBRE; ese conjunto de “componentes” extraídos de la tierra que nos dio la forma que el Todopoderoso dispuso; es a ese HOMBRE TOTAL al que se refiere Jehová, al que le dio nuevamente la esperanza de VIVIR PARA SIEMPRE, quizás no tanto porque la merezcamos, sino porque Él nos hizo, Él nos dio la VIDA, y la VIDA para Él, siempre ha sido y será “SAGRADA” a sus ojos.

Muy por el contrario, más bien creemos que así como muchas enfermedades infecciosas se trasmiten a través de la sangre, así el pecado la contaminó desde la desobediencia de Adam.

Aquí aceptas a discreción lo obvio y la realidad de nuestra existencia. Y encima aceptas las “muchas enfermedades infecciosas” que se transmiten a través de la sangre (¿Cómo a través de las transfusiones sanguíneas, por ejemplo?) Digo, te lo pregunto porque no lo aclaras del todo. Y lo más irónico de tu afirmación es que esa “sangre” humana que algunos de tus “hermanos en Cristo” dicen que “ES VIDA” (AUNQUE TÚ YA AFIRMASTE QUE NO ES NI SAGRADA NI LIMPIA y, POR ENDE, LA VIDA TAMPOCO) y que, en el caso específico de las transfusiones no debe negarse, puede ser transmisora, al mismo tiempo, ¡DE MUERTE! ¡Increíble!

Nuestra discusión con los TJ es precisamente porque ellos argumentan con la santidad o lo sagrado de la sangre a los ojos de Dios, para que con tal atributo se incluya dentro de la abstención a comer la de los animales, la de transfundir por vía intravenosa la humana.

¡Exacto! Y espero haber podido ampliar un poco más tus “expectativas” escriturales con respecto a lo “sagrado” de la “sangre” de los “hombres libres”.

La transfusión de sangre de un cristiano santo a un criminal no se vuelve más pecadora en su organismo, ni el criminal al recibirla pasa a ser menos corrupto. El pecado es inherente a todo ser humano, y su sangre no está exenta de esa universal contaminación.

¿Y quién está relacionando el pecado inherente al ser humano en todos sus extremos con que si le trasfundimos sangre se volverá “más bueno” o, en su defecto, si se la negamos, lo estamos manteniendo en “las tinieblas” espirituales sin darle la oportunidad de redención alguna?

Creo que ya di algunos detalles “adicionales”, siguiendo la “queja” de mi estimado Ricardo, para que enfoquen sus perspectivas desde otros ángulos, lejos del prejuicio mundial que impera sobre una pequeña organización mundial poco “popular”, y cuyos preceptos y forma de interpretación de las Escrituras, trae de cabeza a la “comunidad cristiana” de toda las “marcas”, “colores” y “sabores”.

Sería interesante, para variar, que le pidas a nuestro forista Davidben alguna evidencia adicional (para mejor proveer) sobre el por qué él también se refirió a lo sagrado de la sangre humana (por lo que expuso en su aporte anterior) y por qué cree que dentro de esa “santidad” de la sangre animal, implícita por deducción hermenéutica, se encuentra también la “sangre humana”.

Cordiales saludos.
 
Re: Apreciado Davidben

Re: Apreciado Davidben

Aceptas lo obvio por lo registrado en la Escritura.



Sigues aceptando lo obvio aunque quizás no por los motivos que te impelen hacerlo.



Bueno, creo que estás exagerando al extremo tu apreciación. En el caso específico de las “sandalias”, creo que no eran requeridas. En las instrucciones para la manufactura de las prendas de vestir especiales de los sacerdotes no se mencionaban para nada las sandalias. De hecho, servían descalzos mientras desempeñaban sus funciones, pues el santuario era considerado como suelo sagrado. Ahora bien, creo que indicas mal cuando dices que “todas sus partes” eran consideradas “sagradas” (menos su sangre, intuyo por lo del tema del epígrafe). Más bien todo lo contrario si hacemos una inspección cabal de lo que realmente se solicitaba del sacerdote en el “Santísimo del Templo” de Jehová.

