Quizá está fuera de tema, pero esto también es CIENCIA:
23 Argumentos a Favor de la Validez Histórica de la Resurrección de Jesucristo
1. Las narraciones de la resurrección tienen las características de una verdad histórica
Las narraciones de la resurrección muestran signos innegables de ser históricamente exactas. La narración temprana de estos relatos, en un momento en que había testigos hostiles presentes, hizo que fuera poco probable y peligroso inventar una mentira. Las narraciones concuerdan en los hechos principales y muestran una gran variedad de testigos, pero sin embargo no son una mera repetición de alguna historia estandarizada a la cual se le solucionaron todas las discrepancias. De hecho, los relatos de las apariciones del Cristo resucitado, son claramente independientes unos de otros, tal como sugieren sus diferencias superficiales. Sin embargo, un escrutinio más profundo revela que estas apariencias no son contradictorias. Henry Morris escribe:
Es una bien conocida regla de prueba que los testimonios de varios y diferentes testigos, cada uno de los cuales informa desde su particular punto de referencia, suministra la mayor evidencia posible cuando los testimonios contienen contradicciones superficiales que se resuelven al efectuar un detallado y cuidadoso examen. Esta es exactamente la situación con los diferentes testigos de la resurrección.
2. La vida y ministerio del Apóstol Pablo son un gran testimonio de la resurrección
Cuando Pablo conoció al Cristo resucitado, él era un antagonista ardiente de la fe cristiana. Un hombre erudito, no era fácil persuadirlo de nada que pareciera contrario a, o incoherente con, las tradiciones mosaicas. Podría decirse que él sería la
última persona de la tierra que aceptaría la idea de un Mesías crucificado y resucitado, basándose en las expectativas judías de la época. El hecho de que llegó a estar tan plenamente persuadido de la resurrección de Cristo, al punto que esto lo llevó a dedicar completamente su vida a su Señor resucitado, es poderosa evidencia de la realidad de la resurrección. Canon Kennett escribe:
Pasados algunos pocos años de la crucifixión de Jesús, la evidencia que avalaba la resurrección de Jesús era, en la mente de por lo menos un hombre educado [el Apóstol Pablo], absolutamente irrefutable.
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3. El sepulcro vacío es un hecho histórico aceptado
Ningún respetado historiador del Nuevo Testamento duda del hecho histórico de que el sepulcro en el que fue puesto Jesucristo después de su crucifixión, estaba vacío. Por lo tanto, hay sólo tres explicaciones para ello. O sus enemigos se llevaron el cuerpo, o sus amigos lo hicieron, o Jesucristo resucitó. La primera posibilidad es altamente improbable, porque sus enemigos ciertamente hubieran exhibido su cuerpo si hubieran podido hacerlo, para humillar a sus discípulos, acallar los rumores de su resurrección, y al mismo tiempo abortar cualquier nuevo movimiento religioso que amenazara sus tradiciones mosaicas.
Es también poco probable que sus amigos se hubieran llevado su cuerpo, porque después de su resurrección se encontraban profundamente decepcionados y desalentados, y sin creer que iba a resucitar. Es absurdo pensar que bajo estas circunstancias ellos armarían un plan para robar el cuerpo y luego inventar una historia que obviamente no creían.
4. Los discípulos eran judíos devotos
Los discípulos eran judíos que se tomaban en serio sus privilegios y obligaciones como judíos. Por lo tanto, es impensable que ellos hubieran sido partícipes de comenzar una nueva religión para sacar provecho personal. Para un judío del primer siglo, un acto de esa índole era equivalente a mentir contra el Dios de Israel, tal como Pablo argumenta en 1 Corintios 15: 12-19 (donde lo llamó “resultar falsos testigos”, contrario a uno de los Diez Mandamientos). Para un judío del primer siglo, mentir contra Dios y falsear Su revelación, significaba arriesgar la propia salvación y la futura participación en el Reino Mesiánico. ¿Tal persona arriesgaría su retribución divina por unos pocos años de prestigio como líder de una nueva religión? La respuesta sólo puede ser un enfático
no.
