(Juan 9:38) Entonces él dijo: “Pongo fe [en él], Señor”. Y le rindió homenaje.
Cuando se usa el verbo griego proskynéo con relación a un dios o una deidad, se traduce por “adorar” (Mt 4:10; Lu 4:8)
Sin embargo, en este caso, el hombre que había nacido ciego le rindió homenaje
porque reconoció que Jesús era el representante de Dios.
Él no pensó que Jesús fuera Dios o una deidad, sino el predicho “Hijo del hombre”,
el Mesías con autoridad divina
Al parecer, cuando se inclinó ante Jesús, hizo lo mismo
que otras personas mencionadas en las Escrituras Hebreas,
que se inclinaron ante profetas, reyes y otros representantes de Dios
(1Sa 25:23, 24; 2Sa 14:4-7; 1Re 1:16; 2Re 4:36, 37).
Muchas veces, quienes rendían homenaje a Jesús
lo hacían para darle las gracias por alguna revelación divina
o porque reconocían que tenía la aprobación de Dios.