Llevaban calzoncillos de lino, es cierto, que cubrían desde las caderas hasta los muslos por decoro, ‘para cubrir la carne desnuda para que no incurrieran en error y ciertamente murieran’. (Éx 28:42, 43.) Encima llevaban un traje talar de lino fino ceñido con una banda de lino. Luego se ‘envolvían’ un tocado sobre la cabeza. (Le 8:13; Éx 28:40; 39:27-29.) Parece ser que este tocado era algo diferente del turbante del sumo sacerdote, que posiblemente estaba cosido en forma de envoltura y colocado sobre su cabeza. (Lev 8:9.) Al parecer en época posterior los sacerdotes llevaban de vez en cuando un efod de lino, aunque no con bordados lujosos como el del sumo sacerdote. (1Sa 2:18.)

Por otra parte tenían que mantenerse limpios y observar normas morales elevadas. Cuando entraban en la tienda de reunión y antes de presentar una ofrenda en el altar, tenían que lavarse las manos y los pies en la palangana que estaba en el patio, ‘para que no murieran’. (Éx 30:17-21; 40:30-32.) Con una advertencia similar se les mandó que no bebieran vino ni licor embriagante cuando sirvieran en el santuario. (Le 10:8-11.)

No podían contaminarse tocando un cadáver o lamentándose por los muertos; esto los dejaría temporalmente inmundos para el servicio. Sin embargo, todo sacerdote, excepto el sumo sacerdote, podía contaminarse por la muerte de alguien con quien tuviera un estrecho vínculo familiar: madre, padre, hijo, hija, hermano y hermana virgen que fuese próxima a él (al parecer que viviese con él o cerca de él); posiblemente, la esposa también estaba incluida entre las personas próximas a él (Le 21:1-4.)

El sacerdote que quedase inmundo debido a lepra, a un flujo, a un cadáver u otra cosa inmunda, no podía comer de las cosas santas o llevar a cabo un servicio en el santuario hasta ser limpio; de lo contrario, debía morir. (Le 22:1-9.)

¡Vaya santidad que tenían mi estimable amigo! Una persona que fuera considerada “santa” juntamente con todo su “atuendo” no estaría más expuesta a la muerte como las que servían en el “Santísimo del Templo”.



Aquí creo que careces del verdadero entendimiento del “espíritu de la Ley” mi estimado Ricardo. La sangre en sí misma, no ha sido ni es “santa” (al menos la animal y humana). En esto todos ustedes creo que no han comprendido nuestra posición cuando nos referimos a la “santidad” de la sangre extraído por deducción de las Escrituras desde que Jehová le puso serias restricciones. La sangre, por sí misma, no es “mágica”, ni tiene poderes “sobrenaturales”, ni es una “persona” que “clama” a Dios “venganza” de los siervos fieles que la derramaron por obedecerlo. En esto me referiré en otro aporte que estoy preparando para “mejor proveer” en el caso de los que realmente desean aprender la postura TJ amparada a las Escrituras.



Creo que le andas rondando “de cerca” al verdadero propósito que está detrás de lo “sagrado” de la sangre, sin necesidad de que exista algún texto escritural que lo afirme y lo respalde. Esto creo que lo tienes claro.



En realidad, comprendes muy bien la postura TJ en parte, claro.



De acuerdo.



Aquí es donde la “mula botó a Jenaro”, como decimos por aquí.



¡Claro! ¿Cuán santa o sagrada es como para afirmar, sin lugar a equivocarnos, que la “sangre” humana también sea considerada como “sagrada”?



Mira Ricardo, una cosa es que Dios considerase el “cuerpo sano”, sin “alteraciones ni defectos” que no desacreditaran a la víctima animal para el sacrificio” y otra, muy diferente, es que al no contar con “defecto alguno” el animal era considerado “sagrado”. Lo “sagrado” aquí no era el animal en sí, sino lo que representaba ante Dios: el valor del verdadero “Sacrificio” futuro de nuestro Redentor, Jesús, el verdadero “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Esto es así. De hecho, no podía ser de otro modo porque sería una monstruosidad espantosa el que al hombre se le considerara inferior que los animales porque fue la “sangre animal” la que se usaba, de forma representativa, en sacrificios. No se usó la sangre humana por razones obvias que espero lo comprendas.

