Tobi:
Esperaba tu respuesta, Luis.
Luis:
Y yo la tuya
Tobi:
Pero, dime, si un catalan por la circunstancia que sea, se ve obligado a trasladarse a Madrid y lleva a sus hijos a una escuela, ¿en que lengua será enseñado?
Luis:
Hombre, pues por supuesto en castellano. Y si le lleva a París, en francés. Y si le lleva a Londres, en inglés.
Lo increíble, lo alucinante, lo vergonzoso, lo denigrante, lo etc, etc, es que si yo llevo a mis hijos a determinada región de España, que mira por dónde es la tuya, ellos no podrán recibir las clases en español. Vamos, que tengo muchas más posibilidades de que reciban clase en español si emigro a Miami (Florida, USA) que si emigro a Lérida.
Tobi:
¿Es que no tiene el derecho de que sus hijos sean enseñados en su própia lengua?
Luis:
¿Cómo van a tener el derecho a ser enseñados en una lengua que no es oficial fuera de Cataluña? ¿tú sabes lo que dices?
El problema está en que en Cataluña, el catalán y el castellano son AMBAS lenguas oficiales. Pero una de esas lenguas es DISCRIMINADA en las escuelas públicas por imperativo legal del gobierno autónomo catalán. El gobierno catalán discrimina a los hispanohablantes. El nacionalismo es así, ya ves. Por eso, no tienes NINGUNA AUTORIDAD MORAL para criticar a Franco y su forma de actuar en este asunto. Vosotros hacéis lo mismo pero al revés.
Tobi:
Según dices en Cataluña tienen esta posibilidad, sea la que sea. Pero ¿y fuera de Cataluña, que posibilidad tienen?
Luis:
¿Y porqué van a tener la posibilidad de recibir las clases en catalán en una región donde el catalán no sea oficial?
Vamos, es como si me voy a Italia y le exijo al gobierno italiano que le dé clases a mis hijos en español en la escuela pública
Tobi:
Tu manera de razonar, puede que no te des cuenta, es la de un colonialista. Cataluña no es para ti y desgraciadamente para la mayoria de españoles, un pais asociado a Castilla, sino una colonia de España. Ignoras o pretendes ignorar la historia.
Luis:
Para empezar, históricamente Cataluña JAMÁS ha sido una nación o reino independiente. JAMÁS. Ha sido como mucho parte de la Corona o Reino de Aragón, el cual sí fue independiente de Castilla . La señera catalana depende de la bandera de Aragón. Eso para empezar. Para continuar, los que actuáis como colonialistas AHORA, en el tema linguístico especialmente, sois vosotros con la región de Valencia y las Islas Baleares. Para continuar, España no es Castilla. España es la unión de Castilla y Aragón, junto con el reino de Navarra (siendo Euskadi parte de dicho reino y no al revés como parecen pretender los nacionalistas vascos -asesinos o no-asesinos-).
Tobi:
La Historia reconoce que hubo una asociación política entre Cataluña y Castilla mediante la boda de Isabel y Fernando.
Luis:
JAAAAAAAAAAAAA JA JA JA JAJAJA
Sí, hombre, ahora resulta que Fernando no era Rey de Aragón sino de Cataluña
Vamos, es que me despiporro de la risa, oye
Ah, y claro, llama asociación política a una boda de cuyos descendientes salieron reyes de ESPAÑA (no reyes de Castilla por un lado y Aragón por otro)
Tobi:
La conquista vino con la guerra de sucesión y con el primer Borbon y eso es lo que os priva. Cataluña una nación conquistada, la cual lo volvió a ser con tu Caudillo
Luis:
A "mi Caudillo" le recibieron con las manos abiertas en Cataluña, especialmente en Barcelona. "Mi Caudillo" no tuvo que derramar una sola gota de sangre para entrar en Cataluña porque Cataluña se rindió sin disparar apenas una sola bala. Mientras en Castilla y Aragón se hacía la guerra, en Cataluña se dedicaban los republicanos a sacarse los ojos los unos a los otros (caso del POUM), dándose la circustancia de que el gobierno catalán traicionó al que se supone que era el gobierno legítimo de España. Porque claro, en vez de ayudar a la República contra Franco, los nacionalistas como tú declararon la independencia. ¡¡Olé sus huevos!!
