Re: ¿Quien es el cuerno pequeño de Daniel 8? Antioco IV Epifanes o Roma
Estimado FJP. Saludos cordiales.
Tú dices:
Me decepcionas no haz hecho su tarea averigua bien su cronologia historica porque no esta correcta..Si estableces como murio y cuando murio Antioco Epifanes te daras cuenta del error cronologico...
Respondo: El principal personaje siniestro de los dos libros de los Macabeos es el rey tirano Antíoco IV Epífanes, que significa "ilustre".
Se han suscitado muchas reservas sobre la veracidad histórica de 1 Mac. Su autor peca de excesivo nacionalismo y atribuye importancia desmesurada a los acontecimientos que entrarían algún significado para los judíos (1,41-43; 3,27-31; 6,5-13); todo ello da pie para sospechar de su objetividad. Se muestra antiseleucida (1,9-10) y, lo que es más grave, parece ignorar la historia, la geografía y la organización política de los otros pueblos. Su nacionalismo judío lo lleva a exagerar las cifras del enemigo para hacer aún más impresionante la intervención divina a favor de los asmoneos. Además se equivocó al fechar la muerte de Antioco IV después de la dedicación del templo.
Estos y otros fallos históricos se estima que lo descalifican como historiador de aquel período.
Según lo que investigué Antioco IV epifanes murió hacia octubre de 164 a C.
pero pudo ocurrir en el año 163 a C.
Entonces Él reinó de 175-163 a.C., y fue enemigo acérrimo de los judíos, cruel perseguidor del pueblo escogido y tenaz adversario de las leyes y del sistema de culto mosaico.
1 y 2 Macabeos.
En estos dos libros hay tres pasajes en los que se relata la forma en que murió Antíoco.
Las tres narraciones son completamente diferentes -especialmente la segunda, que resulta única- y son contradictorias entre sí. En el primer relato (1 Macabeos 6: 8-16, VP) se narra que el rey quedo profundamente apesadumbrado por las malas noticias que le llegaban, "tanto que se enfermó de tristeza y cayó en cama, pues no le habían salido las cosas como él quería. Así estuvo muchos días, continuamente atacado de una profunda tristeza, y hasta pensó que iba a morir" (vers. 8-9).
A continuación se cuenta cómo reconoció que había procedido mal al saquear la ciudad de Jerusalén y "exterminar a todos los habitantes de Judea sin ningún motivo " (vers. 12). Por eso se dice que murió "de terrible tristeza" (vers. 13), después de haber tomado sus últimas disposiciones. En el segundo relato (2 Macabeos 1: 13-16) se refiere que Antíoco trató de apoderarse de las riquezas del templo de la diosa Nanea. Sin embargo, los sacerdotes de ese santuario encerraron a Antíoco y a sus acompañantes en el templo.
El relato continúa de esta manera: "Entonces abrieron una ventana secreta que había en el techo, y a pedradas mataron al rey y a sus amigos. Luego les cortaron la cabeza, los brazos y las piernas, y los echaron a los que estaban fuera" (vers. 16). El autor de 2 Macabeos añade con regocijo: "¡Bendito sea siempre nuestro DIOS que entregó a los impíos a la muerte!" (vers. 17).
En la tercera versión (2 Macabeos 9: 1-29) se refiere que "el Señor Dios de Israel, que todo lo ve, lo castigó con un mal incurable e invisible: . . . le vino un dolor de vientre que con nada se le pasaba, y un fuerte cólico le atacó los intestinos. Esto fue un justo castigo para quien, con tantas y tan refinadas torturas, había atormentado en el vientre a los demás" (vers. 5-6).
A continuación se dice que "comenzó a moderar su enorme arrogancia y a entrar en razón" (vers. 11). Se añade que "entonces este criminal empezó a suplicar al Señor; pero Dios ya no tendría misericordia de él" (vers. 13).
Después figura una supuesta carta conciliatoria que Antíoco dirigió a los judíos. Sigue la narración de esta manera: "Así pues, este asesino, que injuriaba a Dios, terminó su vida con una muerte horrible, lejos de su patria y entre montañas, en medio de atroces sufrimientos, como los que él había hecho sufrir a otros".
Concluye con un detalle que parece ser histórico: "Filipo, su amigo íntimo, transportó el cadáver; pero, como no se fiaba del hijo de Antíoco, se refugió en Egipto, junto al rey Tolomeo Filométor" (vers. 28-29).
Debe destacarse que dos de estos relatos -segundo y tercero- aunque son diametralmente opuestos, están en el mismo libro.
Surgen las preguntas:
¿Cómo puede un solo autor describir de dos maneras tan diferentes un acontecimiento tan importante como es la muerte del enemigo máximo de su pueblo? [/COLOR]¿O se trata acaso de dos versiones dispares incluidas por un imperdonable descuido? ¿Cómo hacer concordar estos relatos discrepantes?
Los escrituristas católicos -aunque no lo expresen explícitamente- reconocen que este problema no tiene solución lógica. Aún no han encontrado una respuesta válida. Sólo dan algunas explicaciones o consideraciones que no resuelven esta dificultad.
En la introducción de la BJ a los libros de los Macabeos se reconoce, en cuanto a 2 Macabeos, que en este documento la "intención religiosa se sobrepone al cuidado por la exactitud histórica"; y se añade: "El autor utiliza para su propósito documentos y relatos, sin garantizar con ello su veracidad. La muerte de Antíoco Epífanes se refiere en forma diferente en [2 Mac.] 1: 13-16 y en 9: 1-29 (que se acerca más a 1 Mac. 6: 1-13" (ed. de 1967, p. 546).
En esta misma introducción también se destaca un serio anacronismo: En 2 Macabeos la muerte de Antíoco se sitúa antes de la purificación del templo de Jerusalén, realizada por Judas Macabeo (2 Macabeos 10: 1-8); pero en 1 Macabeos se coloca la muerte del perseguidor después de esa purificación (1 Macabeos 4: 36-59).
Esta extraña divergencia de los tres relatos mencionados y el evidente anacronismo, sin contar las diversas narraciones de un cariz sobrenatural insólito en la Biblia se encuentran precisamente en 2 Macabeos, libro que contiene dos dificultades de orden doctrinal de verdadera importancia:
(1) la supuesta validez de los sufragios presentados en favor de los muertos y
(2) la hipotética eficacia de la intercesión de los difuntos ante Dios, como abogados de los vivos.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.