Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

El Padre engendra al Hijo en la suma perfección 10

7. Por consiguiente, el Hijo de Dios lo es por naturaleza y no por adopción, engendrado por el Padre. Pero el que ama al que le engendró ama también a quien él ha engendrado. Pero quien desprecia al engendrado por él transmite su afrenta a su progenitor. Y cuando oigas hablar de que Dios engendra, no andes pensando en la generación corporal, ni pienses en una reproducción que entraña corrupción, no sea que vayas a caer en la impiedad. «Dios es espíritu» (Jn 4,24) y su generación es espiritual; pues los cuerpos, por su parte, engendran cuerpos y en la generación corporal debe haber un transcurso de tiempo.

Sin embargo, en la generación del Hijo desde el Padre no hay ningún intervalo temporal. Además, cuando se engendra algo, es engendrado como realidad imperfecta; sin embargo, el Hijo de Dios ha sido engendrado como perfecto: existiendo en la actualidad, existe desde el principio, nació sin un comienzo. De ese modo nacemos nosotros, pasando después de la ignorancia infantil al uso de razón: imperfecto es, oh hombre, tu nacimiento, aunque se produce un crecimiento mediante sucesivos añadidos. Pero en el caso que nos ocupa no pienses nada semejante ni te venga a la mente debilidad alguna del progenitor, (como si dijeses): engendró a alguien imperfecto que, pasando el tiempo, logró la perfección. Al progenitor lo acusas de debilidad al decir que lo que después fue concedido por el transcurso del tiempo no se había dado, según tu parecer, desde el principio.

8. No creas, por tanto, que se trata de una generación humana ni semejante a como Abraham engendró a Isaac. Pues Abraham no engendró a Isaac porque quisiese, sino porque alguien distinto a él se lo concedió. Cuando es Dios y Padre el que engendra, no hay en ello ignorancia ni tampoco deliberación. Y decir que no sabía lo que engendraba es una impiedad grandísima. Decir también que estaba sopesando las circunstancias y que luego comenzó a ser padre es también impiedad de la misma categoría: pues no es que Dios existiese primeramente sin hijos y que después, en un momento determinado, llegase a ser padre, sino que siempre ha tenido al Hijo. Lo engendró, no al modo como los hombres generan a los hombres, sino como lo conoció únicamente él, el que lo engendró antes de todos los siglos como Dios verdadero.

9. Al ser, pues, el verdadero Dios Padre, engendró un Hijo, Dios verdadero, semejante a él. Y no como los maestros tienen discípulos, es decir, tampoco al modo como Pablo dice a algunos: «He sido yo quien, por el Evangelio, os engendró en Cristo Jesús» (I Cor 4,15). Pues quien no era hijo por naturaleza ha llegado a serlo como discípulo. Pero en el caso que nos ocupa se trata de un hijo por naturaleza, de un verdadero hijo. Tampoco como vosotros, los que vais a ser iluminados, sois hechos ahora hijos de Dios; pues también vosotros sois hechos hijos, pero en adopción por gracia, según lo que está escrito: «A todos los que lo recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Ellos no nacieron de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino que nacieron de Dios» (Jn I, 12-13)11. Y nosotros nacemos ciertamente del agua y del Espíritu (cf. Jn 3,5), pero no es así como Cristo ha nacido del Padre. Recuérdese que en el momento del bautismo la voz dijo: «Este es mi hijo» (Mt 3,17; cf. 17,5), y no: «Este ha sido hecho ahora Hijo mío». Al decir «Este es mi Hijo», declaraba que ya era Hijo antes de realizarse el bautismo.

10. El Padre no engendró al Hijo como la mente genera en los hombres la palabra. Pues en nosotros la mente es algo subsistente, pero la palabra que se pronuncia se pierde en el aire. Nosotros hemos sabido, sin embargo, que Cristo nació no simplemente como una palabra que se pronuncia, sino como Palabra subsistente y viva, no proferida y difundida con los labios, sino engendrada desde el Padre eterno de modo inefable y con una sólida subsistencia12. «En el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios» (Jn 1,1), sentado a la derecha (cf. Sal 110,1). Palabra que entiende la voluntad del Padre, Palabra que todo lo construye según su beneplácito, Palabra que baja y asciende (cf. Ef 4,10)13. Pero una palabra, cuando se profiere, no baja y sube al pronunciarla, sino que se expresa diciendo: «Yo hablo lo que he visto donde mi Padre» (Jn 8,38). Es una Palabra llena de autoridad y que ejerce su dominio sobre todas las cosas, pues el Padre ha entregado todo al Hijo (cf. Jn 13,3 y Mt 11,27)14.

11. Lo engendró el Padre, pero no como alguno lo entendió, sino como él solo sabe15. Pues no nos abrevemos a explicar cómo lo ha engendrado. Sólo podemos hablar de cómo no ha sido dicha generación. Es cierto que el Hijo procede del Padre, aunque también toda la naturaleza engendrada o creada. «Pregunta a la tierra y te lo dirá» (Job 12,8 hebr.). Aunque interrogues a todas la cosas que hay sobre la tierra, no te lo podrán decir. Y es que el globo terráqueo no puede explicar quién es su modelador ni su artífice. Y no sólo la tierra lo ignora, sino que también el sol lo desconoce. Pues el sol fue creado el cuarto día sin saber qué había sido creado en los tres días anteriores. Pero quien desconoció lo que se hizo en los tres días anteriores a él, no puede evidentemente decir quien fue el autor. Tampoco lo dirá el cielo, pues éste fue puesto por Cristo, por voluntad del Padre, como si fuese una humareda. Tampoco los cielos de los cielos ni las aguas que están sobre los cielos serán quienes lo cuenten. ¿Por qué, pues, te lamentas, oh hombre, de no saber lo que los mismos cielos ignoran? Y no son sólo los cielos los que ignoran esta generación, sino que incluso no lo saben las criaturas angélicas. Si alguien -suponiendo que fuese posible- subiese all primer cielo y, al observar el lugar de los ángeles que allí habitan16, acercándose, preguntase cómo Dios ha engendrado a su Hijo, tal vez le respondería: Más arriba los hay mayores y más altos que nosotros. Pregúntales a ellos. Sube hasta el segundo y tercer cielo: alcanza, si es que puedes, hasta los tronos y dominaciones, y también los principados y las potestades. Si alguien llegara hasta allí —es imposible—, renunciarían a describirlos, puesto que ni siquiera los habrían explorado.

