¿Adoras a Jesús?

En España llevamos 4 años de comunismo y para continuar y lo que está en proyecto es sustituir la asignatura de historia por otra llamada historia de la filosofía y el motivo es que los comunistas odian la historia.

Pues a los trinitarios os pasa lo mismo, odiáis la historia, porque no queréis que os delaten y saber que la sede del cristianismo es Roma, la ciudad que heredó el paganismo de culturas precedentes y la que expulsó a los judíos cristianos del cristianismo y que eran un obstáculo para establecer la trinidad, una doctrina que ningunea al Dios verdadero.

No queréis hablar de San Constantino el emperador romano que fue el presidente del concilio de Nicea del año 325, sancionando la trinidad. San Constantino salió esponjado del concilio, ya que con el estupor de los pocos obispos que asistieron, había conseguido que el cristianismo fuese politeísta de una forma muy sutil, sin herir a nadie, elevando al enviado de Dios a la categoría de Dios y al Espíritu de Dios que no es persona, consiguieron que fuera persona y coigual con las dos primeras personas.

La iglesia corrupta romana llamada católica o universal, custodió la trinidad toda la edad Antigua, la edad Media. la edad Moderna y finalmente la edad Contemporánea.

El verso estrella de Constantino fue Juan 1:1 que lo retorció tanto que hoy el cristianismo no se cuestiona su manipulación.

Efe de Efe decía que cualquier ser divino es Dios Todopoderoso y se quedó tan ancho. Por tanto, en Juan 1:1 hay dos seres divinos, Dios y el Verbo, ¿pero el tercer ser divino no aparece en este verso? Da lo mismo, no importa.

Si la tergiversación la hacen completa el verso quedaría así:

En el principio era el Verbo y el Espíritu Santo, y el Verbo y el Espíritu Santo estaban con Dios, y el Verbo era Dios y el Espíritu Santo era Dios.

Pues estaríais defendiendo este texto con la misma intensidad que lo hacéis con el Verbo solamente.
Yo si quiero hablar de Constantino, este emperador romano al que alude. Y al igual que yo le daré las fuentes (cuando corresponda) de dónde saco la información, igualmente me gustaría que usted hiciera lo mismo.

Así que cuando quiera pues hablamos de Constantino y así vemos el por qué sucedió todo lo que sucedió. Porque tenga presente esto:
LA VERDAD NUNCA CAMBIA, Y YAVÉ SIEMPRE GANA.

Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.
 
te felicito que por lo menos mostraste interes en las preguntas con que hice que se elevara esta línea de diálogo..

por lo visto no entendiste a lo que refiere.... mañana me tomo un tiempo para desburrarte..
Hablando a propósito del "Logos" ("El Verbo") @Natanael1

He encontrado este interesante artículo de autoría CATÓLICA (ejem, @LuzAzuL @Sebas S. ) que me parece bastante revelador en cuanto a la historia detrás de ese término "logos" empleado por Juan:


El Logos


La palabra Logos es el término con el cual la teología cristiana designa en lengua griega al Verbo de Dios, o Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Antes de que San Juan consagrara este término adoptándolo, los griegos y los judíos lo habían utilizado para expresar concepciones religiosas que, bajo diferentes títulos, han ejercido una influencia cierta en la teología cristiana, y a las cuales es necesario hacer referencia.

El Logos en el Helenismo​

La teoría del Logos aparece por vez primera en Heráclito, y es indudablemente por esta razón que fue considerado por San Justino (Apol. I, 46) como un cristiano antes de Cristo entre los filósofos griegos. Según Heráclito, el Logos, al que identifica aparentemente con el fuego, es aquel principio universal que anima y gobierna el mundo. Esta concepción solo podía hallar lugar en un monismo materialista. Los filósofos de los siglos quinto y cuarto antes de Cristo eran dualistas, y concebían a Dios como trascendente, de manera que ni en Platón (lo que quiera se haya dicho sobre el tema) ni en Aristóteles encontramos la teoría del Logos.

Reaparece en los escritos de los estoicos, y son ellos particularmente quienes la desarrollan. Dios, de acuerdo a los estoicos, "no hizo el mundo como un artesano hace su trabajo, sino que es penetrando completamente toda materia que Él se hace demiurgo del universo" (Galeno, "De qual. incorp." en "Fr. Stoic.", ed. von Arnim, II, 6); Él penetra el mundo "como la miel el panal" (Tertuliano, "Adv. Hermogenem", 44); este Dios tan íntimamente compenetrado con el mundo es fuego o aire encendido; en tanto Él es el principio que controla el universo, es llamado Logos; y en cuanto Él es el germen del que se desarrolla todo lo demás, es llamado Logos seminal (logos spermatikos). Este Logos es al mismo tiempo una fuerza y una ley: una fuerza irresistible que conduce al mundo entero y todas las criaturas a un final común; una ley inevitable y sagrada de la que nada puede sustraerse, y que todo hombre razonable debe seguir voluntariamente (Cleantes, "Himno a Zeus" en "Fr. Stoic." I, 527 - cf. 537). En conformidad con sus hábitos exegéticos, los estoicos hicieron de los diferentes dioses personificaciones del Logos, por ejemplo, de Zeus, y sobre todo de Hermes.

En Alejandría, Hermes fue identificado con Thoth, el dios de Hermópolis, conocido luego como el gran Hermes, "Hermes Trimegistos", y representado como el revelador de todas las letras y toda religión. Simultáneamente, la teoría del Logos se conformó al dualismo neoplatónico corriente en Alejandría: no se concibe al Logos como naturaleza o necesidad inmanente, sino como un intermediario a través del cual el Dios trascendente gobierna el mundo. Esta concepción aparece en Plutarco, especialmente en su "Isis y Osiris"; desde temprana data en el primer siglo de la era cristiana, influenció profundamente al filósofo judío Filón.

