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2.- Ahora el título
Señor aplicado a Jesucristo. Éste título tiene historia. Sucede que los judíos eran muy celosos con el Nombre de Dios, y en su afán de guardar el 3° mandamiento, el de no tomar el Nombre de Dios en vano, los judíos suplantaban ese Nombre con cosas como el Altísimo, el Innombrable, etc.
Pues bien, pasado el tiempo, se le pidió a un grupo de judíos que tradujeran el
A.T. al griego para la Biblioteca de Alejandría. Aquella traducción sería la conocida Septuaginta o LXX. Pues bien, durante la traducción estos judíos tomaron la desición de reemplazar el Nombre de Dios por la palabra
Kurios, que es la que comunmente conocemos como
Señor.
Luego, esta versión se convirtió en la de uso común entre los judíos de habla griega. De hecho, la mayoria de las citas a pasajes del
A.T. que encontramos en el
N.T. proceden de esta versión.
Pues bien, esta es la razón del porque no encontramos en el
N.T. el Nombre de Dios (el cual conocemos por la traducción imprecisa
Jehová), sino que en su lugar encontramos una y otra vez este reemplazado por el título "
Señor". Entonces, el título "
Señor" no solo era un título de referencia al poder y autoridad, sino que también tenía una implicancia divina para el judío, por ser el título con el cual el Nombre de Dios fue reemplazado. Hablar del
Señor era hablar de
Jehová Dios.
Veamos algunos de estos reemplazos en unas citas del
N.T.:
"
En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:
Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor,
Enderezad sus sendas."
Mateo 3:1-3
Las Escrituras en el
N.T. son claras al referire a Juan como el que preparaba camino a Jesús el Señor. Sin embargo, si vamos al
A.T., notaremos lo sgte:
"
Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios."
Isaías 40:3
Notemos dos cosas. La primera es el claro reemplazo del Nombre de Dios por el título
Señor, y la segunda es que esta profecía no solamente se refiere a Aquel que vendría tras el heraldo como "
Jehová", sino también como "
nuestro Dios".
Mateo estaba citando la LXX cuando escribió sobre Juan el Bautista y está aplicando una profecía sobre Jehová Dios a Jesucristo.
Otro reemplazo de
Jehová por
Kurios lo encontramos en
Romanos 10:13:
"...
porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo."
Romanos 10:13
Es claro por el contexto que Pablo se refiere a Jesús aquí. Sin embargo esta cita no es suya, sino que proviene de
Joel 2:32, versión LXX. Sin embargo, esta cita dice como sigue:
"
Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo..."
Joel 2:32
Como ven, el reemplazo es claro, y la aplicación atrevida de un texto referido a
Jehová a Jesús es bastante notoria. Por lo demás, el contexto de
Joel 2:32 se refiere claramente al comienzo de la iglesia en Pentecostés.
Otro lo podemos encontrar en
Hebreos 1:10-12, en donde nuevamente se aplica una cita del
A.T. referente a un Salmo dedicado a
Jehová Dios (
Salmo 102:25-27), al Señor Jesús. Esta es mucho más clara, pues se refiere a la Eternidad, Inmutabilidad, Soberanía y Omnipotencia de Cristo con referencia a la Creación.
A continuación les pego un extracto del libro "
La Doctrina de la Deidad" de Jaime Restrepo con referencia al título
Señor:
"El título Señor es usado libremente en ambos Testamentos para referirse a Dios y Jesús. En el Antiguo Testamento la palabra Hebrea para Señor era Adonai. En la Versión de los Setenta y el Nuevo Testamento la palabra traducida “Señor” es Kurios. Ambos, Adonai y Kurios fue usada para Dios por
los Judíos.
En el Nuevo Testamento Kurios tenía dos significados, una común y una sagrada. El uso común fue un saludo cortés significando “señor” o “maestro”. El sentido sagrado implica deidad. Algunos pasajes del Nuevo Testamento obviamente usan la palabra Señor como un término de respeto para Jesús (Juan 4:11). Puesto que los primeros Cristianos eran monoteístas, como lo eran los Judíos, si usaron la palabra Señor en el sentido sagrado para Jesús, esta sería la más fuerte evidencia de que pensaban que Cristo era Dios.
Los Romanos que adoraban al emperador como un dios a menudo debían saludarse el uno al otro y decir “César es Señor”. Una de las razones porque los primeros Cristianos fueron perseguidos fue que rehusaron dar ese honor al emperador. Esa practica puede también explicar la importancia de la frase Cristiana, “Jesús es el Señor”, eso es, Señor siendo usado en el sentido de Dios.
Hay varios ejemplos claros donde Jesús es llamado “Señor” en el sentido sagrado en la Escritura. Pablo escribió: “... nadie que hable por el Espíritu de Dios ... puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo” (1 Cor. 12:3). Algunos individuos podrían objetar por medio de decir: “Yo creo en Jesús como `mi Señor’ pero ciertamente no pienso que él es Dios”. La cuestión importante es que se quiere decir por la palabra Señor. Cualquiera puede pronunciar las palabras “Jesús es el Señor” y algunos aún quieren decirlo en el sentido de maestro, pero eso no es acerca de lo que Pablo está hablando. Varias cosas indican que Pablo estaba haciendo una declaración acerca de la divinidad de Jesús." ("
La Doctrina de la Deidad"
pag. 14 del libro, no del pdf)
3.- Pues bien, como vemos creer que Jesucristo es el
Hijo de Dios y el
Señor no significa ni más ni menos que confesar la Deidad de Cristo, o sea,
confesar que Cristo es Dios.
Entonces, cuando Pablo nos dice que para ser salvos debemos confesar "
que Jesús es el Señor" no está haciendo una simple declaración de señorio, sino también implicando que debemos confesar y creer en la Deidad de Cristo, es decir, como Juan lo dice al comienzo de su narración del Evangelio, confesar que "
el Verbo era Dios".
El que no crea esto, simplemente no cree en el Cristo de las Escrituras.