Las 70 semanas

Re: Las 70 semanas

EL CUMPLIMIENTO DE LAS SETENTA SEMANAS (PRIMERA PARTE)
En las intervenciones ha quedado acreditado que la fantasiosa interpretación mesiánica de Tertuliano, por mucha aceptación que haya tenido a lo largo de siglos, es contraria a los textos sagrados disponibles y, por lo tanto, puesto que no puede sostenerse mediante la exégesis, carece de valor. Es probable que el error de Tertuliano sea disculpable, pues no creo que conste que dominase el hebreo, pero la utilización de su interpretación por parte de generaciones posteriores de cristianos es cada vez menos disculpable. La torpe utilización de ese tipo de planteamientos por parte de Miller y de sus ingenuos seguidores no es disculpable desde 1840, pues las descabelladas exposiciones milleritas ya quedaron totalmente desacreditadas de forma escrita por entonces, por lo que todos los desengaños que se llevaron Miller y los suyos se los ganaron a pulso, por no querer admitir que todos sus postulados eran un disparate. La perpetuación de ese disparate entre el grupito de los White y Bates, y su posterior constitución en una iglesia impenitente es una acción inexcusable de huida hacia adelante, y, lamentablemente para ellos, la siguen manteniendo ciertos personajes por todos conocidos en este foro.

En fin, toca ahora encontrar el cumplimiento de lo predicho por Gabriel, dando por válida la premisa de que lo predicho se cumplió (como es sabido, no todas las profecías de la Biblia se han cumplido; por ejemplo, tal como el mismísimo Dios esperaba, la predicción de Jonás no se cumplió, pero su predicación fue un gran éxito). La clave del asunto que nos ocupa está en la acción sacrílega de ese pueblo de un príncipe que ha de venir, que causa devastaciones en Jerusalén y en el santuario en el curso de las setenta hebdómadas y que fuerza la supresión de los sacrificios y las ofrendas durante media hebdómada (9:26, 27). Como ya se ha señalado, las perversas acciones de tal príncipe enemigo son abordadas también en otros pasajes famosos del libro de Daniel (no es difícil ver las depredaciones de este sujeto en las piernas de hierro del capítulo 2, en la terrible cuarta bestia y en el cuerno pequeño del capítulo 7, en el cuerno pequeño del capítulo 8, o en el “hombre despreciable” de 11:21 y siguientes, el malvado “rey del norte” final en la predicción de Daniel).

Ahora bien, pasando del terreno de la pura exégesis de Daniel al cumplimiento de sus vaticinios, ¿conoce la historia algún episodio en el que Jerusalén y el templo sufrieran desperfectos, a la vez que se suprimía el culto sagrado durante media hebdómada? ¡Desde luego! Además, llegar a la época precisa en que tal cosa tuvo lugar es una tarea bastante sencilla siguiendo el detallado guion de Daniel 11, que los historicistas suelen pasar por alto. Cuando se ven forzados a abordarlo (como, por ejemplo, en la pésima exposición de Uriah Smith), la cosa no va del todo mal hasta el versículo 15, donde se venía hablando de Antíoco III, pero luego, en el 16, inexplicablemente, Smith hace aparecer a la República de Roma en papel protagonista por arte de birlibirloque, convirtiendo a Pompeyo Magno, de Roma, en el sucesor de Antíoco III de Siria, y borrando de un plumazo a los sucesores de este. ¡Como fraude histórico no está nada mal!

En realidad, todos los comentaristas serios de Daniel 11 señalan que la carrera de Antíoco III termina en el versículo 19. El 20 habla de su sucesor inmediato, su hijo Seleuco IV, que, en efecto, necesitaba desesperadamente el pago de impuestos extraordinarios para pagar las condiciones de la paz de Apamea (búsquese en una enciclopedia). Y el sucesor de este, introducido en el versículo 21, fue, verdaderamente, un “hombre despreciable”. Se llamó Antíoco IV.

Aunque a los historicistas cuentistas no les gusta que esto se divulgue, la historia afirma que, entre otras cosas, este personaje, hizo lo siguiente en la tierra de Israel:
o Fomentó la helenización pacífica del país por medio de lo siguiente:
  1. a creación de un gimnasio, donde los sacerdotes y el pueblo en general eran invitados a participar desnudos, por lo cual la circuncisión era manifiesta; se puso de moda una operación quirúrgica para “descircuncidar” el prepucio;
  2. la creación de un prostíbulo público, patrocinado por el Estado;
  3. mirar con malos ojos todo lo que pareciera judío;
  4. la eliminación de todas las figuras públicas que representaban al judaísmo; esto incluía al legítimo sumo sacerdote, que primero fue suplantado por su ambicioso hermano, un firme patrocinador de la cultura griega, y después asesinado.

o Demolió el muro de Nehemías. Este se usó para construir el Akra en el corazón de Jerusalén, donde estaba apostada una guarnición siria permanente. Los arqueros acostumbraban afinar la puntería haciendo diana en los adoradores que se atrevían a acercarse al templo. Parte de la estructura del templo también fue demolida, para que los judíos fieles no pudieran usarla como muro defensivo. Jerusalén acabó siendo abandonada por todos los judíos que querían ser fieles a su fe.
o Adoptó medidas violentas (so pena de muerte), que consistían en lo siguiente:
  1. prohibió poseer copias de las Escrituras;
  2. prohibió la observancia del sábado y otras festividades nacionales;
  3. proscribió de la circuncisión de varones recién nacidos; las madres que desobedeciesen veían a sus hijos ser ahorcados, se les hacía desfilar con ellos colgando de sus senos o de sus cuellos, y luego eran lanzadas a la muerte desde lo alto del muro del Akra;
  4. obligó a los judíos a comer carne de puerco en público y a ofrecer incienso a dioses paganos;
  5. acabó prohibiendo el culto a Yahvé en cualquiera de sus formas.
o Rededicó el templo de Jerusalén a Zeus. Esto involucró la erección de una estatua con la imagen del propio Antíoco. El altar del templo se usó para el sacrificio de puercas. Los recintos del templo se convirtieron en el lugar de trabajo de las prostitutas, que practicaban su oficio allí.
o Aterrorizó al pueblo de Israel por medio de ejecuciones públicas “ejemplarizantes”, que consistían básicamente en:
  1. la crucifixión;
  2. el desmembramiento;
  3. freír viva a la gente.

La lista anterior, basada en la evidencia presentada por Flavio Josefo y otros libros más antiguos, como 1 y 2 Macabeos, da una idea de la naturaleza del brutal ataque que Antíoco Epífanes significó para el pueblo de Israel dos siglos antes de Cristo. Tiene todas las señales de las obras del cuerno pequeño.

(CONTINUARÁ)
 
Re: Las 70 semanas

EL CUMPLIMIENTO DE LAS SETENTA SEMANAS (PRIMERA PARTE)
En las intervenciones ha quedado acreditado que la fantasiosa interpretación mesiánica de Tertuliano, por mucha aceptación que haya tenido a lo largo de siglos, es contraria a los textos sagrados disponibles y, por lo tanto, puesto que no puede sostenerse mediante la exégesis, carece de valor. Es probable que el error de Tertuliano sea disculpable, pues no creo que conste que dominase el hebreo, pero la utilización de su interpretación por parte de generaciones posteriores de cristianos es cada vez menos disculpable. La torpe utilización de ese tipo de planteamientos por parte de Miller y de sus ingenuos seguidores no es disculpable desde 1840, pues las descabelladas exposiciones milleritas ya quedaron totalmente desacreditadas de forma escrita por entonces, por lo que todos los desengaños que se llevaron Miller y los suyos se los ganaron a pulso, por no querer admitir que todos sus postulados eran un disparate. La perpetuación de ese disparate entre el grupito de los White y Bates, y su posterior constitución en una iglesia impenitente es una acción inexcusable de huida hacia adelante, y, lamentablemente para ellos, la siguen manteniendo ciertos personajes por todos conocidos en este foro.

En fin, toca ahora encontrar el cumplimiento de lo predicho por Gabriel, dando por válida la premisa de que lo predicho se cumplió (como es sabido, no todas las profecías de la Biblia se han cumplido; por ejemplo, tal como el mismísimo Dios esperaba, la predicción de Jonás no se cumplió, pero su predicación fue un gran éxito). La clave del asunto que nos ocupa está en la acción sacrílega de ese pueblo de un príncipe que ha de venir, que causa devastaciones en Jerusalén y en el santuario en el curso de las setenta hebdómadas y que fuerza la supresión de los sacrificios y las ofrendas durante media hebdómada (9:26, 27). Como ya se ha señalado, las perversas acciones de tal príncipe enemigo son abordadas también en otros pasajes famosos del libro de Daniel (no es difícil ver las depredaciones de este sujeto en las piernas de hierro del capítulo 2, en la terrible cuarta bestia y en el cuerno pequeño del capítulo 7, en el cuerno pequeño del capítulo 8, o en el “hombre despreciable” de 11:21 y siguientes, el malvado “rey del norte” final en la predicción de Daniel).