Porque si no lo comprendes estarías entonces en el enredo espantoso de explicar y justificar el sacrificio humano. De manera que no podríamos estar beneficiándonos de ningún sacrificio animal para alcanzar el perdón y santidad requeridas para volver a nuestro Creador. Esto por sí y ante sí, es una malformación ideológica de conceptos totalmente contrarios al propósito de Dios. De hecho, tanto el cuerpo como la sangre del animal fueron representativos para conducirnos al verdadero sacrificio que nos iba a redimir: el verdadero “derramamiento” de sangre de la única realidad “sagrada” ante Dios y que Él podía aceptar como “pago” por nuestros pecados: Jesús. Ningún sacrificio animal y ninguna “sangre” animal podía alcanzar jamás el valor de ningún hombre, criatura que fue hecha a “imagen y semejanza” de Dios, tal y como el mismo Cristo lo era.




Una cosa es lo que dices y otra es relacionarlo a que entonces, la “sangre” humana, es de mucho menos valor que la “sangre” animal. Nada que ver Ricardo. Isaías lo que está expresando allí es el sentir de Jehová con respecto a la rebeldía de Israel durante los días de algunos de sus representantes. De hecho, en el verso 4 expresa lo siguiente: “¡Ay de la nación pecadora, el pueblo cargado de error, descendencia malhechora, hijos ruinosos! Han dejado a Jehová, han tratado con falta de respeto al Santo de Israel, se han vuelto hacia atrás”.

Aquí les recuerda su estado calamitoso; su verdadera naturaleza de lo que realmente son en el interior. Jehová se está refiriendo a la condición moribunda y total desapego de su pueblo a su Servicio. Para nada está describiendo ni enseñando que la “sangre” y el “cuerpo” de ellos están literalmente “podridos”. Creo que está hablando de otra cosa totalmente diferente a la que nos quieres transmitir.



¡Exacto! Y eso ¿Qué prueba? ¿Qué la sangre del hombre mortal, corruptible, no debe ser considerada como “sagrada” ante Dios? ¿Y si es así, dime, ¿Por qué entonces envió a su Hijo para que se sacrificara por algo que del todo no valía la pena hacerlo porque carecía de valor alguno? Precisamente por ser nosotros creación de Él, por su misericordia y paciencia y por haber sido creados a su “imagen y semejanza” es que El estuvo dispuesto a darnos otra vida, la de su propio Hijo, perfecta, santa y sin defecto, porque para Él, el hombre, en sí mismo, tiene el valor apropiado, más que cualquier otra criatura de la Tierra, cuando estuvo dispuesto a sacrificar la vida de su propio Hijo por nosotros. ¡Por eso!

Creo que Pablo fue mucho más que explícito, cuando dijo: “Porque, de hecho, Cristo, mientras todavía éramos débiles, murió por impíos al tiempo señalado. Porque apenas muere alguien por un [hombre] justo; en realidad, por el [hombre] bueno, quizás, alguien hasta se atreva a morir. Pero Dios recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores, (con toda era “pudrición que mencionaste) Cristo murió por nosotros”. (Romanos 5:6-8).

Por lo tanto, si la “vida” del hombre es considerada como “sagrada” ante Dios hasta el límite de entregar la “vida” de su propio Hijo, ¿No va a considerar “sagrada” la “sangre” que representa esa “vida” (Y QUE PROHIBIÓ QUE SE DERRAMARA) de aquél por cuya causa Cristo murió?