La Palabra en el Judaísmo​

Con bastante frecuencia el Antiguo Testamento presenta el acto creador como la palabra de Dios (Gn.1, 3; Sal. 32, 9; Si. 42, 15); a veces parece atribuir a la palabra acción por sí misma, aunque no independiente de Yavé (Is. 55, 11; Za. 5, 1-4; Sal. 106, 20; 147, 15). En todo esto podemos ver solo audaces figuras retóricas: la palabra de creación, de salvación, o, en Zacarías, la palabra de maldición, es personificada, pero no concebida como una hipóstasis divina distinta. En el Libro de la Sabiduría esta personificación se implica más directamente (18, 15 s), y se establece un paralelo (9, 1-2) entre la Sabiduría y la Palabra.

En el rabinismo palestino la Palabra (Memra) es mencionada a menudo, al menos en los Tárgumes: es el Memrá de Yahvé que vive, habla, y actúa; sin embargo, si se procura determinar en forma precisa el significado de la expresión, frecuentemente aparenta ser solo una paráfrasis por la que el targumista sustituye el nombre de Yavé. El Memrá se asemeja al Logos de Filón tan poco como las obras de la mente rabínica en Palestina se asemejan a las especulaciones de Alejandría: los rabinos se preocupan principalmente del ritual y las observancias; en razón de escrúpulos religiosos, no se atreven a atribuir a Yavé acciones como las que las Escrituras le atribuyen; es suficiente para ellos velar la majestad divina bajo una paráfrasis abstracta: la Palabra, la Gloria, la Morada, y otras. El problema de Filón era de orden filosófico: Dios y el hombre están infinitamente distantes uno del otro, y es necesario establecer entre ellos relaciones de acción y oración; el Logos es aquí el intermediario.

Además del autor del Libro de la Sabiduría, otros judíos alejandrinos antes que Filón habían especulado acerca del Logos; pero sus obras nos han llegado únicamente a través de los raros fragmentos que autores cristianos y Filón mismo han preservado. Sólo Filón nos es conocido cabalmente; sus escritos son tan extensivos como los de Platón o Cicerón, y esclarecen cada aspecto de su doctrina; de él es de quien mejor aprendemos la teoría del Logos según fuera desarrollada por el judaísmo alejandrino. El carácter de su enseñanza es tan diverso como sus fuentes:

· a veces, influenciado por la tradición judaica, Filón representa al Logos como la Palabra creadora de Dios ("De Sacrific. Ab. et Cain"; cf. "De Somniis", I 182; "De Opif. Mundi", 13);

· en otras ocasiones lo describe como el revelador de Dios, simbolizado en la Escritura por el ángel de Yavé ("De Somniis", I, 228-39, "De Cherub.", 3; "De Fuga", 5; "Quis rer. divin. haeres sit", 201-205).

· Con mayor frecuencia aún, acepta el lenguaje de la especulación helénica; el Logos es entonces, siguiendo un concepto platónico, la suma total de ideas y el mundo inteligible ("De Opif. Mundi", 24, 25; "Leg. Alleg.", I, 19; III, 96),

· o, de acuerdo con la doctrina estoica, el poder que sostiene el mundo, el lazo que asegura su cohesión, la ley que determina su desarrollo ("De Fuga", 110; "De Plantat. Noe" 8-10; "Quis rer. divin. haeres sit", 188, 217; "Quod Deus sit immut.", 176; "De Opif. Mundi", 143).

En esta diversidad de conceptos puede reconocerse una doctrina fundamental: el Logos es un intermediario entre Dios y el mundo; a través de él Dios crea el mundo y lo gobierna; a través de él también los hombres conocen a Dios y le oran ("De Cherub." 125; "Quis rerum divin. haeres sit" 205-06). En tres pasajes el Logos es llamado Dios ("Leg. Alleg." III, 207; "De Somniis" I, 229; "In Gen." II, 62, citado por Eusebio, "Praep. Ev." VII, 13); pero, como Filón mismo explica en uno de estos textos (De Somniis), es una apelación indebida e incorrectamente empleada, y él la utiliza sólo porque lo conducen a ello los textos sagrados que comenta. Más aún, Filón no reconoce al Logos como una persona; es una idea, un poder, y aunque identificado ocasionalmente con los ángeles de la Biblia, lo es por personificación simbólica.

El Logos en el Nuevo Testamento​

El término Logos se halla únicamente en los escritos joánicos: en el Apocalipsis (19,13), en el Evangelio de San Juan (1, 1-14), y en su Primera Carta (1, 1; cf. 1, 7 - Vulgata). Pero ya en las cartas de San Pablo la teología del Logos había hecho sentir su influencia. Vemos esto en las Cartas a los Corintios, donde Cristo es llamado "fuerza de Dios y sabiduría de Dios" (1 Co. 1, 24) e "imagen de Dios" (2 Co. 4, 4); es más evidente en la Carta a los Colosenses (1, 15 ss); por encima de todo, en la Carta a los Hebreos, donde la teología del Logos carece solo del término en sí, que finalmente aparece en San Juan. En esta carta también notamos una pronunciada influencia del Libro de la Sabiduría, especialmente en la descripción de las relaciones entre el Hijo y el Padre: "resplandor de su gloria e impronta de su sustancia" (cf. Sb. 7, 26). Esta semejanza sugiere el modo por el que la doctrina del Logos se introdujo en la teología cristiana; otra clave nos es proporcionada por el Apocalipsis, donde el término Logos aparece por primera vez (19,13), y no a propósito de alguna enseñanza teológica, sino en una visión apocalíptica, en cuyo contenido no hay indicio de Filón sino que más bien evoca a Sabiduría 18, 15.