12. Siempre me he asombrado de la curiosidad de algunos que, opinando temerariamente de cuestiones religiosas, caen en la impiedad. Piensan que los tronos y las dominaciones, creados por Cristo, y además los principados y las potestades17 están sin descubrir, y así intentan averiguar al Creador con mayor curiosidade18. Dime en primer lugar, tú que eres muy atrevido, qué diferencia hay eritre trono y dominación. Busca entonces las cosas que atañen a Cristo. Dime qué es un «principado» y una «potestad» o qué es un «poder» y un ángel. Indaga entonces con curiosidad al Creador, pues «todo se hizo por él» (cf. Jn 1,3). Pero no quieres interrogar a los tronos y dominaciones o quizá más bien es que no puedes. Y, ¿quién hay que conozca hasta la profundidades de Dios sino el Espíritu Santo (cf. 1 Cor 2,10-11), que es el que habló en las Escrituras? Pero ni siquiera el mismo Espíritu Santo habló en las Escrituras de (I modo de) la generación del Hijo por el Padre. ¿Por qué indagas afanosamente lo que ni el mismo Espíritu Santo describió en las Escrituras? Y si ignoras lo que ha quedado escrito, ¿podrás indagar las cosas que no se han escrito? Muchas son las cuestiones de que trata la Escritura: si lo escrito no podemos abarcarlo, ¿por qué fatigarnos nuestro ánimo con lo que no está escrito? Nos es suficiente con saber que Dios engendró a un único Hijo.

13. No te dé vergüenza confesar tu ignorancia cuando en ella tienes algo de común con los ángeles19. Sólo quien engendró conoce a quien engendró, y el que por él ha sido engendrado conoce a su progenitor. Y el que ha engendrado sabe lo que ha engendrado. Y el Santo Espíritu de Dios da testimonio en la Escritura de que el engendrado es Dios sin que haya habido un comienzo. «En efecto, ¿qué hombre conoce lo íntimo del hombre que está en él? Del mismo modo, nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios» (1 Cor 2,11). «Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo» (Jn 5,26). Y, además, «para que todos honren al Hijo como honran al Padre» (5,23). Y: «Como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere» (5,21). Y ni el que engendra queda disminuido en nada ni el engendrado carece de cosa alguna (sé que ya he hablado de estas cosas)20. Pero es por seguridad nuestra por lo que estas cosas se han repetido con frecuencia. Ni quien engendró tiene padre ni el engendrado tiene hermano. Ni el engendrador se convirtió de este modo en hijo ni el engendrado llegó a ser padre. De un solo Padre ha sido engendrado un Hijo único. No se trata de dos ingénitos ni de dos unigénitos. Sino que sólo hay un Padre ingénito (ingénito es el que no tiene Padre) y hay sólo un Hijo, engendrado eternamente por el Padre: no nacido en el tiempo, sino engendrado antes de los siglos: y que tampoco ha experimentado un crecimiento, sino que ha sido engendrado como actualmente es.

14. Creemos, por consiguiente, en el Hijo unigénito de Dios, nacido del Padre como Dios verdadero21. Pues un Dios verdadero no engendra un dios falso, como ya se ha dicho. Ni engendró tras haber deliberado consigo mismo, sino que lo hizo desde la eternidad de un modo mucho más rápido, como es lógico, que nuestras palabras y nuestro pensamiento. Pues nosotros, cuando hablamos en el tiempo, empleamos tiempo, pero, cuando se habla del poder divino, el acto de engendrar está fuera del tiempo. Y, como se ha dicho muy a menudo, no es que llevara al Hijo de la no existencia al ser, ni al que no era lo recibió en adopción; sino que el Padre, que existía desde la eternidad, engendró eterna e inenarrablemente a su Hijo único, que no tenía ningún otro hermano. Tampoco se trata de dos principios, sino que cabeza del Hijo es el Padre22, que es el principio único. Así pues, el Padre engendró al Hijo como Dios verdadero, llamado «Emmanuel», que, entendiéndolo bien, se traduce como «Dios con nosotros» (cf. Mt 1,23)23

15. ¿Quieres darte cuenta de que es Dios el que ha nacido del Padre y que después se ha hecho hombre? Escucha al profeta: «Este es nuestro Dios, ningún otro es comparable a él. El descubrió el camino entero de la ciencia, y se lo enseñó a su siervo Jacob, y a Israel su amado. Después apareció ella en la tierra, y entre los hombres convivió» (Bar 3,36-38). ¿Crees que Dios, después de la Ley de Moisés no se ha hecho hombre? Acoge también otro testimonio de la divinidad de Cristo acabado de leer: «Tu trono, oh Dios, para siempre jamás» (Sal 45,7). Y para que a propósito de estos pasajes no se pensase que con su venida en carne llegó después, como desarrollándose, a la cima de la divinidad, dice abiertamente: «Por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros». ¿No ves acaso que el Mesías Dios ha sido ungido por Dios Padre?