Claro, no fueron los únicos. Los nacionalistas vascos también traicionaron a la República lo que provocó la pérdida anticipada del Frente del Norte.
Ah, y como veo que dices con cierta sorna lo de "tu Caudillo" pues me voy a dar el gustazo de reproducir acá la carta que los protestantes evangélicos dirigieron al Caudillo el 14 de mayo de 1956. En negrita van las frases que me llaman poderosísimamente la atención
Excelentísimo señor Don Francisco Franco Bahamonte, Jefe Supremo del Estado y Generalísimo de los Ejércitos Nacionales
Excelencia:
Eso, y no alzaron la mano porque es una carta, que si no, la hubiesen alzado
En dos ocasiones anteriores, el 23 de septiembre de 1939 (Año de la Victoria) y el 30 de septiembre del año 1940, representantes caracterizados de las Iglesias Evangélicas de España tuvieron el honor de dirigirse a V. E. con sendos escritos expresivos de un acatamiento respetuoso y a la vez de las necesidades sentidas por los cristianos evangélicos españoles en el régimen patrio instaurado por el triunfo de las armas nacionales.
Eso, el lenguaje, que sea el propio del régimen.
Movióles a ello la persuasión, compartida por los firmantes, de que V. E. está llamado a ser, y desea ser, en el alto cargo a que la Divina Providencia le ha elevado, el amparador de los intereses legítimos de todos los hijos de España, y por lo tanto de los intereses y derechos sagrados de toda conciencia religiosa honrada, sea que se desenvuelva bajo la Iglesia oficial, sea que se sienta adherida a otra norma cristiana de creencia y culto.
Bravo. Buenos chicos. Reconociendo que Franco es Generalísimo por la gracia de Dios (Divina Providencia).
Y ¿cómo no habían de albergar esta esperanza, si, aunque por delicadeza no lo expresaran, estaban presentes en su ánimo las manifestaciones que V. E. se dignó hacer en medio de las preocupaciones constantes de la lucha, en el sentido, de que el Gobierno Nacional, en la hora de su triunfo, mantendría en España la libertad de conciencia y "los protestantes españoles disfrutarían de completa libertad religiosa para practicar su religión" (Anejo 1.)
O sea, que Franco tuvo a bien acordarse de los protestantes españoles cuando triunfó. Curioso. Más que nada porque yo no sé de un solo documento oficial o discurso de protestantes en el que éstos denunciaran los ataques furibundos que había sufrido la Iglesia Católica antes y durante la Guerra Civil. Se ve que el ecumenismo no abundaba entre católicos y protestantes de entonces.
Seguros por nuestra fe de que nuestro Defensor Supremo es el Dios Todopoderoso, que nos creó para conocerle y servirle y nos ha alumbrado con la luz de su gracia en Jesucristo nuestro Señor, y que nos quiere libres de toda compulsión humana en asuntos de su culto, no renunciamos, sin embargo, fácilmente a la satisfacción de sentirnos amparados por la legalidad de nuestra Patria y la buena voluntad del Jefe del Estado y autoridades a él subordinadas. Por ello mismo expresamos respetuosamente nuestro dolor al notar el silencio casi sistemático de los centros oficiales a nuestras solicitudes y, por ende, la negativa tácita a nuestras peticiones concretas o la muy evasiva en los contados casos en que hay respuesta. El caso de nuestros hermanos en Barcelona, Sabadell, Tarrasa y otros puntos de esa provincia es, sin duda, ignorado de V. E. No sólo han sido clausuradas capillas evangélicas que funcionaron sin dificultad ninguna después del triunfo nacional, sino que, al recurrir los fieles al culto privado en sus domicilios han sido multados como asistentes a reuniones clandestinas, no procurándose el remedio natural al conflicto, que consiste en la muy solicitada reapertura de las capillas clausuradas, que venían funcionando hace muchos años, bastantes de ellas en locales propios. Lo que decimos de la provincia de Barcelona puede aplicarse desgraciadamente en más o en menos a muchas otras provincias. Además reiterados intentos de obtener autorización para nuestros colegios diarios, bien acreditados y estimados por elementos de orden, y para nuestras publicaciones confesionales han encontrado negativa rotunda en los departamentos ministeriales correspondientes.