En el Evangelio de San Juan el Logos aparece en el primer versículo sin explicación alguna, como un término familiar para los lectores; San Juan lo utiliza en el final del prólogo (1, 14), y no lo vuelve a mencionar en su Evangelio. De esto, Harnack concluye que la mención de la Palabra era solo un punto de partida para el evangelista, y que pasó directamente de esta concepción helénica del Logos a la doctrina cristiana del Hijo único ("Ueber das Verhältniss des Prologs des vierten Evangeliums zum ganzen Werk" en "Zeitschrift fur Theol. und Kirche", II, 1892, 189-231). Esta hipótesis se ve desacreditada por la insistencia con que el evangelista vuelve sobre esta idea de la Palabra; además, es bastante natural que este término técnico, empleado en el prólogo donde el evangelista está interpretando el misterio divino, no reaparezca en la continuación de la narrativa, cuyo carácter podría de esta manera variar.

¿Cuál es el valor preciso de este concepto en los escritos de San Juan? El Logos no tiene para él el significado estoico que con tanta frecuencia tenía para Filón: no es el poder impersonal que sostiene el mundo, ni la ley que lo regula; tampoco encontramos en San Juan el concepto platónico del Logos como el modelo ideal del mundo; el Verbo es para él la Palabra de Dios, y en consecuencia se alinea con la tradición judaica, la teología del Libro de la Sabiduría, de los Salmos, de los Libros Proféticos, y del Génesis; él perfecciona la idea y la transforma al mostrar que este Verbo creador, que desde toda la eternidad estaba en Dios y era Dios, se hizo carne y habitó entre los hombres.

Esta diferencia no es la única que distingue la teología joánica del Logos del concepto de Filón, al que no pocos han querido asemejarla. El Logos de Filón es impersonal; es una idea, un poder, una ley; a lo máximo podría ser comparado con aquellas entidades semi-abstractas, semi-concretas a las que la mitología estoica había prestado cierta forma personal. Para Filón, la encarnación del Logos debe haber carecido absolutamente de significado, tanto como su identificación con el Mesías. Para San Juan, por el contrario, el Logos aparece a la entera luz de una personalidad concreta y viviente; es el Hijo de Dios, el Mesías, Jesús. La diferencia es igualmente vasta cuando consideramos el papel del Logos. El Logos de Filón es un intermediario: "El Padre que engendró todo ha otorgado al Logos el insigne privilegio de ser un intermediario (methorios) entre la criatura y el creador… no es sin principio (agenetos) como lo es Dios, ni engendrado (genetos) como lo sois vosotros [la humanidad], sino intermedio (mesos) entre estos dos extremos" (Quis rer. divin. haeres sit, 205-06). El Verbo de San Juan no es un intermediario, sino un Mediador; Él no es intermedio entre dos naturalezas, divina y humana, sino que las une en su Persona; de Él no puede decirse, como del Logos de Filón, que no es agenetos ni genetos, porque es al mismo tiempo uno y otro, no en tanto es el Verbo, sino en cuanto es el Verbo encarnado (San Ignacio, "Ad Ephes." vii, 2).

En la historia subsiguiente de la teología cristiana se originarían naturalmente muchos conflictos entre estos conceptos rivales, y las especulaciones helénicas constituían una tentación peligrosa para los escritores cristianos. Desde luego, no habrían de hacer del Logos divino un poder impersonal (la Encarnación prohibía esto muy claramente), pero en ocasiones se inclinaban, más o menos conscientemente, a considerar al Verbo como un ser intermediario entre Dios y el mundo. De aquí surgieron las teorías subordinacionistas encontradas en algunos escritores ante-nicenos; de aquí, también, la herejía arriana (véase NICEA, CONCILIO DE).

El Logos en la Literatura Cristiana Primitiva​

Los Padres Apostólicos no mencionan la teología del Logos; una pequeña referencia aparece solamente en San Ignacio (Ad Magn. viii, 2). Los Apologistas, por el contrario, la desarrollan, debido en parte a su entrenamiento filosófico, pero más particularmente a su deseo de declarar su fe de un modo familiar para sus lectores (San Justino, por ejemplo, insiste vigorosamente en la teología del Logos en su "Apología" destinada a los paganos; en muy menor medida en su "Diálogo con el judío Trifón"). Esta ansiedad por adaptar la discusión apologética a las circunstancias de sus oyentes acarreaba sus peligros, ya que así era posible que los apologistas cayeran dentro de las líneas de sus adversarios.

Sobre la cuestión capital de la generación del Verbo, la ortodoxia de los Apologistas es irreprochable: el Verbo no fue creado, como los arrianos sostuvieron más tarde, sino que nació de la misma sustancia del Padre de acuerdo a la posterior definición de Nicea (Justino, "Diál." 128; Taciano, "Or." v; Atenágoras, "Legat." x, xviii; Teófilo, "Ad Autolyc." II, x; Tertuliano "Adv. Prax." vii). Su teología es menos satisfactoria en lo que se refiere a la eternidad de esta generación y su necesidad; de hecho, representan a la Palabra como pronunciada por el Padre cuando el Padre quiso crear y en orden a esta creación (Justino, "II Apol." 6; cf. "Dial." 61-62; Taciano, "Or." v, un texto corrupto y dudoso; Atenágoras, "Legat." x; Teófilo, "Ad Autolyc." II, xxii; Tertuliano, "Adv. Prax." v-vii). Cuando buscamos comprender qué indicaban con esta "pronunciación", es difícil dar una única respuesta. Atenágoras parece querer significar el rol del Hijo en la obra de la creación, la syncatabasis de los Padres nicenos (Newman, "Causes of the Rise and Successes of Arianism" en "Tracts Theological and Ecclesiastical", Londres, 1902, 238); otros, especialmente Teófilo y Tertuliano (cf. Novaciano, "De Trinit." xxxi), con suficiente certeza, parecen entender esta "pronunciación" literalmente. Serían responsables de esta actitud remanentes mentales de la psicología estoica: los filósofos del Pórtico distinguían entre la palabra innata (endiathetos) y la palabra pronunciada (prophorikos); teniendo en mente esta distinción, los sobredichos apologistas concebían un desarrollo en el Verbo de Dios según el mismo modo. Después de este período, San Ireneo condenó muy severamente estos intentos de explicación psicológica (Adv. Haeres. II, xiii, 3-10; cf. II, xxviii, 4-6), y Padres posteriores rechazaron esta desafortunada distinción entre el Verbo endiathetos y prophorikos [Atanasio (?), "Expos. Fidei" i, en PG XXV, 201 - cf. "Orat." II, 35, en PG XXVI, 221; Cirilo de Jerusalén "Cat." IV, 8, en PG XXXIII, 465 - cf. "Cat." XI, 10, en PG XXXIII, 701 - cf. Concilio de Sirmio, can. viii, en Atan., "De Synod." 27 - PG XXVI.