16. ¿Quieres que se te ofrezca también un tercer testimonio de la divinidad de Cristo? Oye a Isaías que dice: «Los productos de Egipto, el comercio de Kush... vendrán a ti y tuyos serán»; y poco después: «Ante ti se postrarán y te suplicarán: "Sólo en ti hay Dios, no hay ningún otro, no hay más dioses". De cierto que tú eres un Dios oculto, el Dios de Israel, salvador» (Is 45,14-15)24. Ves a Dios Hijo que tiene en sí mismo a Dios Padre. Sólo le falta decir lo que dijo en los Evangelios: «Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí» (Jn 14,11). No dice «yo soy el Padre», sino «yo estoy en el Padre y el Padre está en mí». Y, a su vez, no dijo: «Yo y el Padre soy uno», sino «Yo y el Padre somos uno» (Jn 10,30), para que ni los separemos a uno del otro, ni hagamos mezcla de Padre e Hijo. «Uno», porque es una la dignidad de la divinidad, puesto que es Dios quien engendró a Dios. «Uno» por la prerrogativa del Reino, pues no es que sobre unas cosas reine el Padre y sobre otras el Hijo, como si éste, a semejanza de Absalón25, se alzase contra el Padre. En realidad, el Hijo reina sobre las mismas cosas sobre las que reina el Padre. Son «uno» también porque no hay disonancia alguna o separación, pues no son unos los deseos del Padre y otros los del Hijo. «Uno» porque no son unas las obras de Cristo y otras las del Padre. El ordenamiento de todas las cosas es unitario, ya que el Padre ha actuado a través del Hijo: «Pues él habló y así fue; él ordenó y fueron creados» (Sal 148,5 LXX), dice el salmista. Pero el que dice, dice a quien oye; y quien manda, manda a quien está presente.

17. El Hijo es, por tanto, verdadero Dios, teniendo en sí mismo al Padre, pero no transformado en el Padre: pues tampoco se hizo hombre el Padre, sino el Hijo—digámoslo en verdad y libremente. No padeció por nosotros el Padre, sino que el Padre envió al que padeció por nosotros. Ni tampoco digamos nunca: «Había un tiempo en el cual no existía el Hijo»26. Tampoco admitamos una filio-paternidad, sino que avancemos por el camino regio sin desviarnos a la izquierda o a la derecha. Ni, creyendo honrar al Hijo, le llamemos a éste Padre ni, pensando en tributar honor al Padre, creamos que el Hijo es una de las cosas creadas. Más bien el Padre único sea adorado a través del Hijo único, sin que se «distribuya» la adoración. Predíquese un Hijo único, sentado a la derecha del Padre antes de los siglos, que no ha recibido en el tiempo esto de sentarse con el Padre tras el sufrimiento y como resultado de una evolución, sino que lo posee desde la eternidad.

18. «El que ve al Hijo, ve al Padre»27. Pues en todo es semejante el Hijo a quien lo engendró: vida que procede de vida, luz de luz, poder de poder, Dios de Dios. En nada son diferentes las características de la divinidad en el Hijo, y quien ha sido considerado digno de ver la divinidad del Hijo ha sido llevado con ello a gozar del Padre. Este modo de hablar no es mío, sino del Hijo unigénito: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al Padre» (Jn 14,9)29. Y, para decirlo más compendiosamente, debemos evitar tanto separar como confundir: no digas nunca que el Hijo es ajeno al Padre ni aceptes a quienes dicen que el Padre es a veces Padre y a veces Hijo: son afirmaciones extrañas e impías, no testimonios de la Iglesia, pues el Padre permaneció tal aunque hubiese engendrado al Hijo sin sufrir él mismo transformación. Engendró a la Sabiduría (cf. I Cor 1,24), pero él no fue despojado de ella; engendró la fuerzan sin perder con ello su energía. Engendrando a Dios, no fue despojado de su divinidad ni nada perdió quedando disminuido o transformado, ni a su vez el engendrado carece de algo: perfecto es el que engendró y perfecto es el engendrado. Dios es quien engendró y Dios es el que ha sido engendrado, el cual es Dios de todas las cosas y llama Padre a su Dios, sin miedo de decir: «Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios» (Jn 20,17).

19. Pero para que no creas que se trata de una paternidad igual tanto para el Hijo como para las demás criaturas, en las frases que siguen hizo una distinción. Pues no dijo: «Subo a nuestro Padre», de modo que se dedujese una comunidad de las creaturas con el Unigénito; sino que dice: «mi Padre y vuestro Padre». De un modo, mío, por naturaleza; y de otro modo, vuestro, por adopción. Y, a su vez: «A mi Dios y a vuestro Dios». De una forma, Padre mío por vínculo natural y como Hijo unigénito; de otra forma, vuestro como criaturas. Por consiguiente, el Hijo de Dios es verdadero Dios, engendrado de modo inefable antes de todos los siglos. Os repito a menudo todo esto para que se os grabe bien en vuestra mente. Cree ciertamente que Dios tiene un Hijo, pero no tengas mayor curiosidad en el cómo, pues si lo indagas no encontrarás respuesta. No te ensalces a ti mismo, no sea que caigas.

Entrégate simplemente a la meditación de lo que se te confía. Dime quién es en realidad el que engendró y te darás cuenta entonces de qué engendró. Si con el pensamiento no puedes abarcar la naturaleza del que engendra, no escrutes con impaciencia quién es el engendrado.