5. El testimonio de las mujeres
La presencia de las mujeres en el sepulcro es una fuerte evidencia de que el registro bíblico es verídico. Las mujeres casi no tenían credibilidad en la cultura judía del primer siglo, y su testimonio en una corte judicial no tenía valor. Por ejemplo, si un hombre era acusado de un delito que sólo había sido presenciado por mujeres, él no podía ser declarado culpable basándose en la acusación de ellas. Si el relato de la resurrección de Jesús hubiera sido una fábula agregada más tarde en un intento por autenticar al Cristianismo, ¿por qué serían
mujeres las que en este relato lo vieran primero y testimoniaran que el sepulcro estaba vacío, a menos que realmente haya ocurrido de ese modo? Si las mujeres testimoniaban acerca de su resurrección y luego los discípulos masculinos la negaban, ellos quedarían mal, y no olvidemos que estos hombres eran los primeros líderes de la Iglesia Cristiana. Una historia inventada y agregada más tarde por la Iglesia ciertamente hubiera hecho que sus primeros líderes tuvieran una mejor imagen.
6. La propaganda judía presupone el sepulcro vacío y el cuerpo que falta
Las autoridades del Templo Judío pagaron a aquellos que habían visto el sepulcro vacío, para que mintieran y para decir que los discípulos habían robado el cuerpo, e incluso mataron a muchos de aquellos que predicaron sobre su resurrección. Con un incentivo tan poderoso para aplastar al nuevo movimiento, hubieran hecho lo imposible para mostrar el cuerpo muerto de Jesús si esto hubiera sido posible. El hecho de que no lo hicieron, fue porque no pudieron - porque había resucitado.
7. Sus enemigos hubieran hecho aparecer su cuerpo muerto para silenciar a los creyentes
Si él no resucitó de los muertos ¿qué ocurrió con su cuerpo? Si sus enemigos lo robaron y nunca lo mostraron abiertamente, eso hubiera alentado los mismos rumores de la resurrección que ellos mismos querían evitar con tanta fuerza. Pero la prueba decisiva de que sus enemigos no se llevaron el cuerpo es que seguramente lo hubieran mostrado con gran fanfarria, porque hubieran hecho cualquier cosa con tal de desacreditar la historia. William Lane Craig argumenta lo siguiente:
“Ésta es evidencia histórica de la más alta calidad, puesto que viene no de los cristianos sino de los mismos enemigos de la temprana fe cristiana.”
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8. El sepulcro no fue venerado
Si Jesús no estaba resucitado ¿por qué no existe registro de sus discípulos venerando su sepulcro, como tan frecuentemente ocurre con los lideres religiosos? Aun cuando Dios lo prohibió, la práctica continuó entre los israelitas, al punto de que Dios Mismo dispuso de los cuerpos de Elías y Moisés pues si no lo hacía, sus seguidores iban a venerar sus sepulcros.
9. Un historiador no-cristiano testimonia a favor de la resurrección
Josefo, el historiador judío del siglo primero, escribió acerca de Jesucristo y del crecimiento del Cristianismo, de la siguiente manera:
Y cuando Pilato, ante la sugerencia de los principales entre nosotros, lo había condenado a la cruz, aquellos que lo amaron desde un principio no lo abandonaron; pues apareció nuevamente vivo ante ellos al tercer día; tal como habían predicho los profetas divinos - éstas y diez mil otras cosas maravillosas referentes a él. Y la tribu de los cristianos, así llamados debido a él, no se han extinguido hasta el día de hoy.
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Aunque algunos han tratado de descartar este confirmado testimonio secular llamándolo fraudulento, esto es poco probable porque los escritos de Josefo fueron bien recibidos cuando fueron escritos, tanto por judíos como por romanos. Incluso se lo nombró ciudadano romano honorario.
No existen registros de ninguna objeción que los primeros detractores del cristianismo le hayan hecho a este pasaje, y si esto hubiera sido una posterior inserción fraudulenta a los escritos de Josefo, este hecho hubiera sido abiertamente debatido en la literatura de esos días. Debido a que esto no ocurrió, el silencio de los críticos es prueba de que admiten lo escrito por Josefo.
10. No existen explicaciones alternativas en las primeras fuentes no bíblicas
En las primeras fuentes históricas, no existe ninguna explicación alternativa para el crecimiento de la Iglesia Cristiana que siquiera intente mostrar la historia “verídica”. En el caso de que la historia hubiera sido inventada, seguramente algún crítico o ex-cristiano descontento hubiera intentado tal explicación alternativa. Pero la única explicación adecuada para el crecimiento de la Iglesia que jamás haya sido dada, es que los primeros cristianos creyeron que Jesús había sido levantado de los muertos.
