Qué irónico
Muchos incrédulos investigadores inmersos en la astrofisica, física teórica, física cuántica...ha llegado a la conclusión que el universo entero estuvo contenido en un solo diminuto punto, millonésima de instante previo al bing bang.
Esto es, la plenitud del universo no era sino un diminuto punto.
Pero si Dios en su inmensa sabiduría y poder determina en la dispensación de los tiempos humillarse (Fil 2:6,7) y hacerse un imberbe, pequeño (Sal 8:2) y contiene en Si mismo toda la plenitud de su deidad (Col 2:9) para derrotar a sus enemigos (Sal 8:2b) y salvar al hombre (Fil 2:8-|11), los incrédulos unitarios del foro dicen en coro: no lo creo.
Para fortuna de todos, Satanás tampoco lo creyó, ni lo sospechó (1 Cor 2:8).
Hay que tener mucha fe para creerse eso de que todo el universo se contrajo en una pelota de tenis..., mucha fe.