Es literal, no algo alegórico.
Pues vino Dios en Persona a rescatarnos ¿Qué quieres que te diga, que vino otro, que creó una criatura inocente para golpearla, que otro pagara la deuda....?, ¿Qué pretendes con esa filosofía?, ¿sería justo que alguien distinto al Pastor de las ovejas diera Su vida por ellas?.
De ser así, dicha criaturita sería desechable, una vez cumplido su propósito. Sin embargo, la Biblia nos muestra que el Señor no es una criatura ni un chivo expiatorio, sino que él mismo, esto es Dios (tu idea de Dios esta muy apartada del cristianismo y muy cercana al judaísmo y al Islam), vino en Persona a salvarnos y lo hizo en la Persona del Hijo.
Como está escrito:
"Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré." Ex 34:11
Lamentablemente esgrimes junto con los arrianos, el falso paradigma "solo el Padre es Dios", el cual, por cierto no es bíblico sino arriano.
Y esta es parte de la obra de nuestro soberano Dios:
"Quien, siendo por naturaleza Dios,
no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse.
Por el contrario, se rebajó voluntariamente,
tomando la naturaleza de siervo
y haciéndose semejante a los seres humanos.
Y, al manifestarse como hombre,
se humilló a sí mismo
y se hizo obediente hasta la muerte,
¡y muerte de cruz!" (1 Tim 3:16).
Dios pagó por todos. Él lo hizo, no envío a otro, no envió a una criatura, sino él lo hizo. Este es el Dios de la Biblia, el Todopoderoso Dios de los cristianos.
Y esta es el misterio de la Piedad:
"E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu,
Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria." 1 Tim 3:16.
Jesucristo es Dios, no te quepa la menor duda. Y, si no crees que Jesucristo es el gran YO SOY (Ex 3:14) morirás en tus pecados y delitos (Jn 8:24). Tu pecado de incredulidad esta ligado a tu falta de fe y sin fe es imposible agradar a Dios (Heb 11:6) y he aquí que tu no has creído (Jn 3:17-19), por tanto no tienes la Vida (1 Jn 5:12).
Te es necesario nacer del agua y del espíritu Jn 3:1-15.