Hola @José D.La verdad te felicito Sebas por tu honestidad.
Reconoces que la doctrina de orar a María no está en la biblia, pero aún así tú le oras y ella te escucha.
Además reconoces que tú no eres la excepción, es decir, hay más personas que María escucha.
Bíblicamente también reconoces que el único que tiene el atributo de la omnipresencia es Dios, atributo que le permite escuchar las oraciones, pero afirmas que María también lo puede hacer, no sabes cómo, la biblia no dice nada al respecto, pero María lo puede hacer.
Creo que queda todo claro y respeto tu postura, pero por obvias y lógicas razones, nunca creeré en dichas doctrinas que Jesús, ni sus apóstoles enseñaron.
Este tema queda terminando.
No hay de qué, me alegra que me considere así y que sepa que es algo recíproco. No es fácil dialogar con alguien que no piensa de la misma manera. Quizás no nos convenzamos entre nosotros pero nuestro testimonio sea definitivo para que una persona que lea nuestras conversaciones se incline a un lado u al otro.
La enseñanza de María en la Biblia es la que hay. Como le comenté en mensajes pasados, no todo sobre ella puedo justificarlo con la biblia: hay muchas cosas que no están registradas. Hay otras que sí, pero la inmensa mayoría que ponen sobre la madre de Jesús no las están.
Yo no soy la excepción de ser la única persona que habla con María, que se dirige a ella y no solo le pide sino que (al menos en mi caso) le agradece también por muchas cosas. Y María no es omnipresente, ni omnipotente, ni omnisciente. Pero eso no significa que no nos escuche. Yo doy mi testimonio de que a mí me escucha, y me cuida.
María nos escucha, los demonios lo saben. No quieren ni que invoquemos su nombre porque no soportan su presencia. Hasta Satanás (en un exorcismo) perdió nuevamente otra guerra cuando sintió que nuestra Madre venía en amparo de esa persona poseída.
Es una lástima que cerremos este tema entre nosotros porque tenía la esperanza de que aprovechara que Jesús nos dio a su Madre para que fuera también nuestra Madre si la acogemos. Y con ella es más fácil llegar hasta su Hijo.
Piense lo siguiente: todo lo que los demonios no quieren, insultan, se burlan, nos quieren apartar de eso, es precisamente eso a lo que más deberíamos de acudir (a María).
Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.