20. Para la piedad te basta saber que dijimos que Dios tiene un Hijo único: un Hijo engendrado por naturaleza, que no comenzó a existir cuando nació en Belén, sino antes de todos los siglos. Escucha, en efecto, al profeta Miqueas, que dice: «Mas tú, Belén Efratá, aunque eres la menor entre las familias de Judá, de ti me ha de salir aquél que ha de dominar en Israel, y cuyos orígenes son de antigüedad, desde los días de antaño» (Miq 5,1). No pongas tu atención, por tanto, en aquél que entonces nació en Belén, sino adora al que desde la eternidad ha sido engendrado por el Padre. No toleres a quien diga que el Hijo comenzó a existir en algún momento del tiempo, sino que debes reconocer que el Padre es principio sin tiempo, un principio que nada tiene que ver con un Hijo temporal, inabarcable, él por su parte sin principio: en suma el Padre30, fuente del río de la justicia, del Unigénito, a quien engendró como el sólo sabe. ¿Quieres saber que nuestro Señor Jesucristo es también rey eterno? Escúchalo otra vez cuando dice: «Vuestro padre Abraham se regocijó pensando en ver mi Día; lo vio y se alegró» (Jn 8,56). Pero al endurecerse los judíos ante esto, les dijo algo todavía más duro: «Antes de que Abraham existiera, Yo Soy» (8,58). Y, a su vez, dice al Padre: «Ahora, Padre, glorifíicame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese» (Jn 17,5). Claramente lo dijo: Antes que el mundo fuese, yo tenía gloria junto a ti. Y dice a su vez: «... me has amado antes de la creación del mundo» (17, 24).

21. Creamos, por consiguiente, «en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, que nació del Padre como Dios verdadero antes de todos los siglos, y por el cual "todo se hizo" (Jn 1,3)»: «los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades, todo fue creado por él» (Col 1,16), y ninguna de las cosas creadas está sustraída a su poder. Enmudezca toda herejía que hable de diversos agentes y autores del mundo; conténgase la lengua que azota con blasfemias a Cristo Hijo de Dios; callen quienes dicen que el sol es el Cristo, pues él no es este sol brillante, sino el artífice del sol; enmudezcan quienes dicen que el mundo es obra de los ángeles, pues pretenden invadir lo que es prerrogativa del Hijo único. Tanto las cosas visibles como invisibles, los tronos y dominaciones (cf. Col 1,16), y «todo cuanto tiene nombre», todo ha sido hecho por Cristo. El Hijo reina sobre las cosas que han sido hechas por él, y no cogiendo los despojos de otros sino ejerciendo su señorío sobre sus propias obras, como dijo el evangelista Juan: «Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe» (JUn 1,3). Todo ha sido hecho por él, actuando el Padre a través del Hijo.

22. Querría aducir un ejemplo de lo que se dice, aunque sé que es un ejemplo débil. Pues, ¿cuál de las cosas visibles puede ser un ejemplo idóneo de la invisible potestad divina? Adúzcase, sin embargo, como un ejemplo débil, puesto por un débil a los débiles. Es, pongamos por caso, como si un rey que tiene un hijo que también es rey juntamente con él, y deseando fundar una ciudad, pone ante él una maqueta de la ciudad que ha de construir. El hijo, con la maqueta, llevará a su término el proyecto. Del mismo modo, cuando el Padre quiso hacer todas las cosas, el Hijo fue quien lo realizó todo en obediencia al Padre, de modo que esa obediencia preserva incólume para el Padre la libertad de su poder supremo, pero el Hijo tiene el dominio sobre las cosas que ha hecho: de ese modo ni queda rebajado el dominio del Padre sobre las cosas que ha hecho ni el Hijo obtiene poder sobre cosas hechas por otro, sino sobre las que él mismo ha fundado. Pues no fueron los ángeles quienes fundaron el mundo -de ello ya se ha hablado31-, sino el Hijo unigénito engendrado, como dijimos, antes de todos los siglos. Por él todo fue hecho, sin excluir nada de su actividad creadora. Y todo sea dicho hasta aquí por nosotros por la gracia de Cristo.

23. Volviendo ahora a la confesión de fe, concluyamos ya estas palabras. Todo lo hizo Cristo, los ángeles, los arcángeles, las dominaciones y los tronos. No es que el Padre careciese del poder suficiente para crear por sí mismo, sino que quiso que el Hijo reinase sobre las cosas que había hecho, mostrándole el ordenamiento de las cosas que habían de ser creadas. Pues dice el Unigénito tributando honor a su Padre: «El Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo» (Jn 5,19). Y a su vez: «Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo» (Jn 5,17). No existe contradicción entre las actuaciones de ambos. «Todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío» (Jn 17,10), dice el Señor en el Evangelio. Esto puede conocerse con claridad, tanto desde el Antiguo como desde el Nuevo Testamento. Pues el que dice: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza» (Gén 1,26), es que se estaba dirigiendo a alguien que estaba a todas luces presente. Pero quien más claramente habla (en este sentido) es el salmista, que dice: «El lo dijo, y existió; él lo mandó, y fueron creados»32, como si el Padre mandase y dijese, y el Hijo todo lo ejecutase según sus deseos. Esto lo dijo, en sentido místico, también Job: «El sólo desplegó los Cielos y holló la espalda de la Mar (Job 9,8), queriendo decir con ello a los inteligentes que quien, estando aquí, caminaba sobre el mar era el que anteriormente había hecho los cielos33. Y, por su parte, el Señor dice: «¿Fuiste tú34 quien tomó la tierra como barro e hiciste un ser viviente a quien, dotado de la facultad de hablar, lo pusiste sobre la tierra?» (Job 38,14 LXX). Y, un poco más abajo: «¿Se te han mostrado las puertas de la Muerte? ¿Has visto las puertas del país de la Sombra? (38,17). Con ello declara que el que, por su bondad, descendió a los infiernos es quien desde el principio hizo al hombre del barro.

24. Cristo es, por consiguiente, Hijo unigénito de Dios y autor del mundo. Pues «en el mundo estaba, y el mundo fue hecho por él» (Jn 1,10). Y «vino a su casa» (1,11), como nos enseña el Evangelio. Cristo no es autor, en unión con el Padre, sólo de las cosas que se ven, sino también de las que no se ven. Pues «en él, según el Apóstol, fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, los Tronos, las Dominaciones, los Principados, las Potestades: todo fue creado por él y para él, él existe con anterioridad a todo, y todo tiene en él su consistencia» (Col 1,16-17). Incluso si te refieres a los siglos35, el autor de éstos, en obediencia al Padre, es también Jesucristo, pues «en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien también hizo los mundos» (Hebr 1,2). Al cual sea la gloria, el honor y el poder, con el Padre y el Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
 
Re: Otra vez....Juan 4:23... ¿"en" o "con" espíritu?