Error mi estimado Ricardo. Estás hablando como un humano con conceptos preconcebidos de alguna ideología sectaria o de alguna denominación que ha nublado la razón de tu elocuencia y sano juicio. Una cosa es que seamos pecadores (con nuestras facultades físicas, mentales y espirituales, como el hombre que somos) y otra, muy diferente, es que se desvalorice lo que Dios ya ha etiquetado como “sagrado”, no porque la sangre lo sea, por el hecho de poseer algún atributo “mágico” que le dé la connotación de “santa”, sino por el “valor representativo” de la vida y, como la vida “es sagrada” ante los ojos de Dios, (Y HABLO DE LA VIDA HUMANA, NO DE VIDA ANIMAL, POR CUANTO SE DIO PERMISO AL HOMBRE PARA DISPONER DE ESA VIDA “SAGRADA” PARA ALIMENTO DEL HOMBRE, ¿Contradictorio no?) razón de más para establecer el verdadero entendimiento de si la “sangre” animal es de mayor “valor que la sangre humana”; y no me refiero al cuerpo en sí, o a los órganos en sí, ni a la sangre en sí, sino a todo EL HOMBRE; ese conjunto de “componentes” extraídos de la tierra que nos dio la forma que el Todopoderoso dispuso; es a ese HOMBRE TOTAL al que se refiere Jehová, al que le dio nuevamente la esperanza de VIVIR PARA SIEMPRE, quizás no tanto porque la merezcamos, sino porque Él nos hizo, Él nos dio la VIDA, y la VIDA para Él, siempre ha sido y será “SAGRADA” a sus ojos.



Aquí aceptas a discreción lo obvio y la realidad de nuestra existencia. Y encima aceptas las “muchas enfermedades infecciosas” que se transmiten a través de la sangre (¿Cómo a través de las transfusiones sanguíneas, por ejemplo?) Digo, te lo pregunto porque no lo aclaras del todo. Y lo más irónico de tu afirmación es que esa “sangre” humana que algunos de tus “hermanos en Cristo” dicen que “ES VIDA” (AUNQUE TÚ YA AFIRMASTE QUE NO ES NI SAGRADA NI LIMPIA y, POR ENDE, LA VIDA TAMPOCO) y que, en el caso específico de las transfusiones no debe negarse, puede ser transmisora, al mismo tiempo, ¡DE MUERTE! ¡Increíble!



¡Exacto! Y espero haber podido ampliar un poco más tus “expectativas” escriturales con respecto a lo “sagrado” de la “sangre” de los “hombres libres”.



¿Y quién está relacionando el pecado inherente al ser humano en todos sus extremos con que si le trasfundimos sangre se volverá “más bueno” o, en su defecto, si se la negamos, lo estamos manteniendo en “las tinieblas” espirituales sin darle la oportunidad de redención alguna?

Creo que ya di algunos detalles “adicionales”, siguiendo la “queja” de mi estimado Ricardo, para que enfoquen sus perspectivas desde otros ángulos, lejos del prejuicio mundial que impera sobre una pequeña organización mundial poco “popular”, y cuyos preceptos y forma de interpretación de las Escrituras, trae de cabeza a la “comunidad cristiana” de toda las “marcas”, “colores” y “sabores”.

Sería interesante, para variar, que le pidas a nuestro forista Davidben alguna evidencia adicional (para mejor proveer) sobre el por qué él también se refirió a lo sagrado de la sangre humana (por lo que expuso en su aporte anterior) y por qué cree que dentro de esa “santidad” de la sangre animal, implícita por deducción hermenéutica, se encuentra también la “sangre humana”.

Cordiales saludos.

Me gustó tu razonamiento, otra cosa es que "mirando miraran pero de ningún modo verán" Mat 13:13-15
Un abrazo
Alfageme
 
Re: Apreciado Norberto

Re: Apreciado Norberto

Me has hecho sonreir, estimado hermano...
Refiriéndote a los Cátaros, supongo que la "devota hermana" soy yo... Quedo enterada, y agradecida por los datos que aportas, que desconocía, pero que comparto...