Ahora bien, pasando del terreno de la pura exégesis de Daniel al cumplimiento de sus vaticinios, ¿conoce la historia algún episodio en el que Jerusalén y el templo sufrieran desperfectos, a la vez que se suprimía el culto sagrado durante media hebdómada? ¡Desde luego! Además, llegar a la época precisa en que tal cosa tuvo lugar es una tarea bastante sencilla siguiendo el detallado guion de Daniel 11, que los historicistas suelen pasar por alto. Cuando se ven forzados a abordarlo (como, por ejemplo, en la pésima exposición de Uriah Smith), la cosa no va del todo mal hasta el versículo 15, donde se venía hablando de Antíoco III, pero luego, en el 16, inexplicablemente, Smith hace aparecer a la República de Roma en papel protagonista por arte de birlibirloque, convirtiendo a Pompeyo Magno, de Roma, en el sucesor de Antíoco III de Siria, y borrando de un plumazo a los sucesores de este. ¡Como fraude histórico no está nada mal!

En realidad, todos los comentaristas serios de Daniel 11 señalan que la carrera de Antíoco III termina en el versículo 19. El 20 habla de su sucesor inmediato, su hijo Seleuco IV, que, en efecto, necesitaba desesperadamente el pago de impuestos extraordinarios para pagar las condiciones de la paz de Apamea (búsquese en una enciclopedia). Y el sucesor de este, introducido en el versículo 21, fue, verdaderamente, un “hombre despreciable”. Se llamó Antíoco IV.

Aunque a los historicistas cuentistas no les gusta que esto se divulgue, la historia afirma que, entre otras cosas, este personaje, hizo lo siguiente en la tierra de Israel:
o Fomentó la helenización pacífica del país por medio de lo siguiente:
  1. a creación de un gimnasio, donde los sacerdotes y el pueblo en general eran invitados a participar desnudos, por lo cual la circuncisión era manifiesta; se puso de moda una operación quirúrgica para “descircuncidar” el prepucio;
  2. la creación de un prostíbulo público, patrocinado por el Estado;
  3. mirar con malos ojos todo lo que pareciera judío;
  4. la eliminación de todas las figuras públicas que representaban al judaísmo; esto incluía al legítimo sumo sacerdote, que primero fue suplantado por su ambicioso hermano, un firme patrocinador de la cultura griega, y después asesinado.

o Demolió el muro de Nehemías. Este se usó para construir el Akra en el corazón de Jerusalén, donde estaba apostada una guarnición siria permanente. Los arqueros acostumbraban afinar la puntería haciendo diana en los adoradores que se atrevían a acercarse al templo. Parte de la estructura del templo también fue demolida, para que los judíos fieles no pudieran usarla como muro defensivo. Jerusalén acabó siendo abandonada por todos los judíos que querían ser fieles a su fe.
o Adoptó medidas violentas (so pena de muerte), que consistían en lo siguiente:
  1. prohibió poseer copias de las Escrituras;
  2. prohibió la observancia del sábado y otras festividades nacionales;
  3. proscribió de la circuncisión de varones recién nacidos; las madres que desobedeciesen veían a sus hijos ser ahorcados, se les hacía desfilar con ellos colgando de sus senos o de sus cuellos, y luego eran lanzadas a la muerte desde lo alto del muro del Akra;
  4. obligó a los judíos a comer carne de puerco en público y a ofrecer incienso a dioses paganos;
  5. acabó prohibiendo el culto a Yahvé en cualquiera de sus formas.
o Rededicó el templo de Jerusalén a Zeus. Esto involucró la erección de una estatua con la imagen del propio Antíoco. El altar del templo se usó para el sacrificio de puercas. Los recintos del templo se convirtieron en el lugar de trabajo de las prostitutas, que practicaban su oficio allí.
o Aterrorizó al pueblo de Israel por medio de ejecuciones públicas “ejemplarizantes”, que consistían básicamente en:
  1. la crucifixión;
  2. el desmembramiento;
  3. freír viva a la gente.

La lista anterior, basada en la evidencia presentada por Flavio Josefo y otros libros más antiguos, como 1 y 2 Macabeos, da una idea de la naturaleza del brutal ataque que Antíoco Epífanes significó para el pueblo de Israel dos siglos antes de Cristo. Tiene todas las señales de las obras del cuerno pequeño.

(CONTINUARÁ)

Continúe que esta hablando demasiado y disiendo muy poco.
 
Re: Las 70 semanas

Como digo, esto se hizo para que los lectores de textos sagrados en las sinagogas pudieran leer en voz alta sin equivocarse, no para fastidiar a los cristianos.

Y ese es otro punto... aquí algunos han insinuado que creer que "el ungido" en esta profecía no es Jesús equivale a seguir a satanás.

Aunque los "sabelotodos" Adventistas del Séptimo Día griten, pataleen y se rasguen las vestiduras, lo cierto del caso es que ni Jesús ni sus discípulos utilizaron esta profecía o insinuaron que la misma hablaba de El.

Otro punto muy cierto y que hasta el momento ninguno de los supuestos "paladines de la verdad" han querido discutir es el hecho que Gabriel hace mención de 7 semanas de años y 62 semanas de años. Los ASD y muchos otros cristianos ignoran este hecho y simplemente dicen "69 semanas". En otras palabras, según ellos, Gabriel pudo haber dicho "1 semana y 68 semanas" o "34 semanas y media y 34 semanas y media" o "20 semanas, 20 semanas y 29 semanas" o "62 semanas y 7 semanas"... ¡Las posibilidades son infinitas! ¿Será que las 7 semanas de años no tienen relevancia alguna o será que muchos cristianos prefieren decir 69 semanas porque cualquier otra interpretación no encajaría con lo que ellos han decidido creer?

Entonces tengo estas preguntas para los ASD:

¿Por qué, en Daniel 9:25 se mencionan "7 semanas" de años y "62 semanas" de años y no "69 semanas de años"?

¿Por qué Daniel 9:26 dice "después de las sesenta y dos semanas" y no "después de las sesenta y nueve semanas"?
 
Re: Las 70 semanas

Y ese es otro punto... aquí algunos han insinuado que creer que "el ungido" en esta profecía no es Jesús equivale a seguir a satanás.

Aunque los "sabelotodos" Adventistas del Séptimo Día griten, pataleen y se rasguen las vestiduras, lo cierto del caso es que ni Jesús ni sus discípulos utilizaron esta profecía o insinuaron que la misma hablaba de El.

Estas mas perdido que niño en Disney.

Marcos 1:15 Decía: "El tiempo se ha cumplido, el reino de Dios está cerca. ¡Arrepentíos, y creed al evangelio!"

Otro punto muy cierto y que hasta el momento ninguno de los supuestos "paladines de la verdad" han querido discutir es el hecho que Gabriel hace mención de 7 semanas de años y 62 semanas de años. Los ASD y muchos otros cristianos ignoran este hecho y simplemente dicen "69 semanas". En otras palabras, según ellos, Gabriel pudo haber dicho "1 semana y 68 semanas" o "34 semanas y media y 34 semanas y media" o "20 semanas, 20 semanas y 29 semanas" o "62 semanas y 7 semanas"... ¡Las posibilidades son infinitas! ¿Será que las 7 semanas de años no tienen relevancia alguna o será que muchos cristianos prefieren decir 69 semanas porque cualquier otra interpretación no encajaría con lo que ellos han decidido creer?

Podemos decir que tienes "Short term memory loss".

Acaso no lees lo que escribo...?

Pues no puedes decir tal cosa.

Entonces tengo estas preguntas para los ASD:

¿Por qué, en Daniel 9:25 se mencionan "7 semanas" de años y "62 semanas" de años y no "69 semanas de años"?

¿Por qué Daniel 9:26 dice "después de las sesenta y dos semanas" y no "después de las sesenta y nueve semanas"?

simple y sencillamente, porque NO LEES.

Las setenta semanas estan divididas en tres partes

  1. 7 semanas (49 años)
  2. 62 semanas (434 años)
  3. 1 semana (7 años)

En el primer período (7 semanas o 49 años) se restauraría y se reedificaría jerusalem, lo cual será en "tiempos angustiosos".

En el segundo período (62 semanas o 434 años) serían despues de que los judíos estuviesen en su país con su templo y todas las leyes aunque si Antíoco hizo de las suyas, el templo quedó intacto, pues no fué destruido.

En el tercer período (1 semana o 7 años) es la última semana de las setenta profetizadas, a la mitad de esta cesaría el sacrifício y la ofrenda, pues el Mesías (ungído) sería muerto "y no por sí" 3 y medio años despues es muerto Esteban sellando la profecía y "confirmando el pacto a muchos" por eso Pedro tiene la visión del lienzo y Pablo apostol de los gentiles, TODOS para ese mismo tiempo.

Además Pedro le dijo a Jesus "Maestro, cuantas veces perdonaré a mi hermano..? Hasta siete..?

Jesus le dijo: "No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete."

Lo cual hace mas sorprendente aún la profecía de las setenta semanas.
 
Re: Las 70 semanas

ELG, ¿Quien es el QEDOSH QODASHIM (Santo de los Santos)...?
 