Re: Otra vez....Juan 4:23... ¿"en" o "con" espíritu?

“[...] andamos, no en conformidad con la carne, sino en conformidad con el espíritu. 5*Porque los que están en conformidad con la carne fijan la mente en las cosas de la carne; pero los que están en conformidad con el espíritu, en las cosas del espíritu. 6*Porque el tener la mente puesta en la carne significa muerte, pero el tener la mente puesta en el espíritu significa vida y paz; 7*porque el tener la mente puesta en la carne significa enemistad con Dios, porque esta no está sujeta a la ley de Dios, ni, de hecho, lo puede estar. 8*Por eso los que están en armonía con la carne no pueden agradar a Dios.” (Romanos 8:4-8)

Esto es una mala traducción, pues no es "conformidad", sino "conforme"... de ser a tal cual su pretendido, estaría negando a Dios mismo como el dador de la Gracia. Leamos:

.. que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.

Y la respuesta a la gran mentira de la conformidad se lo dice aquí mismo:

7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

Para andar en coformidad, ha de ser que uno y por si mismo lo pretenda, pero ahora bien, andar conforme el Espíritu es a tal cual Él lo muestra:

14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.


Que Dios les tenga misericordia.
 
Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

Correcto, ya se lo mostré, se despojo de si mismo y no estimo SER IGUAL A DIOS. Ella fue la caida de Satanás, al pretender y al igual que ustedes ser como Dios. NO, el Hijo de Dios, aun siendo en forma de Dios, no estimo ser igual a Dios, sino que toma la condición de siervo. ELLA ES SU GLORIA Y POR ELLO DIOS LE HA DADO TODA SU GLORIA.

Se que no lo entiende, pero así es, y así se lo cuento.


[...]
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

Las frases resaltadas muestran lo inconsecuente de tu razonamiento:

Dios no ha dejado su puesto de supremos para dárselo a más nadie. Tampoco le ha dado a Jesús "toda su gloria". El padre ha DELEGADO en Jesús autoridad, y por tanto, Jesús merece gloria, pero nunca reemplazando la gloria mayor que se le da a Jehová. La Biblia muestra que Cristo ha recibido autoridad como delegado por debajo de Dios:

1 Corintios 15:27-28:
“Porque [Dios] “sujetó todas las cosas debajo de sus pies”. Mas cuando dice que ‘todas las cosas han sido sujetadas’, es evidente que esto es con la excepción de aquel que le sujetó todas las cosas. 28 Pero cuando todas las cosas le hayan sido sujetadas, entonces el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas. . .”
 
Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

El Padre engendra al Hijo en la suma perfección 10

[...]el Hijo de Dios ha sido engendrado como perfecto: existiendo en la actualidad, existe desde el principio, nació sin un comienzo.

¿"Nació sin un comienzo"?
Qué mentira: El Hijo vive porque el Padre lo creó:

Juan 6:57
“yo vivo a causa del Padre”
 
Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

Las frases resaltadas muestran lo inconsecuente de tu razonamiento:

Dios no ha dejado su puesto de supremos para dárselo a más nadie. Tampoco le ha dado a Jesús "toda su gloria". El padre ha DELEGADO en Jesús autoridad, y por tanto, Jesús merece gloria, pero nunca reemplazando la gloria mayor que se le da a Jehová. La Biblia muestra que Cristo ha recibido autoridad como delegado por debajo de Dios:

1 Corintios 15:27-28:
“Porque [Dios] “sujetó todas las cosas debajo de sus pies”. Mas cuando dice que ‘todas las cosas han sido sujetadas’, es evidente que esto es con la excepción de aquel que le sujetó todas las cosas. 28 Pero cuando todas las cosas le hayan sido sujetadas, entonces el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le sujetó todas las cosas. . .”

Verá, fue un error por mi parte, ya esperaba que lo tomase ante la incapacidad de dar respuesta a lo que en verdad viene negando y por su parte. De ahí que lo dejé como estaba. Los espíritu han de ser probados.
 
Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

Verá, fue un error por mi parte, ya esperaba que lo tomase ante la incapacidad de dar respuesta a lo que en verdad viene negando y por su parte. De ahí que lo dejé como estaba. Los espíritu han de ser probados.

Es por ello que seguidamente le copie a tal cual es debido:

5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
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Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

Es por ello que seguidamente le copie a tal cual es debido:

5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
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10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 1

Le parece poco, pues ya lo ve, hoy, usted, ha de doblar obligatoriamente rodilla ante Él. ¿no lo hace verdad?.... usted se está levantando por sobre Dios mismo.
 
Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

¿"Nació sin un comienzo"?
Qué mentira: El Hijo vive porque el Padre lo creó:

Juan 6:57
“yo vivo a causa del Padre”

Claro, SOLO DIOS ES EL DIOS VIVIENTE. Y el Hijo, al igual que el Padre, VIVE PORQUE EL PADRE VIVE. La mentira la tiene usted que pretende ponerse en el lugar de Dios, en su trono, Y DECLARAR QUE SU HIJO NO ES SUYO, Y QUE ÉL NO LE DIO LA VIDA A TAL CUAL SU MISMÍSIMA NATURALEZA. ¿le quedó claro su nivel de blasfemia?... pues eso.
 
Re: Otra vez....Juan 4:23... ¿"en" o "con" espíritu?

Re: Otra vez....Juan 4:23... ¿"en" o "con" espíritu?

Primeramente, la mayoría no siempre tiene la razón, aunque no está mal la traducción "en espíritu y verdad". No sé por qué polemizas tanto por ese detalle, si a nivel doctrinal se entiende igual: para adorar al Padre, debemos ser guiados por el espíritu santo de Él en nuestra vida, pedirlo, y reconocer que es vital para adorar al Padre como él quiere, que gracias a ese espíritu Dios creó todas las cosas, e interviene en la vida del cristiano.