Respecto a las "propiedades" de la SANGRE; solo añadir (para MEDITACIÓN) que, si EL SEÑOR PERMITIÓ que DERRAMARAN la SUYA para LA SALVACIÓN de TODOS, ¿cómo puede ser "mala" para SANAR a los que la NECESITAN?

Que ÉL te Bendiga con SU GRACIA, en todo momento, así como a TODOS. AMÉN.

Así mismo es, el detalle es que antes sí se consideraba sagrada la sangre de animales dedicados al sacrificio en el tabernáculo, pero ya después que Jesucristo derramó su sangre para expiación de nuestros pecados, esa ley antiguo quedó abolida.

Lo que necesita para ser salvo ya todo el mundo lo sabe, creer en el Señor Jesucristo para Salvación nuestra. Ya nadie sacrifica animales para agradar a Dios (con excepción de los satanistas) luego que el Padre envió a su Hijo Jesucristo. ¿ Cual es el empeño entonces de darle más importancia a la sangre de los animales que de una ley ya abolida ?

Con esto no estoy diciendo que ahora todo el mundo vaya a tomar sangre como si fuera un alimento, toda vez que hasta los médicos saben que es dañina si se ingiere como alimento. Otra cosa es que por desconfianza ( a pesar de los adelantos médicos que aseguran que esa sangre está libre de enfermedades) a contraer enfermedades, ya eso es algo personal transfundirse o no, si es que la desconfianza impera. Pero de ahí a pretender que el abstenerse de la sangre incluya las transfusiones de sangre y que respalden dicha "abstencion" por unos textos que aparentan el que si uno quiera salvar la vida con transfusiones, uno se perderá, textos como Marcos 8:35.

Jesús nos pone alerta para no encerrarnos en nosotros mismos o en las personas que amamos, olvidándonos de los demás, podemos caer en un egoísmo que nos deshumaniza, y nada que no sea humano puede ser evangélico. Otro aspecto del seguimiento a Jesús y que cuesta entender es: Marcos 8:35: “El que quiera salvar su vida la perderá, pero el que la pierda por mí la salvará” No se trata de dejarse matar, sino de poner todo lo que tienes en bien de los demás, es gastar la vida por los otros. La narración termina diciendo: “quién los recibe a ustedes, me recibe a mí…, quien diere, aunque sea más que un vaso de agua.., no quedará sin recompensa”. El dar sin esperar nada a cambio, nos humaniza y puede ser la manifestación de un amor más verdadero

Reflexión

Jesús se presenta muy exigente para quienes quieren seguir su estilo de vida, sin embargo, Jesús no va a pedirnos que renunciemos a nada, sino que elijamos lo que mejor conviene. Si sabemos elegir bien, lograremos ser más auténticos. No es ni humano ni cristiano odiar a nadie y menos aún odiarnos a nosotros mismos; sólo en la medida en que aprendamos amar y a salir de nosotros mismos, será más realista la calidad que mantengamos con Jesús. No hay que olvidar que estamos invitados por Jesús a ser personas agradecidas y hospitalarias con los demás.

Y sí, cátara, los TJ usan deribados de sangre de miles de personas que donan sangre, a persar que hasta condenan que los demás donen, pero como a esos deribados ellos no le llaman sangre completa, deja de ser sangre y la pueden usar. No hay quien entienda ese pensamiento un tanto contradictorio, donde la sangre es buena para una cosa y para otra no. A eso es a lo que me refiero.

Pero principalmente, esas antiguas prohibiciones de abstenerse de la sangre ya quedaron abolidas con el sacrificio máximo de nuestro Señor Jesucristo.

que la paz de Cristo les acompañe siempre.
 
Re: Apreciado Norberto

Re: Apreciado Norberto

Así mismo es, el detalle es que antes sí se consideraba sagrada la sangre de animales dedicados al sacrificio en el tabernáculo, pero ya después que Jesucristo derramó su sangre para expiación de nuestros pecados, esa ley antiguo quedó abolida.