Pero hombreee, ¿es que no se habían enterado todavía del tipo de régimen que Franco, según ellos por la Providencia Divina, había impuesto en el país?
Siguiendo sus argumentos, lo mismo es que la Providencia Divina quería eso para España..... No sé cómo Franco no les contestó algo similar.
Bien conocidas nos son, Excelencia, la profundidad y sinceridad de vuestras convicciones católicas que no sólo respetamos, sino hasta apreciamos esta circunstancia en persona llamada a los altísimos deberes de Jefe del Estado Español.
¡¡OJO AL DATO!!
Dijeron los protestantes que las convicciones católicas del Caudillo eran dignas de aprecio en una persona que, como él, estaba llamado por la Providencia Divina a ser el Jefe del Estado Español
Vamos, es que lloro de la emoción.
Pero permítanos vuestra benevolencia expresar que esas convicciones no son inconveniente ninguno para otorgar la amplia tolerancia religiosa que solicitamos, como no lo fueron para prometerla.
Tanto otorgándola como habiéndola prometido, V. E. está en pleno acuerdo con el espíritu actual de la jerarquía católica, desde cuya más alta cumbre se ha dicho recientísimamente que son derechos fundamentales del hombre: "el derecho al culto de Dios privado y público, incluida la acción caritativa religiosa." (Anejo 2.)
Vaaaaya. Ahora le citan la doctrina católica del momento. Buenos chicos. Así se hace. Se le dice que está muy bien que sea católico y luego se le nombra lo que su Iglesia había dicho recientemente sobre la libertad religiosa
Que se entiende hoy en el mundo por libertad religiosa, quedó bien expresado en la siguiente conclusión votada en la Conferencia de Oxford de 1937 en que estaban representadas varias Iglesias de distintos países:
"Reconocemos como condiciones esenciales y necesarias para el cumplimiento de su deber principal por parte de la Iglesia, que la misma debe gozar de:
a) Libertad para determinar su fe y doctrina.
b) Libertad para cultos públicos y privados, predicación y enseñanza.
c) Libertad de cualquier imposición por parte del Estado respecto de ceremonias y formas de culto.
d) Libertad para determinar la naturaleza de su gobierno y las condiciones que deben reunir sus ministros y miembros, y, por otra parte, libertad del individuo para unirse a la Iglesia a la cual se sienta llamado.
e) Libertad para controlar la preparación de sus ministros, para dar enseñanza religiosa a su juventud y tomar las disposiciones para el adecuado desarrollo de la vida religiosa de la misma.
f) Libertad para el servicio cristiano y actividad misionera dentro y fuera del país.
g) Libertad para colaborar con otras Iglesias.
h) Libertad para hacer uso de todas aquellas facilidades que, siendo accesibles a todas las sociedades y ciudadanos, puedan constribuir al cumplimiento de estos fines, como, p. e., el derecho a la propiedad y la recaudación de fondos."
