Repuesta a Mensaje # 928:
1 – Sí, hace dos mil años que Mateo tiene el nombramiento; pero aún no ha sido puesto a ejercer su función con las tribus de Israel.
2 – Dije que “El Señor Jesús NOS ordenó”.
3 – Si de veras crees que lo que estamos desarrollando es una afrenta a Dios, no debieras aportar y ni siquiera permitirte leernos en este tema.
4 – Dios obra de maneras misteriosas y puede usar y bendecir su Palabra expuesta con fidelidad entre tantos dislates que los humanos hablamos.
5 – Quien objeta, impugna o cuestiona, siempre está juzgando y eso nunca es malo sino excelentísimo ejercicio.
6 – Al revés de lo que afirmas, el Señor Jesucristo siempre combatió la incredulidad y las tinieblas, incluso con sus propios apóstoles.
Si te fijas bien, tú siempre te pronuncias contra los juicios, pero en casi todos tus aportes no haces otra cosa que juzgarnos a nosotros, como si no lo estuviéramos haciendo de un modo cristiano, escritural y espiritual.
Contribuye positivamente con nuestros estudios y abandona esa práctica de censurar a los demás, pegando textos para darnos por la cabeza.
Nos inventan dioses cada minuto y después nos acusan de creer en un Dios y tienen razón, lo que no se dan cuenta, que ellos tienen varios "dioses".
No inventes. A Ud. es al que le agarró el patín...
NO ES cuestionándolas, como se llega al CONOCIMIENTO DE LA VERDAD; a no ser, que se cuestionen para DESPRESTIGIARLAS; lo cual es peor, hermano...
Pero, aún así, SOLO DIOS ES JUEZ.
Que ÉL te Bendiga con SU PAZ y SU AMOR. AMÉN.
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Te agradezco mucho.Perdona mi brusquedad.Lo hice un poco a propósito,eso sí, para "provocarte"
Muchos saludos
-------------------------------------------------Respuesta a Mensajes # 920 (final), 922, 923 y 926:
Su Señoría: las supuestas mentiras que la Fiscalía achacó a Mateo, tenían que ver con la guardia en la tumba y el soborno dado por los sacerdotes.
Diluyéndose sus argumentos, ahora resulta que se acusa al evangelista de haber mirado mal el reloj.
Es cierto que los sinópticos coinciden en que las mujeres llegan al sepulcro al amanecer, muy de mañana, recién salido el sol.
Es Juan quien parece desentonar, al decir que “María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro…” (Jn 20:1).
No hay aquí contradicción alguna, tomando en cuenta que la mujer salió de su casa “siendo aún oscuro” y llegó al sepulcro “recién salido el sol”.
El orden cronológico de los distintos episodios no siempre es riguroso en los evangelios, como tampoco que se consignen ciertos detalles o no, o que ciertos aspectos unos evangelistas los destaquen mientras otros apenas los mencionen como al pasar.
Distintos incidentes impresionaron de forma diferente a los narradores, y de ahí que en nada merma la veracidad de Mateo que él asentara en su Evangelio los sucesos en torno a la guardia y el soborno que les dieron los sacerdotes, mientras Marcos, Lucas y Juan no los consignaron.
Seguramente que los ciudadanos asistentes a este juicio, como los miembros del jurado, tienen ya material más que suficiente para juzgar si lo mentiroso, infamante y absurdo es el relato de Mateo, o los muchos que la Fiscalía fue elaborando a lo largo de este juicio, viéndose de continuo forzada a modificarlos y corregirlos, o incorporar nuevas versiones de lo que pudo haber sucedido, apabullándonos con preguntas como si pudiésemos hurgar en el pasado distante, o acosándonos con suposiciones a que si esto fuera así o quizás de otra manera.
Tanto las ficciones propuestas por la Fiscalía como las elaboradas por vía de ejemplo por esta misma defensa pecan de inverosímiles, ya que suscitan más cuestiones que las que pretenden solucionar.
El relato de Mateo, en cambio, permanece lo más campante.
Respuesta a Mensajes # 919 y 920:
Su Señoría: Haré los descargos a las objeciones del Fiscal en # 919:
1 – No, porque la verdad caería a Pilato como un recurso fantasioso que podría llegar a ofenderlo, a más de burlarse de los sacerdotes por su inoperancia. En cambio, la dormidera de los soldados apenas mostraba la impericia de los sacerdotes y sus hombres.
2 – No es un “truco tan simple” sino una maniobra inteligente esperar el momento adecuado para echar algo en el cántaro del que todos bebían.
3 – Los sacerdotes no eran conscientes de estar ocultando la realidad de la resurrección, sino que tenían necesidad de pergeñar una explicación que la negase no bien los discípulos comenzaran a propagar tal cosa. Algo había que arriesgar y perder; en este caso, la ineptitud de la guardia y el dinero del soborno.
4 – Para que los guardias dijeran que fueron atacados, golpeados y desmayados, debían conservar en sus cabezas cicatrices frescas. No se provoca el desmayo de nadie con un coscorrón en su cabeza.
El dinero deslizado en el bolsillo de un policía siempre fue más imperativo que la orden de su superior (salvo excepciones excepcionales).
Pasaré ahora al Mensaje # 920:
1 – La desaparición de un cuerpo en extrañas circunstancias no conmovería gran cosa al pueblo, si no fuera por el trascendido que el mismo nazareno crucificado y sepultado había anticipado: que al tercer día se levantaría de entre los muertos. Que esto no lo creyese Pilato, los sacerdotes, el pueblo, y los mismos discípulos de Jesús, es verdad, pero la tumba abierta y la ausencia del cuerpo exigía una explicación.
Un lector imparcial puede entender el relato de Mateo; un parcial antagónico, no.
La noticia que conmocionaría al pueblo sería la de la resurrección de Jesús, no la del robo del cuerpo. Esta última fue la ordenada por los sacerdotes a la guardia, no la primera.
5 – La Fiscalía reemplaza las pruebas que no aporta con los calificativos a las explicaciones del defensor, abusando de términos como “absurdo” y otras lindezas. Esto no convence a nadie.
6 - ¿Cómo podrían haber visto los guardias la falta del cuerpo si según las versiones propuestas por la Fiscalía ellos ya estarían lejos cuando los discípulos lo robaron? Hay que ser consecuente con lo que se dice.
7 – El evangelista Mateo es coherente en su relato; no como el Fiscal que inventa que la piedra se movió por un temblor de tierra, cuando mi defendido escribió que un ángel del Señor descendió del cielo, removió la piedra y se sentó sobre ella.
Si los soldados dijeran lo que la Fiscalía sugirió se verían en mayores problemas. Licenciarlos, serviría para ocultarlos del pueblo, pero eso no funcionaría con el gobernador.
Muchas gracias, su Señoría.