Estimado Ariel
Estimado Ariel
Respuesta a Mensaje # 1136:
1 – Si de cuatro relatos diferentes queremos obtener uno que incluya todos los detalles que a la vez armonicen coherentemente, es propio que en nuestro raciocinio hallen acomodo las personas y el orden de circunstancias en que se fueron dando los diversos eventos.
En nuestra vida cotidiana continuamente así procedemos al recibir las noticias por la prensa, radio, TV e Internet, de un mismo hecho en el que todas las agencias coinciden aunque no en el cómo son transmitidas por las diversas fuentes.
Es necesario que persista una idea obsesiva de negación para rechazar una realidad nada más que porque cuatro fuentes no uniformen sus textos.
2 – La expresión “unas mujeres de entre nosotros” (Lc 24:22) únicamente relaciona a esas mujeres con la comunidad de discípulos de Jesús a la que pertenecen estos dos camino de Emaús. No se infiere que ellos mismos hubieran estado con ellas, porque lo que importa es que a ellos llegó la noticia de que Jesús vivía, pues así el ángel lo anunció a ellas.
4 – El paréntesis entre el v.49 y 50 que Lucas deja vacío en su Evangelio lo llena en Hechos 1:2-11.
6 – No me contradigo con lo que digo en el punto 5, ya que allí la reacción de las mujeres ante el ángel es la que da Lucas estando ellas en el sepulcro, y la de la guardia es la que da Mateo tras su descripción del terremoto y el descenso del ángel desde el cielo.
7 – Sería mejor que no insistas atendiendo al reloj. Cada uno de los evangelistas escribe su relato de acuerdo a lo que sabe, recuerda o le fue contado, destacando aquello que más les impresionó. Siempre hubo armonía en la lectura que hicieron de los evangelios los cristianos por casi dos milenios.
La versión conjunta de los cuatro evangelistas es la correcta.
Quien quiera ver en todo eso el mayor caos y confusión imaginable, podrá sacarse el gusto de verlo así.
Nosotros tenemos perfecta paz en nuestra conciencia de estar haciendo una lectura tan veraz como armoniosa.
Estimado Ariel
Respuesta a Mensaje # 1136:
1 – Si de cuatro relatos diferentes queremos obtener uno que incluya todos los detalles que a la vez armonicen coherentemente, es propio que en nuestro raciocinio hallen acomodo las personas y el orden de circunstancias en que se fueron dando los diversos eventos.
En nuestra vida cotidiana continuamente así procedemos al recibir las noticias por la prensa, radio, TV e Internet, de un mismo hecho en el que todas las agencias coinciden aunque no en el cómo son transmitidas por las diversas fuentes.
Es necesario que persista una idea obsesiva de negación para rechazar una realidad nada más que porque cuatro fuentes no uniformen sus textos.
2 – La expresión “unas mujeres de entre nosotros” (Lc 24:22) únicamente relaciona a esas mujeres con la comunidad de discípulos de Jesús a la que pertenecen estos dos camino de Emaús. No se infiere que ellos mismos hubieran estado con ellas, porque lo que importa es que a ellos llegó la noticia de que Jesús vivía, pues así el ángel lo anunció a ellas.
4 – El paréntesis entre el v.49 y 50 que Lucas deja vacío en su Evangelio lo llena en Hechos 1:2-11.
6 – No me contradigo con lo que digo en el punto 5, ya que allí la reacción de las mujeres ante el ángel es la que da Lucas estando ellas en el sepulcro, y la de la guardia es la que da Mateo tras su descripción del terremoto y el descenso del ángel desde el cielo.
7 – Sería mejor que no insistas atendiendo al reloj. Cada uno de los evangelistas escribe su relato de acuerdo a lo que sabe, recuerda o le fue contado, destacando aquello que más les impresionó. Siempre hubo armonía en la lectura que hicieron de los evangelios los cristianos por casi dos milenios.
La versión conjunta de los cuatro evangelistas es la correcta.
Quien quiera ver en todo eso el mayor caos y confusión imaginable, podrá sacarse el gusto de verlo así.
Nosotros tenemos perfecta paz en nuestra conciencia de estar haciendo una lectura tan veraz como armoniosa.