Re: Las 70 semanas

¡"Sabe, pues, y entiende que desde la salida del oráculo sobre el retorno y edificación de Jerusalén hasta un ungido príncipe habrá siete semanas, y en sesenta y dos semanas se reedificarán plaza y foso en la angustia de los tiempos" (Dan. 9:25, versión católica de Nácar-Colunga, 1944).

"Advierte, pues, y entiende: desde que se dio la orden de reconstruir Jerusalén hasta el príncipe ungido habrá siete semanas, y en sesenta y dos semanas; plazas y fosos serán reconstruidos, aunque serán tiempos de angustia" (Dan. 9:25, versión católica de Serafín de Ausejo, 1975).

"Has de saberlo y comprenderlo: Desde que se decretó la vuelta y la reconstrucción de Jerusalén hasta un príncipe ungido pasarán siete semanas; durante sesenta y dos semanas estará reconstruida con calles y fosos, en tiempos difíciles" (Dan. 9:25, Nueva Biblia Española [católica], 1976).

"Entiende bien lo siguiente: Habrá siete semanas desde la promulgación del decreto que ordena la reconstrucción de Jerusalén hasta la llegada del príncipe elegido. Después de eso, habrá sesenta y dos semanas más. Entonces será reconstruida Jerusalén, con sus calles y murallas. Pero cuando los tiempos apremien..." (Dan. 9:25, Nueva Versión Internacional [protestante], 1999).

"'Here is what you must understand: From the time the word goes out to rebuild Jerusalem until the coming of the Anointed Leader, there will be seven sevens. The rebuilding will take sixty-two sevens, including building streets and digging a moat" (Dan. 9:25, verisión inglesa The Message, 1993-2002).

"Know therefore and understand that from the going out of the word to restore and build Jerusalem to the coming of an anointed one, a prince, there shall be seven weeks. Then for sixty-two weeks it shall be built again with squares and moat, but in a troubled time" (Dan. 9:25, English Standard Version, 2001).

"Scito ergo et animadverte: ab exitu sermonis ut iterum aedificetur Ierusalem usque ad christum ducem, hebdomades septem. Et hebdomades sexaginta duae erunt; et rursum aedificabitur platea et muri in angustia temporum" (Dan. 9:25, Nova Vulgata, versión oficial latina de la Iglesia Católica desde 1979).

Orden, trolls, orden. Por favor, no distorsionen ustedes el texto sagrado. Según él, tras siete hebdómadas, llega un ungido. Lo del foso y la plaza no va con las siete hebdómadas, sino con las sesenta y dos. Si a ustedes les parece mal, váyanle con su idiotez a Daniel o a Gabriel.

A los demás nos parece bien lo dicho por el ángel. Como no vemos necesidad alguna de suponer que Gabriel se confundiera, preferimos creerlo a él antes que ustedes.
 
Re: Las 70 semanas

Un troll insiste cansinamente en preguntar "quién" es el "santo de los santos". Como parece que él no lo sabe, merece la pena reproducir lo que afirma el comentario bíblico oficial de su iglesia:

"Heb. qódesh qodashim, "algo santísimo" o "alguien santísimo". La frase hebrea se aplica al altar (Exo. 29: 37; 40: 10), a otros utensilios y muebles pertenecientes al tabernáculo (Exo. 30: 29), al perfume santo (Exo. 30: 35-36), ofrendas especificadas de alimento (Lev. 2: 3, 10; 6: 17; 10: 12), ofrendas por el pecado (Lev. 7: 1, 6), el pan de la proposición (Lev. 24: 5-9), cosas consagradas (Lev. 27: 28), al recinto santo (Núm. 18: 10; Eze. 43: 12), y al lugar santísimo del santuario (Exo. 26: 33-34). En ninguna parte se aplica esta frase a personas, a menos que, como sugieren algunos, se la aplique así en este caso y en 1 Crón. 23: 13. Este último texto puede traducirse, "Aarón fue separado para ungirlo como persona santísima", aunque puede también traducirse como en la RVR. Algunos expositores Judíos y muchos comentadores cristianos han sostenido que se hace referencia al Mesías.
"En vista de que no se puede demostrar que esta frase se refiere en otros casos definidamente a una persona y en vista de que se está hablando del santuario celestial en los aspectos más amplios de la visión (ver com. Dan. 8: 14), es razonable inferir que Daniel habla aquí del ungimiento del santuario celestial antes del tiempo del comienzo de la obra de Cristo como sumo sacerdote" (Comentario bíblico adventista, tomo 4, p. 878; el énfasis no está en el original; se han obviado en el énfasis los aspectos más grotescos de la herejía adventista del santuario, pero la cita está completa).

Si el troll en cuestión no está conforme con esa definición, que eleve sus quejas a la Asociación General o a esa cosa que denominan "Instituto Bíblico de Investigación" (Biblical Research Institute).
 
Re: Las 70 semanas

Un troll insiste cansinamente en preguntar "quién" es el "santo de los santos". Como parece que él no lo sabe, merece la pena reproducir lo que afirma el comentario bíblico oficial de su iglesia:

"Heb. qódesh qodashim, "algo santísimo" o "alguien santísimo". La frase hebrea se aplica al altar (Exo. 29: 37; 40: 10), a otros utensilios y muebles pertenecientes al tabernáculo (Exo. 30: 29), al perfume santo (Exo. 30: 35-36), ofrendas especificadas de alimento (Lev. 2: 3, 10; 6: 17; 10: 12), ofrendas por el pecado (Lev. 7: 1, 6), el pan de la proposición (Lev. 24: 5-9), cosas consagradas (Lev. 27: 28), al recinto santo (Núm. 18: 10; Eze. 43: 12), y al lugar santísimo del santuario (Exo. 26: 33-34). En ninguna parte se aplica esta frase a personas, a menos que, como sugieren algunos, se la aplique así en este caso y en 1 Crón. 23: 13. Este último texto puede traducirse, "Aarón fue separado para ungirlo como persona santísima", aunque puede también traducirse como en la RVR. Algunos expositores Judíos y muchos comentadores cristianos han sostenido que se hace referencia al Mesías.
"En vista de que no se puede demostrar que esta frase se refiere en otros casos definidamente a una persona y en vista de que se está hablando del santuario celestial en los aspectos más amplios de la visión (ver com. Dan. 8: 14), es razonable inferir que Daniel habla aquí del ungimiento del santuario celestial antes del tiempo del comienzo de la obra de Cristo como sumo sacerdote" (Comentario bíblico adventista, tomo 4, p. 878; el énfasis no está en el original; se han obviado en el énfasis los aspectos más grotescos de la herejía adventista del santuario, pero la cita está completa).

Si el troll en cuestión no está conforme con esa definición, que eleve sus quejas a la Asociación General o a esa cosa que denominan "Instituto Bíblico de Investigación" (Biblical Research Institute).

Al niño malcriado de EMR y sus insultos pues "por sus frutos los conoceréis" se le ha olvidado este verso:

1Ch 23:13 The sonsH1121 of Amram;H6019 AaronH175 and Moses:H4872 and AaronH175 was separated,H914 that he should sanctifyH6942 the most holy things,H6944 H6944 heH1931 and his sonsH1121 for ever,H5704 H5769 to burn incenseH6999 beforeH6440 the LORD,H3068 to ministerH8334 unto him, and to blessH1288 in his nameH8034 for ever.H5704 H5769

Parece mentira que le hago la pregunta de:
¿Porque no concuerda con los escritos de Treiyer...? Ya que Treiyer tiene doctorado en el asunto y él mismo cree en la interpretación Adventista del 7mo día como la correcta.

Pero EMR, no desea contestar.

Que podemos hacer contigo...?
 
Re: Las 70 semanas

Un troll insiste cansinamente en preguntar "quién" es el "santo de los santos". Como parece que él no lo sabe, merece la pena reproducir lo que afirma el comentario bíblico oficial de su iglesia:

"Heb. qódesh qodashim, "algo santísimo" o "alguien santísimo". La frase hebrea se aplica al altar (Exo. 29: 37; 40: 10), a otros utensilios y muebles pertenecientes al tabernáculo (Exo. 30: 29), al perfume santo (Exo. 30: 35-36), ofrendas especificadas de alimento (Lev. 2: 3, 10; 6: 17; 10: 12), ofrendas por el pecado (Lev. 7: 1, 6), el pan de la proposición (Lev. 24: 5-9), cosas consagradas (Lev. 27: 28), al recinto santo (Núm. 18: 10; Eze. 43: 12), y al lugar santísimo del santuario (Exo. 26: 33-34). En ninguna parte se aplica esta frase a personas, a menos que, como sugieren algunos, se la aplique así en este caso y en 1 Crón. 23: 13. Este último texto puede traducirse, "Aarón fue separado para ungirlo como persona santísima", aunque puede también traducirse como en la RVR. Algunos expositores Judíos y muchos comentadores cristianos han sostenido que se hace referencia al Mesías.
"En vista de que no se puede demostrar que esta frase se refiere en otros casos definidamente a una persona y en vista de que se está hablando del santuario celestial en los aspectos más amplios de la visión (ver com. Dan. 8: 14), es razonable inferir que Daniel habla aquí del ungimiento del santuario celestial antes del tiempo del comienzo de la obra de Cristo como sumo sacerdote" (Comentario bíblico adventista, tomo 4, p. 878; el énfasis no está en el original; se han obviado en el énfasis los aspectos más grotescos de la herejía adventista del santuario, pero la cita está completa).