Se siente muy bien. Nosotros tratamos lo mejor posible de andar conforme al espíritu:

“[...] andamos, no en conformidad con la carne, sino en conformidad con el espíritu. 5*Porque los que están en conformidad con la carne fijan la mente en las cosas de la carne; pero los que están en conformidad con el espíritu, en las cosas del espíritu. 6*Porque el tener la mente puesta en la carne significa muerte, pero el tener la mente puesta en el espíritu significa vida y paz; 7*porque el tener la mente puesta en la carne significa enemistad con Dios, porque esta no está sujeta a la ley de Dios, ni, de hecho, lo puede estar. 8*Por eso los que están en armonía con la carne no pueden agradar a Dios.” (Romanos 8:4-8)




Si tuvieses el Espíritu Santo morando en tí, no negarías la Deidad de Cristo, sino que lo llamarías "Señor".



1 Corintios 12:3

3 Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo .




Fijate quien es el que mora en todo el que ha confesado que Jesús es Dios:




2 Timoteo 1:14

14 Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros.




Romanos 8:9

9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.



Juan 14:23

23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.


1 Juan 5:20

20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.




Los anticristos no entienden ni aceptan estas cosas!


Luis Alberto42
 
Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

Jn. 6:57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.

Lea bien, pues claramente se lo está diciendo: como me envió EL PADRE VIVIENTE... y yo vivó por él... ¿sabe porque vive? PORQUE DIOS ES EL DIOS VIVIENTE. En Dios no hay muerte, el Hijo viene de Padre, y volvió al Padre, y está sentado a su derecha. Pero atento: usted necesita comer del Hijo para tener vida, la del Padre. ¿le quedó claro?... pues siga negando al Hijo, pues sin Hijo NO HAY PADRE. Uno es el Padre, otro el Hijo, en el Hijo está la vida, y sin el Hijo NO HAY VIDA. Porque el Hijo es: EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.
 
Re: Otra vez....Juan 4:23... ¿"en" o "con" espíritu?

Re: Otra vez....Juan 4:23... ¿"en" o "con" espíritu?

Esto es una mala traducción, pues no es "conformidad", sino "conforme"... de ser a tal cual su pretendido, estaría negando a Dios mismo como el dador de la Gracia. Leamos:

[...]

Para andar en coformidad, ha de ser que uno y por si mismo lo pretenda, pero ahora bien, andar conforme el Espíritu es a tal cual Él lo muestra:

14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.


Que Dios les tenga misericordia.

Con razón no entiendes la Biblia. Primero debe explicarte español:

conformidad. (Del lat. conformĭtas, -ātis). f. Semejanza entre dos personas. || 2. Igualdad, correspondencia de una cosa con otra. || 3. Unión, concordia y buena correspondencia entre dos o más personas. || 4. Simetría y debida proporción entre las partes que componen un todo. || 5. Adhesión íntima y total de una persona a otra. || 6. Asenso, aprobación. || 7. Tolerancia y sufrimiento en las adversidades. || de ~. loc. adv. conformemente. || en ~. loc. adv. conformemente. || en esta, o en tal, ~. locs. advs. En este supuesto, bajo esta condición
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conforme. (Del lat. conformis). adj. Igual, proporcionado, correspondiente. || 2. Acorde con alguien en un mismo dictamen, o unido con él para alguna acción o empresa. || 3. Resignado y paciente en las adversidades. || 4. m. Asentimiento que se pone al pie de un escrito. El ministro puso el conforme. || 5. adv. m. Denota relaciones de conformidad, correspondencia o modo. Todo queda conforme estaba. || 6. según y conforme. || ~ a. loc. prepos. Con arreglo a, a tenor de, en proporción o correspondencia a, de la misma suerte o manera que. Conforme a derecho, a lo prescrito, a lo que anoche determinamos. Se te pagará conforme a lo que trabajes.
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De verdad, que no estás senil, o el orgullo te ciega...
Conforme y Conformidad son 2 palabras de la misma raíz. Significan lo mismo. Lo que cambia es la función gramatical de la palabra. Se puede decir: "yo ando conforme a la ley" y también "yo ando en conformidad con la ley"
 
Re: Otra vez....Juan 4:23... ¿"en" o "con" espíritu?

Re: Otra vez....Juan 4:23... ¿"en" o "con" espíritu?

Con razón no entiendes la Biblia. Primero debe explicarte español:

conformidad. (Del lat. conformĭtas, -ātis). f. Semejanza entre dos personas. || 2. Igualdad, correspondencia de una cosa con otra. || 3. Unión, concordia y buena correspondencia entre dos o más personas. || 4. Simetría y debida proporción entre las partes que componen un todo. || 5. Adhesión íntima y total de una persona a otra. || 6. Asenso, aprobación. || 7. Tolerancia y sufrimiento en las adversidades. || de ~. loc. adv. conformemente. || en ~. loc. adv. conformemente. || en esta, o en tal, ~. locs. advs. En este supuesto, bajo esta condición
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conforme. (Del lat. conformis). adj. Igual, proporcionado, correspondiente. || 2. Acorde con alguien en un mismo dictamen, o unido con él para alguna acción o empresa. || 3. Resignado y paciente en las adversidades. || 4. m. Asentimiento que se pone al pie de un escrito. El ministro puso el conforme. || 5. adv. m. Denota relaciones de conformidad, correspondencia o modo. Todo queda conforme estaba. || 6. según y conforme. || ~ a. loc. prepos. Con arreglo a, a tenor de, en proporción o correspondencia a, de la misma suerte o manera que. Conforme a derecho, a lo prescrito, a lo que anoche determinamos. Se te pagará conforme a lo que trabajes.
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De verdad, que no estás senil, o el orgullo te ciega...
Conforme y Conformidad son 2 palabras de la misma raíz. Significan lo mismo. Lo que cambia es la función gramatical de la palabra. Se puede decir: "yo ando conforme a la ley" y también "yo ando en conformidad con la ley"

No, lo siento, el que no la entiende es usted, pues de nuevo y solito ha caido, ya que ustedes lo que en verdad dicen es: EN conformidad. Lo cual revientea y por todas partes sus falaces argumentos. ¿le quedó claro?