En cuanto a la naturaleza divina del Verbo, todos los apologistas estaban de acuerdo, pero para algunos de ellos, al menos para San Justino y Tertuliano, parecía haber en esta divinidad una cierta subordinación (Justino, "I Apol." 13 - cf. "II Apol." 13; Tertuliano, "Adv. Prax." 9, 14, 26).

Los teólogos alejandrinos, estudiosos profundos de la doctrina del Logos, evitaron los errores antes mencionados respecto de la concepción dual del Verbo (véase, sin embargo, un fragmento de las "Hipotiposis", de Clemente de Alejandría, citado por Focio, en PG CIII, 384, y Zahn, "Forschungen zur Geschichte des neutest. Kanons", Erlangen, 1884, xiii 144) y la generación en el tiempo; para Clemente y para Orígenes el Verbo es eterno como el Padre (Clemente "Strom." VII, 1, 2, en PG IX, 404, 409, y "Adumbrat. in Joan." i, 1, en PG IX, 734; Orígenes, "De Princip." I, xxii, 2 ss, en PG XI, 130 ss; "In Jer. Hom." IX, 4, en PG XIII, 357, "In Jo." i, 32, en PG XIV, 77; cf. Atanasio, "De decret. Nic. syn." 27, en PG XXV, 465). En lo referente a la naturaleza del Verbo, su enseñanza es menos segura: en Clemente, por cierto, encontramos solo unos pocos indicios de subordinacionismo ("Strom." IV, 25, en PG VIII, 1365; "Strom." VII, 3, en PG IX, 421; cf. "Strom." VII, 2, en PG IX, 408); en cualquier otro lugar él afirma explícitamente la igualdad del Padre y del Hijo y la unidad ("Protrept." 10, en PG VIII 228, "Paedag." I, vi, en PG VIII, 280; I, viii, en PG VIII, 325, 337 - cf. I, ix, en PG VIII, 353; III, xii, en P. d., V*I, 680). Orígenes, por el contrario, defendía frecuente y formalmente ideas subordinacionistas ("De Princip." I, iii, 5, en PG XI, 150; IV, xxxv, en PG XI, 409, 410; "In Jo." ii, 2, en PG XIV, 108, 109; ii, 18, en PG XIV, 153, 156; vi, 23, en PG XIV, 268; xiii, 25, en PG XIV, 441-44; xxxii, 18, en PG XIV, 817-20; "In Matt." xv, 10, en PG XIII, 1280, 1281; "De Orat." 15, en PG XI, 464, "Contra Cels." V, xi, en PG XI, 1197); sus enseñanzas acerca del Verbo evidentemente adolecían de especulación helénica: en el orden del conocimiento religioso y de la oración, el Verbo es para él un intermediario entre Dios y la criatura.

En medio de estas especulaciones de apologistas y teólogos alejandrinos, elaboradas no sin peligro ni error, la Iglesia mantuvo su estricta enseñanza dogmática acerca del Verbo de Dios. Se la reconoce particularmente en las obras de aquellos Padres más devotos de la tradición que de la filosofía, y especialmente en San Ireneo, quien condena cada forma de teoría helénica y gnóstica de seres intermediarios (Adv. Haer. II, xxx, 9; II, ii, 4; III, viii, 3; IV, vii, 4; IV, xx, 1), y quien afirma enérgicamente la total comprensión del Padre por el Hijo y su identidad de naturaleza (Adv. Haer. II, xvii, 8; IV, iv, 2, IV, vi, 3, 6). La encontramos nuevamente con mayor autoridad aún en la carta del papa San Dionisio a su tocayo, el obispo de Alejandría (véase Atan., "De decret. Nic. syn." 26, en PG XXV, 461-65): "… opinan falsamente sobre la generación del Señor los que se atreven a llamar creación a su divina e inefable generación. Ni se debe dividir en tres divinidades la admirable y divina unidad, ni disminuir con la idea de creación la dignidad y suprema grandeza del Señor; sino que hay que creer en Dios Padre omnipotente y en Jesucristo su Hijo y en el Espíritu Santo, y que en el Dios del universo está unido el Verbo. Porque: Yo —dice— y el Padre somos una sola cosa (Jn. 10, 30); y: Yo estoy en el Padre y el Padre en mí (Jn. 14, 10). Porque de este modo es posible mantener íntegra tanto la divina Trinidad como la santa predicación de la unidad de principio." El Concilio de Nicea (325) no tenía más que prestar consagración oficial a esta enseñanza dogmática.

Analogía entre el Verbo Divino y el Lenguaje Humano​

Luego del Concilio de Nicea, habiendo extirpado todo peligro de subordinacionismo, fue posible buscar en la analogía del habla humana alguna luz sobre el misterio de la generación divina; los Padres griegos se refieren especialmente a esta analogía para explicar cómo esta generación es puramente espiritual y no implica disminución ni cambio: Dionisio de Alejandría (Atan., "De Sent. Dion." 23, en PG XXV, 513); Atanasio ("De decret. Nic. syn." 11, en PG XXV, 444); Basilio ("In illud: In principio erat Verbum" 3, en PG XXXI, 476-77); Gregorio de Nazancio ("Or." xxx, 20, en PG XXXVI, 128-29) Cirilo de Alejandría (" Thes." iv, en PG LXXV, 56; cf. 76, 80; xvi, ibíd., 300; xvi, ibíd., 313; "De Trinit." diál. ii, en PG LXXV, 768-69), Juan Damasc. ("De Fide Orthod." I, vi, en PG XCIV, 804).

