Preguntan: ¿Cómo puede ser que el Padre sea Dios, que Jesús sea Dios
y que el espíritu santo sea Dios y sin embargo que no haya tres Dioses, sino un solo Dios?
El ciego Bartimeo lo entendió perfectamente, porque, aunque estaba privado de la visión física, oía perfectamente y desde niño los judíos eran instruidos con los Escritos de Moisés y los profetas.
En el capítulo 10 de Marcos contemplamos la petición de Jacobo y Juan, y la del ciego Bartimeo.
Mientras los primeros pedían puestos de honra y gloria en el reino de Cristo, el ciego Bartimeo solo quería ver.
Los discípulos estaban sordos a las palabras de Jesús, sobre su muerte, solo les interesaba que los tres días pasaran rápido para que estableciese su reino, y así, ellos aseguraban puestos de importancia, y digo ellos porque los otros diez que se enojaron con ambos:
Mar 10:41 Cuando lo oyeron los diez, comenzaron a enojarse contra Jacobo y contra Juan.
Lo hacían, pero no porque pretendían estar celosos de contaminarse con la ambición temporal de los bienes de este mundo, sino porque se les habían adelantado.
Imagine a Judas controlando las finanzas del reino, como ministro de economía.
En el capítulo anterior vemos a Jesús sanando un joven que estaba poseído de un espíritu mudo y sordo, leemos:
Mar 9:25 Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole:
espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.
Ahora, de acuerdo al testimonio profético, los ojos de los ciegos serían abiertos, leemos:
Isa 35:4 Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.
Isa 35:5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán.
ES IMPRESIONANTE LA PRECISIÓN DE LA IDENTIDAD DE JESÚS
1. Vuestro Dios viene con retribución, con pago.
Esto está en perfecta armonía cuando al comenzar su ministerio, el Señor leyó en la sinagoga de Nazaret esta porción:
Luc 4:16 Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
Luc 4:17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
Luc 4:18 El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
Luc 4:19 A predicar el año agradable del Señor.
Luc 4:20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
Luc 4:21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
Nótese que la cita de Isaías que el Señor está mencionando está enfatizando esta edad de la Iglesia donde Dios no está imputando al hombre sus pecados, es un período de gracia, expresado con las palabras:
"A PREDICAR EL AÑO AGRADABLE DEL SEÑOR"
Pero intencionalmente, el Señor no leyó el resto del versículo:
Isaías 61:2 ..... "y el día de venganza del Dios nuestro"
Porque conocía de antemano el rechazo de su pueblo, y dejó para su segunda venida con poder y gloria, cabalgando sobre nubes, y no montado en un burrito, como lo fue su primera entrada triunfal a Jerusalén, el día de venganza del Dios nuestro, donde los moradores de la tierra, Israel y las naciones, serán castigados con la Gran Tribulación y al final de ella, desciende el Señor para matar al anticristo con el resplandor de su venida, juzgar las naciones y establecer su reino milenial.
2. Estamos en el año agradable del Señor, por lo tanto, Bartimeo clama:
¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
Mar 10:51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.
Esta misma pregunta les hizo a Jacobo y Juan y ellos contestaron:
Mar 10:37 Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.
Mientras sus discípulos estaban preocupados por puestos de importancia, Bartimeo, había identificado a Jesús como el Mesías prometido, como aquel del que habló Isaías que vendría como Dios:
Isa 35:4 Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.
Bartimeo aprovechó el año agradable del Señor.
En contraste, ustedes, los que reducen a Dios a una criatura, experimentarán el día de venganza de la ira del Cordero:
Apo 6:16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero;
Apo 6:17
porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?
Cristo viene por su Iglesia a sacarla del escenario de su ira, antes de la gran tribulación:
1Ts 1:10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
Bartimeo veía más que ustedes los que reducen a Dios a una criatura.