SOBRE EL HIJO DE DIOS
Hay que saber hablar de Él.
No podemos colocar nuestros ojos únicamente en su Encarnación...y en su lenguaje como el Siervo escogido para hacer la voluntad del Padre.
Tal perspectiva, mayormente es usada por los herejes, para enseñar un cristo criatura.
Este texto, es usado por los herejes, para enseñar que el Padre le dio vida eterna a Jesús, sin comprender que quien habla es el Hijo encarnado en Jesús.
Juan, habla del Hijo antes de su encarnación, y revela su condición Divina y Eterna, coexistiendo dentro de la misma ETERNIDAD COMO DIOS.
"El Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
Y leemos que este Verbo fue hecho Jesús, versículos más adelante Jua 1:14.
De manera que en Jesús tenemos, no solamente el nacimiento de un bebé, conforme a la profecía:
Isaías 9:6 - Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
NÓTESE EL LENGUAJE PROFÉTICO:
Claramente el Espíritu Santo, hace diferencia entre la expresión "niño" y "Hijo", el Hijo no es nacido, porque eternamente ha sido Hijo, lo que es nacido es el niño Jesús, lleno de gracia y de verdad.
Entonces, lo que tenemos en Juan, es que este Cristo, quien surge en el espacio tiempo de la Creación, siempre ha existido como el HIJO ETERNO DE DIOS, POR LO TANTO, SU ESENCIA DIVINA ES IGUAL CON EL PADRE.
En Jesús no solamente tenemos el nacimiento de un Bebe, sino la misma encarnación de Dios, Emanuel.
Y por lo tanto, estos títulos de su igualdad con el Padre, no pueden ser aplicados a ninguna criatura, sin cometer un pecado imperdonable, por cuanto se hace afrenta al Espíritu de Gracia.
¿Cuáles títulos?
Isaías 9:6 - Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.