NO se escabulla, pues tiene que rendir cuentas al porque los escrisos del primer siglo ustedes los apostatan y niegan, sin tener ni base bíblica, ni historican, ni nada de nada.
 
Re: Otra vez....Juan 4:23... ¿"en" o "con" espíritu?

Re: Otra vez....Juan 4:23... ¿"en" o "con" espíritu?

No, lo siento, el que no la entiende es usted, pues de nuevo y solito ha caido, ya que ustedes lo que en verdad dicen es: EN conformidad. Lo cual revientea y por todas partes sus falaces argumentos. ¿le quedó claro?

NO se escabulla, pues tiene que rendir cuentas al porque los escrisos del primer siglo ustedes los apostatan y niegan, sin tener ni base bíblica, ni historican, ni nada de nada.

En conformidad es que la acepto y me sujeto. Conforme es que la entiendo, la reconozco y libremente y porque creo en ello, me sujeto. ¿Claro?... aprenda el Español que buena falta le hace.
 
El Señor adora a otro Señor...

El Señor adora a otro Señor...

Si tuvieses el Espíritu Santo morando en tí, no negarías la Deidad de Cristo, sino que lo llamarías "Señor".



Nosotros creemos en Jesús como nuestro "Señor". Lo que pasa es que tú no quieres reconocer lo que dice la Biblia: que ese Señor, tiene a su vez un Señor superior a él a quien sirve y adora:

Mat 22:41 Estando reunidos los fariseos, Jesús les preguntó,
42 diciendo:
--¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo?
Le dijeron:
--De David.[17]
43 Él les dijo:
--¿Cómo, pues, David, en el Espíritu lo llama Señor, diciendo:
44 " "Dijo el Señor a mi Señor:
siéntate a mi derecha,
hasta que ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies"?[18]
45 "Pues si David lo llama Señor, ¿cómo es su hijo?[19]​
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Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

Que tal Apolos2000, un saludo.

En los sgtes post te dejé respuesta a los últimos post que enviaste:

#3508
#3510 (Sobre tu respuesta a este aporte no la considero una refutación en el completo sentido de la palabra)
#3511
#3517

Dios te guarde...
 
Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

Una cosa está clara, que el tal Apolos, una y otra vez omite respuesta a todo cuanto le contradice. Toma granitos de arena y niega LA GRAN PIEDRA QUE TIENE DELANTE. No, Apolos, no es una persona sincera, no, cuando no tiene respuesta siempre se escabulle, mete cortina de humo y sigue al frente hacia el abismo. No, la verdad es una y en Él no hay oscuridad.

Haga el favor y empiece a responder a TODO cuanto se le plantea. Y deje ya de manipular y pretender a tal cual su conveniencia. Gracias.
 
Re: El Señor adora a otro Señor...

Re: El Señor adora a otro Señor...

Nosotros creemos en Jesús como nuestro "Señor". Lo que pasa es que tú no quieres reconocer lo que dice la Biblia: que ese Señor, tiene a su vez un Señor superior a él a quien sirve y adora:

Mat 22:41 Estando reunidos los fariseos, Jesús les preguntó,
42 diciendo:
--¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo?
Le dijeron:
--De David.[17]
43 Él les dijo:
--¿Cómo, pues, David, en el Espíritu lo llama Señor, diciendo:
44 " "Dijo el Señor a mi Señor:
siéntate a mi derecha,
hasta que ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies"?[18]
45 "Pues si David lo llama Señor, ¿cómo es su hijo?[19]​
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Aja. "2 Señores" entonces Apolos ??





1 Corintios 8:6

6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor , Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.


1 Corintios 12:13

13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.



Cuantos cuentas ??






Efesios 4:5

5 un Señor, una fe, un bautismo,




Rom 9:5 a quienes pertenecen los antepasados y de quienes [provino] el Cristo según la carne: Dios, que está sobre todos, [sea] bendito para siempre. Amén.




Repito. Los anticristos no pueden aceptar estas cosas!


Luis Alberto42
 
Re: El Señor adora a otro Señor...

Re: El Señor adora a otro Señor...

Nosotros creemos en Jesús como nuestro "Señor". Lo que pasa es que tú no quieres reconocer lo que dice la Biblia: que ese Señor, tiene a su vez un Señor superior a él a quien sirve y adora:

Mat 22:41 Estando reunidos los fariseos, Jesús les preguntó,
42 diciendo:
--¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo?
Le dijeron:
--De David.[17]
43 Él les dijo:
--¿Cómo, pues, David, en el Espíritu lo llama Señor, diciendo:
44 " "Dijo el Señor a mi Señor:
siéntate a mi derecha,
hasta que ponga a tus enemigos
por estrado de tus pies"?[18]
45 "Pues si David lo llama Señor, ¿cómo es su hijo?

¿Cuantos "Señores" tenemos según Pablo, Apolos2000? (ver 1 Corintios 8:6; Efesios 4:5).

Dios te guarde...
 
Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

Jn. 6:57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.

Lea bien, pues claramente se lo está diciendo: como me envió EL PADRE VIVIENTE... y yo vivó por él... ¿sabe porque vive? PORQUE DIOS ES EL DIOS VIVIENTE. En Dios no hay muerte, el Hijo viene de Padre, y volvió al Padre, y está sentado a su derecha. Pero atento: usted necesita comer del Hijo para tener vida, la del Padre. ¿le quedó claro?... pues siga negando al Hijo, pues sin Hijo NO HAY PADRE. Uno es el Padre, otro el Hijo, en el Hijo está la vida, y sin el Hijo NO HAY VIDA. Porque el Hijo es: EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.