San Agustín estudió más detalladamente esta analogía entre el Verbo divino y el habla humana (véase especialmente "De Trinit." IX, vii, 12 s, en PL XLII, 967, XV, x, 17 s, ibíd., 1069), y dedujo de ella enseñanzas aceptadas por mucho tiempo en la teología católica. Compara al Verbo de Dios no con la palabra hablada por los labios, sino con el habla interior del alma, con lo cual podemos en alguna medida captar el misterio divino; engendrada por la mente, permanece allí dentro, es igual a ella, es la fuente de sus operaciones. Esta doctrina fue luego desarrollada y enriquecida por Santo Tomás, especialmente en "Contra Gent." IV, xi-xiv, opúsc. "De natura verbi intellectus"; "Quaest. disput. de verit." iv, "De potent." ii-viii, 1, "Summa Theol." I-I, xxvii, 2; xxxiv. Santo Tomás expone de un modo muy claro la identidad de significado, mencionada ya por San Agustín (De Trinit. VII, ii, 3), entre los términos Hijo y Verbo: "eo Filius quo Verbum, et eo Verbum quo Filius" ("Summa Theol." I-I, xxvii, 2; "Contra Gent." IV, xi). La enseñanza de Santo Tomás ha sido honrosamente aprobada por la Iglesia especialmente en la condenación del Sínodo de Pistoya por Pío VI (Denzinger, "Enchiridion" 1460). (Véase JESUCRISTO; TRINIDAD.)

Fuente: Lebreton, Jules. "The Logos." The Catholic Encyclopedia. Vol. 9. New York: Robert Appleton Company, 1910. <http://www.newadvent.org/cathen/09328a.htm>.

Traducido por Emilce S. Fékete
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Resumen:

El término "Logos" no lo inventó el apóstol Juan ni se halló primeramente en las Escrituras; ES MUY ANTERIOR A CRISTO.

Ya los griegos identificaron a varios de sus dioses con el término "el logos".

El término "el logos" era pues un término familiar (no nuevo) PARA LOS LECTORES DE JUAN.

Algunos autores griegos como Plutarco, identifican a "el logos" ("el verbo") COMO INTERMEDIARIO ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES.

En el judaísmo, el término "logos" aparece COMO FIGURA RETÓRICA, donde tal concepto aparece PERSONIFICADO, pero sin relación alguna con UNA PERSONA DIVINA.

Para Filón, judío filósofo helenístico,
el Logos es un ser intermediario entre Dios y el mundo; a través de él Dios crea el mundo y lo gobierna; a través de él también los hombres conocen a Dios y le oran


Esto justamente es lo que nosotros predicamos y enseñamos:

EL LOGOS ES EL SER INTERMEDIARIO ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES, Y QUE A PARTIR DE ÉL, DIOS CREÓ EL MUNDO, Y HACE QUE LOS HOMBRES LE CONOZCAN A TRAVÉS DE ÉL.


Amén.


A-
Como dije te felicitio, pues al menos te has tomado el trabajo de buscar. Recordemos de dónde sale esta iniciativa:
Que es el "Logos" en términos epistemológicos.

Ahora, en términos filosóficos que significa...

sigamso

en términos hagiográficos????? en términos teológicos?

.. sigamos .. por que se ha escogido la terminología LOGOS para referirse a ese PERSONAJE?.
de aquí empezaron a maquillar , tú el primero en decir que era una simple "licencia literaria", en la que Juan utilizó el "epíteto" para decir que Dios crearía todo por medio de Jesús.

Ahora traes pues , un análisis más profundo que la ridícula reducción al absurdo que habías hecho. Y ese análisis profundo es en efecto válido, y para desbancarte tu sacada de contexto del estudio QUE TU MISMO TRAES, solo valdría citarte del mismo estudio este párrafo, que pretendes dejar sin énfasis:

"¿Cuál es el valor preciso de este concepto en los escritos de San Juan? El Logos no tiene para él el significado estoico que con tanta frecuencia tenía para Filón: no es el poder impersonal que sostiene el mundo, ni la ley que lo regula; tampoco encontramos en San Juan el concepto platónico del Logos como el modelo ideal del mundo; el Verbo es para él la Palabra de Dios, y en consecuencia se alinea con la tradición judaica, la teología del Libro de la Sabiduría, de los Salmos, de los Libros Proféticos, y del Génesis; él perfecciona la idea y la transforma al mostrar que este Verbo creador, que desde toda la eternidad estaba en Dios y era Dios, se hizo carne y habitó entre los hombres."


Es decir, que tu tomas el ANALISIS QUE HACE TU FUENTE, para nuntrir TU ARROGANTE SESGO DE CONFIRMACIÓN pues es obvio que el autor (Enciclopedia CATOLICA) hace todo el análisis para este sustento y no para el tuyo.... Reitero, sacas de contexto toda la investigación

Como te digo, con esto bastaría, pero tambien te prometí que te iba a desburrar:

Yo traje las preguntas sobre el Logos a tema, precisamente por que era relevante. Juan , como individuo, no era ajeno ni al espacio ni al tiempo en que vivía, esto independientemente de la Revelación por sí misma. Juan era un judío de la diáspora. y de hecho terminó en Patmos. Seguramente, su conocimiento de la Torah era en griego, de la septuaginta. y al haber pasado su adultez en Grecia, es remotamente probable que haya escogido un idioma distinto al griego para sus escritos.