Si el troll en cuestión no está conforme con esa definición, que eleve sus quejas a la Asociación General o a esa cosa que denominan "Instituto Bíblico de Investigación" (Biblical Research Institute).
 
Re: Las 70 semanas

Termine su larga y erronea interpretación de las 70 semanas que mucho le ha tomado, lo cual nos lleva pensar a todos que usted esta inventando.

Sigue sin contestar la pregunta sobre Treiyer...?

Como era de esperarse.

Pero le pido a Dios que siempre sea expuesta su verdad.
 
Re: Las 70 semanas

Un troll plantea una pregunta off-topic acerca de por qué una cierta persona, que, sin duda, tiene todos los parabienes de los trolls que por aquí pululan, tiene las opiniones que tiene.

La pregunta revela la nulidad y falta de honestidad intelectual de quien la formula. Saulo de Tarso era una persona instruidísima en los tiempos en que perseguía a la iglesia de Cristo, y siguió siéndolo cuando dejó de hacerlo. Los apóstoles tenían una formación menor que los sabios doctores de la ley, pero, pese a ello, tenían más razón que ellos. Hasta "la pluma inspirada" adventista tiene palabras implícitas de reproche para ciertos doctores: "Ecolampadio y Haller fueron elegidos para representar a los reformadores, en tanto que el famoso doctor Eck, sostenido por un ejército de sabios doctores y prelados, era el campeón de Roma" (El conflicto de los siglos, p. 194; el énfasis no está en el original).

Por supuesto, se puede ser una persona poco instruida y razonar correctamente, y tener estudios de doctorado y ser un perfecto patán. Los estudios, normalmente, se demuestran, y las mentiras también. La bondad o maldad de una enseñanza no deriva de los títulos académicos que la avalen, sino del propio peso específico de la misma. Los títulos solo ayudan para tener una metodología de exposición y de trabajo.

Por eso, harían bien los diversos trolls en dejarse de bobadas personales, y atenserse únicamente a refutar con la Biblia lo que ellos crean que puedan refutar. Puesto que los que no somos como ellos negamos que ellos tengan el más mínimo derecho a imponernos lo que no es más que sus delirios como si fuese la voz de Dios, no deberían ofenderse de que rechacemos su inepta interpretación de la Biblia. Como lo que está en juego, entonces, es la cuestión de cómo se interpretan ciertos pasajes de la Biblia, de Ellen White o ciertas realidades históricas, aténganse esas personas a las reglas de la lógica argumentativa.

Últimamente les va mal por estos foros, pero es lo que ellos mismos se han buscado con su impresentable comportamiento. No están en ninguna posición de superioridad para imponer nada a nadie. Su doctrina no es bíblica. Su exégesis es nula. Su conocimiento histórico, inexistente. Su capacidad de debate, ridícula. Que ahora se quejen del trato que reciben cuando fueron ellos quienes empezaron con insultos y descalificaciones resulta sencillamente patético. Tienen lo que merecen, y no tengo la menor intención de alterar mi forma de tratarlos, que es mucho mejor de lo que merecen.
 
Re: Las 70 semanas

Hola estimados

Yo he leido cosas absurdas pero como el analisis que hace EMR de las 70 semanas jamas lei semejante barbaridad.

Es tan clara y perfecta esa profecia mesianica que hace falta mucho esfuerzo y distorsion para poder entender otra cosa.

En fin. Hasta para muchos de los amigos evangelicos es así.


Gracias al Señor y Salvador Jesucristo que dio las profecias para que veamos su plan perfecto de salvación.


Igual, EMR, a pesar de que estas equivocado, deseo que el Señor te bendiga ricamente junto a tu familia e ilumine tu camino.:rolleyes::rolleyes:
 
Re: Las 70 semanas

Estimado EMR. Saludos cordiales.

No repito tus cuentos y tonterías para ahorrar espacio.

Se recurre a uno de los libros "apócrifos" llamado el Primer Libro de los Macabeos para señalar a Antíoco Epifanes IV como el cuerno pequeño de Daniel 8, intentando de esta manera desviar la mirada del papado, a esta débil figura de la historia, y esto es uno de los tantos trucos preteristas para desviar la atención de la verdad.

Antíoco Epífanes IV, fue rey de Siria de la dinastía Seléucida desde c. 175 adC-164 a. C.
Era hijo de Antíoco III Megas y hermano de Seleuco IV Filopator. Originalmente fue llamado Mitríades, pero adoptó el nombre de Antíoco tras su ascensión al trono (o quizás tras la muerte de su hermano mayor, también Antíoco).
Antíoco Epífanes no fué de ninguna manera el rey más poderoso del linaje sirio. Aunque tomó el nombre de Epífanes, es decir "el ilustre," lo fué solamente de nombre. Nada, dice Prideaux, basado en la autoridad de Polibio, Livio y Diodoro de Sicilia, pudo ser más ajeno a su verdadero carácter. A causa de su insensatez vil y extravagante, algunos lo creyeron loco y cambiaron su nombre de Epífanes, "el ilustre," a Epífanes, "el loco."

Es Antioco Epífanes IV, el cuerno pequeño de Daniel 8. ¡Por supuesto que no!.

El cuerno pequeño había de oponerse al Príncipe de los príncipes, expresión que se refiere incontrovertiblemente a Jesucristo. (Daniel 9:25; Hechos 3:15; Apocalipsis 1:5.) Pero Antíoco murió 164 años antes que naciera nuestro Señor. La profecía no puede, por lo tanto, aplicársele, pues no cumple sus especificaciones en un solo detalle. Puede preguntarse: ¿Por qué ha habido quienes han procurado aplicársela? Contestamos; Los católicos romanos aceptan esta interpretación para evitar que se les aplique a ellos mismos la profecía; y muchos protestantes los siguen, aparentemente para oponerse a la enseñanza de que la segunda venida de Cristo se acerca.

El cuerno pequeño denota Roma.--Ha sido cosa fácil demostrar que el cuerno pequeño no representa a Antíoco Epífanes. Será igualmente fácil demostrar que simboliza a Roma.

El campo de la visión es substancialmente el mismo aquí que el abarcado por la imagen de Nabucodonosor estudiada en Daniel 2, y la visión de Daniel 7. En ambos delineamientos proféticos hemos encontrado que el poder que sucedió a Grecia como cuarta potencia universal fué Roma. La única inferencia natural sería que el cuerno pequeño, el poder que en esta visión sucede a Grecia como reino extraordinariamente grande es también Roma.

El cuerno pequeño sale de uno de los cuernos del macho cabrío. ¿Cómo puede decirse esto de Roma?, preguntará alguien. Los gobiernos terrenales no son introducidos en la profecía hasta que estén de Alguna manera relacionados con el pueblo de Dios. En aquel tiempo, Roma se relacionó con los judíos, el pueblo de Dios, por la famosa Liga Judía del año 161 ant. de J.C.[7] Pero siete años antes de eso, es decir en 168 ant. de J.C., Roma había conquistado a Macedonia, y hecho de este país una parte de su imperio. Roma fué, pues, introducida en las profecías precisamente cuando, después de derribar el cuerno macedónico del macho cabrío, salía a realizar nuevas conquistas en otras direcciones. Para el profeta parecía como que salía de uno de los cuernos del macho cabrío.

El cuerno pequeño se engrandeció hacia el sur. Así sucedió con Roma. Egipto fué reducido a la condición de provincia del Imperio Romano en el año 30 ant. de J.C. y continuó en tal condición durante varios siglos.

El cuerno pequeño se engrandecía hacia el oriente. Esto también hizo Roma. Conquistó a Siria en 65 ant. de J.C., y la redujo a condición de provincia.
El cuerno pequeño se engrandeció hacia la tierra deseable. Así lo hizo Roma. Judea es llamada "tierra deseable" en muchos pasajes de la Escritura. Los romanos la redujeron a la condición de provincia de su imperio en 63 ant. de J.C., y finalmente destruyeron la ciudad y el templo, y dispersaron a los judíos por toda la tierra.

El cuerno pequeño "engrandecióse hasta [contra, V.M.] el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra." Roma hizo esto también. En esta expresión se introducen dos figuras: "el ejército" y "las estrellas." Cuando se usan en un sentido simbólico con referencia a acontecimientos que suceden en la tierra, esas figuras se refieren casi siempre al pueblo de Dios y sus dirigentes. En el versículo 13 de este capítulo leemos que tanto el santuario como el ejército serían hollados. Aquí se alude indudablemente al pueblo de Dios y su lugar de culto. Las estrellas debían representar naturalmente a los dirigentes de la obra de Dios. Este pensamiento queda recalcado en una de las frases de Apocalipsis 12:4, donde leemos algo referente al gran dragón bermejo, símbolo de Roma, que derribó a tierra una tercera parte de las estrellas.

El cuerno pequeño "aun contra el Príncipe de la fortaleza se engrandeció." Únicamente Roma hizo esto. En la interpretación (vers. 25), se dice que el cuerno pequeño "contra el Príncipe de los príncipes se levantará." Esto alude claramente a la crucifixión de nuestro Señor bajo la jurisdicción de los romanos.