11. Los registros bíblicos de las apariciones después la resurrección, presentan un testimonio unificado
Los Cuatro Evangelios y el Apóstol Pablo presentan un testimonio unificado de las diez apariciones después de la resurrección. Estos registros son armoniosos y no se contradicen, por lo tanto debe ser claro para aquellos que dicen que las apariciones no son verdaderas, que la evidencia es contundente.
Las diez apariciones después de la resurrección, en su posible orden cronológico, son las siguientes:
1. A María Magdalena (Marcos 16:9; Juan 20:11-18)
2. A otras mujeres (Mateo 28:8-10)
3. A Pedro (Lucas 24:34; 1 Corintios 15:5)
4. A los dos hombres en el camino a Emaús (Marcos 16:12; Lucas 24:13-35)
5. A once de los discípulos (excepto a Tomás – Lucas 24:33-49; Juan 20:10-23)
6. A los doce una semana después (Juan 20:24-29; 1 Corintios 15:5)
7. A siete discípulos a orillas del Mar de Tiberias (Juan 21:1-23)
8. A quinientos seguidores (1 Corintios 15:6)
9. A Jacobo (1 Corintios 15:7)
10. A los doce en la ascensión (Hechos 1:3-12)
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12. La idea del nuevo cuerpo de Cristo era un concepto totalmente extraño
Los discípulos ya tenían suficientes problemas para creer que Cristo moriría y que luego sería levantado, y nunca hubieran siquiera concebido la idea de que el Mesías tuviera un cuerpo diferente. Es virtualmente inconcebible que los primeros cristianos inventaran tal historia, la cual aun hoy en día suena como ciencia ficción para muchos de los que dudan.
13. Los estudiosos e historiadores modernos admiten que hay firmes evidencias de la resurrección de su cuerpo
J.P. Moreland confirma esto y cita a otros académicos:
Casi ningún estudioso del Nuevo Testamento hoy en día niega que Jesús se apareció a una cantidad de sus seguidores después de su muerte. Algunos estudiosos interpretan esto como alucinaciones subjetivas o visiones objetivas dadas por Dios y que no eran visiones de un ser físico.
Pero nadie niega que los creyentes tuvieron algún tipo de experiencia. El escéptico estudioso del Nuevo Testamento Norman Perrin admitió: “Cuanto más estudiamos la tradición con referencia a las apariciones, tanto más firme parece la roca sobre la cual están asentadas.” Dunn, profesor de divinidad de la Universidad de Durham, en Inglaterra, concuerda: “Es casi imposible contradecir el hecho de que en las raíces históricas del Cristianismo se encuentran algunas experiencias oculares de los primeros cristianos, quienes las interpretaron como apariciones de Jesús, levantado por Dios de los muertos.”
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Thomas Arnold, ex profesor de historia en Rugby y Oxford, y uno de los más grandes historiadores del mundo, hizo el siguiente comentario acerca de la evidencia histórica de la resurrección de Jesucristo:
No conozco ningún acontecimiento en la historia de la humanidad, que haya sido probado por mejores y mayores evidencias de todo tipo, según el entendimiento de un imparcial inquiridor, que la gran señal que Dios nos ha dado de que Cristo murió, y resucitó de los muertos.
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Simon Greenleaf es una de las mentes jurídicas más respetadas en Estados Unidos de Norteamérica. Era un experto en las leyes de la evidencia, y fue fundador de la Facultad de Leyes de Harvard. Él analizó los relatos de la resurrección de Cristo en los Cuatro Evangelios en cuanto a su validez como evidencia testimonial objetiva, y llegó a la siguiente conclusión:
Fue por lo tanto imposible que ellos hubieran podido persistir en su afirmación de las verdades que habían narrado, si Jesús no hubiera realmente resucitado de los muertos, y si no hubieran conocido este hecho con tanta certeza como cualquier otro hecho.