Como bien dice el estudio, "logos" no era una terminología barata. Tenía trascendencia religiosa y filosófica. Y Juan toma esa trascendencia etimológica y la lleva al máximo , al NOMBRAR a Jesús tal. El evangelio de Juan, no va del Padre, ..... va DE JESUS!!!! (al igual que todos los Evangelios) Ese LOGOS no es ni licencia poética ni nada, es Jesús mismo , que es Dios mismo.

Gracias por el estudio.


ahora voy a desburrar a @OLGALINARES que uso el mismo sucio artilugio que tú: traen una fuente , que declara lo que nosotros sostenemos, y la pretenden sacar de contexto para validar su sesgo... más que engañarnos, se engañana a ustedes mismos
 
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Reacciones: León-El y Sebas S.
Como dije te felicitio, pues al menos te has tomado el trabajo de buscar. Recordemos de dónde sale esta iniciativa:

de aquí empezaron a maquillar , tú el primero en decir que era una simple "licencia literaria", en la que Juan utilizó el "epíteto" para decir que Dios crearía todo por medio de Jesús.

Te aconsejo el trabajo de recordar el artículo católico, por cierto. En él, se habla de que en el judaísmo, hablando del antiguo testamento, se utiliza "el logos" como FIGURA RETÓRICA (ES DECIR: RECURSO LITERARIO).

Así que como puedes ver, no desatiné demasiado respecto a los usos de tal término en el judaísmo a.C.


Ahora traes pues , un análisis más profundo que la ridícula reducción al absurdo que habías hecho. Y ese análisis profundo es en efecto válido, y para desbancarte tu sacada de contexto del estudio QUE TU MISMO TRAES, solo valdría citarte del mismo estudio este párrafo, que pretendes dejar sin énfasis:

"¿Cuál es el valor preciso de este concepto en los escritos de San Juan? El Logos no tiene para él el significado estoico que con tanta frecuencia tenía para Filón: no es el poder impersonal que sostiene el mundo, ni la ley que lo regula; tampoco encontramos en San Juan el concepto platónico del Logos como el modelo ideal del mundo; el Verbo es para él la Palabra de Dios, y en consecuencia se alinea con la tradición judaica, la teología del Libro de la Sabiduría, de los Salmos, de los Libros Proféticos, y del Génesis; él perfecciona la idea y la transforma al mostrar que este Verbo creador, que desde toda la eternidad estaba en Dios y era Dios, se hizo carne y habitó entre los hombres."

Eso que traes no deja de ser más que una opinión más que una certeza. ¿Acaso el autor de tales palabras pudo conocer al apóstol Juan para preguntarle en persona con qué intención escribió sus palabras? Es obvio de que no.

En cualquier caso: Nunca, pero nunca, he dicho que en la intención de Juan estuviese el presentarnos "el logos" COMO UNA FUERZA O PODER IMPERSONAL. ESO NO APARECE EN SUS ESCRITOS Y ES ABSURDO.

Filón era griego, pero te olvidas DE OTROS GRIEGOS como LOS ESTOICOS que identificaron a sus DIOSES con tal concepto "el logos"; YA NO como una "fuerza impersonal" sino como
UN INTERMEDIARIO a través del cual el Dios trascendente gobierna el mundo.

Que es justamente lo que yo vengo mostrando y defiendo que eso justamente estaba en la mente de Juan al escribir Juan 1:1, entre otros:

PRESENTARNOS AL HIJO DE DIOS COMO
UN SER INDEPENDIENTE Y MEDIADOR O INTERMEDIARIO ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES.

Es insultante cómo te saltaste esta parte.


Es decir, que tu tomas el ANALISIS QUE HACE TU FUENTE, para nuntrir TU ARROGANTE SESGO DE CONFIRMACIÓN pues es obvio que el autor (Enciclopedia CATOLICA) hace todo el análisis para este sustento y no para el tuyo.... Reitero, sacas de contexto toda la investigación

Como te digo, con esto bastaría, pero tambien te prometí que te iba a desburrar:

Yo traje las preguntas sobre el Logos a tema, precisamente por que era relevante. Juan , como individuo, no era ajeno ni al espacio ni al tiempo en que vivía, esto independientemente de la Revelación por sí misma. Juan era un judío de la diáspora. y de hecho terminó en Patmos. Seguramente, su conocimiento de la Torah era en griego, de la septuaginta. y al haber pasado su adultez en Grecia, es remotamente probable que haya escogido un idioma distinto al griego para sus escritos.

Como bien dice el estudio, "logos" no era una terminología barata. Tenía trascendencia religiosa y filosófica. Y Juan toma esa trascendencia etimológica y la lleva al máximo , al NOMBRAR a Jesús tal. El evangelio de Juan, no va del Padre, ..... va DE JESUS!!!! (al igual que todos los Evangelios) Ese LOGOS no es ni licencia poética ni nada, es Jesús mismo , que es Dios mismo.

Gracias por el estudio.


ahora voy a desburrar a @OLGALINARES que uso el mismo sucio artilugio que tú: traen una fuente , que declara lo que nosotros sostenemos, y la pretenden sacar de contexto para validar su sesgo... más que engañarnos, se engañana a ustedes mismos

Espero que "puedas limpiar el hocico" (el tuyo, específicamente me refiero) al hacerte saber mis palabras a tus, esta vez sí que sí, baratas y vanas objecciones.


A-
 
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Los biblistas Juan Mateos y Juan Barreto explican que, de las dos veces que en Juan 1:1
“aparece el término ‘Dios’, la primera lleva artículo determinado (el Dios);
la segunda, no lo lleva (un Dios, un ser divino)” (Juan. Texto y Comentario, página 21).
Como dije, al parecer no has leìdo siquiera tunpropia fuente pues en lampàgina 21 no refiere en lo absoluto a lo que alegas

Ahora bien, a partir de la 34 sì que refiere lo siguiente

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Como se puede apreciar la fuente resalta que lo que sintetiza Juan en 1:1-18 hay q comprenderlo en un contexto holistico, conociendo todo el mensaje.