Las dos fases de Roma.--Por el cuerno pequeño "fué quitado el continuo sacrificio." Este cuerno pequeño simboliza a Roma en toda su historia, es decir que incluye sus dos fases, la pagana y la papal. Estas dos fases son mencionadas en otra parte como el "continuo" (sacrificio es palabra añadida) y la "prevaricación asoladora." El "continuo" o asolamiento continuo significa la forma pagana, y la prevaricación asoladora, la papal. (Véanse los comentarios sobre el versículo 13.) En las acciones atribuídas a esta potencia, se habla a veces de una forma, y otras veces de la otra. "Por él [la forma papal] fué quitado el continuo [la forma pagana]." La Roma pagana se transformó en la Roma papal. "El lugar de su santuario," o culto, la ciudad de Roma, "fué echado por tierra." La sede del gobierno fué trasladada por Constantino a Constantinopla en 330 de nuestra era. El mismo traslado se presenta en Apocalipsis 13:2, dónde se dice que el dragón, o Roma pagana, dió a la bestia, Roma papal, su sede, la ciudad de Roma.

Un "ejército fuéle entregado [al cuerno pequeño] a causa de la prevaricación sobre el continuo." Los bárbaros que subvirtieron a! Imperio Romano durante los cambios, azotes, y transformaciones de aquellos tiempos, se convirtieron a la fe católica y se transformaron en instrumentos para destronar su antigua religión. Aunque habían conquistado políticamente a Roma, fueron vencidos religiosamente por la teología de Roma, y fueron quienes perpetuaron el mismo imperio bajo otra fase. Esto se produjo en virtud de la "prevaricación," es decir, por el desarrollo del misterio de iniquidad. El papado puede llamarse el sistema de iniquidad, porque ha hecho su mala obra mientras simulaba ser una religión pura y sin mancha. Acerca de este falso sistema religioso, Pablo escribió durante el primer siglo: "Porque ya está obrando el misterio de iniquidad." (2 Tesalonicenses 2:7.)

El cuerno pequeño "echó por tierra la verdad, e hizo cuanto quiso, y sucedióle prósperamente." Esto describe en pocas palabras la obra y carrera del papado. Deja a la verdad odiosamente distorsionada, cargada de tradiciones, transformada en hipocresía y superstición, derribada y obscurecida.

Acerca de esta potencia eclesiástica se declara que "hizo cuanto quiso," practicó sus engaños con el pueblo, hizo astutas maquinaciones para obtener sus propios fines y engrandecer su poder.

"Hizo prósperamente." Hizo guerra contra los santos y prevaleció contra ellos. Casi ha recorrido toda la carrera que le es concedida, y pronto ha de ser quebrantada sin intervención humana, para ser entregada a la llama de fuego, que la hará perecer en las glorias consumidoras del segundo advenimiento de nuestro Señor.

Roma cumple todo lo especificado por la profecía. Con ningún otro poder pasa lo mismo. De ahí que Roma, y no otra potencia, sea la mencionada aquí. Las descripciones inspiradas que se dan en la Palabra de Dios y el carácter de este sistema concuerdan; y las profecías concernientes a él se han cumplido en la forma más sorprendente y exacta.

VERS. 13, 14: Y oí un santo que hablaba; y otro de los santos dijo a aquel que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora que pone el santuario y el ejército para ser hollados? Y él me dijo: Hasta dos mil y trescientos días de tarde y mañana; y el santuario será purificado.

Continuará....
 
Re: Las 70 semanas

Continuación...

El tiempo en la profecía.--Estos dos versículos de Daniel 8 cierran la visión propiamente dicha. Introducen el único detalle restante y el que resulta del más absorbente interés para el profeta y la iglesia, a saber cuánto iban a durar las potencias asoladoras anteriormente presentadas. ¿Cuánto iba a durar su carrera de opresión contra el pueblo de Dios? Si se le hubiese dado tiempo, Daniel habría hecho la pregunta él mismo, pero Dios conoce siempre nuestros deseos por anticipado, y a veces les contesta antes que los expresemos.

Dos seres celestiales conversan acerca del asunto. Es un tema importante que la iglesia debe comprender bien. Daniel oyó a un santo que hablaba, pero no se nos indica qué decía. Pero otro santo hizo una pregunta importante: "¿Hasta cuándo durará la visión?" Quedan registradas la pregunta y la respuesta, lo cual es evidencia primordial de que se trata de un asunto que la iglesia debe entender. Esta opinión queda confirmada por el hecho de que la respuesta se dirigió a Daniel, por ser él la persona a quien concernía principalmente, y para cuya información se daba.

Los 2.300 días.--El ángel declaró; "Hasta dos mil y trescientos días de tarde y mañana; y el santuario será purificado." Puede ser que alguien pregunte: ¿Por qué será que la edición Vaticana de la Septuaginta, o traducción de los Setenta, dice en este versículo "dos mil cuatrocientos días?" Acerca de este punto S. P. Tregelles escribe:
"Algunos escritores que tratan asuntos proféticos han adoptado, en sus explicaciones o interpretaciones de esta visión, las cifras 'dos mil cuatro cientos días;' y para justificarse, se han referido a los ejemplares impresos comunes de la versión de los Setenta. Pero en lo que respecta a este libro, hace mucho que la verdadera versión de los Setenta quedó substituída por la de Teodoción; y además, aunque se encuentra "dos mil cuatrocientos! en los ejemplares griegos impresos comunes, es simplemente un error que se cometió al imprimir la edición Vaticana de 1586, error que se ha perpetuado habitualmente. Yo examiné (en 1845) el pasaje en el manuscrito del Vaticano, que las ediciones romanas profesaban seguir, y dice exactamente lo mismo que el texto hebreo ["dos mil trescientos días"]; y así también dice la verdadera Septuaginta de Daniel. (También dice así la edición que ha hecho el Cardenal Mai del manuscrito del Vaticano, edición que apareció en 1857)."
Y para corroborar aun mejor la veracidad del período de dos mil trescientos días, citamos lo siguiente:
"La edición de la Biblia griega que se usa comúnmente, se imprimió, como se verá explicado en Prideaux y Home, no según la versión original de los Setenta, sino según la de Teodoción que fué hecha más o menos a fines del segundo siglo. Existen tres ediciones standard principales de la Biblia Septuaginta, que contienen la versión de Daniel de acuerdo con Teodoción; a saber la Complutense, publicada en 1514, la Aldina, en 1518; y la Vaticana, 1587, de las cuales se han sacado mayormente las últimas ediciones inglesas de los Setenta. A estas tres podemos añadir una cuarta, que es la del texto alejandrino, publicada entre 1707 y 1720. Hay, además, una llamada la Chisiana, 1772, que contiene el texto griego tanto de Teodoción como de los Setenta. De todas estas seis copias, la Vaticana sola dice 'dos mil cuatrocientos,' y todas las demás concuerdan con el hebreo y con nuestras Biblias inglesas. Además, el manuscrito mismo, que se halla en el Vaticano, del cual se imprimió la edición, tiene dos mil trescientos y no dos mil cuatrocientos. De manera que es indisputable que el número dos mil cuatrocientos no es sino un error de imprenta."

Estas citas demuestran claramente que no se puede confiar en absoluto en esta expresión hallada en la edición Vaticana de la Septuaginta.
¿Qué es el continuo?--En el versículo 13 tenemos pruebas de que "sacrificio" es una palabra errónea que se ha añadido a la palabra "continuo." Si, como suponen algunos, se quisiera hablar aquí de la eliminación del sacrificio continuo del servicio judaico (que en cierto momento fue quitado), no sería propio preguntar hasta cuándo iba a durar la visión acerca de él. Esta pregunta implica evidentemente que los agentes o acontecimientos a los cuales se refiere la visión ocupan una cantidad de años. La duración o continuación del tiempo es la idea central. Todo el tiempo de la visión queda ocupado por lo que aquí se llama "el continuo" y la "prevaricación asoladora." De ahí que el continuo no puede ser el sacrificio continuo de los judios, porque cuando llegó el momento en que hubo de ser quitado, esta acción ocupó solamente un instante, cuando el velo del templo fué desgarrado, en ocasión de la crucifixión de Cristo. Debe representar algo que se extiende durante un período de años.