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14. Sus seguidores estaban convencidos de que Jesucristo había resucitado
Quienes primero publicaron la historia de que Jesús había resucitado, la creían realmente. Apoyaban su fe no sólo en el hecho del sepulcro vacío, sino también en el hecho de que ellos mismos habían visto vivo a Jesús después de su entierro. Fue visto no una o dos veces, sino por lo menos diez veces que han quedado registradas; y no solamente uno a la vez, sino en grupos de dos, siete, diez, once, y quinientos.
15. Sus seguidores sufrieron el martirio por creer en la resurrección
Los creyentes del primer siglo predicaron y actuaron con convicción acerca de la verdad de su resurrección, y muchos de ellos incluso murieron por sus creencias. Si sus amigos hubieran robado el cuerpo para hacer parecer como que había resucitado, ellos hubieran sabido que estaban creyendo una mentira, y los hombres no se transforman en mártires por algo que saben que es falso.
16. El testimonio unánime de los testigos oculares, quienes no pudieron ser todos engañados o embaucados
Algunos críticos dicen que los primeros cristianos tuvieron una visión o una alucinación de Cristo después de su muerte, del mismo modo en que la gente hoy en día aduce haber “visto” al ídolo de la música pop Elvis Presley. ¿Puede haber sido tal vez una visión eufórica? ¿Un sueño? ¿La fantasía de una imaginación enfervorizada? ¿Tal vez fue una aparición? Ninguna de estas es para nada probable, puesto que diferentes grupos de personas no tienen de continuo la misma alucinación. 500 personas en una multitud no podrían soñar el mismo sueño al mismo tiempo.
Algunos modernos apologistas cristianos han argumentado que es irrelevante si Cristo fue levantado
físicamente o no, puesto que su “espíritu” fue a Dios. Dios entonces, supuestamente, dio a los seguidores de Cristo una “visión” de Cristo como que sigue viviendo “espiritualmente” al lado de Dios. Sin embargo, tal concepto místico y espiritualista, no hubiera satisfecho a la mente hebraica de los discípulos, quienes creían que los muertos estaban muertos hasta que fueran levantados en una resurrección corporal y física.
[9] Además hubiera ubicado a la fe cristiana sobre una base subjetiva y mística sin argumentos históricos, y no explicaría el energético testimonio de los discípulos acerca de la resurrección corporal de Cristo.
17. Los discípulos no esperaban que resucitara
Con excepción de José de Arimatea, los seguidores de Jesús no creían que él moriría y luego resucitaría. No estaban a la expectativa del acontecimiento, y cuando sucedió, al principio no lo creyeron. Lo consideraron una “locura” (Lucas 24:11). No lo creyeron hasta que tuvieron que hacerlo, cuando fueron directamente confrontados por el Señor resucitado. Henry Morris escribe:
Una cosa es cierta: los discípulos no pudieron haber inventado la historia de la resurrección a partir de su propia imaginación. Al contrario, de alguna manera no pudieron anticiparla, aun después de tanta abundancia de preparación profética al respecto, tanto de las Escrituras como de Cristo. Hicieron falta las más sólidas evidencias para convencerlos de que en realidad había sucedido.
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18. La idea de un Mesías resucitado era para los judíos un engaño, y para los griegos un absurdo
La imagen de Jesús no coincidía con los conceptos corrientes de lo que debería ser el Mesías (un líder teocrático que liberaría a Israel de la opresión de los gentiles) y hubiera sido difícil convencer a otros de su veracidad. Los griegos, con su doctrina de inmortalidad del alma, creían que la idea de una resurrección corporal era absurda e innecesaria (cp. Hechos 17:32). Si los discípulos hubieran inventado un acontecimiento o una doctrina sobre la cual edificar una nueva religión, hubiera estado más acorde con las expectativas estándar de la época.
19. Sólo podía haber salido del sepulcro por medio de la resurrección
La teoría del “desvanecimiento” ha sugerido que Jesús no estaba realmente muerto cuando lo sepultaron, y que “reaccionó”. Pero en ese caso, débil y exhausto, envuelto en pesadas envolturas mortuorias, casi no hubiera podido moverse, y mucho menos quitar la pesada piedra en la abertura y salir del sepulcro. Además, las autoridades romanas habían sellado la puerta, y aún si hubiera podido quitar la piedra, los guardias lo hubieran arrestado nuevamente, para así humillarlo aún más. Debido a que no existe ningún registro de tal acontecimiento, no debe haber sucedido, porque sus enemigos hubieran aprovechado mucho ese insólito acontecimiento.
