Pero ese versículo no dice eso. Los traductores han hecho un malabar para construir esa oración en español.Está hablando del Hijo en su cuerpo de carne. Porque antes de su encarnación son iguales, lee: Flp 2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
- Aferrarse significa: tengo algo y lo sostengo con más fuerza.
- No aferrarse significa: No voy a mantener aferrado lo que tengo.
En ambos casos, está implícito el poseer algo con anticipación. Pero el verbo griego allí es ἁρπαγμὸν (arpagmón) que se refiere al acto de arrebatar, o tomar de forma brusca, violenta, algo.
Es decir, más allá de la consideración moral, de que si el arrebatar se hace para bien o para mal. Se puede arrebatar (arpazontes en Judas 1:23) a alguien para salvarlo del fuego, o se puede referir al malo, que viene y arrebata (arpazei en Mateo 13:19) lo que fue sembrado.
En cualquiera de los dos sentidos, ἁρπαγμὸν (arpagmón) implica tomar algo que no tenía antes.
El contraste entre aferrarse y arrebatar
Aferrar implica sostener o mantener algo de manera firme y segura cuando se tiene en posesión. La acción de aferrar se centra en retener y conservar aquello que ya se tiene.
Ejemplo práctico de aferrar:
- Una persona sosteniendo firmemente su bolso mientras camina por una calle concurrida para evitar que alguien se lo arrebate.
- Un hombre se aferra a su viejo vehículo pese a que la nueva ley lo da por caducado y prohíbe su circulación.
Ejemplos prácticos de arrebatar:
- Positivo: Un adulto arrebata a un niño pequeño de las garras de un ave de rapiña que intenta llevárselo.
- Negativo: Un ladrón arrebata la cartera de una persona distraída en la calle, tomando la cartera rápidamente y huyendo.
De vuelta al versículo
En Filipenses 2:6, la palabra griega “ἁρπαγμόν” (arpagmón) está relacionada con “arpazo”. En este versículo, el apóstol Pablo describe la humildad de Jesucristo al no considerar la igualdad con Dios como algo que debía ser arrebatado. Es decir, que no está declarando que Jesús era igual a Dios, sino que no quiso arrebatar o adjudicarse la igualdad a Dios.
Entonces, en lugar de aferrarse o aferrar algo que ya tenía en su posesión, como se podría entender en algunas traducciones bastante cuestionables, por decir lo menos, el enfoque en el uso de “arpagmón” aquí es que Jesucristo no intentó arrebatar o tomar por la fuerza la igualdad con Dios.