Bueno, eso de que los "seres humanos" resucitamos a "seres espíritu" tendrá que explicarse mejor. Me llama la atención que en ese párrafo no haya escrito la palabra "cuerpo" pues en el ser humano el cuerpo siempre está presente tanto en la vida, como en la muerte, como en la resurrección del mismo en nuestro ser.
Respecto a que nuestro cuerpo no resucita como resucitó el cuerpo de Jesús, es decir, SU PROPIO CUERPO, y que se reencarnó en otro cuerpo como usted predica (Juan 2:20-21), es un invento de su organización y nadie tiene la obligación de creer. Es más, no debe de creer, sobre todo cuando La Sagrada Palabra del Santo enseña otra cosa (y esta sí es en la que hay que creer).
Nuevamente usted no puede hablar de un cuerpo: ni humano ni espiritual. Porque después si que escribe "cuerpo" en su mensaje, ¿no es así? ¿Por qué? Si para usted no hay un cuerpo tras la resurrección: ¿ya está predicando 2 cosas distintas a la vez? No puede escribir "cuerpo espiritual" ni bajo su interpretación si no hay un cuerpo resucitado en su predicación.
Un cuerpo siempre es un cuerpo, y según usted de esto se carece en el cielo aunque bien sabemos que Jesús ascendió con todo su ser al cielo: en espíritu, alma y con un cuerpo glorioso como el que un apóstol nos predica (Filipenses 3:21).
Jesús ascendió visiblemente al cielo. El que tuviera mejor vista lo vería durante más tiempo que el que estuviera medio ciego. Pero que ascendió visiblemente hasta que desapareció entre las nubes del cielo es otra verdad bíblica. No se invente otras cosas que ni tan siquiera están escritas.
El Padre (y el Espíritu Santo) son Espíritu. Por cierto, ambas personas tienen el mismo "nombre": Santo. Porque "el nombre" y como intenté inculcarle en nuestras conversaciones está íntimamente relacionado con su naturaleza (la naturaleza del Ser Yavé).
Según usted y obligada por la interpretación de cierto versículo, la imagen del Dios Verdadero es la imagen ¡de un dios falso! Esto, simplemente, es incomprensible que alguien con la Biblia en mano se atreva a predicar estas cosas. Rectifique mientras esté a tiempo. Conviértase como el apóstol Pablo a la Luz Verdadera que lo cegó, y no a una luz falsa como la que le predica la organización WatchTower, guía que guía a sus miembros a caer al hoyo.
Que el Señor nuestro Dios le bendiga a usted y a los suyos.