20. La existencia misma y el crecimiento de la Iglesia Cristiana no tienen sentido si él no resucitaba
Algunos críticos dicen que la resurrección fue un posterior agregado a la historia de Cristo, inventada años más tarde por la Iglesia para glorificar a un héroe muerto. Pero se conoce, a través de registros históricos fuera de las Escrituras, que la secta conocida como cristianos fue creada en el reino de Tiberio, y que el factor aglutinante fue su creencia de que Jesús había resucitado de los muertos.
La resurrección no fue un posterior agregado a la fe cristiana, sino la causa y el incentivo para ella. Los cristianos basaban su fe, no en registros históricos, sino en lo que habían visto con sus propios ojos. Los registros eran el
resultado de su fe, no su causa. El Cristianismo está asentado sobre el hecho histórico de la resurrección de Cristo, pues sin ella la fe en su totalidad sería un fraude. Si no hubiera habido resurrección, no hubiera habido Nuevo Testamento, y no hubiera habido Iglesia Cristiana.
21. Los discípulos no ganaban nada si inventaban una historia y comenzaban una nueva religión
Sus seguidores enfrentaron penurias, ridículo, hostilidad, y muertes de los mártires. A la luz de esto, nunca podrían haber mantenido una motivación tan inquebrantable si ellos creían que lo que estaban predicando era una mentira. La religión tenía sus recompensas para ellos, pero esas recompensas provenían de una sincera creencia en que aquello por lo que vivían era verdad.
22. El testimonio unánime de los primeros líderes cristianos
Si el sepulcro vacío y la resurrección eran un invento ¿por qué ni siquiera uno de los discípulos se separó del resto y comenzó su propia versión del Cristianismo? ¿O por qué ni siquiera uno de ellos reveló que la afirmación era una mentira? Las autoridades del Templo estaban dispuestas a pagar muy buen dinero a cualquiera que suministrara tal información. O si el dinero no era suficientemente atrayente ¿qué tal la posibilidad de demostrar que la resurrección era una mentira y así alejar a los discípulos para que sigan a algún emprendedor futuro líder de culto? La historia ha demostrado que este es un rol popular, y esta hubiera sido una oportunidad inigualable.
Sin la sólida y persuasiva evidencia de la resurrección, la continua unidad de los primeros líderes cristianos es inexplicable a la luz de la tendencia de los seres humanos de querer promoverse a sí mismos. La presunción de que estaban todos comprometidos con la verdad de su mensaje es la única explicación adecuada para su continua unidad y el hecho de que nunca se reveló que hubiera habido algún fraude. Aquellos que mienten para obtener ganancia personal, no se mantienen juntos por mucho tiempo, especialmente cuando las penurias son mayores que los beneficios.
23. Ninguna explicación alternativa para la resurrección es creíble
A la luz de la evidencia del sepulcro vacío, las apariciones después de la resurrección, y el surgimiento de la Iglesia Cristiana, una persona razonable debería concluir que la resurrección de Jesucristo es un hecho histórico bien establecido. En una corte de justicia, tal evidencia sería obligatoriamente cierta, a menos que se pudiera presentar evidencia contradictoria que introdujera “una duda razonable”. Pero todas las explicaciones y teorías alternativas son extremadamente dudosas y contrarias a cualquier conclusión lógica.
Por lo tanto, los cristianos están siendo racionales, sensatos, y completamente coherentes con el sentido común cuando basan su fe en este hecho histórico sólidamente establecido. No sólo existe convincente evidencia histórica para respaldar la creencia, sino que a aquellos que así lo creen se les promete espléndidos beneficios en el futuro.
[11] De acuerdo con la Biblia, la única promesa segura de vida eterna para la humanidad, tanto individual como colectiva, depende de la creencia en la resurrección de Jesucristo. Según las palabras de Halley:
“Qué enorme gloria vierte sobre la vida humana esta simple creencia. Nuestra esperanza de resurrección y vida eterna se basa, no en una conjetura filosófica acerca de la inmortalidad, sino en un hecho histórico.”
Fuente:
http://www.truthortradition.com/spanish/modules.php?name=News&file=print&sid=74