Lo que necesita para ser salvo ya todo el mundo lo sabe, creer en el Señor Jesucristo para Salvación nuestra. Ya nadie sacrifica animales para agradar a Dios (con excepción de los satanistas) luego que el Padre envió a su Hijo Jesucristo. ¿ Cual es el empeño entonces de darle más importancia a la sangre de los animales que de una ley ya abolida ?

Con esto no estoy diciendo que ahora todo el mundo vaya a tomar sangre como si fuera un alimento, toda vez que hasta los médicos saben que es dañina si se ingiere como alimento. Otra cosa es que por desconfianza ( a pesar de los adelantos médicos que aseguran que esa sangre está libre de enfermedades) a contraer enfermedades, ya eso es algo personal transfundirse o no, si es que la desconfianza impera. Pero de ahí a pretender que el abstenerse de la sangre incluya las transfusiones de sangre y que respalden dicha "abstencion" por unos textos que aparentan el que si uno quiera salvar la vida con transfusiones, uno se perderá, textos como Marcos 8:35.

Jesús nos pone alerta para no encerrarnos en nosotros mismos o en las personas que amamos, olvidándonos de los demás, podemos caer en un egoísmo que nos deshumaniza, y nada que no sea humano puede ser evangélico. Otro aspecto del seguimiento a Jesús y que cuesta entender es: Marcos 8:35: “El que quiera salvar su vida la perderá, pero el que la pierda por mí la salvará” No se trata de dejarse matar, sino de poner todo lo que tienes en bien de los demás, es gastar la vida por los otros. La narración termina diciendo: “quién los recibe a ustedes, me recibe a mí…, quien diere, aunque sea más que un vaso de agua.., no quedará sin recompensa”. El dar sin esperar nada a cambio, nos humaniza y puede ser la manifestación de un amor más verdadero

Reflexión

Jesús se presenta muy exigente para quienes quieren seguir su estilo de vida, sin embargo, Jesús no va a pedirnos que renunciemos a nada, sino que elijamos lo que mejor conviene. Si sabemos elegir bien, lograremos ser más auténticos. No es ni humano ni cristiano odiar a nadie y menos aún odiarnos a nosotros mismos; sólo en la medida en que aprendamos amar y a salir de nosotros mismos, será más realista la calidad que mantengamos con Jesús. No hay que olvidar que estamos invitados por Jesús a ser personas agradecidas y hospitalarias con los demás.

Y sí, cátara, los TJ usan deribados de sangre de miles de personas que donan sangre, a persar que hasta condenan que los demás donen, pero como a esos deribados ellos no le llaman sangre completa, deja de ser sangre y la pueden usar. No hay quien entienda ese pensamiento un tanto contradictorio, donde la sangre es buena para una cosa y para otra no. A eso es a lo que me refiero.

Pero principalmente, esas antiguas prohibiciones de abstenerse de la sangre ya quedaron abolidas con el sacrificio máximo de nuestro Señor Jesucristo.

que la paz de Cristo les acompañe siempre.

Yo uso pocas palabras para este tema de la sangre,dado que la sangre implica vida,y la vida pertenece a Dios sólamente.
La palabra abstenernerse que usó el cuerpo gobernante de la Congregación cristiana para: LA FORNICACIÓN;COMER CARNE SIN DESANGRAR (estrangulado) Y SANGRE.
¿Qué significará la palabra "ABSTENERSE?.

Alfageme
 
Re: Apreciado Norberto

Re: Apreciado Norberto

Yo uso pocas palabras para este tema de la sangre,dado que la sangre implica vida,y la vida pertenece a Dios sólamente.
La palabra abstenernerse que usó el cuerpo gobernante de la Congregación cristiana para: LA FORNICACIÓN;COMER CARNE SIN DESANGRAR (estrangulado) Y SANGRE.
¿Qué significará la palabra "ABSTENERSE?.