La palabra traducida aquí "continuo" se presenta 102 veces en el Antiguo Testamento, según la Concordancia Hebrea. En la gran mayoría de los casos se traduce por "continuo" o "continuamente." Esa palabra no implica en absoluto la idea de sacrificio. Ni hay tampoco en nuestro pasaje de Daniel 8:11,13 una palabra que signifique sacrificio. Es una palabra que ha sido añadida por los traductores, porque así entendían ellos que lo exigía el texto. Evidentemente tenían una opinión errónea, pues allí no se alude a los sacrificios de los judíos. Parece más de acuerdo con la construcción y el contexto suponer que la palabra "continuo" se refiere a una potencia asoladora, como la "prevaricación asoladora" con la cual está relacionada. Entonces tenemos dos potencias asoladoras que durante un largo período oprimen o dejan asolada a la iglesia. Literalmente, el texto puede traducirse:
"¿Hasta cuándo durará la visión [concerniente] al asolamiento continuo y a la prevaricación asoladora?" Así se relaciona el asolamiento tanto con su carácter continuo como con la "prevaricación asoladora," como si se hablase de "la continuación del asolamiento y de la prevaricación asoladora."
Dos potencias asoladoras.--Por la "continuación del asolamiento," o el "asolamiento continuo," entendemos que se quiere representar al paganismo durante toda su historia. Cuando consideramos los largos siglos a través de los cuales el paganismo fué el agente principal de la oposición de Satanás a la obra de Dios en la tierra, resulta aparente la idoneidad del término "asolamiento continuo" o "perpetuo" a él aplicado. Igualmente comprendemos que "la prevaricación asoladora" representa el papado. La frase que describe la última potencia es más enérgica que la usada para describir al paganismo. Es la prevaricación (o rebelión) asoladora; como si durante este período de la historia de la iglesia, la potencia asoladora se hubiese rebelado contra toda restricción impuesta a ella antes.
Desde un punto de vista religioso, el mundo ha presentado estas dos enérgicas fases de la oposición a la obra del Señor en la tierra. De ahí que aunque tres gobiernos terrenales son introducidos en la profecía como opresores de la iglesia, se colocan aquí bajo los encabezamientos: "el [asolamiento] continuo" y la "prevaricación asoladora." Medo-Persia era pagana; Grecia era pagana; Roma era pagana en su primera fase. Todas ellas quedan abarcadas por la expresión "el continuo," o "el asolamiento continuo." Luego viene la forma papal, la "prevaricación asoladora," una maravilla de astucia y encarnación de la crueldad. No es extraño que de siglo en siglo se haya elevado de los mártires atormentados el clamor: "¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?" No es extraño que el Señor, a fin de que la esperanza no se desvaneciese completamente del corazón de su pueblo oprimido que lo aguardaba, le haya revelado los acontecimientos futuros de la historia del mundo. Todas estas potencias perseguidoras sufrirán una destrucción completa y eterna. A los redimidos les esperan glorias inmarcesibles después de los sufrimientos y pesares de esta vida actual.

El ojo del Señor observa a su pueblo. El horno de fuego no será calentado más de lo que es necesario para consumir la escoria. Mediante mucha tribulación hemos de entrar en el reino. La palabra "tribulación" proviene de tribulum, o sea el trillo, tablón provisto de pedernales que se arrastraba sobre las gavillas desparramadas por la era. Debemos recibir golpe tras golpe hasta que todo el trigo se haya separado del tamo, y quedemos listos para el granero celestial. Pero no se perderá un solo grano de trigo.

Dice el Señor a su pueblo: "Vosotros sois la luz del mundo," "la sal de la tierra." No hay en la tierra otra cosa de valor o importancia. De ahí que se hiciera la pregunta peculiar: "¿Hasta cuándo durará la visión del continuo, . . . y la prevaricación asoladora?" ¿ Acerca de qué se hace la pregunta ? ¿Acerca de la gloria de los reinos terrenales? ¿Acerca de la habilidad de renombrados guerreros? ¿Acerca de poderosos conquistadores? ¿Acerca de la grandeza de los imperios humanos? No; sino más bien acerca del santuario y del ejército, del pueblo y del culto del Altísimo. ¿Hasta cuándo serán pisoteados? Esto es lo que despierta el interés y la simpatía del cielo. El que toca al pueblo de Dios no toca a simples mortales, débiles e impotentes, sino al Omnipotente. El abre una cuenta que debe ser saldada en el juicio del cielo. Pronto se cerrarán todas estas cuentas y será destrozado el férreo talón de la opresión. Se sacará del horno de la aflicción a un pueblo preparado para resplandecer como las estrellas para siempre. Cada hijo de Dios es objeto del interés de los seres celestiales, es una persona a quien Dios ama y para la cual está preparando una corona de inmortalidad.

Bendiciones.

Luego todo Israel será salvo.
 
Re: Las 70 semanas

Un troll plantea una pregunta off-topic acerca de por qué una cierta persona, que, sin duda, tiene todos los parabienes de los trolls que por aquí pululan, tiene las opiniones que tiene.

Acaso Treiyer es el único Doctor que piensa de esa manera...?

La pregunta revela la nulidad y falta de honestidad intelectual de quien la formula. Saulo de Tarso era una persona instruidísima en los tiempos en que perseguía a la iglesia de Cristo, y siguió siéndolo cuando dejó de hacerlo. Los apóstoles tenían una formación menor que los sabios doctores de la ley, pero, pese a ello, tenían más razón que ellos. Hasta "la pluma inspirada" adventista tiene palabras implícitas de reproche para ciertos doctores: "Ecolampadio y Haller fueron elegidos para representar a los reformadores, en tanto que el famoso doctor Eck, sostenido por un ejército de sabios doctores y prelados, era el campeón de Roma" (El conflicto de los siglos, p. 194; el énfasis no está en el original).

Con razón.

Por supuesto, se puede ser una persona poco instruida y razonar correctamente, y tener estudios de doctorado y ser un perfecto patán. Los estudios, normalmente, se demuestran, y las mentiras también. La bondad o maldad de una enseñanza no deriva de los títulos académicos que la avalen, sino del propio peso específico de la misma. Los títulos solo ayudan para tener una metodología de exposición y de trabajo.

Entonces, Porque se engrandese de tal forma que parece fariseo en sinagoga en épocas de Cristo...? Usted dice tener tantos estudios que lo que le falta es "papas y refresco". Dejese de hecharse aires y evidencie todo lo que dice, al principio dijo que Ellen se equivocó con respecto a Nínive, pero ya todos los foristas vieron que la misma historia y la biblia la llamaron "Gran ciudad" o capital para el tiempo de Jonás, claro, la biblia no utiliza la palabra "capitál" sino Gran ciudad para ese tiempo, lo cual es sin duda una capital y de todas formas los imperios tenían varias capitales. Pero eso en este tema OFF-TOPIC.

Por eso, harían bien los diversos trolls en dejarse de bobadas personales, y atenserse únicamente a refutar con la Biblia lo que ellos crean que puedan refutar. Puesto que los que no somos como ellos negamos que ellos tengan el más mínimo derecho a imponernos lo que no es más que sus delirios como si fuese la voz de Dios, no deberían ofenderse de que rechacemos su inepta interpretación de la Biblia. Como lo que está en juego, entonces, es la cuestión de cómo se interpretan ciertos pasajes de la Biblia, de Ellen White o ciertas realidades históricas, aténganse esas personas a las reglas de la lógica argumentativa.

Eso es lo que le estamos diciendo a usted, que no invente y pruebe lo que dice. Le pregunté su interpretación sobre las setenta semanas, y ha traído un estudio exaustivo que no vale la pena leer. Pues la verdad, el Dios del cielo la expuso a gente sencilla, noble y con lengua corta.

Últimamente les va mal por estos foros, pero es lo que ellos mismos se han buscado con su impresentable comportamiento. No están en ninguna posición de superioridad para imponer nada a nadie. Su doctrina no es bíblica. Su exégesis es nula. Su conocimiento histórico, inexistente. Su capacidad de debate, ridícula. Que ahora se quejen del trato que reciben cuando fueron ellos quienes empezaron con insultos y descalificaciones resulta sencillamente patético. Tienen lo que merecen, y no tengo la menor intención de alterar mi forma de tratarlos, que es mucho mejor de lo que merecen.

Su palabra contra la nuestra hasta que pruebe lo contrario. Acuerdese que tiene que terminar su interpretación de las setenta semanas que ya comenzó pero parece que no quiere terminar. Usted empeña sus fuerzas para atacar a la doctrina Adventista y sus enseñanzas desde que entró al foro, inclusive se atrevió a decir que comenzé yo ignorando el mandamiento de "falso testimonio contra el prójimo" que usted no cree. Deje de disparar al aire y comienze a terminar lo que usted cree sobre las setenta semanas.

Que el repertorio de preguntas esta esperando.
 
Re: Las 70 semanas

Los argumentitos contra Antíoco IV introducidos por el troll denominado Gabriel47 sí merecen respuesta, y estoy dispuesto a darla, de forma ordenada, y uno por uno, una vez que termine la exposición de las setenta semanas en este hilo.

El mismo troll encuentra conveniente despotricar contra los libros de los Macabeos (aunque no solo los libros de los Macabeos hablan de Antíoco; muchísimos escritos judíos postexílicos hablan de él) porque son apócrifos. ¡Qué interesante argumentito para descerebrados!

Veamos una cosita sobre lo que "la pluma inspirada escribió sobre los ápócrifos (tomada del CD-ROM oficial preparado por los fideicomisarios de Patrimonio White).