Parecería impropio que hiciéramos esta cita en el presente escrito, pero no lo es, considerando, que el embajador de V. E. en Londres, Excmo. Sr. Duque de Alba tuvo la bondad de confirmar anteriores seguridades dadas en vuestro nombre haciendo constar que "se refería al concepto de libertad religiosa tal como había quedado definido por la reciente conferencia de Oxford." (Anejo 3)
A ninguna de esas características de la libertad religiosa renunciamos, y empleamos esta palabra porque, en realidad, son nuestras, amparadas como quedaron por una legalidad y una práctica que prevaleció en nuestra Patria por muchos lustros antes de la implantación de la República y por tanto antes del 18 de Julio de 1936.
Conviene aclarar algo. Los protestantes necesitaban apelar a una legalidad anterior a la República porque Franco era el que había derrotado a esa República en la Guerra. Una República que, por cierto, estaba llevando al país directamente hacia una dictadura marxista como recientemente ha reconocido el historiador protestante español César Vidal Manzanares.
Quedó establecido por V. E. con alto sentido de la realidad el principio de que subsistieran todas las leyes anteriores a esta última fecha en cuanto no fueran expresamente derogadas. Por lo tanto, estamos en posesión de la misma posición legal disfrutada en paz y armonía con todos mucho antes de ser instaurada la República, la cual nada sustancial añadió, en la práctica, a nuestros derechos colectivos.
No, lo que la República añadió fue la quema de conventos, el asesinato indiscriminado de sacerdotes católicos (hasta el 86% en las diócesis del Alto Aragón) y muchas otras circustancias de esa índole. Pero, repito, no se sabe de ningún protestante que protestara por aquellos ataques a la IC.
Pero nuestra finalidad de hoy tiene carácter más limitado, deseando no dificultar el camino de V. E. De momento, quedaríamos aliviados con el cumplimiento de las condiciones mínimas siguientes:
1. Autorización para poder celebrar nuestros cultos públicos y privados sin obstáculo en todo el territorio nacional, no existiendo en principio, por nuestra parte oposición a que se adopten las medidas de inspección que las autoridades consideren necesarias.
2. Autorización para la reapertura y el funcionamiento de colegios evangélicos en todos aquellos sitios, donde el número de niños evangélicos justifique la existencia de tal centro docente, y disposiciones gubernativas para que los niños evangélicos que frecuentan los centros oficiales de enseñanza sean dispensados de asistir a las clases de religión y prácticas piadosas contrarias a su fe.
3. Acceso a la imprenta con fines exclusivamente internos, o sea para la impresión de obras religiosas, himnarios, boletines eclesiásticos y otros folletos de carácter litúrgico y de devoción, siempre cumpliendo las condiciones generales señaladas por el Estado para esta clase de publicaciones, pero prescindiendo del requisito previo de la censura eclesiástica.
Estas modestas peticiones nuestras son la expresión limitadísima de nuestros anhelos en las circunstancias presentes, inspirados en las necesidades religiosas intensamente sentidas por nuestros fieles y en el quebranto que sufre su bienestar espiritual por las privaciones contrarias, sin beneficio para nada ni para nadie. Esperamos, pues, ser oídos tanto por lo moderado y justificado de nuestras demandas como por la bondad y espíritu de comprensión de V. E.
Lo cierto es que Franco no accedió a esas peticiones.
Era una dictadura nacional-católica. Para lo bueno, como reconocían los propios protestantes, y para lo malo.
Queremos poner fin a nuestras palabras reiterando, como cristianos evangélicos, nuestra más absoluta lealtad y obediencia ante los poderes constituidos del Estado, inspirándose nuestra conducta en las normas claras que nuestro Señor y sus apóstoles nos dieron para este caso y fundamentaron nuestros anteriores mensajes.
Deseando a V. E. la bendición divina para que pueda cumplir con acierto la labor tan ardua y difícil que le ha sido encomendada por la Providencia con resultados altamente beneficiosos para nuestra Patria y aun el mundo, nos ofrecemos respetuosamente a V. E. en nombre de los evangélicos de España.
Madrid, a diez de julio de 1944.
Eso, resultados altamente beneficiosos en España y el mundo por la labor que la Providencia había encomendado al Caudillo de esos protestantes