Otro asunto a resaltar es que te adelanto que si fuente pretendiera validar el absurdo neutral que pretendes colar, lo hubiese hecho corrigiendo desde el inicio la cita de los versos en cuestiòn
 
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este Verbo creador, que desde toda la eternidad estaba en Dios y era Dios, se hizo carne y habitó entre los hombres."

Si Juan uso tal término sin dar explicaciones previas a sus lectores "el logos", es porque ellos estaban familiarizados con su uso y que Juan simplemente no se lo sacó de la chistera (tal y como además defiende el artículo católico que traje).

Y eso sólo deja DOS posibilidades:

1-Juan usó el término "el logos" a la "vieja usanza" de como se venía usando en el antiguo testamento es decir: presentándolo como una FIGURA RETÓRICA es decir; personificando algo que NO ERA PERSONA.

2-Juan usó el término "el logos" tal y como los estoicos lo usaron: para referirse a sus dioses como INTERMEDIARIOS ENTRE EL DIOS SUPREMO Y LOS HOMBRES.

Porque debes de saber que en las religiones ancestrales, siempre hubo muchos dioses; MÁS UNO POR ENCIMA DE TODOS ELLOS: EL DIOS SUPREMO O PRINCIPAL.

Sólo hay éstas dos opciones; y tú mismo estás de acuerdo conmigo en que la opción 1 (la del judaísmo)
NO PUEDE SER APLICABLE en el caso de Juan; porque él jamás nos presentó a Jesús como una simple "figura retórica".

Rest my case.




A-
 
LA GENUINA COMUNIÓN DE LA IGLESIA DE CRISTO
2Co_13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

ESTE PASAJE NOS HABLA DE LA TRINIDAD.

Cualquier otra comunión, pertenece al hombre religioso, natural, sin Cristo, sin Dios Padre, y sin el Espíritu Santo.

LA GENUINA COMUNIÓN DE LA IGLESIA DE CRISTO (I)
Esta comunión del Cuerpo de Cristo, la Iglesia, la cual involucra el poder del Espíritu Santo y el amor de Dios Padre, es Eterna.

Cualquier otra comunión aquí en la tierra es temporal.

Porque el que está unido a Cristo, un Espíritu, es con Él.

Las distintas "comuniones" que se presenten en el mundo, en nuestro breve paso por la tierra, nos comunica la idea de sombras temporales, con comuniones pasajeras y no poseen el Sello de la Eternidad que trae la comunión verdadera con el Padre y su Hijo Jesucristo, que solo el Espíritu Santo puede llevar a cabo en nuestra vida Espíritual.

Si pudiéramos estar claros en esta genuina comunión:

2Co_13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.

Este hecho, nos preservaría ante la falsedad de crucifijos, estatuas de yeso, "cristos criaturas", preterismo, y todos los demás "ismos" con sus distintos profetas extrabíblicos, que pervierten y engañan a la criatura religiosa, quitando los ojos de Jesús para colocarlos en otras cosas que no son Cristo.


El ser humano ha sido diseñado para la Eternidad, solo que cada uno tiene la responsabilidad de escoger aquí, en la tierra, una Eternidad con Cristo o una Eternidad sin él (Mt. 25:46).



LA SANA DOCTRINA

Es imposible que un creyente sea recibido a la comunión de la asamblea, si tiene reservas en cuanto a la Doctrina apostólica respecto a la plenitud de la Deidad en Cristo.

Es imposible que un creyente diga: "Yo quiero ser recibido a la comunión de la asamblea, pero sí me aceptan la tesis de un cristo criatura"

Ese creyente no debe ser recibido a la comunión.

¿Por qué?

Porque la comunión de la Iglesia es tener la Sana Doctrina como un bien común.

Y si está en desacuerdo en que Dios se haya manifestado en carne, en la Persona de Jesús.

Si está en desacuerdo sobre Aquel Verbo de Dios, que era con Dios y era Dios mismo y que se hizo carne en la Persona de Jesús, ¿cómo puede estar en comunión?

¿Acaso la advertencia apostólica no lo señala como anticristo?

1Jn_4:2 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;
1Jn_4:3 y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
2Jn_1:7 Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.

Esta advertencia claramente declara que los grupos que enseñan que el Hijo de Dios es una criatura exaltada, son verdaderas fábricas de anticristos, cuya producción se ha aumentado en estos tiempos de apostasía.

Jua 8:24 Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que YO SOY, en vuestros pecados moriréis.

YO Y EL PADRE, UNO SOMOS (Jn.10:30).

A qué sus soliloquios, varón.

Lo hace únicamente para que sus socios de la bancada trinitaria le puedan aplaudir; porque ya le aseguro yo que tales "enciclopedias" no las puede leer nadie más que excepto ellos.

Es decir que usted no debate en absoluto por cuanto dijo:


Tus mensajes no los leo

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A-
 
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Ver el archivo adjunto 3328515
Se lo dije, se lo repito. El traductor del pasaje de esta versión bíblica entiende que "nada probable" ha de traducirse como "el que nada puede hacer" (no hay probabilidad), y que "probable aquél esté haciendo estas (cosas)" EN REFERENCIA AL PADRE es "todo lo que el Padre hace", lo cual el Hijo lo hace IGUALMENTE.

CREE SU PROPIA VERSIÓN BÍBLICA, EL RESTO DE PERSONAS DEL MUNDO QUE TRADUCEN BIBLIAS NO LE APOYAN EN SU LOCURA.


Para que no suene "a indio" lo que es "palabra por palabra", acepte la realidad de lo que está escrito: «[...] No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo IGUALMENTE».



Nadie excepto nuestro Señor Dios puede perdonar las ofensas (el pecado) porque es el ofendido el que tiene que perdonar. Menos aún, no pretenderá que creamos que en el nombre de "un dios" se puede perdonar los pecados, ¿no es así? Esto es deleite para el diablo quien tendría cegada a la persona de tal manera como para pensar que "un dios" puede perdonar los pecados.