"All, all who keep the commandments of God, will enter in through the gates into the city and have right to the tree of life and ever be in the presence of that lovely Jesus whose ccountenance shines brighter than the sun at noon day. I then saw the word of God pure and unadulterated, and that we must answer for the way we received the truth proclaimed from that word. I saw that it had been a hammer to break the flinty heart in pieces, and a fire to consume the dross and tin, that the heart might be pure and holy. I saw that the Apocrypha was the hidden book, and that the wise of these last days should understand it. I saw that the Bible was the standard book, that will judge us at the last day. I saw that heaven would be cheap enough, and that nothing was too dear to sacrifice for Jesus, and that we must give all to enter the kingdom."--Manuscrito 4, 1850; el énfasis no está en el original.

La traducción de esas palabras (respetando la sintaxis original) es la siguiente:

"Todos, todos los que guarden los mandamientos de Dios, entrarán por las puertas a la ciudad y tendrán derecho al árbol de la vida y a estar siempre en la presencia del amable Jesús cuyo rostro brilla más que el sol del mediodía. Entonces vi la palabra de Dios pura y sin adulterar, y que debemos dar cuenta de la forma en que recibimos la verdad proclamada desde esa palabra. Vi que había sido un martillo para quebrar en pedazos de corazón de pedernal, y un fuego para consumir la escoria y el estaño, para que el corazón pueda ser puro y santo. Vi que los Apócrifos era el libro oculto, y que los sabios de estos últimos días deberían entenderlo. Vi que la Biblia era el libro normativo, que nos juzgará en el último día. Vi que el cielo sería lo suficientemente barato, y que nada era demasiado caro para sacrificarlo por Jesús, y que debemos darlo todo para entrar en el reino".

Ellen White trata la palabra inglesa Apocrypha como si fuese singular. De ahí que use el verbo singular was y el pronombre singular it para hablar de los apócrifos (aunque, en el caso del pronombre, podría haberse referido al "hidden book", que es singular).

Por eso, señores adventistas, tengan ustedes el consejo de aquella singular visionaria en vez de ciriticar estúpidamente a los apócrifos. Corrigiendo la sintaxis de Ellen White, su frase queda así:

"Vi que los Apócrifos era[n] el libro oculto, y que los sabios de estos últimos días deberían entenderlo."

Igual que hice con el asunto de Nínive, les doy cuerda, si la quieren. Una pizca de sabiduría nunca hizo mal a nadie. Por ello, en "estos últimos días" sean ustedes "sabios" y aplíquense también a enterder el "libro oculto" de los "Apócrifos". No los descalifiquen por no estar en la Biblia. Eso solo lo hace la gente ignorante. Disimulen ustedes algo su estado mental.
 
Re: Las 70 semanas

Aunque esto es off-topic, creo que puede satisfacer la curiosidad de algunos, dada la insistencia con la que un troll habla aquí del Dr. Alberto R. Treiyer. A finales del año 2006 recibí una comunicación de un adventista de las Américas que quería que ciertos adventistas de renombre y yo particpásemos en un debate público. A mí me pareció bien su propuesta, siempre que el primer tema del debate abordara la supuesta realidad de que haya habido un decreto el otoño de 457 a.C. que autorizase la reconstrucción de Jerusalén. Ese adventista se puso entonces en contacto con el Dr. Treiyer.

La respuesta que Alberto Treiyer le dio a ese adventista (y de la que yo recibí copia), fue la siguiente:

"No voy a entrar en polémica en un lenguaje de sordos y de mala voluntad para comprender de parte de ese señor Martínez. Respondo ampliamente a las preguntas que él levanta en mis libros y también en mi página web. Sobre lo del personaje celestial del sar sabba', por ejemplo, cito autores no adventistas y modernos que admiten que el personaje central de Daniel es uno celestial como en Jos 5. Con respecto al decreto de Artajerjes cuadra perfectamente con lo que anunciaba Dan 9:25: 'restaurar y reedificar'. Anunciaba la restauración administrativa y jurídica de la nación, como se ve por el hecho de que las cortes de juicio se sentaban antiguamente a la entrada de las murallas..., y se requería su reconstrucción para restaurar su funcionaminto..., etc.
"Terminé mi tercer seminario sobre el santuario titulado: 'Las Expectaciones Apocalípticas del Santuario', y voy por el cuarto que titularé: 'Los Tiempos Apocalípticos del Santuario'. Por lo cual, mi respuesta final a él es: 'Estoy realizando una gran obra, y no puedo ir, porque la obra cesaría si la dejara para ir a vosotros... No hay nada de lo que dices, sino que tú lo inventas de tu corazón' (Neh 5:3,8)."

Vistas las escurridizas tácticas de este sujeto, dirigí la siguiente respuesta al susodicho doctor:

" Señor Treiyer:
"¿Mala voluntad? ¿Entender? ¿Cómo tiene usted la indecencia, señor, de decir tal cosa de mí? Entiendo perfectamente lo que dice la 'ortodoxia' adventista, que usted defiende, al respecto. Sin embargo, intentando seguir el ejemplo encomiable de los cristianos de Berea, acudo a la Palabra de Dios para confirmar o desmentir las enseñanzas de usted, señor, y percibo con perfecta claridad que lo que usted afirma no concuerda con la Biblia. Entiendo que es mi deber atenerme a lo que dice la Biblia, rechanzando las teorías de usted. Dice usted que ha escrito tal y cual cosa, donde da respuesta a no sé qué. Muy bien, si de verdad cree usted que puede mostrar algún decreto en la Biblia (o en algún documento epigráfico) emitido en el otoño del año 457 a.C. y que autorizase la reconstrucción de Jerusalén, muéstrelo. ¡Ah! Sé leer, de modo que estoy suficientemente capacitado para percibir si el decreto en cuestión autoriza lo que usted dice que autoriza o si lo que autoriza es algo completamente distinto, señor mío. Y también sé lo suficiente en cuanto a los calendarios lunisolares y de las estaciones del año como para saber cuándo es otoño y cuándo no.
"Daniel 9:25 no dice nada en el sentido de que las 70 semanas empezasen a contar desde una cierta restauración jurídica de nada, señor mío. Habla con claridad de la reconstrucción y restauración de Jerusalén (no dice Judá, ¡qué cosas, eh!). Dígame usted por qué motivo debería yo imaginarme que el texto pueda querer decir algo distinto de lo que dice. A mí no se me ocurre ninguna.
"No se lisonjee demasiado imaginándose en el papel de Nehemías (Neh. 5:3,8). No parece que esté usted realizando ninguna gran obra. Eso sí, es muy libre de malgastar su tiempo como mejor le apetezca, y de escribir sus flagrantes inexactitudes, pero su vergonzoso comportamiento al negarse a facilitar la evidencia pedida, o, en su defecto, a confesar su error, y su incompetente manejo de la Palabra de Dios quedarán como testimonio contra usted en el día del juicio.
"Que tenga un buen día, señor."

Aunque la correspondencia entre nosotros fue más larga, y, por momentos, más cordial, nunca logré que ese señor me presentase el decreto pedido. El hermano adventista que nos puso en contacto recibió copia de toda nuestra correspondencia, y, una vez concluida esta, tuvo la derencia de enviarme una larga carta que no copio textualmente por preservar su identidad. Entresaco solamente parte de dos párrafos:
"Gusto de saludarlo hermano Martínez, me alegra saber que usted es adventista del séptimo día y que cree en el sábado, pues la mayoría que comienza a negar 1844 y a la mensajera del Señor, terminando negando el sábado. No se si yo lamente haber iniciado esta serie de discusiones entre usted y el pastor Treiyer, reiterando mis disculpas al pastor Diestre por haber copiado su página y enviársela a Ud. Y mis disculpas a todos por esta situación."
"Espero leer sus escritos hermano Martínez, porque de lo que he leído de su conversación con el pastor Treiyer, estoy aturdido [...]"

Mi respuesta a ese adventista el 11 de diciembre fue la siguiente:

Apreciado hermano [...]:
En lo que a mí respecta, no tiene unsted por qué disculparse de nada. Entiendo que le guían las mejores intenciones y le deseo una relación viva y creciente con nuestro Salvador. Las discusiones entre el Dr. Treiyer (y otras personas con su misma perspectiva) y yo suelen abordar asuntos más técnicos que los que se suelen divulgar en la literatura adventista más corriente, como los libritos de escuela sabática. En todo caso, quisiera apuntar aquí dos cosas:

* las discusiones teológicas de cierto nivel es prudente tomarlas a pequeñas dosis;
* un conocimiento teológico profundo, con erudición de idiomas originales, contextos históricos y mil detalles más, no es necesario para la salvación. El Señor Jesús vivió y murió para bendecir a todos los humanos, conocieran mucha Biblia o poca. Qué duda cabe que se pueden obtener grandes satisfacciones al conocer con cierto detalle los tratos de Dios con personas de distintas épocas, pero que no le quepa la menor duda de que en el reino de los cielos habrá muchos analfabetos que jamás leyeron una sola página de la Biblia. Y estarán allí por la gracia y el amor de nuestro Señor Jesucristo, exactamente igual que con la persona privilegiada que sí pudo aprender griego y leyó mucho acerca de los antiguos faraones y césares.

