Re: Adventistas, Mormones y Testigos de Jehová ó SOLO LA BIBLIA
Estimado manuel5. Saludos cordiales.
Como estudioso de la historia, seguramente apreciarás este trabajo, que espero esclarescan tus dudas:
"Al principio del cristianismo, según las líneas de "hermandad" marcadas en el Nuevo Testamento, se da por todas partes un gobierno colegial democrático de presbíteros. Más tarde, de esa colegialidad,
surge un líder, tras el cual el gobierno conjunto de los presbíteros gradualmente pierde importancia.
En ciertas áreas aparece una jerarquía de obispos, metropolitanos y patriarcas.
Al final del siglo IV había cinco grande patriarcados: Jerusalén, Alejandría, Antioquía, Constantinopla y Roma. El de Roma poco a poco se fue convirtiendo en el líder supremo de todos los obispos y patriarcas. Veamos cómo.
En 311 uno de los emperadores, llamado Galerio, promulgó el primer edicto de tolerancia, bajo el cual el cristianismo aparecía como "religión lícita". En 312, Constantino el Grande estableció nuevas medidas a favor del cristianismo, que se convirtió en un pilar de la sociedad.
El cambio radical con el pasado acaeció bajo el emperador Teodosio, que en 380 ordenó que el cristianismo fuera la
"religión del estado". Esto presentaba un malentendido del evangelio.
A partir del siglo IV, la Iglesia, por ser la religión imperial -recibía pagos del Imperio- se convirtió en una gran terrateniente, y era, en realidad, la única que podía ayudar a los pobres.
La Iglesia adquirió prestigio, incluso entre los gentiles, por esa ayuda a los pobres.
Al obispo le llamaban pater pauperum.
De las dos primeras sílabas de esa expresión aparece el título de "papa". Así, el título de "
papa"
se aplicó a los obispos ya en el siglo III. Aplicado al papa se encuentra por vez primera en una inscripción del diácono Severo:
"Iussu Papae sui Marcellini" (Marcelino 296-304). Se hizo específico para finales del s. IV, y en el V al título se precisa la expresión:
"Papa Urbis Romae". Para finales del s. VIII el título se emplea sólo para los romanos pontífices. Sin embargo, todavía en el siglo X el papa Gregorio V (996-999) ordenó que el arzobispo Arnulfo de Milán no se designara con el título de "papa". Gregorio XI (1073-1085) prescribió de modo formal que el título se aplicara definitivamente a los sucesores de Pedro.
En otras palabras, hasta el siglo X, obispos y arzobispos usaban ese título, que en principio no implicaba poder sino ayuda caritativa.
Ese prestigio de que gozaban los obispos recibió aprobación legal cuando el cristianismo se convirtió en religión imperial. A partir del siglo VI los obispos participaban también en el control de las finanzas de la ciudad con la aprobación de las autoridades civiles.
Tras las invasiones de los bárbaros, parecía que los obispos eran los únicos que gozaban de autoridad para reedificar las ciudades y organizarlas. La magistratura de las ciudades había desaparecido y los obispos empezaron a cubrir esa necesidad. El poder de los obispos, que había surgido de la necesidad de ayudar a los pobres, se había convertido en un poder temporal ratificado bajo ley imperial. Eso fue una gran carga para la Iglesia, pues los obispos tenían que defender ahora también militarmente al pueblo, por eso algunos se convirtieron en comandantes de ejércitos.
El Imperio Romano cayó y todo el poder pasó a la Iglesia. Una vez obtenido el poder, la iglesia medieval empezó a buscar justificaciones teológicas en un sentido ideológico, en teoría y práctica. Así, en los siglos IV y V, el patriarca de Alejandría tenía a su mando una flota de treinta barcos con los cuales podía controlar todo el comercio del grano con Constantinopla.
Como ya se ha insinuado, el poder descontrolado se centró en los papas, sobre todo en los del medievo. Sin embargo, un nuevo poder sería definido de una manera imprudente: la infalibilidad de los romanos pontífices.
Es propio de la iglesia católica romana el pronunciarse siempre como poseedora y controladora de toda la verdad. Sin embargo, muchos casos, tenidos por "verdades" en el pasado, "han cambiado" y ya "no son las verdades que eran". Veamos algunos:
En l869 la Iglesia católica romana declaró en el concilio Vaticano I que el papa -en ese tiempo Pío IX- es infalible. Ese fue un error de tremendas proporciones. En aquel tiempo la mayoría de los obispos no sabían las barbaridades que los papas habían cometido durante la historia. Las grandes historias sobre el papado, como las de Pastor y Ranke, no se habían escrito. Fue más tarde, cuando el papa León XIII abrió los archivos del Vaticano y permitió a los historiadores inspeccionar documentos y encontrar en ellos toda clase de sorpresas." (Ray García)
http://www.episcopaleslatinos.org/teologia/autoridad.htm
En resumen, tú ves una posible divergencia cuando no la hay.
Bendiciones,
Luego todo Israel será salvo.