¿A qué viene hablarme ahora a mí de
(Salmos 2:7)? Esta conversación la tiene con otros foristas. Y lo siento, es que para el que es Todopoderoso, para el que afirmó que "Él sería lo que tendría que Ser", para mí no hay límites: todo es posible en Yavé, en sí mismo.

Por eso, no voy a renunciar a creer que si el Padre "es Señor" el Hijo "es Dios", porque sin Él (y aquí ya no sabe si me refiero a la persona del Padre o a la persona del Hijo) NO HAY SALVACIÓN. Pero sí que tiene muy claro, o debería tenerlo, que sin Yavé (y ahora sí sabe a qué ser me refiero) NO HAY SALVACIÓN.

Si acepta que solo un Ser es "Salvador", acepte esta realidad en la persona del Padre y del Hijo porque así está escrito
(y así hay que predicar esta verdad).



Los hijos imitarán a los padres en las cosas buenas y, lamentablemente, también en las cosas malas. Pero va a tener que meterme en contexto porque una cosa es hablar de este tema sobre los seres humanos y otra cosa es tratar este tema sobre el único Ser que es "Dios y Señor".

Que el Señor nuestro Dios le bendiga a usted y a los suyos.
Les aseguro que yo, Dios, hubiese sido tu delicia y la de tus amiguitos los trinitarios. Pero no, dice el Hijo de Dios. Que pena por vosotros.

Solo hago lo que veo que hace el Padre. Está claro que como cualquier hijo, lo que ve hacer al padre, luego le imita.


Juan 5:
19 Jesús les dijo:
«Les aseguro que yo, el Hijo de Dios, no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Sólo hago lo que veo que hace Dios, mi Padre.


Traducción en lenguaje actual


 
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Como dije, al parecer no has leìdo siquiera tunpropia fuente pues en lampàgina 21 no refiere en lo absoluto a lo que alegas

Ahora bien, a partir de la 34 sì que refiere lo siguiente

Ver el archivo adjunto 3328517

Como se puede apreciar la fuente resalta que lo que sintetiza Juan en 1:1-18 hay q comprenderlo en un contexto holistico, conociendo todo el mensaje.

Otro asunto a resaltar es que te adelanto que si fuente pretendiera validar el absurdo neutral que pretendes colar, lo hubiese hecho corrigiendo desde el inicio la cita de los versos en cuestiòn
¿Es la hoja parroquial de tu parroquia?
 
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Reacciones: Antisistema-
Yo si quiero hablar de Constantino, este emperador romano al que alude. Y al igual que yo le daré las fuentes (cuando corresponda) de dónde saco la información, igualmente me gustaría que usted hiciera lo mismo.

Así que cuando quiera pues hablamos de Constantino y así vemos el por qué sucedió todo lo que sucedió. Porque tenga presente esto: LA VERDAD NUNCA CAMBIA, Y YAVÉ SIEMPRE GANA.

Que Dios nuestro Señor le bendiga a usted y a los suyos.

¿Sabes bien lo que estás diciendo? ¿Me vas a blanquear un emperador pagano, no, lo siguiente?

¿Me vas a dar lecciones de Roma?

Adelante, soy todo oídos.
 
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Reacciones: Antisistema-
2-Juan usó el término "el logos" tal y como los estoicos lo usaron: para referirse a sus dioses como INTERMEDIARIOS ENTRE EL DIOS SUPREMO Y LOS HOMBRES.

Aclaración:

Aquí lo que quise decir, no es que haya MÁS DE 1 INTERMEDIARIO entre Dios y los hombres EN EL CRISTIANISMO;
sinó que Juan, al escribir Juan 1:1, tenía más bien en mente esa idea del mundo griego por parte de los Estoicos donde,
"el logos", era asociado como un dios el cual servía de INTERMEDIARIO entre EL DIOS PRINCIPAL y los hombres.

Lo aclaro por si no supe redactar antes mejor la idea, pues con poco les basta para que se echen encima.



A-
 
Aclaración:

Aquí lo que quise decir, no es que haya MÁS DE 1 INTERMEDIARIO entre Dios y los hombres EN EL CRISTIANISMO;
sinó que Juan, al escribir Juan 1:1, tenía más bien en mente esa idea del mundo griego por parte de los Estoicos donde,
"el logos", era asociado como un dios el cual servía de INTERMEDIARIO entre EL DIOS PRINCIPAL y los hombres.

Lo aclaro por si no supe redactar antes mejor la idea, pues con poco les basta para que se echen encima.



A-
¿Y?, ¿crees que ya porque los estoicos tuvieron esa idea, ya es la correcta?....
 
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¿Ya volviste de hacer tus vuelos por los cerros de Úbeda?

Por si no lo viste y te falló la vista de águila
#6.565


Lee. Entiende, pero sobre todo ENTÉRATE.



A-

muy bien teacher antisistema :ROFLMAO:, leo, entiendo y me entero:
das dos opciones y das por sentado que son las únicas, decís en la opción 1, que los antigüos veían al Logos como algo que no es un ser ¿en verdad crees que los Israelitas se tragaron eso?, ¿podes decir que lo que sale de ti, no es parte tuya y que por ende no eres tu?..
aplica tambien para la segunda que presentas, ¿como puede la palabra que emite alguien, ser otro ser?....
 
muy bien teacher antisistema :ROFLMAO:, leo, entiendo y me entero:
das dos opciones y das por sentado que son las únicas, decís en la opción 1, que los antigüos veían al Logos como algo que no es un ser ¿en verdad crees que los Israelitas se tragaron eso?, ¿podes decir que lo que sale de ti, no es parte tuya y que por ende no eres tu?..
aplica tambien para la segunda que presentas, ¿como puede la palabra que emite alguien, ser otro ser?....

Tú emites tu propia sabiduría.

Es imposible debatir contigo "sabes más que nadie".



A-