Dicho esto, creo que es mi deber advertir algo referente a la voluntad que usted expresa de leer las cosas que escribo. Naturalmente, no me parece mal que usted, o cualquier otra persona, lea aquello que me ha llevado algún tiempo preparar. Lo preparé para que se leyera, y lo hice con buena intención: para que avance la verdad bíblica. Sin embargo, sea usted consciente que el adventismo por el que yo abogo no es el adventismo ortodoxo oficial. Si bien creo que no me aparto de las enseñanzas apostólicas por ello, debe usted tener en cuenta que no admito, por ser antibíblicas, las siguientes nociones:

* Que el año 1844 de nuestra era tenga alguna significación en la historia de la salvación, distinto, digamos, del 121.
* Que haya un juicio investigador que se esté celebrando ahora en el cielo en el que se estén analizando las obras de los profesos creyentes de todas las épocas.
* Que el Señor Jesús esté realizando en este momento en el santuario celestial una obra distinta de aquella que empezó a hacer con ocasión de su ascensión a la diestra del Padre poco después de su resurrección, ni que haya cambiado de "lugar" en ningún momento. Los autores inspirados del Nuevo Testamento indican que él está siempre en la presencia inmediata de su Padre, que está allí para representarnos y para bendecirnos, y no tengo ninguna razón para pensar que eso no haya sido siempre literalmente así, sin necesidad de ningún tipo de especulación de que en cierta fecha del siglo XIX tal situación hubiese de alterarse en lo más mínimo.
* Que el carácter o las decisiones de Dios deban contar con algún tipo de beneplácito por parte de alguna de sus criaturas, de modo que ese carácter tenga que ser "vindicado" ahora o en algún momento del futuro. Si tal cosa hizo falta alguna vez (quizá de cara a hombres insensatos únicamente), tal cosa quedó despejada para siempre en la cruz. Desde la cruz, todos sabemos quién y cómo es Dios. Con su victoria en la cruz, Cristo dejó en la vergüenza más absoluta a todos los enemigos de Dios. Los hijos de Dios somos, por su gracia, beneficiarios de su gran amor, que no merecemos, pero no desempeñamos papel alguno en la "vindicación" de Dios. Dios no necesita "vindicación" ante nada ni nadie. La Biblia no enseña que nadie (ni siquiera Satanás) haya acusado a Dios de nada. Otros sí enseñan tal cosa, pero ese es su problema.
* Que ciertas porciones de la Biblia, en especial los libros de Daniel y del Apocalipsis, sean algo así como una "hoja de ruta" anticipada de la historia, trufada de pintorescos episodios en los que aparezcan los vándalos, los sarracenos, los turcos, revolucionarios franceses, papas, gobernantes estadounidenses, incendios forestales en Nueva Inglaterra, caídas de Leónidas, terremotos portugueses, una batalla en Bafeum, y cositas del mismo cariz.
* Que el conflicto final y la determinación de quién es salvo y quién no tengan que ver con el sábado. Los apóstoles y el propio Jesucristo enseñan que quien cree en el Hijo de Dios tiene la vida eterna, pero que quien no cree en el Hijo, ya ha sido condenado. Lo que decide quién se salva y quien se condena es la aceptación del evangelio de Jesucristo, no la observancia de un cierto día de la semana. Yo guardo el sábado porque entiendo que es un regalo en el tiempo que Dios me hace, pero no me imagino que por guardarlo Dios me vaya a amar más, ni que pudiera amarme menos si guardase el domingo. Dios no puede amarme más, ni menos, porque la Biblia me enseña que me ama con amor infinito, pues Jesús murió por mis pecados.
* Que los escritos de la Sra. Ellen White tengan algún tipo de valor religioso, más allá del puramente anecdótico y biográfico.

Hay algunas discrepancias más, pero eso es lo fundamental. Si bien en ocasiones he escrito algún trabajo especulativo (por ejemplo, hace algunos años defendí en un escrito publicado por una revista universitaria española la hipótesis de que el "discípulo amado" no fuese el apóstol Juan, sino Lázaro de Betania), la mayoría de las cosas mías que hay publicadas en internet no son especulaciones, sino trabajos fundamentalmente exegéticos (el Dr. Treiyer disputaría esto, o diría que mi exégesis es pésima; yo digo lo mismo de la suya), y creo que son razonablemente convincentes. De modo que si no desea usted ver seriamente sacudidas algunas de las cosas que otras personas, sin duda con buena intención, le pueden haber enseñado, absténgase de leerme, o hágalo con cuidado. Debe tener en cuenta, especialmente, que cuando se polemiza de religión sobre los errores, reales o supuestos, de un "contrincante" ideológico es frecuente centrarse en los puntos centrales de la controversia, y no siempre resulta posible, aunque yo suelo intentarlo, destacar el papel central del evangelio. Entre adventistas, eso creo que se da por sentado, si bien quizá no debería ser así.

Sólo me queda despedirme de usted, hasta cuando usted lo desee y volver a desearle las mayores bendiciones de nuestro Padre celestial, que nos enseñó en su Palabra cuanto nos conviene saber de su trato con el hombre.

Un cordial saludo."

Ha habido más cartas, siempre cordiales, que no vendrían a cuento.

Siempre me dirijo en esos términos a los adventistas honestos. A los deshonestos, no. No por adventistas, sino por deshonestos.
 
Re: Las 70 semanas

Las setenta semanas estan divididas en tres partes

  1. 7 semanas (49 años)
  2. 62 semanas (434 años)
  3. 1 semana (7 años)

En el primer período (7 semanas o 49 años) se restauraría y se reedificaría jerusalem, lo cual será en "tiempos angustiosos".

En el segundo período (62 semanas o 434 años) serían despues de que los judíos estuviesen en su país con su templo y todas las leyes aunque si Antíoco hizo de las suyas, el templo quedó intacto, pues no fué destruido.

Veamos lo que dice la Biblia:

"Has de saber y entender que desde la salida de la orden para restaurar y reconstruir a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas..."

Luego dice:

"y sesenta y dos semanas se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos".

Entonces, "humillado", estás invirtiendo los eventos pues el Mesías Príncipe está relacionado con las siete semanas de años mientras que la restauración y reedificación está relacionada con las 62 semanas. Eso está claro.

En el tercer período (1 semana o 7 años) es la última semana de las setenta profetizadas, a la mitad de esta cesaría el sacrifício y la ofrenda, pues el Mesías (ungído) sería muerto "y no por sí" 3 y medio años despues es muerto Esteban sellando la profecía y "confirmando el pacto a muchos" por eso Pedro tiene la visión del lienzo y Pablo apostol de los gentiles, TODOS para ese mismo tiempo.

Vaya enredo el que haces...

  • La Biblia no dice que el Mesías sería muerto a la mitad de la última semana así que no mientas ni asumas cosas que no dice la Biblia.

  • La Biblia dice que, después de las 62 semanas, el ungido sería cortado y dejaría de existir y el pueblo del príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario.

  • La ofrenda y el sacrificio no cesaron en el 31dC.

  • La Biblia dice que él (el principe que ha de venir), hará un pacto con muchos por una semana pero a la mitad de la misma pondrá fin al sacrificio y a la ofrenda Y HARÁ OTRA COSA... ¿QUÉ COSA ES ESA? A VER SI TE ATREVES A CONTESTAR.
 
Re: Las 70 semanas

Veamos lo que dice la Biblia:

"Has de saber y entender que desde la salida de la orden para restaurar y reconstruir a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas..."

Luego dice:

"y sesenta y dos semanas se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos".

Entonces, "humillado", estás invirtiendo los eventos pues el Mesías Príncipe está relacionado con las siete semanas de años mientras que la restauración y reedificación está relacionada con las 62 semanas. Eso está claro.

ELG:

Mira que sencillo lo que tu, Manuel5, Bvicente18 y ahora el inventor de nuestra época EMR, no quieren aceptar.

Veamos esta versión Jerusalem.

(JER) «Entiende y comprende: Desde el instante en que salió la orden de volver a construir Jerusalén, hasta un Príncipe Mesías, siete semanas y sesenta y dos semanas, plaza y foso serán reconstruidos, pero en la angustia de los tiempos.

La biblia enfatisa 7 semanas y sesenta y dos semanas, ¿Porque...?
Sencillo, porque en las primeras 7 semanas se reconstruye la ciudad y el templo y sus leyes y gobernantes y luego de las 7 semanas 62 semanas llegará el mesías, pues Jesús es úngido para cuando finaliza el segundo período de las 62 semanas.

Vaya enredo el que haces...

La Biblia no dice que el Mesías sería muerto a la mitad de la última semana así que no mientas ni asumas cosas que no dice la Biblia.

La biblia dice:

Daniel 9:27 ...Y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda...


La ofrenda y el sacrificio no cesaron en el 31dC.

Así lo predicaron los apóstoles.

[*]La Biblia dice que él (el principe que ha de venir), hará un pacto con muchos por una semana pero a la mitad de la misma pondrá fin al sacrificio y a la ofrenda Y HARÁ OTRA COSA... ¿QUÉ COSA ES ESA? A VER SI TE ATREVES A CONTESTAR. [/LIST]

Explica mejor el disparate, que por lo menos se te puede entender mas a ti que a EMR con sus cuentitos.

Ten cuidado que la levadura de Rancaño contradice hasta la tuya.

ELG:

Es necesario que expongas tu interpretación, ya estan quedando de ridículos por huir tanto del tema.