Alfageme

Justamente para lo que se tenía que " ABSTENER" en aquellos tiempos. Tu mismo lo has escrito. Más allá de eso, , se entra en interpretaciones de hombre de lo que Dios "posiblemente" no le agrade, y los TJ lo han puesto al nível de pecado mortal y ahí está el problema. De acuerdo a esta doctrina de los TJ ya que la sangre es tan sagrada, sería menos contradictorio que de una vez extiendad la "abstención" a todo lo relacionado con ella, incluídos los productos derivados de la sangre que ustedes sí pueden usar por que no son sangre compuesta, los trasplantes en general también.

Si me dejara llevar por el äbstenerse de la sangre" de los TJ, ni siquiera debería aceptar un transplante, poque todo el mundo sabe, un órgano transplantado, SIEMPRE va a tener trazas de sangre del donante. ¿ Donde queda entonces la ABSTENCION? ¿O es que las trazas de sangre no se toman en cuenta dentro de la abstención" ? Un transplante de órganos tiene la misma función que una transfusión de sangre, implica vida, salvar la vida ! Entonces según tu, todos los trasfundidos y los que han recivido transplantes están a todas luces condenados a perdición !!!!

Respóneme sinceramente: toda persona que se transfunda sangre está violando un mandamiento de Dios o ustedes llegaron a la conclusión de ampliar la ABSTENCIÓN a la transfusiones , cosa de ya que no están seguros en un 100% de que eso sea así, pero POR SI ACASO, ! VAMOS A PROHIBIRLAS PARA AGRADO DE DIOS Y COMO PARTE DE NUESTRA DOCTRINA PARA DIFERENCIARNOS DE LAS DEMÁS DENOMINACIONES CRISTIANAS !

La verdad que vivimos en un mundo donde las contradicciones y la doble vara para medir las cosas inclusive están presentes en todas partes, para unas cosas son buenas las transfusiones y para otras no. no hay quien entienda esa doble moral.
 
Re: Apreciado Norberto

Re: Apreciado Norberto

Justamente para lo que se tenía que " ABSTENER" en aquellos tiempos. Tu mismo lo has escrito. Más allá de eso, , se entra en interpretaciones de hombre de lo que Dios "posiblemente" no le agrade, y los TJ lo han puesto al nível de pecado mortal y ahí está el problema. De acuerdo a esta doctrina de los TJ ya que la sangre es tan sagrada, sería menos contradictorio que de una vez extiendad la "abstención" a todo lo relacionado con ella, incluídos los productos derivados de la sangre que ustedes sí pueden usar por que no son sangre compuesta, los trasplantes en general también.

Si me dejara llevar por el äbstenerse de la sangre" de los TJ, ni siquiera debería aceptar un transplante, poque todo el mundo sabe, un órgano transplantado, SIEMPRE va a tener trazas de sangre del donante. ¿ Donde queda entonces la ABSTENCION? ¿O es que las trazas de sangre no se toman en cuenta dentro de la abstención" ? Un transplante de órganos tiene la misma función que una transfusión de sangre, implica vida, salvar la vida ! Entonces según tu, todos los trasfundidos y los que han recivido transplantes están a todas luces condenados a perdición !!!!

Respóneme sinceramente: toda persona que se transfunda sangre está violando un mandamiento de Dios o ustedes llegaron a la conclusión de ampliar la ABSTENCIÓN a la transfusiones , cosa de ya que no están seguros en un 100% de que eso sea así, pero POR SI ACASO, ! VAMOS A PROHIBIRLAS PARA AGRADO DE DIOS Y COMO PARTE DE NUESTRA DOCTRINA PARA DIFERENCIARNOS DE LAS DEMÁS DENOMINACIONES CRISTIANAS !

La verdad que vivimos en un mundo donde las contradicciones y la doble vara para medir las cosas inclusive están presentes en todas partes, para unas cosas son buenas las transfusiones y para otras no. no hay quien entienda esa doble moral.

Creo que entendiste muy poquito de lo que Dios le habló a toda la familia humana de lo que era el alma de la vida de la carne, y es a eso lo que el cuerpo gobernante de los cristianos del primer siglo se refiere como abstenerse de la sangre.
Saludos
Alfageme