No se cuando Dios y en su gracia les dará ojos para ver, y oídos para oír, ello no lo se, pero lo que si se es que no han logrado ver y por ello conocer al Hijo de Dios y LA PLENITUD DE SU GRANDEZA. Leamos:

5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

El Señor, mi Señor, nunca se puso en el lugar de Dios, no estimo ser igual a Dios, no, el se humillo, aun siendo en forma de Dios, se humillo así mismo, tomo forma de siervo Y POR SIEMPRE RECONOCIO AQUEL QUE LO ES TODO, EL DIOS Y PADRE DE JESUCRISTO EL SEÑOR. Porque Jesucristo, mi Señor, es EL UNIGÉNITO DE DIOS, no creado, sino engendrado desde al ETERNIDAD. Y aun siendo Dios y en si mismo, mi Señor, se humillo y recoció aquí en la tierra, creada por el Padre, que sin el Dios de los cielos y la tierra, él, como hombre no era nada. AUN SIENDO EN FORMA DE DIOS, NO ESCATIMO EL SER IGUAL A DIOS... ello ni lo entienden ni jamás lo entenderán, pues ustedes y al igual que Satanás PRETENDEN SER IGUAL A DIOS, ya que niegan QUE EN EL HIJO ESTA LA VIDA, PUES ES EL HIJO QUIEN MANIFESTO ESTA VIDA, LA DEL PADRE.
 
Re: Testigos de Jehová...¿restauración del cristianismo original?

9. Al ser, pues, el verdadero Dios Padre, engendró un Hijo, Dios verdadero, semejante a él. Y no como los maestros tienen discípulos, es decir, tampoco al modo como Pablo dice a algunos: «He sido yo quien, por el Evangelio, os engendró en Cristo Jesús» (I Cor 4,15). Pues quien no era hijo por naturaleza ha llegado a serlo como discípulo. Pero en el caso que nos ocupa se trata de un hijo por naturaleza, de un verdadero hijo. Tampoco como vosotros, los que vais a ser iluminados, sois hechos ahora hijos de Dios; pues también vosotros sois hechos hijos, pero en adopción por gracia, según lo que está escrito: «A todos los que lo recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre. Ellos no nacieron de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino que nacieron de Dios» (Jn I, 12-13)11. Y nosotros nacemos ciertamente del agua y del Espíritu (cf. Jn 3,5), pero no es así como Cristo ha nacido del Padre. Recuérdese que en el momento del bautismo la voz dijo: «Este es mi hijo» (Mt 3,17; cf. 17,5), y no: «Este ha sido hecho ahora Hijo mío». Al decir «Este es mi Hijo», declaraba que ya era Hijo antes de realizarse el bautismo.

10. El Padre no engendró al Hijo como la mente genera en los hombres la palabra. Pues en nosotros la mente es algo subsistente, pero la palabra que se pronuncia se pierde en el aire. Nosotros hemos sabido, sin embargo, que Cristo nació no simplemente como una palabra que se pronuncia, sino como Palabra subsistente y viva, no proferida y difundida con los labios, sino engendrada desde el Padre eterno de modo inefable y con una sólida subsistencia12. «En el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios» (Jn 1,1), sentado a la derecha (cf. Sal 110,1). Palabra que entiende la voluntad del Padre, Palabra que todo lo construye según su beneplácito, Palabra que baja y asciende (cf. Ef 4,10)13. Pero una palabra, cuando se profiere, no baja y sube al pronunciarla, sino que se expresa diciendo: «Yo hablo lo que he visto donde mi Padre» (Jn 8,38). Es una Palabra llena de autoridad y que ejerce su dominio sobre todas las cosas, pues el Padre ha entregado todo al Hijo (cf. Jn 13,3 y Mt 11,27)14.

11. Lo engendró el Padre, pero no como alguno lo entendió, sino como él solo sabe15. Pues no nos abrevemos a explicar cómo lo ha engendrado. Sólo podemos hablar de cómo no ha sido dicha generación. Es cierto que el Hijo procede del Padre, aunque también toda la naturaleza engendrada o creada. «Pregunta a la tierra y te lo dirá» (Job 12,8 hebr.). Aunque interrogues a todas la cosas que hay sobre la tierra, no te lo podrán decir. Y es que el globo terráqueo no puede explicar quién es su modelador ni su artífice. Y no sólo la tierra lo ignora, sino que también el sol lo desconoce. Pues el sol fue creado el cuarto día sin saber qué había sido creado en los tres días anteriores. Pero quien desconoció lo que se hizo en los tres días anteriores a él, no puede evidentemente decir quien fue el autor. Tampoco lo dirá el cielo, pues éste fue puesto por Cristo, por voluntad del Padre, como si fuese una humareda. Tampoco los cielos de los cielos ni las aguas que están sobre los cielos serán quienes lo cuenten. ¿Por qué, pues, te lamentas, oh hombre, de no saber lo que los mismos cielos ignoran? Y no son sólo los cielos los que ignoran esta generación, sino que incluso no lo saben las criaturas angélicas. Si alguien -suponiendo que fuese posible- subiese all primer cielo y, al observar el lugar de los ángeles que allí habitan16, acercándose, preguntase cómo Dios ha engendrado a su Hijo, tal vez le respondería: Más arriba los hay mayores y más altos que nosotros. Pregúntales a ellos. Sube hasta el segundo y tercer cielo: alcanza, si es que puedes, hasta los tronos y dominaciones, y también los principados y las potestades. Si alguien llegara hasta allí —es imposible—, renunciarían a describirlos, puesto que ni siquiera los habrían explorado.