1Co_2:9 Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que DIOS preparó para los que lo aman,
Siguiendo al tema de la jerarquía, existe un problema relacionado con la función de profetizar en la Iglesia de Cristo. Se toma este don para adquirir y determinar cierto privilegio sobre los demás, auto denominándose profetas de DIOS, en una dispensación donde el Espíritu Santo mora en los que hemos aceptado al Verdadero Salvador.
Aquel hermano que enseña, que exhorta y consuela en las diferentes funciones dentro de la Iglesia, no debe buscar ser el mayor, sino el MENOR, el más SIRVIENTE, esclavo, dentro de la congregación.
1Co 14:32 pues los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas,
En primer lugar, el espíritu del hermano o hermana que profetiza, debe hallarse sujeto. El objetivo es darle entero control al que domina la Palabra, el Espíritu Santo, y entonces dicha Persona (no el hermano) pueda fluir, y como consecuencia ser de consuelo, exhortación y edificación al Cuerpo. Si esto no se logra, caemos en vicios doctrinales y en juicio. Por eso, quien predica debe adquirir de antemano una profunda conciencia de responsabilidad y temor. El siguiente versículo es, por consiguiente, aplicable a la Iglesia de Cristo:
Stg_3:1 Hermanos míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos un juicio más riguroso
Recordemos quien pone la Palabra en nuestra boca:
Jua 16:13 pero cuando venga Aquél, el Espíritu de la Verdad, os guiará en toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará cuanto oirá, y os anunciará las cosas que os vienen.
Por tanto, TODOS (porque todos debemos profetizar) tenemos la firme convicción, que la Palabra de DIOS es la que debe ser hablada de acuerdo a nuestra analogía de FE:
Rom 12:6 De manera que teniendo diferentes dones, según la gracia que nos fue dada, si es de profecía, úselo según la analogía de la fe;
Siguiendo al tema de la jerarquía, existe un problema relacionado con la función de profetizar en la Iglesia de Cristo. Se toma este don para adquirir y determinar cierto privilegio sobre los demás, auto denominándose profetas de DIOS, en una dispensación donde el Espíritu Santo mora en los que hemos aceptado al Verdadero Salvador.
Aquel hermano que enseña, que exhorta y consuela en las diferentes funciones dentro de la Iglesia, no debe buscar ser el mayor, sino el MENOR, el más SIRVIENTE, esclavo, dentro de la congregación.
1Co 14:32 pues los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas,
En primer lugar, el espíritu del hermano o hermana que profetiza, debe hallarse sujeto. El objetivo es darle entero control al que domina la Palabra, el Espíritu Santo, y entonces dicha Persona (no el hermano) pueda fluir, y como consecuencia ser de consuelo, exhortación y edificación al Cuerpo. Si esto no se logra, caemos en vicios doctrinales y en juicio. Por eso, quien predica debe adquirir de antemano una profunda conciencia de responsabilidad y temor. El siguiente versículo es, por consiguiente, aplicable a la Iglesia de Cristo:
Stg_3:1 Hermanos míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos un juicio más riguroso
Recordemos quien pone la Palabra en nuestra boca:
Jua 16:13 pero cuando venga Aquél, el Espíritu de la Verdad, os guiará en toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará cuanto oirá, y os anunciará las cosas que os vienen.
Por tanto, TODOS (porque todos debemos profetizar) tenemos la firme convicción, que la Palabra de DIOS es la que debe ser hablada de acuerdo a nuestra analogía de FE:
Rom 12:6 De manera que teniendo diferentes dones, según la gracia que nos fue dada, si es de profecía, úselo según la analogía de la fe;