Re: CATOLICOS ADORADORES DE MUÑECOS
LAS IMÁGENES
Nuestros hermanos separados dicen que las imágenes son ídolos y que
los que tienen ídolos son idólatras y, por tanto, se van a condenar, porque la
idolatría está condenada en la Biblia como un gran pecado. Por eso, cuando
algún católico se convierte a su fe, le ordenan que queme todas las imágenes y objetos religiosos de su casa.
Pero, ¿qué es ídolo? Según podemos leer en el diccionario de la lengua
castellana, ídolo es la imagen de un falso dios, que no existe y, por tanto, ni
oye, ni ve, ni entiende. Ahora bien, ¿podrían mostrarnos una sola imagen de un falso dios, que tengan los católicos? No existe ninguna. Las imágenes de Jesús son de verdadero Dios, porque Jesús es Dios. De las imágenes de María o de los santos, nadie dice que sean dioses, sino criaturas humanas ejemplares, que, al igual que los héroes, son un ejemplo para nosotros.
Además, ellos existen y nos oyen y nos aman; y Dios quiere que los invoquemos para obtener por su intercesión muchas bendiciones, como lo enseña la experiencia de millones de católicos en el mundo entero.
En la parábola del rico Epulón vemos cómo él pide ayuda al santo Abraham y Jesús no dice que eso esté mal. Jeremías, ya muerto, intercede por el pueblo de Israel (2 Mac 15,14-16). El profeta Elías sigue haciendo milagros
después de muerto (Eclo 48,13-15). Y en el Apocalipsis vemos cómo los
veinticuatro ancianos presentan las oraciones de los santos, es decir, de los
seguidores de Jesús (Ap 5,8;8,3-5).
Por otra parte, si las imágenes fueran cosa del diablo, ¿cómo explicar
que nos ayuden a orar más y mejor? Las imágenes son recordatorios, para
poder recordar más a Jesús o a los santos y así poder hacer más y mejor
oración delante de su imagen que delante de la pared. Los primeros cristianos
pensaban así y pintaron lindas imágenes en las catacumbas de Roma en los
tres primeros siglos, durante las persecuciones. ¿Acaso en ese tiempo ya
estaba el cristianismo falsificado?
Si tomamos a la letra el texto de Ex 20,4: No te harás escultura ni
imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, deberíamos prohibir absolutamente toda imagen de cualquier tipo.
Deberíamos evitar tener fotografías de paisajes o de personas. Estaría
prohibido el arte de la pintura o escultura. Incluso, deberíamos evitar llevar
dinero en el bolsillo, pues también tiene imágenes de personas.
Dice la Biblia que Jesús es imagen de Dios (Col 1,15), ¿por qué no
podemos tener sus imágenes para recordar y amar más a Dios en Él? Dice la
Biblia que nosotros estamos hechos a imagen y semejanza de Dios (Gén 1,26-
27). ¿Habría que quemar a todos los hombres por ser imagen de Dios? ¿Acaso
el ser imagen de algo vivo es malo? Si Jesús hubiera vivido en este siglo, ¿no
nos hubiera gustado estar con él en videos o películas y escuchar directamentesus palabras?
En la Biblia no se prohibe tener imágenes, sino solamente las de los
dioses falsos, que no existen. En Num 21,8 se manda hacer una serpiente para
que sean curados de las mordeduras de serpientes venenosas. En el arca de la
alianza había dos querubines de oro (Ex 25,28), y también había querubines y
figuras de otros animales en otros lugares (Ex 26,1;1 Reg 6,23.32;7,29).
Al igual que los judíos sacaban en procesión el arca de la alianza,
nosotros llevamos en procesión las imágenes sagradas para honrar y venerar a
las personas que representan. Nuestro homenaje va a las personas
representadas y no al material de que están hechas las imágenes. Por eso,
ofrecemos flores, velas y nos arrodillamos ante ellas como ante una persona
digna de respeto. Un hijo se arrodilla ante su padre para pedirle su bendición.
Josué se arrodilló ante el ángel (Jos 5,15), la sunamita se arrodilló ante Eliseo
para pedirle ayuda (2 Reg 4,27), y los judíos se arrodillaban ante el arca de la
alianza (Jos 7,6).
Así como los hermanos separados tienen una gran veneración por la
Biblia y la colocan en un lugar importante y procuran no profanarla, usándola
para cosas poco dignas, así las imágenes sagradas merecen nuestro respeto y
debemos evitar usarlas para cosas poco dignas. Por eso mismo, deben ser
hechas con buen gusto para que puedan inspirar devoción, porque una imagen
mal hecha y de mal gusto, puede ser contraproducente. De ahí que los
artesanos de imágenes deben tener sentido de la belleza. Al igual que sería
una falta de respeto imprimir la Biblia con muchas faltas de ortografía, con
dibujos de mala calidad o con borrones.
El año 787, en el segundo concilio de Nicea, cuando todavía no existían
hermanos evangélicos, la Iglesia reconoció que es legítima la representación
de Jesús en imágenes sagradas. Y allí definió: Siguiendo la enseñanza
divinamente inspirada de nuestros santos Padres y la tradición de la Iglesia
católica, definimos con toda exactitud y cuidado que las venerables y santas
imágenes, como también la imagen preciosa y vivificante cruz, tanto las
pintadas como las de mosaico u otra manera conveniente, se expongan en las
santas iglesias de Dios, en los vasos sagrados y ornamentos, en las paredes y
cuadros, en las casas y en los caminos, tanto las imágenes de Nuestro
Salvador Jesucristo como las de Ntra. Señora Inmaculada, la santa Madre de
Dios, los santos ángeles y de todos los santos y justos (Cat 1161)1.
San Juan Damasceno, que fue el principal luchador contra los
iconoclastas (los que rechazaban las imágenes sagradas), dijo: La belleza y el
color de las imágenes estimulan mi oración. Es una fiesta para mis ojos, del
mismo modo que el espectáculo del campo estimula mi corazón para dar gloria
a Dios (Cat 1162).
Además, la experiencia enseña que las imágenes sagradas son
poderosas para alejar el poder del maligno, que huye de todo lo sagrado. Lo
puedo decir por propia experiencia. Por otra parte, Martín Lutero, el que
comenzó la Reforma, aceptaba las imágenes, porque decía que eran el
Evangelio de los pobres ¿Por qué seguirlo en unas cosas y en otras no?