Que todo sea posible para Dios, no significa que vaya a cumplir tus caprichos, pretensiones o ansias vesánicas más rastreras.
Eso no está escrito en ninguna parte.
En Gálatas capítulo 3 se habla de los hijos de Abraham, y del linaje de Abraham. Son dos ocasiones distintas, a dos grupos diferentes de personas.
Ustedes hijos de Abraham
En Gálatas 3:7 se habla de los “hijos de Abraham”
Γινώσκετε ἄρα ὅτι οἱ ἐκ πίστεως, οὗτοι υἱοί εἰσιν Ἀβραάμ.
Ginoskete ara hoti hoi ek pisteos, houtoi huioi eisin Abraam
Sabed, por tanto, que los que son de fe, estos son hijos de Abraham
El apóstol se refiere a los que son de la fe, o de la incircuncisión. Es decir, a los gentiles.
La comunidad de Galacia, como muchas de esa era, estaban conformadas por judíos de la diáspora y por gentiles a los que, desde Hechos 10, se les envió emisarios para que también se les lleve el evangelio.
Ya he escrito aquí sobre la presencia judía en la región de Frigia. Su origen y su asimilación a las costumbres gentiles.
Nosotros linaje de Abraham
En el mismo capítulo de la epístola, pero versículos más adelante, el apóstol le habla al otro grupo, al de los judíos de la comunidad:
Gálatas 3:23-24
Pero antes que viniese la fe, estábamos bajo la ley. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo
Ningún otro pueblo en el mundo ha recibido la Torá. Solamente los hijos de Israel. El apóstol Pablo habla a un grupo en el que él se está incluyendo. Se refiere a los judíos gálatas.
En este mismo sentido, es que el apóstol cierra diciendo:
Gálatas 3:29
ει δε υμεις χριστου αρα του αβρααμ σπερμα εστε κατ επαγγελιαν κληρονομοι
Ei de umeis Xristou ara tou Abraam sperma este kata epangelian kleronomoi
Y si además son de Cristo, entonces son linaje de Abraham y herederos según la promesa.
Es decir, que además de ser linaje de Abraham, ahora también son de Xristou, y herederos de una nueva herencia. ¿De qué herencia? De aquella a la que no podían, según la doctrina de Pablo, acceder por la ley:
Gálatas 3:18
Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa.