Estimado Thierry
Tiene usted razón...
Lo que Cristo ahora trae, es distinto. De lo que Cristro nos redimió, es de la muerte; eso era lo que pedía la Ley, .... a eso se refiere su Palabra cuando enseña que Cristo nos redimió de la Ley, por algo el cumplió la Ley, ... la Ley pedía la muerte del pecador... Cristo murió por nosotros pecadores, y .. la ley ya no pide más , Cristo la cumplió.
Jesús se identificó con los enfermos, con los pobres, con los necesitados... con los hambrientos , seedientos, desnudos...
Jesús trae su evangelio divino; y ése evangelio NO INCLUYE matanzas, venganzas, muertes, y etc. etc.... eso lo enseñó Jesús cuando comenzó su ministerio. El dijo que era el cumplimiento de lo dicho por el profeta Isaías (Isaías 61:1,2), cuando dijo:
"El Espíritu del Señor es sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas á los pobres: Me ha enviado para sanar á los quebrantados de corazón; Para pregonar á los cautivos libertad, Y á los ciegos vista; Para poner en libertad á los quebrantados:
Para predicar el año agradable del Señor." (Lucas 4:18,19)
¿Que omitió Jesús aquí?... ¿porqué dejo inconcluso lo que Isaías había dicho?
Esto es lo que Jesús deliberadamente omitió: "Y día de venganza del Dios nuestro" (Isaías 61:2)
Esta deliberada omisión, simplemente nos enseña el carácter del evangelio que trae Cristo... es opuesto a lo que era el carácter de la Ley, del Antiguo testamento, allí era venganza, aquí es perdón; allí era odio, aquí es amor; allí era por obras, aquí es por gracia... No porque Cristo nos redimió de ése carácter , sino porque lo que el trajo NO TRAÍA EL CARACTER QUE TENÍA LA LEY.. Cristo nos redimió de la muerte, "el alma que pecare, ese morirá" ... "La paga del pecado es muerte"
"No penséis que he venido para abrogar la ley ó los profetas: no he venido para abrogar, sino á cumplir.
Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas.
De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare á los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
Porque os digo, que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y de los Fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Oísteis que fué dicho á los antiguos: No matarás; mas cualquiera que matare, será culpado del juicio.
Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare locamente con su hermano, será culpado del juicio; y cualquiera que dijere á su hermano, Raca, será culpado del concejo; y cualquiera que dijere, Fatuo, será culpado del infierno del fuego.
Por tanto, si trajeres tu presente al altar, y allí te acordares de que tu hermano tiene algo contra ti,
Deja allí tu presente delante del altar, y vete, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente.
Concíliate con tu adversario presto, entre tanto que estás con él en el camino; porque no acontezca que el adversario te entregue al juez, y el juez te entregue al alguacil, y seas echado en prisión.
De cierto te digo, que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.
Oísteis que fué dicho: No adulterarás:
Mas yo os digo, que cualquiera que mira á una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Por tanto, si tu ojo derecho te fuere ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti: que mejor te es que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Y si tu mano derecha te fuere ocasión de caer, córtala, y échala de ti: que mejor te es que se pierda uno de tus miembros, que no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
También fué dicho: Cualquiera que repudiare á su mujer, déle carta de divorcio:
Mas yo os digo, que el que repudiare á su mujer, fuera de causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casare con la repudiada, comete adulterio.
Además habéis oído que fué dicho á los antiguos: No te perjurarás; mas pagarás al Señor tus juramentos.
Mas yo os digo: No juréis en ninguna manera: ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
Ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalem, porque es la ciudad del gran Rey.
Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer un cabello blanco ó negro.
Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; No, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Oísteis que fué dicho á los antiguos: Ojo por ojo, y diente por diente.
Mas yo os digo: No resistáis al mal; antes á cualquiera que te hiriere en tu mejilla diestra, vuélvele también la otra;
Y al que quisiere ponerte á pleito y tomarte tu ropa, déjale también la capa;
Y á cualquiera que te cargare por una milla, ve con él dos.
Al que te pidiere, dale; y al que quisiere tomar de ti prestado, no se lo rehuses.
Oísteis que fué dicho: Amarás á tu prójimo, y aborrecerás á tu enemigo.
Mas yo os digo: Amad á vuestros enemigos, bendecid á los que os maldicen, haced bien á los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
Para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos: que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueve sobre justos é injustos.
Porque si amareis á los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿no hacen también lo mismo los publicanos?
Y si abrazareis á vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿no hacen también así los Gentiles?
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto" (Mateo 5:17-48)
Jesús estableció y manfiestó el carácter de su evangelio, ANTES DE MORIR EN LA CRUZ.... Como se puede leer aquí en Mateo 5, él contrastó el carácter de la Ley con el del evangelio que el venía estableciendo... Su evangelio carecía del carácter que tenía la Ley.
El evangelio de Jesucristo es absolutamente distinto a la Ley...
Dios bendiga
PD. parte de éste aporte lo escribí hace un momento en otro lugar, lo cito, para evitar el tedio de escribir de nuevo lo mismo.